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"La obsesión del demonio" Cap 16: Angustia




Youngho sostuvo el rostro de Mark Lee con sus enormes manos pero este no había cesado de llorar colmado de angustia, una angustia que él como demonio no estaba acostumbrado, un sentimiento negativo asociado al gran amor que sentía por alguien, una verdadera preocupación.


El corderito estaba despeinado, con los ojos inflamados y las mejillas rojas, no había palabra que entrara en su cabeza, lo había comprobado desde que se trasladaron del restaurante a este lugar.


Cubrió su cuerpo con sus enormes brazos hasta que divisó la figura de Chittaphon que corría hacia el muchacho, a su lado también estaba Kim Jungwoo.


—Cualquier cosa por favor necesito que me lo comuniquen —dijo a los amigos del chico, ambos también tenían sus ojos llenos de lágrimas— no lo dejen solo.


—Gracias por traerlo señor Suh — murmuró Jungwoo. En otra ocasión hubiese pestañeado con admiración pero no tenía tiempo para el flirteo, toda su atención estaba enfocada en su mejor amigo.


El demonio vio a los tres mosqueteros ingresar al gran complejo "British Columbia Children's Hospital" por el área de urgencias, el hospital donde había sido internado cuando pequeño, el hospital donde su padre era el jefe. Ahora podía entender porque había visto en el cuerpo de Felix Lee tenía una llama de fuego tan débil.


Las cosas iban a ponerse peor.


Flash Back


12 años 8 meses atrás, lunes 3 de octubre 2005.


Con cuidado asomó el rostro por la puerta de aquella habitación, no entendía a sus 6 años porque los niños se asustaban del hospital cuando en realidad era bonito, la habitación estaba pintada con colores vivos y los súper héroes favoritos, Había aprovechado la oportunidad de soltarse de la mano de sus padres cuando una enfermera les dijo que el médico los esperaba en una oficina, había cosas que conversar.


No habían querido que se separara de ellos pero Mark manifestó con sus ojitos húmedos que quería ver a su hermanito menor ahora mismo. ¿Sería la intuición de que algo muy malo se vendría?


Felix estaba acurrucado en posición fetal abrazando el peluche de elmo que él le había escogido como regalo de su cumpleaños recién pasado (había cumplido los 5), parecía dormir pero lo conocía lo suficiente para saber que fingía.


—No soy ninguno de los médicos, soy tu hermano, Felix —al escuchar la voz, el niño de inmediato abrió sus ojos esbozando una sonrisa agotada, sonrisa que se borró al ver los ojos de Mark.


—¿Qué pasa? ¿Lloraste?


—Es que no me gusta dormir en casa si tú no estás —su vocesita se quebró, era cierto— ¿Con quién puedo jugar y saltar?


Había intentado acostarse un par de veces al lado de su hermano desde que había sido hospitalizado, pero sus padres y el equipo médico le habían dicho que no podía, Felix estaba muy delicado y necesitaba descansar sin tener muchos estímulos rondando cerca.


El menor miró su cama y dentro de su débil estado se desplazó hacia un costado, Io suficiente para que Mark cupiera. "Sube, nadie nos está viendo" murmuró entre jadeos.


En ese momento el mayor evaluó la situación, todas esas cosas extrañas que su padre le había explicado como se llamaban y que a esta altura había olvidado, todas estaban de tal forma que no

se inmiscuían entre las sábanas, no del lado que él le había dejado espacio.


Trepó en la cama después de sacar su calzado y se adentró bajo las sábanas para terminar boca arriba mirando el techo. Después de unos segundos bajó la mirada a Felix, su hermano tenía la piel muy pálida y aquellas "manchas color violeta" seguían decorado su cuerpo.


—"Mak" —no podía pronunciar bien el nombre— prometo no tener miedo si tú prometes que te quedarás siempre conmigo —el niño sabia que algo extraño le sucedía a su cuerpo y que podía ponerse peor.


—Siempre, por el meñique —ni siquiera haría el intento por apretar su dedo, incluso eso le molestaba. Solo lo acarició con mesura—papá también es médico, él va a curarte.


Y 45 minutos más tarde, en la que unos padres entraban en la habitación de su hijo después de tener un ataque de llanto en 4 paredes, continuaron llorando en silencio al ver a Felix abrazando colmado de cariño esta vez a su hermano mayor.


Ambos dormían con calma ajenos a todo el caos que se estaba desatando en relación a la salud del menor. Ambos habían sellado un pacto que iba a ponerse a prueba en los momentos más duros de su vida.


Felix Lee había sido diagnosticado por primera vez a sus cortos 5 años con Leucemia mieloide aguda.


Fin Flash Back


Sábado 26, 2018, al otro día


Los tres íncubos estaban presentes e invisibles observando la figura de los 3 humanos abrazándose a si mismos allí sentados en el suelo, esperaban por noticias nuevas. Estaban en la unidad de Oncología y la energía que percibían era irritante.


Había una mezcla de alegría y desesperanza, de almas de niños que ya habían fallecido jugando en los pasillos, de ángeles protegiendo el alma de los infantes que morirían pronto, de pequeñas mascotas sentadas en las puertas de las habitaciones vigilando a los que luchaban por mantenerse con vida como ejemplo de la pureza máxima.


En ese momento apareció Andrew Lee acompañado por un colega, Mark y sus amigos se pararon de inmediato, los rostros sombríos abundaban y aunque los demonios podían tomar energía del estado anímico no estaban interesados.


—¿Qué sucede finalmente? —Mark preguntó rogando por un milagro, cuando en el fondo sabía que las cosas apuntaban a lo evidente.


Durante la madrugada mientras él y sus amigos dormían en la sala de espera, Felix despertó. El oncólogo infantil eminencia en Canadá, le realizó una exploración física completa y lo entrevistó con mesura para no alterar su estado anímico.


Y sí, desde hace más de 2 meses que había empezado a perder peso pero lo ocultaba cubriéndose con mucha ropa, sangraba con facilidad, su piel estaba cubierta con hematomas y petequias recientes, había perdido el apetito y también se agotaba con facilidad.


—Lamentablemente cumple con la mayoría de los requisitos para decir que estaríamos frente a un nuevo episodio de cáncer. Recordemos que ya fue diagnosticado con leucemia hace 13 años atrás y el uso de la quimioterapia aumenta el riesgo de padecer otro episodio... —Andrew Lee, que estaba

callado escuchando a su colega, tenía los ojos llenos de lágrimas, tenia que ser fuerte por su familia—faltan exámenes diagnósticos que se procederán a realizar en unos minutos.


Yukhei observó preocupado a Taeyong, ambos demonios se quedaron atentos al rostro sin emociones de Youngho. Había estado toda la noche mirando el techo en su departamento pero cuando sus colegas aparecieron sin previo aviso, como siempre, les contó lo sucedido.


No dudaron en venir y enterarse de los detalles siendo invisibles, no les importaba mostrar preocupación, los 3 asumían que estaban obsesionados por sus humanos y cualquier cosa que interfiriera en la tranquilidad de ellos era asunto suyo.


El corderito escondió el rostro en el cuello de Jungwoo y rompió nuevamente en un llanto desconsolado. ¡¿Por qué mierda tenia que suceder esto, otra vez?! ¿Por qué una persona tan pura como Felix tenía que sufrir? Chittaphon cubrió sus labios con las mangas de su camiseta para que nadie escuchara como lloraba, amaba a sus amigos y si uno estaba mal, él también lo estaría. ¡Maldición!


Tic, tac, tic, tac. El reloj de la habitación podía llenar de estrés a las personas pero para él era un modo de distracción. Estaba con los párpados cerrados respirando con una naricera que le proporcionaba oxígeno en dosis baja, se sentía agotado pero por sobre todas las cosas angustiado.


"No soy ninguno de los médicos, soy tu hermano, Felix". El dejavu fue instantáneo y sus ojos se abrieron de golpe, sentado al lado de su cama estaba Mark sosteniendo el elmo, el mismo peluche que había tenido cuando pequeño y quien lo acompañó durante todos esos años en hospitalización.

Los ojitos de ambos se llenaron de lágrimas, las palabras sobraban, los sentimientos no.


—Van a hacerme pruebas de imagen, autopsia de médula, análisis de líquido cefalorraquídeo —recitaba con su voz quebrándose en cada palabra— por favor perdóname.


—¿Por qué pides disculpas? no debes, no...


—Por querer ocultarlo —apretó los labios y cerró los ojos, las lágrimas cayeron por sus pálidas mejillas acariciando mientras avanzaban a sus suaves pecas— por no contarte la verdad cuando debía, por hacerlos sentir mal, por tener miedo.


Mark dejó el peluche al final de la cama, se acercó al lado izquierdo de esta e inclinó gran parte de su cuerpo para abrazar a su hermano y dejar que este llorase todo lo que quisiera. No podía culparlo por tomar esas decisiones, solo le quedaba cumplir la promesa que habían hecho siendo la promesa que habían hecho siendo pequeños y estar siempre a su lado sin importar lo que sucediera.


Introdujo los dedos entre las hebras de su pelo y masajeó de forma circular toda la zona superior de su cabeza, los dias que se venían iban a ser importantes porque determinarían las conductas a seguir. No había que ser genio para darse cuenta que tenía leucemia, pero ¿Qué tipo? ¿Qué tratamientos iban a seguir?


—Voy a pedirle a Dios para que nos guíe esta vez, para que se haga su voluntad, eres un guerrero Felix, vas a salir adelante porque no conozco una persona más valiente que tú.


En un suspiro quejumbroso, su hermano menor asintió antes de acomodarse en la cama para adoptar la posición fetal, queria dormir para que el tiempo avanzara pronto y saber exactamente qué sucedía con su cuerpo.


Llevó la mano a su cabello y lo acarició lentamente, habían muchas cosas que iban a desaparecer pronto. Fue camino a la salida pero un olor familiar en el ambiente lo sacó de su trance. Confundido, Mark pestañeó y miró a su alrededor, mas luego comprendió que ese perfume venía de su ropa. Sintió tanta calma en un segundo pero no tenía tiempo de añorar sus abrazos, solo de estar alerta y ser el soporte que Felix necesitaba.


Youngho casi suspiró cuando lo vio desaparecer, creyó que su presencia había pasado inadvertida pero nunca fue así, tal vez los humanos en momentos de desesperación estaban más receptivos.


Observó en silencio al hermano del corderito, olfateó el ambiente en busca de alguna esencia de otro demonio que estuviera robando energía de ese adolescente, pero no, su enfermedad era causa únicamente de la "naturaleza" miserable que tenían los humanos y su predisposición a las calamidades.


Cuando quiso salir de allí sus ojos se agrandaron al ver a ese ángel observarlo con angustia. Kun era su nombre. Su pureza y sus bellas alas blancas le dieron náuseas.


—Supongo que te has dado cuenta que se te acaba de caer una pluma — murmuró indicando el suelo, Youngho chasqueó el dedo para que desapareciera y se volteó para mirarlo irritado— ¿Te das cuenta que acercándote a Mark Lee, estás yendo directamente a tu desaparición?


—No me vas a decir lo que tengo que hacer.


—Por supuesto que no voy a hacerlo, cuando algo debe suceder simplemente ocurre —pestañeó antes de observar a Felix, aquel muchachito dormía profundamente— hay algo de lo que no te das cuenta pero no puedo culparte, los seres del inframundo tienen incontables limitaciones comparados con los seres de luz —Kun apoyó una mano en su hombro, Youngho quería gritar porque su contacto le ardía — atento a las señales, yo creo que... Asmodeo cometió 3 grandes errores.


Desapareció de aquella habitación emitiendo burbujas de luz que se deshicieron al instante. El demonio salió de allí también porque cada encuentro con algo relacionado a la religión lo dejaba en un estado de irritación que duraba mucho tiempo.


Martes 29 de mayo 2018


Hoy había sido el último de clases con aquel curso de 12mo grado y no, no le había gustado la idea de sentirse vacío cuando entró en aquel gimnasio y los hizo jugar básquetbol, Mark Lee no había asistido.

Ahora se encontraba en su oficina dando vueltas de un lado a otro, había llamado a un alumno en especial y es que quería que lo pusiera al tanto de las cosas. Youngho, el íncubo, tenía muy en claro que se tenía sentimientos por corderito y que terminaría en una calamidad ya sea para el humano o para él, por eso había querido darle la privacidad que merecía y no volver a espiarlo usando sus capacidades sobrenaturales.


No había ido ni casa ni al hospital, pero sabía que otra persona podía darle noticias.


Cruzó sus brazos cuando aquel muchacho entró, tenía el cabello con la partida en el costado, sus ojos habían perdido aquel brillo de flirteo permanente, lucía más agotado.


Kim Jungwoo era muy bonito, pero su fastidiosa esencia pura y sonrisa radiante habían desaparecido.


—Ya terminé de ducharme, señor Suh ¿Qué necesita? —su voz suave delataba temor ¿angustia?


—Necesito saber cómo está Mark, la última vez que lo vi fue cuando lo dejé con ustedes en la entrada de la urgencia del hospital infantil, algo malo le ha sucedido a su hermano —Tenia más información, pero ellos no lo sabian— ¿Por qué no ha venido a clases?


La nariz de Jungwoo se enrojeció y sus ojos se llenaron de lágrimas, de no estar acostumbrado a las apariciones repentinas de sus colegas y amigos íncubos, se habría sobresaltado cuando Yukhei apareció al lado del humano. Por supuesto que esta vez quería ser invisible, pero Youngho podía verlo de todas formas, estaba arrodillado con sus enormes alas hasta el suelo para quedar a la altura del muchacho que estaba sentado, descansaba una mano en su hombro.


Realmente tenia que estar muy enamorado como para percibir cuando Jungwoo lloraba, incluso si era en silencio.


—Ten y yo nos estamos quedando a dormir en su casa, lo acompañamos cada vez que podemos y a todas partes — miró su hombro, una suave presión le daba la valentia para hablar— él no

asistirá más a clases, no puede hacerlo, no se siente capazm si por mi fuera no estaría acá cuando podría alimentarlo o abrazarlo, pero mis padres me obligan aun sabiendo que Mark está colapsado, Ten también ha tenido que ir a clases porque está en lo último del año...


Yukhei miraba con tanto amor a su niño que se preguntó ¿Cuán poderosos eran los tres mosqueteros para tener a 3 demonios comiendo de la palma de su mano?


—¿En este momento Mark Lee está solo? ¿Y sus padres?


Yukhei se irguió pensativo y miró al demonio frente suyo, Youngho era inútil para consolar porque nunca en su existencia le había tocado una situación así, pero a leguas se notaba lo inquieto que la situación lo dejaba.


"El director de la escuela está indeciso, necesita hablar con alguien de la familia Lee, ve a la oficina, dile como si no supieras nada que quieres ir en representación de la escuela a ver al muchacho, me Io agradecerás". Dijo el rubio con palabras que solo ellos pudieron escuchar.


—Comprendo la situación, gracias por ser un buen amigo para el cord... digo, para Mark, puedes regresar a tu sala.


Jungwoo asintió y se levantó con delicadeza, Yukhei estaba desplazándose a su lado sin tocar el suelo.


De pronto el muchacho se volteó con la mano sosteniendo el picaporte de la puerta, tenia palabras que decir.


—Señor Suh, yo sé que... dejando de lado lo sexy y lo que puede implicar que usted sea un trabajador sexual —murmuró, sus mejillas estaban rojas pero sus ojos seguían anegados en lágrimas— usted y mi amigo se están reuniendo... ¿Puedo pedirle algo, con todo el amor que un mejor amigo tiene por otro? —sin entender a qué se refería, asintió con cuidado— Comprenda lo que implica acercarse a alguien que está en un proceso de aceptar su sexualidad, alguien que ha sido criado bajo una religión. Si Mark se está acercando a usted, tómelo como un regalo, sobre todo ahora no necesita que le hagan daño... si mis palabras le han provocado una molestia, le pido me disculpe.

Salió de allí cerrando con cuidado y tras su espalda la puerta. Yukhei podría haber sonreído orgulloso de lo que "su niño" era capaz de comunicar, sin embargo su semblante estaba inquieto por su tristeza.


Youngho meneó la cabeza suspirando agotado, cuando atacaba personas nunca se preocupaba si estaban bien 0 no, y ahora se encontraba turbado por las palabras de Jungwoo. Después de unos minutos siguió el consejo del rubio, caminó en dirección a la oficina del director de la escuela.


Cuando hablaron comprendió que el otro demonio tenía razón.


El reloj marcaba las 2 de la tarde cuando el timbre en aquella casa sonó. Mark tenía las manos bajo su vientre cuando "descansaba" boca abajo en su cama, su estómago ni siquiera tenía la energía para rugir por un poco de comida, sus pies apenas se arrastraron por el suelo cuando decidió que debía abrir la puerta.


Ni siquiera deseó mirarse al espejo para comprobar su aspecto, a duras penas se había vestido en la mañana para ir al hospital a visitar a su amado hermano. Tampoco tuvo interés en comprobar por la cámara de seguridad quien estaba afuera, apretó un botón para que las puertas de la entrada en el jardín se abrieran, dejó la puerta de la casa abierta y se sentó en un sofá cercano.


¿Qué tal si le entraban a robar? incluso eso no era importante.


Alzó la mirada solo un poco cuando su espalda completa fue cubierta por un escalofrío conocido. En ese momento vio a Johnny Suh abrir los ojos perplejo, pero antes de decir algo fue alcanzado

a su lado por el director de la escuela, Gianni Bittante y quien cargaba con una carpeta llena de documentos. Su compasión era la de un padre.


—Creo que las palabras sobran en este momento Mark y todo lo que puedo hacer es rezar por la salud de tu hermano y tu familia —descansó una mano en su hombro, no se atrevía a esbozar una sonrisa— el día de ayer como comunidad nos enteramos de la situación por la que están pasando.


—Ni siquiera sé cómo estar en pie, he decidido que no iré más a la escuela, mi hermano me necesita.


—Para eso hemos venido, Mark —sacó con mesura las hojas de el sobre blanco y las dejó en su regazo—a estas alturas no es necesario que te preocupes por la escuela, al menos tú ya has

cumplido con todas las evaluaciones y los promedios estarán esta semana cerrados para ti, a Felix le quedaban dos evaluaciones pero se conversó la situación con los profesores respectivos y cerrarán su año escolar así, tu hermano puede pasar a último año sin ningún contratiempo.


Asintió con los labios temblando, Youngho estaba parado un poco más lejos con los brazos cruzados y observando al muchachito, también estaba haciendo el esfuerzo por tolerar la energía religiosa que rondaba el aire.


El director empezó a aconsejar al muchachito sobre como enfrentar la situación y encomendarse a Dios, organizarían cadenas de oración por Felix y aportarían en todo lo que fuera necesario para enfrentar esta nueva etapa.


Después de 1 hora, aquel hombre le preguntó al "profesor Suh" si se retiraba también del lugar, pero el demonio no estaba interesado en lo más minimo de apartarse de aquí ahora que había podido ingresar.

Buscó una excusa lo suficientemente creíble como que llevaría más tarde al muchacho al hospital.


Cuando ambos quedaron solos, el demonio tragó saliva, se sentía totalmente ignorante respecto a como dar consuelo pero puso su esfuerzo, sí, el corderito estaba abrazando sus rodillas convertido en un ovillo sobre el sofá. Se acercó, se sentó y acomodó aquel cuerpo pesado del muchacho

cargándolo entre sus brazos, sus labios quedaron sobre su frente, los brazos de Mark Io rodearon al instante antes de estallar en un llanto amargo.


—Le hicieron todas las pruebas, señor Suh... mi hermano tiene —apenas podía hablar— el mismo maldito cáncer que tuvo cuando niño.


En la mañana y después de tener los resultados de todos los exámenes y pruebs posibles, pudieron diagnosticarlo de Leucemia Mieloblástica Aguda indiferenciada, aquel subtipo de leucemia con peores pronósticos. Sus antecedentes previos habían jugado una mala pasada, Youngho llenó su rostro de besos porque no sabía qué decir, sería hipócrita hacerle creer que todo estaría bien cuando no lo estaba, tampoco iba a decirle que rezara a Dios porque no era parte de su territorio y aunque sabía que la energía que podían generar podría llegar a ser efectiva, si algo tenía que ocurrir mal por un propósito, Dios lo iba a permitir.


Los demonios, en cambio, siempre iban a cometer calamidades porque estaban hechos de lo peor. Entonces ¿Como él y los otros dos íncubos estaban ayudando humanos?


—¿Qué piensa tu hermano?


—Felix está totalmente retraído, como si supiera que todo va a ir mal, va a tener que someterse a una quimioterapia agresiva.


Youngho comprendía la enfermedad como un camino lento a la muerte, donde una puerta a la vida se puede abrir si se toman las decisiones correctas y si el cuerpo pone de su parte. Sostuvo el rostro de Mark y con parte. Sostuvo el rostro de Mark y con genuina preocupación lo observó en todas las direcciones mientras lloraba.


Sus ojos estaban opacos, tenía ojeras bajo sus párpados, su piel había perdido brillo, incluso en tan poco tiempo parecía haber perdido peso, su cabello no estaba aseado, sus labios estaban partidos. Lo más alarmante era que Mark Lee estaba con la vitalidad tan baja que cualquier ataque de un demonio lo llevaría fácilmente a la muerte.


Incluso Irene podia abusar de él.


—Pequeño corderito, energéticamente hablando estás tan mal que tu energía negativa solo terminará apagando la "llama" que tu hermano lucha por mantener encendida —besó sus labios con toda la ternura que sabía que no poseía, tan lento y tan calmo que Mark respondió suspirando, lo había necesitado tanto, necesitaba que alguien lo protegiera— no puedes pretender que Felix responda distinto si todo lo que está escuchando es malo o si su familia no sabe dividir sus emociones en otras direcciones.


—El oncólogo dijo que el cáncer puede avanzar muy rápido, mi hermano no es tonto, sus peores pesadillas se remontan cuando era pequeño ¡Él sabe lo que implica su enfermedad!


—Y si fuera el peor de los casos ¿Merece tu hermano irse con una imagen de su familia en las peores condiciones? — su boquita hizo un breve puchero antes de llorar en silencio— si quieres ayudar a salvarlo empieza por cuidarte a ti mismo, créeme que una energía positiva siempre va encima de una negativa.


Hablaba desde su propia experiencia, a un ser del inframundo siempre le iba a molestar en demasía algo que fuera relacionado con Dios y el paraíso, en cambio, los "seres de luz" podían presentarse con facilidad ante ellos sin sufrir consecuencias, Había odiado aquello.

Sin poner resistencia, tomó en brazos a Mark Lee y con respeto le pidió que le indicara donde estaba su habitación y el baño. Mientras subía la escalera miró hacia atrás y vio un par de plumas negras caídas allí en el suelo.


"Primera vez preocupándome sinceramente por el cordero".


Podía ser tentador la casa sola para ellos, pero mientras no lo viera con suficiente energía no podia tener relaciones, ya había admitido que no quería matarlo y no estaba seguro si incluso brindándole de la suya podría sobrevivir en este estado.


—Vas a bañarte todo lo que quieras mientras yo estoy en la cocina preparándote algo de comer, después dormirás lo suficiente e irás al hospital a ver a Felix renovado.


—Gracias señor Suh —lo besó con ternura sintiendo —sus labios suaves y cálidos mezclarse en su boca— gracias... —suspiró.


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En aquel momento un hombre uniformado observó su hoja con atención, luego miró al muchacho que tenía frente suyo que estaba con ropa formal, estaba seguro que escondía algún tatuaje, siempre las personas que cometían delitos se hacían uno.


Estaban dentro del auto policial, el cual se encontraba estacionado frente al hospital infantil. De todos los lugares que había para hacer servicio comunitario ¡¿Por qué este?! El muchacho ajustó su traje formal mientras se bajaba del auto. Sí, sabía que la había sacado fácil por los robos a la multitienda, pero la adrenalina se había sentido bien.


Caminaron juntos lo suficiente hasta que un paramédico lo esperaba con recelo.


—¿Usted es Changbin Seo?—"Seo Chang Bin" pensó irritado— por aquí, por favor.


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1件のコメント


eden green crown
eden green crown
2021年3月12日

AJKSFAÑ no puedo creerlo, Changbin. Ni siquiera se me había ocurrido.

un PAR de plumas negras, ahh, está completamente jodido.

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