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"La obsesión del demonio" Cap 28: Broken soul





Un solo movimiento de su tétrica mano fue suficiente para que Asmodeo se inclinara con violencia en el suelo, Satanás no era una entidad que admitiera la falta de respeto de sus subordinados.


—¿Te estás sublevando Sicheng? —murmuró con enfado y un toque de mofa al llamarlo por su antiguo nombre, hacerlo era recordar los tiempos en los que sirvieron al infeliz de "Dios"—

recuerda que yo sí puedo destruirte.


Ni siquiera se atrevió a pensar, solo bajó la mirada hacia las garras enterradas en la tierra y esperó para escuchar. El diablo tenía su propio dominio en el inframundo y solo era visitado cuando él lo pedía, el hecho que saliera de este para dar un sermón por decirlo de manera "dulce", era el reflejo de que un acto había sido muy mal ejecutado


—Hemos creado nuestro propio mundo, nuestras propias reglas, nuestras propias criaturas ¡¿Cómo pudiste permitir que Dios tuviera poder sobre ellos para llevarlos a su lado?!


—Si nosotros fuimos creados por aquella escoria de Dios y renegamos de él ¿Qué puedes esperar para tres simples íncubos?


Satanás apretó sus dedos deformes en el "cuello" de Asmodeo viendo como brotaban un par de gotas de sangre negra, el ataque no parecía afectarle o simplemente estaba acostumbrado a los ataques de ira del amo y señor de las tinieblas.


—¿Estás insinuando que somos menos que Dios? ¡¿Quieres ir a darle cánticos de marica?! —Io lanzó unos metros más lejos, la fuerza produjo aún más grietas en el suelo por donde la lava corría como río en un día de tormenta— que unos servus se pasen al lado de Dios y me importa menos que una mierda pero ¿Criaturas creadas por tu propia mano? —miró a Rosier en el suelo— y tú, escoria de segunda categoría, tú les permitiste salirse del libreto... les diste el espacio propicio para que tuvieran senti... ¿Sentimientos? —sonrió con sorna antes de escupir sangre oscura por sus dientes afilados, su lengua viperina bebió de ella antes de erguirse en su niebla negra— ya no tenemos dominio sobre ellos, pero voy a buscar un castigo para ti, Asmodeo ¿O piensas que encapricharte con la humana Sarah fue casualidad?


Asmodeo recordaba muy bien todas las veces que había asesinado a los maridos de aquella hebrea hasta que el arcángel Rafael ayudó a Tobías (el último marido) a deshacerse de él. Había sido humillante y agotador porque su última obsesión antes de esa mujer fue el ángel Kun. Tener obsesión por algo apestaba.


¿Y qué si el Diablo obtenía la manera de poder acceder y manipular a los ahora humanos, Yukhei y Taeyong?


Miércoles 25 de julio 2018, 2 días después


Mark Lee no podia quedarse sin alguien que velara por su seguridad. Por una parte no podía vivir con la alegría inmensa de que su hermano estuviese vivo y en un plan de recuperar peso, pero por otra la idea de estar tranquilo respecto a la ausencia de Youngho era algo totalmente surrealista.


Lloraba cada vez que podía cuando pensaba en él, Yukhei se negaba a hablar respecto al tema argumentando que no tenia conocimiento alguno de su paradero, Taeyong no quería tener contacto con nadie. Necesitaba a Youngho, había dejado hace mucho tiempo atrás sus temores respecto al amor que podia sentir con otro hombre, tampoco le preocupaba si era muy pronto para sentir que sí "Lo amaba". Lo único que necesitaba era envolverse a su cuerpo como un koala y besarlo tanto como su boca le diera a basto, quería adorar su cuerpo, beber de sus sentimientos positivos y ¿Por qué no? también quería hacer el amor.


Esta vez fue Jungwoo quien se quedó a su lado en casa mientras Ten se dirigía al departamento que compartían los demonios. Snoopy nunca dio explicaciones respecto a la llamada repentina que recibió el lunes, respetaba su privacidad pero la curiosidad carcomía sus ideas.


Después de estacionar el vehículo donde las visitas estaban permitidas, llegó al hall del edificio donde el conserje estaba. Nunca había tenido que interactuar con él porque cada vez que estuvo aquí, apareció por métodos sobrenaturales en el departamento ¿Sabría incluso que en la propiedad vivían ellos?


Colocó las manos en el mostrador y sonrió con encanto, el conserje era muy joven y era una ella, era una preciosa chica de pelo liso castaño, ojos color miel y piel trigueña.


—Disculpe —la muchacha que tenía su cabello atado, pestañeó repetidamente antes que las mejillas se tiñeran rojas, no era inmune a la sonrisa del tailandés—necesito subir al piso 20, departamento 203, mi nombre es Chittaphon y vengo a ver a Lee Taeyong.


—Lo lamento yo... solo soy hija del conserje —dijo nerviosa. Ten se mordió el labio, que adorable chica, si no estuviera tan enamorado de un demonio— espere un momento, voy a avisar — después de tomar el teléfono y decir un par de cosas, lo miró nuevamente—lo está esperando, que tenga buena tarde.


Guiñó un ojo antes de caminar al elevador y presionar el piso que quería, su corazón estaba intranquilo, el tono de voz de Taeyong sonaba como si estuviese apagado, lo necesitaba, solo

esperaba que no fuese por las razones equivocadas. Cuando llegó no tuvo siquiera que tocar el timbre o la puerta porque estaba estaba abierta para él, al entrar la cerró y se volteó, desde allí podía apreciar la enorme sala de estar, pero aún más a la figura semidesnuda que abrazaba sus rodillas mirando la ciudad por la ventana.


Sus ojos fueron de inmediato a las cicatrices sobre el borde de las escápulas y fue en ese momento en el que la voz de Taeyong se hizo presente, irrumpiendo el silencio, llamando a la desesperación.


—Me he convertido en humano —dijo con la voz entrecortada sin siquiera darle el tiempo necesario para asimilarlo.


—¿Qué? —sonó más como un gemido que otra cosa, tuvo que aferrarse a la pared para no resbalarse— Taeyong.


El "demonio" miró hacia atrás con sus ojitos cafés llenos de lágrimas, el labio inferior fruncido formando algo parecido a un puchero, no había ternura en el gesto, la imagen era triste y evidenciaba cuan expuesto estaba ahora a los sentimientos y los peligros de la vida humana.


Tenia muchas cosas para preguntarle, el cómo cuándo y porqué pero sabía que las palabras sobraban.


Dio pasos torpes hacia Taeyong pero cuando estuvo detrás suyo todo lo que pudo hacer fue agacharse y abrazarlo mientras lo escuchaba sollozar. El mismo tailandés se escuchó imitarlo, sus ojos estaban húmedos y sus labios dolían por cómo lo estaba mordiendo.


—Hay tantas cosas nuevas en mí que no sé cómo canalizarlas, hasta hace poco deseé no ser un demonio y ahora que se me ha concedido el deseo... —agachó la cabeza, el perfume de Ten llenó sus pulmones, la forma en la que latía su corazón estaba clara.


—¿Estás arrepen... tido? —en el fondo de su estómago algo se anudó.


Taeyong deshizo el abrazo y se sentó de rodillas para tenerlo frente a frente, quería ser absolutamente sincero, quería mostrar su esencia. Podía ver las lágrimas del muchacho, podía percibir sus temores ¿Le creería incluso siquiera sobre el hecho que era un humano?


No quería que tuviese dudas así que sostuvo su mano con la suya y la sostuvo su mano con la suya y la descansó en costado izquierdo del esternón. Ten amaba la textura de la piel de Taeyong pero esa sensación quedó en segundo plano cuando sintió el corazón que latía con fuerza dentro de ese tórax.


Ambos respiraban al unísono, ambos pestañeaban aturdidos. La cabeza del tailandés golpeó su pecho y se quedó así mirando el suelo mientras lágrimas se desbordaban de sus ojos. Era real... él era humano ¡El íncubo era un humano!


—¿Te gustaba mucho ser demonio? —dijo entrecortado, si daba respuestas que no le gustaban, no sabía cómo responder a ello.


—No sé cómo ser un humano, yo deseé serlo cuando me di cuenta que.. —Ten levantó el rostro, incluso triste se veía hermoso— que no podía seguir matando, pero ser un humano es tan agotador y apenas llevo 2 días... no entiendo absolutamente nada.


—Como demonio tenias infinitas facilidades ¿Por qué tan repentino? ¿Por qué has sido desprovisto de tu naturaleza?


—Yukhei también lo es, solo que Yukhei parece haberlo aceptado mejor mientras que yo estoy estancado en un limbo personal.


No quería sentirse ofendido pero sus palabras de alguna forma lo hacían. Chittaphon era la causa de la que Taeyong deseara dejar de ser un demonio, si no lo hubiese conocido no consideraría correcto lo que debe ser correcto o no tendría este cambio. La gran diferencia de Yukhei y él es que el primero había vivido un gran amor con Jungwoo, habían pasado por muchas más cosas como para que el cambio fuese aceptado tan bien pero él y TY ¿Qué?


Tal vez todos sus pensamientos estaban escribiéndose en su cara, porque el hombre sostuvo su barbilla y lo incitó a levantar la vista.


—Si crees que es tu culpa, la es —murmuró Taeyong, Ten no era capaz de contener las lágrimas o detener sus labios temblorosos— deseé dejar de ser demonio por ti y también —se acercó un poco más a su rostro, bajando el tono de su voz, rozando la intimidad— también eres el motivo por el que creo que voy a salir adelante.


—No entiendo...


No podía culparlo, incluso al mismo demonio le costaba encontrar las palabras adecuadas. Unió su frente con la del tailandés antes que los dos cerraran los ojos y acompasaran sus ciclo respiratorios. Quería canalizar su ansiedad y lo estaba logrando, el muchacho era la clave para expresarse y sentirse mejor.


—Esta inseguridad, esta confusión, todoesto se debe a que he sido demonio por más de 15.000 años y de una noche a la mañana me encuentro imposibilitado de todas las capacidades sobrenaturales... pero nada, absolutamente nada tiene que ver con que te esté culpando en un modo negativo —besó su mejilla, Ten dio pequeños gemidos— si no estuviera seguro de lo que siento, créeme que estaría aún peor.


El tailandés descendió el rostro y apoyó la cabeza en su hombro, aspiró el perfume corporal del nuevo humano. Era humano, sí, lo era. La idea hizo revolver su estómago, sus lágrimas ¿Eran de alegría? La relación había partido naturalmente por lascivia, habían gozado del sexo pero conforme fueron pasando las semanas, el demonio se dio cuenta que no podía quitarle la vida al humano porque se estaba encariñando.


Su forma de ser, sus sonrisas, su libertad de expresión, la manera en la que amaba a su familia y sus amigos, tenia tantos atributos que fueron conquistándolo al punto de que no podía imaginar quitándole la vida, al punto de que comprendió que se estaba enamorando. Y sí, ahora aprovechó la oportunidad de decirlo para que no hubiese dudas y para saber si estaban en la misma línea.


Gracias a Dios lo estaban.


—No sé porqué soy humano, pequeño... no sé qué edad tengo, no sé nada de nada —besó el costado de su cuello, Chittaphon se mordió los labios suspirando— tengo miedo como nunca lo he tenido antes y necesito muchas respuestas, pero si estás a mi lado cada paso que de no será en vano.


Ten lo abrazó por el cuello y lo besó con hambre, sus manos se perdieron en su cabellera clara dejando que Taeyong metiera sus manos bajo la ropa y recorriera su espalda completa. Eran compatibles sexualmente en todos los sentidos y ahora que estaba seguro que ambos tenían sentimientos por el otro, mucho mejor.


Dio pequeñas sonrisas entre besos, cuando estuvo con otras personas, hombres y mujeres, sentir el latido del corazón no le pareció extraordinario pero ahora que podía sentir contra su pecho el latido de TY, tenia un toque incluso mágico. El "ahora humano" mordisqueó su oreja y todos los piercing en ella mientras susurraba que le enseñara lo que era ser un humano.


—Voy a ayudarte, por supuesto que voy a hacerlo —dio un largo gemido cuando Taeyong se movió para que Ten quedara sentado en su entrepierna, ambos tenían ropas ligeras por las altas

temperaturas del verano, las barreras eran pocas— pero... —"¿Dónde está Youngho?' iba a preguntarle, en serio lo haría, pero cuando el "ex demonio" mordió su cuello con tanta hambre, cuando el roce de sus cuerpos se hacía insoportable, le prometió en secreto a su amigo que formularía la pregunta más tarde.


6 días después, martes 31 de julio 2018


Milagro. La verdad era que no había otra palabra para calificar Io que le había ocurrido a Felix.

Un comité de expertos se reunió el día de ayer para tomar todos los exámenes que se realizó el muchacho cuando fue diagnosticado nuevamente de leucemia, analizarlos y contrastarlos con todos los exámenes que se hizo desde hace una semana cuando todo indicaba que estaba mejor.


Los resultados de la muestra de la médula ósea estaban listos. Y sí, el día de hoy el equipo de médico se acercó a la familia Lee completa para decirle que era oficial, Felix Lee estaba libre del cáncer en su 100% sin ayuda de quimioterapias u otra cosa. Más de algún médico estaba interesado en que se siguiera muy de cerca al muchacho para presentarlo como caso clínico ¿Tendría su cuerpo alguna reacción que los científicos no conocían y que autorregulaba las células cancerígenas? Por supuesto que ninguno lo manifestó, era hijo del jefe del hospital, nadie se atrevería a decir semejante idiotez.


Allí estaba Felix mirando las manos cruzadas sobre su regazo, estaba esperando que sus padres terminaran el papeleo para que le dieran de alta, Mark había bajado a la cafetería para comer. Por más que intentara secarse las lágrimas estas no paraban de brotar de sus ojos, hace unos días su alma por poco abandonaba su cuerpo pero ahora estaba vivo, sano como una lechuga y ganando peso poco a poco con confianza.


¡lncluso podían apreciarse los cimientos de cabello en la cabeza!


—Felix —aquella voz disparó de inmediato los latidos de su corazón, se suponía que no debía actuar así, se suponía que solo eran amigos—lo veo y apenas puedo... creerlo.


Reunió el valor suficiente para levantar la vista y encontrarse con una sonrisa de Seo Changbin.

Estaba apoyado en la puerta pero en cuanto cruzaron miradas, la sonrisa se transformó en preocupación genuina ¿Podía comprender, Changbin, que no podía parar de sollozar por la emoción de estar vivo gracias a un milagro?


—Lo siento, aún me cuesta asimilar que no... me morí —su voz ronca se quebró en la última palabra.

—sería bobo de mi parte decirte que te detuvieras, no conozco una persona que pueda contar la misma historia que tú —apoyó una mano en la mejilla del menor, estas se volvieron aún más

rojas ¡Que dejara de ser tan agradable!— tu piel se ve mejor ¡Te va a crecer cabello!


Estando tan cerca pudo ver sus labios y recordó el beso que le había dado para cumplir un deseo de su lista, había sido generoso, le había dicho que era lindo y le había prohibido que dijera lo contrario en su presencia. Sus orejas estaban seguramente del mismo color de sus mejillas porque todo ardía. Él no era gay, esto debía ser una reacción normal de su cuerpo, después de todo fue su primer beso ¿O no?


Al parecer el mismo Seo Changbin leyó sus pensamientos porque hizo una sonrisa ladeada ¿Estaba burlándose de él? Fue muy prudente de su parte hacer como si nada hubiese pasado, no podría

hablar sobre el tema ahora que estaba completamente sano, completamente vivo.


Se acomodó a su lado en una silla como cuando estuvo internado la vez anterior, solo que ahora ninguno tenia un traje de aislamiento, ambos estaban vestidos con ropas normales.


—En un tiempo más ganaré mi peso ideal, volveré a ser el mismo, haré deporte incluso puedo volver a clases cuando las vacaciones de verano terminen! —rascó su nunca ansioso—hay médicos que me quieren hacer estudios, analizar mis células, evaluar para saber si tengo la respuesta a una cura más rápida que la quimioterapia, presentar mi caso de forma internacional... yo sé que no soy especial.


—Para alguien que hasta hace poco era muy escéptico, alguien que te vio muy mal... puedo decir que los médicos perderán el tiempo contigo —movió los hombros como si sus palabras fueran simples— a ti te sucedió un milagro, seguramente eres demasiado especial como para irte de este mundo —bajó el tono de su voz— ¿Han venido a verte tus amigos?


Asintió con entusiasmo mientras se acomodaba, aún la ropa le quedaba holgada pero sabía que pronto se solucionaría, el apetito era una de las primeras cosas que había vuelto. Ambos miraron hacia la ventana, el sol de la tarde era cálido, el cielo celeste sin rastros de nubes, todo parecía gritar color y vida.


Una idea llegó a la cabeza del menor, las "extrañas" reacciones de su cuerpo eran una cosa pero podría dejar todo aquello de lado. Sonrió y lo miró fijamente, Changbin enderezó su espalda observando sus ojitos, había dejado de llorar.


—Ahora que estoy sano ¿Vas a dejar de hablarme?


El mayor inclinó la cabeza hacia el lado y lo estudió por un largo momento hasta sonreír de la misma manera.


—Si quieres puedo cometer otro par de robos para que me tengas cerca otra vez —sus risas se mezclaron, aún no sabia que caminos tomaba el futuro, pero podía decir a ciencia cierta que la distancia no rompía lazos, pudo verlo el tiempo en que Jungwoo vivió en Montreal— supongo entonces podemos seguir siendo amigos, siempre y cuando te parezca —susurró.


¿Era ilusión la pequeña inseguridad inmiscuida en sus palabras? Felix estiró su mano al muchacho como si fuera cerrar un trato, era bobo pensar que no podía mantener una amistad con él cuando lo conoció en la peor etapa de su vida.


—Pues estoy cerrando un trato contigo, me estás ofreciendo tu amistad y yo no soy una persona que abandone a mis amigos —tiró la mano de él para hacerlo reír, ambos lucían frescos y contentos, el ángel Kun no hacía nada por coincidencia.


Más tarde, Mark miró hacia adelante a la figura de Jesucristo en la cruz, sus manos estaban delante suyo como si pidiera "por favor", su mente estaba quizás en otra cosa. Después de que le dieran de alta a su hermano decidieron pasar a una iglesia para agradecer todo lo que estaba ocurriendo, a diferencia de la primera vez que fue "dado de alta" del cáncer, cuando Felix apenas era un muchachito de 8 años, esta vez Felix sentía que todo su ser estaba realmente limpio de esa mierda de cáncer.


Milagro, era milagro.


Mark suspiró y se concentró para no romper a llorar.


"Sé que me escuchas, Dios, sé que lo haces porque realmente siento tu presencia cerca, sé que todo lo sabes y todo lo ves. Tú me conoces mejor de lo que yo mismo lo hago, ve dentro de mi, sabes que estoy sufriendo ¿No? ¿Sabes a quién deseo con toda mi esencia? sé que permitiste que Youngho se acercara a mí, sé que tienes un propósito ¿Sabes que lo amo? Asmodeo lo persigue, Asmodeo persigue a sus amigos, ellos son demonios pero guardan en su interior una capacidad innegable de poseer sentimientos... sabes mejor que yo quien es él. Por favor, cuida a Youngho, sálvalo, tráemelo de vuelta... no sé dónde está, no sé qué es lo que hace, no sé si ha dejado que su naturaleza malvada le haya ganado, pero por favor, lo quiero de vuelta, lo amo, lo necesito. "

Apenas dormía por las noches, ya era una semana completa y más desde que no lo veía, su pecho dolía, su cuerpo lo extrañaba. Era un hecho que algo había ocurrido y no quería acercarse a la idea

de que todo calzaba con la mejoría de Felix.


Cuando llegaron a casa todo se sintió diferente, partiendo porque Jungwoo ya no vivía con la familia Lee, ahora estaba viviendo oficialmente con Yukhei en el departamento de lujo.


Hyojin Lee le preparó a su familia deliciosos platos de cena como la chef que era, los besos, las sonrisas e incluso las lágrimas de júbilo no cesaron, Felix estaba vivo, tenían la oportunidad de amar a su hijo sin barreras.


—¿Puedo entrar? —cuando se preparaba para meterse en su cama, la voz de su hermano menor captó su atención. Se volteó con una pequeña sonrisa y asintió, incluso le indicó su lado para también se acostara—gracias... apoyó el rostro en su hombro, a pesar que había recuperado su voz ronca y su salud, el menor parecía un cachorro en busca de cariño, Mark lo abrazó de lado— una semana hospitalizado, una semana donde hicieron de todo y... estoy vivo ¿Tú crees que esta vez sea definitivo? —mordió su labio inferior nervioso— ¿Estás feliz de que esté vivo?


Mark tragó el nudo en su garganta.


—He llorado cada día desde tu nueva hospitalización, hemos revisado los resultados de los nuevos exámenes, hemos armado cientos de planes juntos ¿Y me dices si estoy feliz? —lo abrazó más

— sabes que cada día pienso lo afortunado que soy de que seas mi hermano, realmente no pude hacerme la idea de que te ibas a morir, no lo iba a resistir.


Algunas imágenes llegaron a su cabeza, sí, el momento en el que había despertado ese día en la mañana y lo que vio en su mano. Algo en el interior de Felix se encogía con eso. Había llegado a conocer al hombre del que su hermano estaba enamorado, el hombre que puso su mundo de cabeza y lo hizo realmente feliz. Había visto en los ojos de aquel demonio, sinceridad, vio en su esencia el amor por Mark incluso si su naturaleza era del lado equivocado de la existencia.


Un amor que era capaz de cometer una locura.


—Mark —susurró después de un silencio breve— esa mañana cuando desperté, en realidad, nunca estuve tapado con una manta... cuando abrí mis ojos me encontré en posición fetal acostado en la alfombra de mi habitación sosteniendo esto —sacó aquello del pantalón porque lo creía su amuleto más preciado— es una pluma negra, es... es de Youngho ¿Verdad?


Los ojitos del mayor se abrieron en exceso, no emitió ruido alguno más que la forma en la que tragaba saliva. Felix se separó del abrazo para mirarlo al rostro, su hermano tenia los ojos húmedos y la boca ligeramente abierta, apenas levantaba una mano para poder acariciar esa pluma.


Cuando por fin la sostuvo, algunos gemidos salieron de su interior de forma involuntaria, por extraño que pareciera podía sentir aún el calor de Youngho en eso, pudo sentir en su carne los sentimientos que lo embargaron cuando perdió la pluma. No sabía porque de pronto la información llegó a su cabeza pero sí, era la última que se había desprendido de sus alas.


Levantó la mirada a su hermano, a sus ojitos, a su preciosa energía y luego comprendió el alcance del amor que ese demonio le tenía.


Flash Back


—¿Me obsequiarías unos minutos antes de media noche? —el corderito Io observó extrañado y asintió— tengo algo que decirte, algo que significa mucho para mí como demonio... ahora, ve y disfruta cada minuto con tu querido hermano, prometí que los cuidaría a ambos —besó la punta de su nariz—los estaré vigilando.


Fin Flash Back


Volvió a dar otro gemido pero esta vez se movió fuera de la cama en un salto, apenas alcanzó a colocarse los zapatos, ni siquiera escuchaba las súplicas de Felix para que le hablara, el mayor

estaba con sus ojos llenos de lágrimas, su hermano menor también.


—Yo no debería... yo no... yo no debería estar aquí —tartamudeaba, de pronto abrazó sus piernas y escondió el rostro entre ellas, la culpa lo carcomía— ¡Yo no le pedí que hiciera algo! ¡Yo debería

estar muerto!


Mark se volteó rápidamente, caminó hacia él y sostuvo su rostro enérgicamente.


—No vuelvas a decir eso, Felix, no lo vuelvas a decir —besó su frente repetidas veces, aún cuando estaba a punto de perder la cabeza, el hecho que su hermano estuviese con vida seguía siendo un motivo de alegría— acepta el regalo que se te ha dado, no cuestiones nada ¡ÉI no lo querría así!

por favor, hermano... por favor no lo vuelvas a decir —En ese momento sus padres aparecieron en la habitación, ambos hermanos se miraron perplejos pero el mayor supo salir de la situación— tiene una crisis emocional, por favor conténganlo, Jungwoo me necesita.


¿Jungwoo? Felix se dejó acunar por sus padres antes de darle una mirada angustiada a su hermano, todo apuntaba a que Youngho había cometido una locura, algo que había decidido por si solo. ¿Cómo podía pedirle perdón? ¿Cómo iba a vivir bien si las sospechas se hacían reales? ¿Youngho había sido un intermediario?


Ya en su camino al departamento de lujo, arriba de un taxi, Mark sentía su corazón hacerse añicos, el aire le estaba faltando y la necesidad de gritarle al conductor que fuera más rápido estaba allí latente.

Más de una semana y Youngho no había aparecido, luego Felix le cuenta lo que se había encontrado la mañana en la que milagrosamente despertó lleno de vida. Sus amigos parecían evadir preguntas y los "demonios" no se habían presentado ante él incluso cuando se los había rogado. Si ellos no le daban respuestas, entonces él las buscaría a la fuerza.


Cuando entró al edificio no vio al conserje, para su suerte sabía muy bien donde vivió Youngho. El elevador se hizo eterno, mordía sus dedos esperando y resistiendo el ataque de esperando y resistiendo el ataque de llanto. Las puertas se abrieron frente a él y prácticamente se lanzó al pasillo corriendo hacia la entrada correcta.


—Sé que estás allí Yukhei ¡Necesito que me abras la puerta ahora! —su voz sonó ronca de la ira, sus manos y pies golpearon la madera— ¡Jungwoo abre ahora!


Pudo escuchar movimientos tras la puerta, unos pasos, murmullos y luego la puerta se abrió ante él. Taeyong pestañeó perplejo y apenas pudo abrir la boca antes que Mark entrara desaforado hacia las estancias del departamento.


En ese momento Yukhei bajó la escalera rápidamente con Jungwoo pisándole los talones, Ten salió de la cocina con una cuchara en mano cuando escuchó el escándalo en la sala de estar. Mark, que tenia las manos empuñadas en los costados, los miró uno por uno con los ojitos llenos de lágrimas y la boquita temblando, su respiración era agitada, su piel estaba rojiza, la ira y la angustia viajaba por el torrente sanguíneo estimulando cada parte de su cuerpo.


—No volveré a repetirlo ¿Dónde está Youngho?


El más alto de allí, Yukhei, bajó sus hombros mientras mordisqueaba sus labios, su voz se quebró.


—Es lo que hemos querido saber desde hace días —gimió— Mark, por favor, no...


—¡¿Qué no qué?! —apretó la mano sobre su pecho, tomando en un puñado un poco de su ropa, sus amigos lloraban en silencio, ninguno sin atreverse a dar un paso fuera de lugar—yo sé que me

están ocultando algo, necesito que me digan qué está pasando, yo necesito saber cosas... lo extraño demasiado, necesito a Youngho a mi lado.


Se necesita tacto, sutileza y mucho cariño para abordar un tema complejo como este. No habían querido contarle a Mark nada por temor a cometer errores, no querían bajar su ánimo ni sus fuerzas cuando tenía que estar enfocado en su hermano. No habían encontrado respuestas concretas aunque las sospechas eran muy altas, Kun no había aparecido para darles pistas lo que hacía todo aún más complejo.


Yukhei inspiró profundamente antes de avanzar al muchacho, al principio Mark retrocedió un par de pasos pero bastó un roce de las manos del "demonio" para que se quedara quieto. Todo fue lento y silencioso. El rubio abarcó el cuerpo del muchacho en un abrazo y dejó que su rostro descansara en el lugar donde algo debía ser escuchado, más que palabras quería que el menor lo descubriera por si solo.


Fue en ese momento en el que Mark rompió en un llanto desesperado gritando y golpeando todo a su alrededor mientras decía que necesita a Youngho de vuelta, escuchando por un lado también los latidos de un corazón que indicaba el inicio de una vida humana.


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Apenas se apreciaban estrellas, apenas podían creer que tendrían algo de paz con el caos en la sala de estar hace un rato atrás. Los dos demonios solitarios miraban el cielo.


—Hay algo que me inquieta de todo esto, Taeyong —murmuró el rubio, se secó las lágrimas con el dorso de su mano y luego la llevó donde latía su corazón— tengo tantas dudas y cosas rondando en mi cabeza que... —miró el cielo estrellado— ¿De verdad crees que nos hemos librado de Asmodeo?


—Si Dios nos ha concedido su protección, yo creo que sí, ahora... si me preguntas bajo qué terminos, no lo sé —sonaba triste— Diavolo ya no existe, no sabemos el destino que han corrido nuestros servus, no sabemos que rumbo tomaremos y cómo lidiaremos con los asuntos de una identidad humana de forma legal... —miró la puerta que estaba cerrada, luego a su amigo, aún no podía acostumbrarse a tener los pies sobre el suelo o los ojos oscuros— Yukhei, yo no siento a Youngho, no puedo percibirlo pero... ¿Realmente crees que desapareció así como así?


El aludido no quiso responder, temía decir cosas que no fuesen ciertas.


Apoyó las manos en el balcón y observó en absoluto silencio el movimiento de la ciudad de Vancouver, las personas de la ciudad descansaban o tenían una vida normal mientras en un lujoso

departamento habían otras sufriendo por cosas del mundo sobrenatural. Miró el cielo, cada estrella parecía una promesa.


Sus ojitos se llenaron de lágrimas otra vez. ¿Cuál había sido finalmente el destino de su amigo? un breve gemido brotó de su garganta. Necesitaba aferrarse a la esperanza como el nuevo humano que era.


"¿Realmente crees que desapareció así como así?".


"No Taeyong" pensó "no lo creo así".


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Ann Arbor, Michigan, EE.UU. Sábado 8 de octubre 2022.

4 años después.


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