top of page

"La obsesión del demonio" Cap 17: Los demonios y sus citas




Creyó que, apenas entrara a ese lugar iba a sentir el desagradable olor a antiséptico y el color frío de las paredes lo iban a agobiar, pero se equivocó rotundamente. Gracias a las gestiones de Andrew Lee, el hospital completo fue pintado por dentro con los personajes de dibujos animados y súper héroes favoritos de los niños.


Los funcionarios eran gentiles, desde quienes estaban preocupados por el aseo hasta el equipo médico, al menos la política del jefe del hospital era que todos fueran parte de la atención dando un trato digno.


El paramédico llevó a Changbin hasta el médico que se quedaría a su cargo durante el recorrido, después cuando iniciara oficialmente su servicio comunitario tendría que marcar su huella digital de entrada y salida para que hubiera registro que cumplía.


—Chang Bin Seo, espero esta experiencia te sirva más adelante para reflexionar sobre las cosas que has estado haciendo, el servicio comunitario ayuda mucho a devolverle la mano al estado por la falta cometida, pero confío en que tu perspectiva de vida cambie cuando estés envuelto con niños y adolescentes que desearían gozar de tu salud.


—Me lo imagino —murmuró. No quería recibir clases de moral y buenas costumbres.


Changbin lo miró de arriba hacia abajo ¿Acaso no era muy joven para ser profesional? Su cabello oscuro peinado escasamente hacia el costado, el hombre ¿O muchacho? sonrió ligeramente con la comisura labial derecha elevada, parecía leer los pensamientos que emergían con su evaluación.


Hicieron el recorrido desde el primer piso hacia arriba pasando por distintas unidades, en ciertas ocasiones el médico y el muchacho tuvieron que colocarse delantal azul como método de

barrera, guantes o también mascarillas.


En ciertas ocasiones los niños pequeños se acercaban rápidamente al médico mientras este los abrazaba y les decía que pronto saldrían, en otras ocasiones él se acercaba a sus camas, les hacía la señal de la cruz y les susurraba algo en un idioma que el muchacho no conocía ¿Era chino?


Cuando estuvieron en el último piso en un ala especial, Changbin levantó el rostro donde decía el nombre de la unidad.


—Entraremos al servicio de Oncología, sería bueno que sigas manteniendo la prudencia, hay niños muy pequeños hospitalizados así que colócate esto — cuando el muchacho vio lo que tenía sobre la mano, frunció el ceño—política del hospital, si el equipo médico va solo a dar una visita debe hacer un esfuerzo por colocarse una nariz de payaso, piensa —la manera de expresarse era tan calma que se sentía atraído por esa energía— no todos la pasan bien, les alegra ver este tipo de cosas.


Gruñendo por lo bajo Seo Changbin lo hizo sintiéndose patético, pero al parecer si surtía efecto, cuando entraron a un cuarto con 4 camas y 4 niños allí, sus sonrisas radiantes lo dejaron aturdido.

Estaban calvos pero parecía no afectarles, solo estiraban su mano para acariciar la nariz de payaso que tenían. Rondaban entre los 4 y 6 años.


El médico se agachó para que estuvieran más cercanos en altura, Changbin miraba la escena con respeto, se notaba que amaba su trabajo. Después de despedirse de todos se retiraron de allí y caminaron por el pasillo principal con la vista al frente.

—Vamos a terminar por hoy, pero me gustaría que observaras esto... —se acercaron a una puerta y la corrieron solo lo suficiente para mirar a quien estaba en cama. Tenia los ojos cerrados — este muchacho fue diagnosticado con el mismo cáncer que tuvo hace 13 años, tiene un año menos que tú.


Changbin lo observó en silencio, el adolescente estaba abrazando peluche de Elmo mientras dormía en posición fetal, tenia un monitor conectado bajo su ropa de hospital, sueros Con medicamentos que ingresaban en al menos dos venas diferentes. Tenia la vista lo suficientemente buena como para darse cuenta que habían manchas violáceas en sus brazos.


—¿Realmente tiene 17 años? se ve tan débil y menor.


—Ha perdido peso y está siendo estabilizado, pero no lo juzgues antes de tiempo... cuando lo escuches hablar comprenderás —murmuraba el médico detrás de él, observando con una sonrisa tranquila la escena.


Changbin sintió su estómago convertirse en un nudo que no podría desatar, se imaginó en el lugar del muchacho con un diagnóstico poco alentador ¿Y cómo estaba la familia de ese muchacho?


"Soy un cerdo" pensó, había apostado con sus amigos por robar en una tienda y repartirse lo obtenido además de vivir la adrenalina, estaba desperdiciando su buena salud mientras alguien tan solo 1 año menor estaba allí debatiéndose por vivir.


—Vas a ser asignado al área de oncologia, Seo Chang Bin, toma como referente la gran obra del médico Hunter Adams, haciendo reír a estas personas o acompañándolos en su terapia harás

sus días mejor —sonrió nuevamente con sus labios sellados— incluso hicieron una película en su honor.


El aludido le dio una última mirada al muchacho hospitalizado antes de cerrar la puerta. Se volteó en silencio al médico y asintió aunque la verdad era que no creía no tener la capacidad de "hacer el ridículo", los que creía sus amigos habían desaparecido cuando le dieron la sentencia de servicio

comunitario.


Gruñó y asintió nuevamente, el médico hizo una pequeña reverencia como el asiático que era y empezó a caminar después de quitarse la nariz de payaso, pero fue la voz de Changbin que llamó su atención para que volteara, el chico había dado un par de pasos para no gritar.


—Se me olvidó decirte, partes el lunes de la próxima semana, los 5 días hábiles durante las mañanas hasta que completes las horas de la sentencia... muy probablemente no nos veamos, pero créeme —apoyó una mano en su hombro, irradiaba demasiada pureza — vas a vivir una experiencia que te hará reflexionar en demasía, para bien y para mal muchacho, pero es lo que debe suceder.


—Disculpe ¿Cuál es su nombre? —dijo al no ver una placa o algo que lo identificara, sin embargo todo el mundo lo saludaba. ¿Era un niño genio? No parecía tener más de 22 años.


El hombre le respondió y sonrió con calma antes de desaparecer caminando tras una puerta, pero cuando Changbin tuvo una duda y quiso alcanzarlo, abrió las puertas hacia otro pasillo y no

había nadie.


¡¿Es que acaso también era corredor?!


"Solo...solo dime Kun".


----


Miró el reloj en su teléfono cuando cerró la entrada de su casa, eran las 8 pm en punto. Al voltear vio que Johnny Suh estaba apoyado en el Lamborguini dándole una mirada preocupada y no pudo hacer más que suspirar. Le había preparado un enorme sándwich de carne, queso, lechuga y tomate junto a un vaso de refresco mientras él se daba una ducha de al menos 20 minutos de agua caliente.


Después de comer, le mostró con timidez su habitación sin saber que el demonio la conocía muy bien. Con cautela se sentó en la cama hasta que su profesor ¿O ahora ex profesor? lo empujó para que se apoyara sobre las almohadas.


"Duerme, estaré sentado en ese asiento de cuero mientras lo haces" le dijo él.


"¿Podría dormir conmigo, si se lo pido?" susurró con la garganta estrecha. Quería llorar por su hermano pero también por la preocupación que ese hombre ponía en él.


Desde que lo conocía tenía facilidad para sacar sus sentimientos a flote, como si Johnny tocase sus fibras sensibles todo el tiempo.


"Dormiré contigo todo lo que quieras" respondió.


Y así, cuando el cuerpo de aquel hombre lo acurrucó por detrás en forma de cucharita, pudo tener un poco de paz para descansar. Youngho deseaba observarlo y protegerlo de cualquier ataque, pero se sintió anestesiado y finalmente escondió el rostro en el cuello del muchacho para terminar igualmente dormido, así durante 3 horas.


Los demonios no dormían, no, pero tampoco estaban enamorados de los humanos.


—Por aquí —le abrió la puerta del copiloto, la cual se extendía hacia arriba.


Durante el viaje hacia el hospital las manos del corderito estuvieron apretando su pantalón, a veces tamborileara, a veces miraba hacia afuera. Youngho extendió su mano para encender la radio y sin saberlo estaban tocando "Control" del cantante SoMo.


"Lo voy a hacer ahora, detente, espera... cambié de parecer, no puedo hacer esto, oh no, solo necesito hacer lo que está bien... no quiero joderte así, no quiero tocarte así, tomando el control de tu cuerpo, tu todo"


Apagó la radio apretando la mandíbula, que letra tan acertada para recor- darle que sus objetivos demoniacos con el muchachito estaban cambiando.


—¿Te sientes un poco mejor?


—'Un poco mejor" es un término adecuado, sí —asintió, el gran edificio del hospital estaba cada vez más cerca, tanto que después de 2 minutos ingresaron y estacionaron donde él le señalaba— señor Suh ¿Puedo pedirle algo? —preguntó cuando apagó el motor. Tras el volante y con su ropa oscura, Johnny Suh era un infarto con piernas, aún más con el simple gesto de asentir— ¿Puede besarme?

Youngho respiró lentamente, el corderito lo necesitaba.


Giró más cuerpo hacia el lado derecho antes de usar una mano y apoyarla en la nuca de Mark, el contacto de su piel fue un impulso embriagador. Hizo una leve presión para incitarlo a inclinar la cabeza hacia adelante mientras él hacia lo mismo.


Sus labios no se devoraron desesperados, el contacto fue calmo, ambos con los ojos cerrados, ambos deseando que esto no terminara. El demonio sabía que era adicto a la boquita de su humano y viceversa, eran el primer beso del otro después de todo.


Después de succionar su lengua y su labio inferior, Youngho lo soltó para mirarlo a sus ojos.


—Gracias por su apoyo, tomaré en cuenta lo que conversamos en casa, haré el esfuerzo por preocuparme más de mí, Felix me necesita.


—De nada, por cierto felicidades, cerraste tu año escolar, vas a graduarte, vas a ir a la universidad —acarició su rostro con cuidado— sé que tienes dudas respecto a eso, pero hablaremos otro día... ve, Felix te espera.


Mark esbozó una pequeña sonrisa antes de salir del auto y cerrar la puerta con cuidado.


Después que lo vio desaparecer por la entrada, el íncubo gimió, cerró los ojos y apoyó el rostro entre sus manos. Necesitaba conversar con sus amigos íncubos pero de seguro estaban atacando a alguna humana en algún lugar del planeta tierra mientras que él se lamentaba por el deseo que tenía atascado en su ser.


Chasqueó los dedos y desapareció, tenia que hacer lo mismo, era un demonio y debía recordarlo para no caer en la locura.


----


Ya dentro del hospital y en la unidad de oncología, Mark sostuvo las manos de sus padres cuando tuvieron la oportunidad de estar solos. Incluso rezaron para que la paz llegase a sus corazones

porque a partir de los próximos días venían cosas muy fuertes, someterse a quimioterapia no era bonito.


Después de pedirles una y otra vez que descansaran esta noche en casa, aceptaron con la condición que ante cualquier cosa debía llamarlos. Mark había venido preparado con un pequeño bolso donde colocó artículos personales y ropa, iba a pasar la noche con su hermano.


Entró en la habitación con calma y corrió cuando vio a Felix secándose el cabello con una toalla.


—Me sentí tan avergonzado de que me bañaran, que cuando terminaron les pedí que quería secarme el cabello por mi cuenta —murmuró, dejando que Mark le quitara la toalla y se acomodara tras suyo para secarle él, el cabello— no debes hacerlo, no es tu obligación.


—Eres mi hermano, puedo, debo y quiero hacerlo así que... —mientras lo secaba, tiró un mechón suavemente para hacerlo reír.


—Aprovecha mientras puedas, antes de iniciar la quimioterapia me cortaré el pelo hasta quedar calvo, quiero decir ¿Te imaginas espero que se me vaya cayendo solo? me pareceré a la muñeca de Angélica en Rugrats ¿Cynthia era su nombre?


La sola imagen de la muñeca y la visión que tuvo de su hermano, provocó una risa sincera en ambos. Una risa que fue cesando porque el muchacho se sentía profundamente agotado.


Después de unos segundos, Mark apoyó la barbilla sobre la cabeza del menor mientras lo abrazaba, quería con ímpetu crear un ambiente distinto para él, uno donde la alegría prevaleciera sobre los momentos de llanto.


—Bueno, recuerda la promesa que te hice cuando eramos niños, no vas a tener miedo si me quedo siempre contigo.


—Felix —su voz se quebró.


—Quiero que entiendas que sí, puedes llorar por mí si lo deseas, pero también quiero que te preocupes por ti, sal, diviértete —sonrió— ríete y, espero que cuando tengas la confianza me cuentes quien es ese hombre que ha robado tu corazón.


Sábado 9 de junio 2018, 11 días después.


Flash Back


Taeyong estaba apoyado, sí, pero en el techo de aquella sala de estar porque la gravedad no le afectaba cuando estaba en su esencia demoníaca. Yukhei por su parte estaba relajado sobre el sofá con las alas cubriendo su cuerpo como si fuesen capullos de una flor y Youngho estaba estático y levitando en el aire con las alas negras extendidas hacia los costados como si fuesen las almohadas donde se acostaba.

Cada uno divagaba en sus propios pensamientos hasta que el pelinegro habló. Su tono de voz era reflejo de su expresión preocupada.


—El otro día que fui a cuidar al corderito, me quedé dormido de verdad otra vez ¿A uno de ustedes dos les ha sucedido? —ambos asintieron, lo estaban observando con sus ojos rojos dentro de la oscuridad absoluta. Suspiró— los 3 estamos conscientes de que estamos rompiendo las reglas, un demonio se encapricha pero nunca se enamora.


—¿Estás enamorado de Mark Lee? — Yukhei preguntó con asombro y algo de esperanza.


—Si preocuparte demasiado, si pensar en él todo el día, si desear tocarlo en todo su cuerpo y verlo disfrutar, si emocionarte porque te necesita y te pide que le des besos, si eso significa que estás enamorado... —tragó saliva con dolor— entonces estoy jodido, realmente.


TY y yukhei se miraron sorprendidos ¿Qué podían decir ante eso? felicitarlo estaba fuera de las posibilidades porque no era bueno que un demonio se enamorara, ellos existían por toda la eternidad, los humanos en cambio envejecían, fallecían y se iban a una dimensión a la que ellos ni cualquier ser del averno tenía posibilidad de ingresar.


Enamorarse no era lindo, pero se gozaba en el proceso.


—Todos estamos jodidos, Youngho, es el precio justo por cometer toda la mierda que hacemos —bufó Taeyong mirando la foto que tenia de fondo en su teléfono, Chittaphon era el ser humano más hermoso con el que se había cruzado.


Fin Flash Back


Esa noche fue el mismo Youngho quien les mencionó a los otros íncubos que los tres mosqueteros tenían una falta de energía impresionante, por la misma razón eran más susceptibles a sufrir el

ataque de las súcubos ¿Y qué decir de la perra de Irene?


Por supuesto que estaba en contra de sus principios demoníacos, pero los 3 asumían estar jodidos así que ¿Qué caso tenia ocultarlo o permitir arriesgarlos? Comprendían la situación del hermano de Mark, así que la única forma de protegerlos era llenándolos de energía. Ahora estaban en eso, iban camino hacia el "Parque provincial Garibaldi", cada demonio transportaba a su humano en su vehículo deportivo, el viaje no duraba más de 2 horas así que podían tomar esto con calma.


¿Pero como los habían convencido? Para TY no fue difícil, estaba cercano gracias a los constantes mensajes que tenía con Chittaphon, la excusa perfecta y real era decirle que necesitaban sacar a Mark de la constante rutina que se había impuesto en relación al hospital y su hermano, además porque quería hacer algo diferente con él. El tailandés aceptó de inmediato.


Para Yukhei requirió usar sus poderes, los padres de Jungwoo eran un dolor en el culo y sabía que no autorizarían al muchacho a salir donde hubiesen solo hombres involucrados incluso si las intenciones eran muy buenas. Por eso en el momento en que un afligido muchacho les pidió permiso, él tuvo que hechizarlos para que dijesen que sí.


Y Youngho, bueno, aquel íncubo tuvo que usar todo su poder de convencimiento para hacerle entender convencimiento para hacerle entender al corderito que despejar su mente y llenarse de vitalidad iba en beneficio directo de su hermano. Agradeció desde su invisibilidad a Felix Lee por tener la ocurrencia de mencionarle que quería que se divirtiera, nada malo le sucedería en su ausencia.


Sí, básicamente eran los demonios y sus citas, una cita triple.


—Ohh... Ten —murmuró Taeyong mientras conducía— Ten —gruñó entredientes.


—Conduce, vamos a chocar.


El tailandés había introducido una mano bajo el pantalón de aquel hombre para sostener su hinchado miembro y así acariciarlo de arriba hacia abajo en una masturbación tortuosa, adoraba ver el esfuerzo que hacía por mantener su atención en la carretera. Continuó así por un par de minutos antes de quitarse el cinturón de seguridad y atreverse a más.


Abrió su boca e introdujo tanto como pudo la erección en ella emitiendo un gemido de satisfacción, amaba sentirse lleno y amaba poder degustarlo. TY también gimió, todo lo que pudo hacer fue soltar la mano de la palanca de cambios, sostener la cabeza de Chittaphon por los cabellos cercanos a su nuca y sentir el afán de sus felaciones. Era una delicia.


—Pequeña zorra, sigue chupando.


—Sí —sopló sobre su glande con una sonrisa coqueta, el juego de dominación era su favorito— si, señor.


Yukhei mordió el dorso de su mano derecha mientras conducía, Jungwoo estaba sentado a su lado y aunque no lo estaba viendo de forma directa sabía que estaba sentado como todo "un señorito", incluso podía percibir el calor que tenían sus mejillas sonrojadas. Lo había dejado escoger la música y no podía estar más contento con lo que había puesto, una melodía calma en guitarra con una voz femenina, una canción que hablaba de la primera vez que se conocían dos personas.


—Vas a graduarte la próxima semana ¿Qué harás después?


—He juntado dinero por mi cuenta, mis abuelos paternos y maternos en Corea me han obsequiado bastante y lo siguen haciendo, saben lo que soy y... me apoyan, a diferencia de mis padres —

suspiró de una manera en la que el demonio quería voltearse y besarlo, era bonito y suave como melocotón, su aura siempre lo había vuelto loco — también he mandado solicitudes a universidades en Estados Unidos, solo quiero ser yo... necesito salir de mi casa.


Sí, lo había hecho y necesitaba que el destino jugara a su favor esta vez, la presión que ejercían sus padres lo haría explotar y cuando eso ocurriera las cosas no serían buenas.


Se distrajo con el paisaje cuando la mano de Lucas abarcó la suya y entrelazó los dedos. No dijo nada pero el contacto era suficiente para prometerle apoyo , compañía y aunque se habían tomado antes la mano la familiaridad que sentía no era de algo reciente.


Estacionaron los autos cuando llegaron a una zona pedregosa, el resto del camino hacia el lago Garibaldi lo harían a pie.


Al bajar del Lamborguini Mark se dio cuenta que tenia un cordón desatado, pero cuando hizo el intento de agacharse hasta su zapatilla, Johnny Suh ya estaba atando sus cordones. Estupefacto miró hacia otra parte, pero se percató que los amigos de Johnny y los suyos sonreían con complicidad.


—Vamos a ir en subida a través de las montañas, una caída seria muy fea.


Antes que pudiese responder, la mano caliente de Suh ya estaba abarcando la suya como si le perteneciera, era un gesto íntimo y se sentía condenadamente correcto.


Sin soltarlo empezaron la caminata de esa manera, de vez en cuando hablaban entre los 6 0 decían bromas, aunque era evidente que Johnny era el más serio, solo se limitaba a asentir o sonreír escuetamente.


¿Cuánto demoraron en llegar? no lo supo, incluso el dolor en sus pies quedó relegado a segundo plano cuando la preciosa imagen del agua color turquesa entre las montañas con la última nieve se presentaba frente a sus ojos, una imagen digna de cuadros y fotografías.


—Es... espectacular, nunca antes había estado aquí —murmuró anonadado el tailandés antes de empujar a sus amigos— vamos Taeyong, tómame una foto con mis mejores amigos.


El demonio sostuvo su teléfono y les indicó una piedra donde podrían tener la mejor portada, Mark abrazó a sus amigos y esbozó una sonrisa, Youngho estaba parado imprimiendo en su mente la imagen, podía percibir que la felicidad de la sonrisa no llegaba siquiera a los ojos del corderito.


Se sorprendió después cuando Ten llamó a los 3 hombres para que se acercaran y tomaran una fotografía de los 6 juntos, Jungwoo tembló pidiéndole que tuviera mucho recato en subirla, no quería que sus padres estuvieran encima suyo acribillándolo en preguntas.


Bajaron por un sendero de tierra y pinos por un par de minutos hasta llegar a la orilla del lago, los demonios habían visto todo tipo de cosas y aunque no estaban maravillados con lo que veían, sí se sentían bien haciendo esto por los humanos. Mark se agachó a tocar el agua de la orilla mientras

inspiraba profundamente, estaba fría pero lo hacia sentir vivo.


"Toma todas las fotografias que quieras" susurró Youngho en su oreja, su aliento cálido hizo que todo su ser temblara, solo habían tenido relaciones sexuales dos veces y tampoco sabía cuanto era "la frecuencia normal", solo sabía que el abrazo que lo rodeaba desde la espalda y la sensación de protección que le confería, estaba despertando su ser completo. Deseaba demasiado a ese hombre y sí, al parecer tenia sentimientos por él.


Estuvo varios minutos disfrutando de su contacto hasta que Chittaphon le pidió que se acercaran, había instalado cosas para almorzar de un modo "picnic".


—Ya hablé con el director de tu escuela y a pesar de que insistió, presenté mi renuncia para continuar el otro año— Yukhei se mordió la mejilla por dentro, él había sido autor del accidente de Tremblay. Mark no supo que decir, eso implicaba muchas cosas— pero no me iré de Vancouver, no por ahora corderito.


Taeyong escondió el rostro en el cuello de su humano para no sonreír muy evidente, había deseado ver al gran íncubo Youngho caer por un humano y aunque tardó, estaba convertido en un ser enamorado. Incluso ya tenia apodo para Lee.


—La semana que viene es muy importante —el menor de los 6 miró el sandwich que sostenía con sus manos frías, la garganta nunca se acostumbraría al deseo de querer llorar — el viernes 14 nos graduamos con Jungwoo, pero... —Youngho sostuvo su mano y acarició el dorso de esta, cada

caricia era un rastro de calor que dejaba a su paso—mañana... mañana Felix se corta su cabello completamente, inicia la quimioterapia el lunes.


Un silencio se instaló de inmediato en aquel grupo de amigos, solo algunas aves podían escucharse cantar lejos, el sonido de algunas hojas moverse con el viento, Los demonios se observaron con cautela, los humanos miraban el suelo de piedra.


—Pero decidí ser su soporte — interrumpió el aire— decidí tener fe sin importar qué es exactamente lo que viene al final de este camino, lo único que puedo pensar es que Dios tiene un propósito, estoy seguro que lo tiene.


Los íncubos levantaron una ceja, aquel cabrón irritante seguro había pensado en algo sin importarle los sentimientos de aquella familia. Que irónico ¿No? Seres del infierno, asesinos por naturaleza preocupándose de los humanos.


Para no desviar el propósito inicial del viaje, Yukhei fingió sacar de la cesta un balón de plástico e inflarlo, su propósito del juego era que al primero que se le cayera al suelo en los lanzamientos

tendría que pagar una penitencia.


"Incluso los trabajadores sexuales tienen un lado encantador" murmuró Ten a sus amigos.


Y había surtido efecto, el juego sacaba pequeñas risas incluso en Mark Lee que saltaba empujando el balón por el aire, abandonando la angustia y entregándose a la diversión, No tenían como saber que aquellos "trabajadores sexuales" estaban utilizando el 1% de fuerza, eran demonios poderosos.


Fue Yukhei quien no alcanzó a sostener el balón y terminó rodando hasta el agua del lago turquesa. Todos gritaron.


—Haz lo que más quisieras hacer en este momento, "'Lucas" —murmuró decidido Taeyong sabiendo porque los ojos de su colega brillaban cada vez que veía a su chico. Necesitaba un impulso ¿No?


Su pulsera de plata empezó a calentarse, el deseo y la pasión eran muy fuertes, la última vez que lo había besado de forma real y consciente fue el día que se despidió llorando ante sus ojos, antes de borrar su memoria el año pasado.


Dio un paso torpe hacia él pero tan rápido como el disparo de una bala, los demonios voltearon sus rostros hacia una de las montañas. Fruncieron el ceño y gruñeron, un estado de alerta que no pasó desapercibido para los humanos.


—¿Algo anda mal? —la voz inocente de Mark llamó a Youngho.


Tenía tanta ira que no sabía como dirigirla pero tenía muy en claro una cosa, debía proteger a su corderito. Se acercó unos pasos antes de abrazarlo de lado y depositar un beso en su frente con afecto.


La presencia de aquella súcubo había desaparecido pero los demonios sabían muy bien lo que harían llegando del viaje, no esperarían más para arrancarle las alas, esa perra no aprendía.


Por su parte, Irene revolvió su cabello luego de volver de aquel viaje fugaz.


Necesitaba tan solo una pista para saber si seguían frecuentando a sus humanos y cuando Io vio con sus propios ojos supo lo que debía hacer.


Con un rostro afligido se miró al espejo y gruñó aún más al ver sus alas heridas, con cicatrices y algunas plumas caídas. El ataque de Youngho con el agua bendita causó daños permanentes ¡Su belleza era fuente de éxito de sus ataques! Incluso su desplazamiento se había vuelto deficiente y su transformación como humana no podía durar más de 1 hora, razón suficiente para haber cancelado las clases de Mark Lee.


Sonrió con burla dentro de su cuadro de ira. Un demonio con sentimientos era incompatible con la vida.


~~~~~

Comments


Suscribirse

  • twitter

©2019 by Novelas NCT. Proudly created with Wix.com

bottom of page