"La obsesión del demonio" Cap 33: Detente
- TrinidadVictoria
- 6 ago 2019
- 21 Min. de lectura

Jueves 20 de octubre 2022, 2 días después.
Las mejillas de Mark se encendieron en demasía cuando Lucas le guiñó el ojo hacia la cama donde Ten descansaba el rostro en el hombro de Taeyong, la cama matrimonial aún tenía espacio suficiente como para hacer otro tipo de cosas. Y aunque sabía que era una broma no dejaba de sentirse particularmente sofocado, después de todo eran humanos pero seguían con el apetito de un íncubo.
—No te pongas nervioso, no participaría en una orgia en ausencia de Jungwoo y Youngho ¿O tú si quieres corazón? —dio unos pasos hasta tenerlo un poco más cerca.
Murmuró un par de improperios, las buenas noches y con una pequeña sonrisa se retiró de allí para su propia habitación, tenia que terminar un trabajo y debía obligar a su complicado cerebro para hacerlo funcionar ¡Necesitaba concentrarse! Lucas se acomodó en la orilla de la cama para ver a sus amigos, pero su sonrisa desapareció completamente cuando recordó que mañana podía ser un día clave para que las cosas volvieran a ser lo de antes.
—Necesito de su ayuda, Alyn es una mujer increíble pero el corazón de Mark no le pertenece... y mañana es un día importante así que necesito que formemos un plan para separarla un momento de él.
Asintieron, sus miradas iban constantemente hacia la puerta por si el aludido se le ocurría hacer una aparición estelar en la habitación. Taeyong se mordió los labios tratando de pensar ciertas cosas, momento en el cual recordó algunas miradas extrañas que tenía su amigo, ex colega demonio. Miró a Ten y luego lo observó con atención.
—Lucas... ¿Hay algo que te está inquietando de todo esto? cuando fuimos a hablar con Johnny, tu mirada y tu cuerpo estaban tensos.
—Todo… todo esto está mal y espero equivocarme, porque si lo que mi instinto me dice se hace real, voy a... —gruñó y los miró a cada uno— ¿Puedo contarles algo?
Después de hablar por más de una hora con sus amigos, se dirigió a la habitación de Felix que era donde hospedaría esta noche, el muchacho había salido donde su mejor amigo así que disponía del espacio para él.
Quitó sus prendas una por una, se acostó con la boca abajo abrazando una almohada y decidió hacer una videollamada con Jungwoo, no era agradable tenerlo lejos y en otro país cuando no podía cuidarlo, tocarlo y besarlo. Esperó un par de segundos hasta que contestó y la imagen de su bello rostro estaba allí rebosando hermosura, con ojitos agotados y el cabello despeinado ¿Había estado durmiendo?
—Lucaaaaaaaaas —murmuró sonriendo, estaba apoyado en una almohada enorme casi del mismo tamaño que él.
—Eres hermoso, lo sabes ¿Verdad? —no había forma alguna de detener su necesidad de llenarlo en halagos, creía que nunca iba a ser suficiente para recompensar el haberse entregado y haberlo amado cuando era un demonio. Las mejillas del menor enrojecieron, sus dientes mordían los labios con cierta vergüenza— no, no lo sabes.
Conversaron sobre cómo había sido el día de Jungwoo y la manera en que había lidiado con los niños pequeños a quienes le tocaba hacer clases, también mencionó sagradamente como cada día en la noche, que había activado la alarma, que se había asegurado donde estaba el arma, que recordaba como desarmar a otro y todo ese tipo de cosas.
Quizás era obseso de la seguridad de quien amaba, pero como demonio conocía las malas intenciones los seres humanos. Lucas se estiró sobre la almohada con somnolencia, aunque segundos después sus ojos se abrieron en demasía. Jungwoo no se daba cuenta pero como estaba acostado boca abajo abrazando una almohada y por el ángulo en el que sostenía su teléfono, pudo apreciar sus largas piernas blancas y como la camiseta rosada que llevaba puesta se subió.
—¿Estás sin... ropa interior?
Los ojitos cansados del muchacho se abrieron un poco más mientras reía suavemente, se mordió los labios y asintió sonrojado.
—Me he duchado y... solo, solo me puse esto —bajó el tono de voz— ¿Sabes? desearía que esta almohada fueses tú.
Lucas no necesitaba mirar su entrepierna para saber que ya estaba lo suficientemente duro como para romper una pared, estaba emocionado por la manera en la que el muchacho jugaba respecto al sexo, por como contorneaba imperceptiblemente su entrepierna con la almohada o como la camiseta se había subido más mostrando su trasero blanco respingón.
Gimió.
Jungwoo medía 1.80, sus piernas eran largas y pálidas, bien formadas y con escasos vellos, su abdomen era plano, la curvatura de su espalda una delicia, su boca, su rostro. Volvió a gemir.
—Sabes que si tuviera la capacidad de teletransportarme, ya estarías en 4 gritando mi nombre —su suave gemido lo hizo enloquecer, podía ver como utilizaba su mano derecha para masturbarse, como sus ojos brillaban y como se mordía los labios— no estoy en una cama que me corresponda, pero después de esta llamada iré a ducharme y pensaré en todo lo que estoy viendo.
Con su voz ronca y sus ojos desenfocados de deseo, murmuró lo puta y necesitado que Jungwoo estaba por su pene, fue dando ciertas instrucciones, le pidió que cerrara los ojos y que se tocara como a él le gustaba hacerlo. Fue la forma en la que después de unos minutos aquel precioso hombre con rostro y voz de muñeca terminó corriéndose escandalosamente.
"Xuxi, confía en tus instintos, ve a la fiesta, trae a Youngho de vuelta" le dijo 10 minutos después, antes de cortar la llamada.
Lo sabia, realmente sabía que algo estaba mal. Pero apartó los pensamientos y caminó al baño que tenía aquella habitación para bajar la erección que tensaba su ropa interior, iba a hacerlo en nombre del hombre que amaba y lo disfrutaría hasta la última gota.
Al otro día, viernes 21 de octubre 2022.
Las partículas pequeñas se reunían unas con otras y creaban un efecto hipnótico, quizás estaba pensando demasiado con un acto tan simple como el vapor saliendo de su taza de té. Levantó la vista de aquello cuando sintió la puerta de su habitación abrirse, allí estaba Felix sonriendo tímidamente y con los ojos somnolientos.
Golpeó al lado de su cama para que se acomodara unos minutos, aún podían tomar un breve desayuno y platicar mientras los demás en el departamento estaban durmiendo profundamente.
—¿Acaso no irías a tu universidad desde el departamento de Changbin? —negó, sus mejillas se llenaron con un tinte rosado y bebió la leche caliente que había preparado en al cocina. Mark bebió su té—Felix, te conozco, no habrías venido hasta acá de no tener una buena causa y por como sonríes sé que es muy buena.
—Su mamá fue a visitarlo por unas horas y no tuvo reparos en sostener mi mano y presentarme como su novio, quería que la tierra me tragara pero... esa mujer fue realmente dulce conmigo, ya la conocía pero... Dios, ya sabe que estamos juntos.
—Al menos puedes sentirte aceptado por parte de ella aunque no te preocupes, Changbin conoce a nuestros padres y saben que de a poco Io aceptarán como parte de tu vida —incluso cuando volvió a tomar de su taza de té, sus ojos no dejaban los de su hermano, estaba fascinado por verlo tan cambiado— sigue, sé que necesitas decirlo.
Felix dudó, dudó y dudó, pero luego de retorcer sus dedos relató sin dar detaIles de lo que había ocurrido cuando quedaron solos en el departamento. Mark abrió sus ojos como si estuvieran
desorbitados pero luego calló sus palabras mordiendo los nudillos de su mano izquierda junto a una sonrisa nerviosa.
Había sabido cuando estuvo con una que otra mujer pero el hecho de saber que había explorado y experimentado la sensación de "hacer el amor" con un hombre, lo hacía sentir entre orgulloso y perplejo. La historia de ambos, si perduraba, pintaba para ser una historia muy bonita.
No sentía envidia ni pensaba en sí mismo, todo lo que estaba en su mente ahora era que Felix irradiaba felicidad y se la merecía, su hermano, un héroe, un sobreviviente, el milagro de Youngho.
Después de aquella peculiar conversación, cada uno tuvo su día en la universidad. El cansancio de toda una semana de estudio crecía aún más siendo día viernes y Mark estaba prácticamente seguro que incluso los profesores lo sentían. Si no ¿Por qué Youngho estuvo particularmente desagradable en el entrenamiento de baloncesto? ¿Se había molestado por la broma que le hizo el martes por sus cicatrices?
Trató de no prestarle atención de forma negativa, siguió cada una de sus instrucciones incluso cuando lo mandó a la banca a presenciar como sus demás compañeros jugaban. No sabía exactamente que le había sucedido pero no estaba dispuesto a complacerlo, mientras más dilatara el silencio todo era mejor.
Terminó el entrenamiento dos horas después, pero esta vez se aseguró de ir al camerino de los jugadores. Pudo sentir los ojos de Johnny sobre su figura cuando cruzó la puerta y desapareció, esto... se pondría interesante. Lucas había insistido que lo estaba afectando de una u otra manera.
—De ninguna manera voy a ponerme esta camisa, Chittaphon ¿No crees que es un poco reveladora? es muy... gay —lo dijo con cierta incertidumbre en su lengua, no quería ofender a nadie realmente gay.
Su amigo tailandés llegó hasta la Universidad de York para que fuesen a unas tiendas a comprar ropas para la salida de la noche, si quería provocar entonces tenía que ser consecuente.
—Yo creo que te ves sensacional, color negro, semitransparente, revela tu cuerpo.
—Pero... tengo novia y no quiero que piense cosas erróneas —giró en el probador, la verdad es que era algo provocativa— no suelo usar estas cosas.
Ten tapó lleno de gracia su boca con una mano para evitar a toda cosa romper en una carcajada, su mejor amigo estaba sonrojado, alarmado pero sabía que había dado en el clavo.
—¿Cosas erróneas? —su dentadura era preciosa, Ten realmente era hermoso y más cuando sonreía— eres un imbécil ¿Por una camisa? ¡Por Dios! tu propia novia ni siquiera sabe el alcance de cuan gay fuiste por Youngho ¿O sigue creyendo que la vaselina que guardas en el departamento es para lubricarla a ella?
Totalmente avergonzado se quitó la camisa y fue a la caja a pagar por ella, podía combinarla con otra prenda y no ser cuestionado por su novia ¿Qué hombre cambiaba radicalmente su manera de vestir, para usar una camisa semitransparente que revelara sus pectorales?
Pasearon un poco más, estuvieron en una cafetería para comer e hicieron una video llamada con Jungwoo, ocuparon bien el tiempo pero no podían dilatar más las cosas, era momento de
volver al departamento, dar espacio para arreglarse y salir a buscar a otras personas. Habían quedado de acuerdo de reunirse a las 11 de la noche afuera del club nocturno.
"Estaremos en la barra del club bebiendo, trata de ser tu mismo, solo una señal y estaremos contigo si nos necesitas".
Mark terminó de leer el mensaje justo cuando Alyn cerró la puerta de su casa. Levantó los ojos hacia su figura y contuvo la respiración, realmente se había arreglado, estaba preciosa, parecía una muñeca moderna pero sintió angustia... ella ni siquiera sabía que estaba dejando de ser correspondida. Con mucho esfuerzo envolvió su cuerpo en un abrazo, cerró los ojos y la besó antes de susurrar contra ellos que fueran al auto, la mayoría de sus compañeros de baloncesto ya habían llegado al club.
Trató de introducirse en las cosas que ella le preguntaba, pero su cabeza estaba concentrada en el tráfico y en sobre como se enfrentaría ¿Qué pasaba si Johnny Suh no iba esta noche? ¿Tendría
que ir a su oficina y besarlo allí mismo?
Después de unos minutos estacionaron cerca y caminaron hacia la entrada donde presentaron unos pases VIP, él y sus compañeros habían arrendado una de las estancias para disponer de
mayores beneficios.
—Si ves un grupo de jirafas, de seguro con ellos —murmuró su novia buscando el lugar.
Algunos hombres se volteaban a verla, la muchacha tenía el cabello suelto y liso, una chaqueta de cuero negra, una camiseta sin mangas blanca y pantalones negros ajustados. Sí, toda una muñeca moderna de ojos azules y rubia.
—¡Mascota!
Divisó a su grupo de "amigos" alrededor de unas mesas y sofás blancos que estaban arriba de una superficie, para llegar a ella tenían que subir una pequeña escalinata de 4 peldaños anchos
rodeados de luces de neón azules.
Caminando a ellos se percató que Youngho no había llegado todavía ¿O simplemente no vendría? No, eso no era lo que había mencionado esta tarde al final del entrenamiento cuando el capitán del equipo le recordó que estaba invitado, era parte de la bienvenida.
La música y el ambiente se iba encendiendo a medida los minutos y el alcohol pasaban, Mark había decidido que no podia beber por conducir mientras que su chica sí lo hacia. Alyn tenia la gracia de conversar entusiasmada con cualquier persona por lo que era agradable para los demás.
—En serio Lee ¿Qué sucedió con el señor Suh? —el hecho que ellos también se dieran cuenta del cambio de humor en ese hombre, lo ponía ansioso— esta tarde no fue precisamente simpático contigo.
Antes siquiera de atreverse a abrir la boca, todos los ojos se fijaron en algo... o alguien.
Mark no tuvo tiempo de girar la cabeza porque la enorme figura de Youngho ya estaba aquí, su voz por sobre el estruendo de la música fue claro, su perfume, su calor, su presencia... ardía, sí, su presencia quemaba su piel. Saludó uno por uno a cada uno de los miembros del equipo y a las parejas de quienes llegaron con ellas.
Cuando fue el turno de Mark, primero le dio una mirada a Alyn Lane que lo hizo sentirse enfermo ¿Por qué los ojos rasgados de Youngho repararon suficientemente tiempo en su novia? Iba a ser una desgracia si era heterosexual y si se fijaba en ella.
—Hola, señor Lee —murmuró estirando su mano hacia él, nunca se fijaba en ese tipo de detalles pero Johnny tenía manos masculinas, dedos largos pero piel suave y muy cálida.
—Señor Suh —Sujetó la mano sintiendo todo tipo de emociones, su mano se había vuelto más sensible, sus terminaciones nerviosas eran igual de alborotadas como las hormonas de un adolescente de 16 años. Apenas se apretaron pero fue suficiente para dejarlo noqueado.
Como se sentó frente a él, Mark se dio tiempo de evaluarlo. Su cabello estaba más recortado en los costados pero en la parte de en medio lo había dejado peinado hacia atrás. Tenía una chaqueta negra de pequeños detalles, una camisa blanca, camiseta negra debajo y pantalones igualmente oscuros. Su apariencia podía lucir oscura para algunos pero para Mark y cientos de mujeres que estaban hechizadas con su figura, se veía como un infarto de 2 metros, un dominante, un rebelde, algo por el estilo.
—Conoces a Delia ¿No? ella realmente está enamorada del nuevo entrenador —masculló ansiosa— no te enojes ¿Sí? pero debo admitir que está guapo.
No iba a culparla, tampoco se pondría celoso de sus palabras, Youngho había sido un íncubo, en Io más profundo de su ser aún guardaba la capacidad de llamar la atención por la belleza exótica que emanaba.
—Señor Suh ¿Los demás miembros del cuerpo técnico no van a venir? —mencionó un rubio de 1.90 metros, con la mano en su vaso de alcohol y la otra en su novia.
—Algunos ya tenían planes, pero yo soy un hombre de palabra así que, aquí me tienen.
Continuaron conversando y bebiendo, Youngho pidió una botella individual de cerveza, Mark solo soda.
—¿No va a beber? —su voz atravesó todo el ruido, sus amigos lo molestaban diciéndole que era todo un bebé, Alyn observaba orgullosa a su chico mientras negaba.
—No señor Suh, soy un hombre realmente responsable, no bebo si conduzco, tampoco soy tan estúpido de poner en riesgo mi vida.
"Desde la barra podemos verte, Mark, deberías hacer una jugada inteligente, recuerda las palabras de Felix" mensajeó Lucas.
Mordió su labio inferior con una sonrisa, sabía que ese enorme grupo de personas altas, y él, llamaban la atención de todos los demás que estaban en el club nocturno, era bueno saber que tenia a sus amigos merodeando cerca. Bebió hasta la última gota del refresco de su vaso, sujetó masculinamente la cintura de su novia y le hizo una señal a la pista de baile donde ya habían personas moviéndose al ritmo de lo que el DJ colocaba.
Se sintió empoderado en sus decisiones, porque pudo sentir algo que atravesaba su espalda. Con la misma valentía pegó el cuerpo de su chica al suyo y mordisqueó su cuello mientras contorneaba la cadera, estaba casi seguro que lo que sonaba era un ritmo latino o algo por el estilo, solo que su
cuerpo se sentía fogoso por el hecho de jugar al chico malvado.
Mientras más avanzaban las canciones, más personas se acercaban. Alyn descansó las manos en su cuello y se paró de puntillas para darle un beso, cuando le respondía abrió los ojos, momento preciso en el que pudo notar la enorme figura de Youngho sosteniendo la cintura de una chica y sonriéndole como si fuera lo único importante en ese lugar. Mierda ¿Era su novia?
Alyn iba abrir los ojos desconcertada porque Mark no hacía nada, sin embargo no le dio tiempo de que se diera cuenta sobre lo que observaba. Sostuvo sus rostros y continuó besándola apasionadamente, el ruido, las vibraciones picando cada parte de su piel, a pesar de todas esas distracciones podía sentir los gemidos de la muchacha en su garganta... Y pensar que hace meses eso encendía su miembro, ahora... prácticamente no.
—Necesitamos irnos a mi casa cuando esto termine —murmuró respondiendo fogosa el beso.
El baile que tenían prácticamente no ayudaba en absoluto a que fueran personas más razonables, el tono era candente, las personas prácticamente se molían unas con otras. Con decisión descendió su mano hasta el trasero de su novia y se lo apretó firme, disimuladamente observó la figura de Youngho y sus ojos... mierda, esos ojos estaban fijos en él.
Casi fue como un desafío mudo.
Fue bajando hasta el suelo con Alyn mientras se contorneaban, la boca de Mark estaba en el cuello de ella dejándole marcas que después decorarían su piel. Johnny Suh en cambio besaba hambriento la boca de esa mujer observando a Mark, ambos parecían comunicarse, ambos estaban calientes. Lee se sintió enfermo, apenas soportaba usar a una mujer tan agradable como Alyn para poner celoso a otro hombre del que no estaba seguro si respondía a tales acciones.
—Amor, necesito hacer una llamada... —expresó la rubia— ¿Me das unos minutos?
—Iré a la barra, te estaré esperando
Miró fijamente la botella que tenia en su mano, había mensajeado a Lucas para saber donde estaban pero este respondió diciendo que bailaban en otro ambiente del gran lugar, no harían una aparición estelar o algo por el estilo para levantar menos sospechas.
La pequeña espuma blanca en aquel liquido color ámbar subió cuando el barman usó un destapador.
Alyn aún no regresaba, suponía que sus demás compañeros del equipo de baloncesto estaban bailando, otros conversando en la zona VIP, no estaba mirando porque tenía ver cosas desagradables. Llevó la botella a su boca dispuesto a beber cerveza, pero aquel calor inconfundible envolvió su muñeca.
No debía sorprenderle que su mano se despojara con tanta facilidad de la botella, apenas tenia voluntad.
—No puedes beber alcohol —Johnny se acercó a la barra pegando todo su tórax en la espalda del menor, su mirada estaba completamente seria al barman— he visto como le colocabas algo a su cerveza, devuelve el dinero o llamo a la policía.
Sin poder dar fe de lo que estaba sucediendo, Mark pestañeaba atónito al hombre que temblaba como cervatillo con el billete en la mano. Mierda ¡Ni siquiera se había dado cuenta de lo que había hecho! Pero, precisamente en el momento en que estiró su mano para entregarle el billete a Youngho, observó una pulsera de plata en el barman. Sus ojos fueron rápidamente a su cuello, una cadena del mismo estilo. ¿Era probable que fuese un demonio?
No tuvo tiempo para reparar en más detalles, su "entrenador" sostuvo su muñeca y prácticamente lo tiró de aquella barra para alejarlo de allí. Las palabras no salían de su boca, parecía una escena de película, las personas pasaban cerca pero no parecían importantes, la música del DJ estaba
desapareciendo. Solo comprendió que estaban solos cuando miró a su alrededor y se percató que era un lugar con algunos casilleros, quizás los vestidores de los trabajadores del club. La puerta fue cerrada tras su espalda.
—¿Acabas de darte cuenta que estuvieron a punto de drogarte? —después de pestañear aturdido, levantó la cabeza para ver la enorme figura de aquel hombre apoyada en la puerta, sonaba
tranquilo aunque no confiaba en ello.
—Ni siquiera me percaté de eso señor Suh yo... —meneó la cabeza— Dios, ni siquiera soy un adolescente inexperto para que sucedan estas cosas.
Youngho lo miró de arriba hacia abajo, después de unos segundos caminó hasta la banca donde Mark descansaba y se sentó a su lado.
—Cuando quieres drogar a alguien pueden haber muchos motivos, créeme que la edad es lo menos relevante.
—Habla como todo un experto en la materia señor Suh —quiso morder su lengua pero habló la primera cosa que se le vino a la cabeza, rogó por no empeorar la situación pero el deseo de
querer encender las cosas fue mayor.
El pelinegro no duró más de 1 minuto sentado, decidió pararse otra vez y caminar por el estrecho lugar, la luz era un poco escasa, la música afuera era fuerte por Io que la vibración en las paredes llegaba a ser un poco molestosa. Sus oídos no estaban lo suficientemente dañados como para
haber escuchado mal.
—Realmente siempre dice lo que piensas ¿No? pues este es un juego de dos —no hablaba de forma honorífica o algo por el estilo, incluso parecía haber perdido el humor— esa camisa
te hace ver afeminado, no... te hace ver como si estuvieras rogando atención.
Mark podía sentir sus mejillas enrojecerse, si Ten estuviera cerca podría haberlo fulminado con la
mirada ¡Se lo había advertido! Mas luego otro tipo de pensamientos le dieron el valor de levantarse y voltear donde su entrenador.
—La misma atención que estoy recibiendo de usted ¿Quiere observarme más o prefiere tomarme
una fotografía? le aseguro que la última dura más.
Johnny Suh frunció el ceño e hizo una mueca con desagrado, sus pasos fueron más rápidos que los del menor, por lo que alcanzarlo y empujarlo contra la pared más cercana fue fácil. Mark no se dejó intimidar y levantó la barbilla desafiante, que importaba si era acorralado por una figura de dos metros o si sentía su respiración volverse más rápida, no era algo de que avergonzarse.
—Ahora puedo entender tus miradas inusuales, tus comentarios mordaces, la vez que te desmayaste al verme entrar, la forma en la que crees que puedes faltarme el respeto y olvidar que soy tu entrenador —bajó la voz— ¿Tienes una fijación conmigo? pues —tragó saliva, una mano se cerró alrededor de su cuello. Para Johnny Suh sería fácil ahorcarlo— lamento decirte que no me interesan los hombres en absoluto...
¿Entonces sí era un hombre heterosexual?
Cerró los ojos y recordó las palabras de sus amigos, no era heterosexual hasta demostrar lo contrario. Tenia que apostar el todo o nada, la cercanía de sus cuerpos, la ira destilando por cada poro, el calor que compartían, la manera en la que su cuerpo quedaba hasta el hombro de él haciéndolo sentir más pequeño y débil.
Decidido sostuvo con una mano la erección encima del pantalón del mayor, pudo ver fascinado como la manzana de Adán se movió al tragar saliva, como sus ojos se dilataron o la forma en la que sus dientes chocaron.
—Dígale eso a su cuerpo, dígale eso a sus ojos mientras estaba con mi novia en la pista de baile.
—¡Cállate!
Un solo movimiento de sus manos bastó para sostener a Mark y empotrarlo contra el muro, ahora él tenía que observar levemente hacia arriba para apoyar su frente con la del menor y cerrarlos ojos como si estuviera en una discusión consigo mismo.
"Yo sé que necesita esto, señor Suh" casi gimió su apellido, el perfume de Youngho era agobiantemente excitante, sus piernas decidieron por voluntad propia rodear su cuerpo ancho y hacer el contacto un anclaje perfecto. Quería llamar los recuerdos lujuriosos que podía guardar el arma, Dios no pudo haber borrado todo, algo quería ganar con esto.
Mark no quiso esperar más, había deseado besarlo desde el día en el que desapareció de su vida 4 anos atrás y ahora que lo tenía prácticamente convencido, pensar en no tomar la oportunidad era una estupidez del tamaño de un buque. Hambriento tiró de su cabello negro y empujó el rostro de Suh hacia él, fue la única manera en la que sus bocas chocaron y se mordieron furiosos.
Era un beso áspero, de esos que se dan con deseo de dar una lección, con lenguas húmedas que se chupaban ávidamente, con gruñidos toscos, con manos que viajaban en todas las direcciones para moldearse como si se trataran de figuras de cerámica fresca. Mierda, Mark quería molerse contra
su figura y grandes muslos, quería ser jodido donde solo Youngho pudiera penetrarlo, quería ser su pequeño, quería que fuera sucio y también lleno de amor.
—Por favor, por favor tómame.
Bramó un par de insultos, tiró de su cabello hacia atrás y mordió su manzana de Adán, con la otra mano libre Johnny buscó en el pantalón de Lee el botón o el cierre para liberar su hinchado pene, pero fueron las palabras que al salir sin previo aviso de su boca, lo hicieron sentir enfermo.
—Te amo, Youngho... te amo tanto —Mark lo dijo sin pensar, solo sintiendo la coordinación de sus respiraciones y el deseo absoluto que sentía por ese hombre.
Como un balde de agua fría derramada sobre su cuerpo, las palabras se sintieron de esa manera. No pudo mantenerse erguido o usar su fuerza para sujetarlo, esa era la razón por la cual el menor perdió el equilibrio y cayó parado, sus ojos abiertos, alerta, las maldiciones brotando en su cabeza y el deseo de llorar reflejado en la humedad de sus ojos.
—Esto... esto es un error, mocoso ¡No puedes decirme eso cuando te conozco hace menos de 1 mes! ¡Ni siquiera soy gay! —el puño de Johnny golpeó un casillero, la forma circular en la superficie metálica quedó como un hoyo en sentido cóncavo— solo te besé porque me provocaste ¡¿Y quien besé porque me provocaste quien demonios es Youngho?!
Se limpió los labios como si lo que habían hecho hace poco fuese un acto sucio y condenable. Vociferaba expulsando su ira desde adentro sin importarle siquiera que el muchacho al cual había besado estaba con la cabeza inclinada hacia adelante llorando en silencio.
¿Cómo podía ser tan miserable para tratarlo cuando su propia alma quiso expresar lo que había callado por 4 años? Mordisqueó su labio inferior, todo había sido un error, podía haberlo provocado sexualmente pero el beso no había devuelto al demonio que él amaba.
Le estaba entregando, en cambio, una versión aberrante.
—No merezco esto, no lo merezco —susurró con los dientes enterrados en el dorso de su mano. No quería que supiera que lloraba pero sus quejidos estaban siendo evidentes. Se paró temblando hacia la puerta— perdóneme señor Suh...
Antes que pudiera responderle salió de allí disparado y cerrando la puerta de un solo golpe. La música estruendosa del DJ, la escasa luz y el juego de humo blanco en la pista de baile disimuló muy bien la manera en la que lloraba desconsoladamente. Había hecho un sacrificio, se había humillado a si mismo, pero no había sido suficiente. Tenía 2 llamadas perdidas de Alyn y un par de Lucas, Taeyong y Ten, pero no quería hablar con ellos. Sabía que había demorado bastante, que su novia estaba sola dando vueltas por allí pero la angustia era mayor que cualquier preocupación por otra persona.
"Apenas leas esto devuélvete al auto, tienes las llaves, mantente segura y ve a casa, trataron de drogarme".
Necesitaba salir de aquí y no le importaba las condiciones, la adrenalina y el desconsuelo era mayor, Alyn estaría a salvo, él no tenia que estar en el club nocturno. Lucas, que había visto cuando su amigo se encerró con Johnny, observó el momento en el que lo vio pasando mientras lloraba como si le hubieran roto el corazón. Ni siquiera quiso detenerlo porque estaba seguro que tenía un motivo más que suficiente para sentirse como una basura. Sin embargo tenía la opción de intervenir. Estaba agotado, esto había llegado demasiado lejos.
Prácticamente corrió hacia el lugar donde habían estado encerrados, abrió la puerta y la cerró con la misma intensidad. Agradeció ver al pelinegro allí convertido en un ovillo sobre el suelo, porque no tuvo como escapar cuando gritó su nombre segundos antes de darle un puñetazo sobre la mandíbula tan fuerte que giró su rostro hacia el lado derecho. Esto apenas comenzaba.
Prácticamente sin pestañear miraba su teléfono, lo estaba llamando Alyn pero no iba a contestar las llamadas. SI había rechazado las de TY y Ten, incluso las de Jungwoo ¿Por qué iba a contestar
las de ella cuando tenía las llaves de un vehículo en el que se podía quedar? Quizás era egoísta, quizás era dramático, no lo tenía bien claro, pero nunca había estado bien mentalmente hablando desde el día que Youngho el íncubo se había sacrificado por amor.
Sonrió con sarcasmo mientras las lágrimas caían, había creído ser feliz con su novia, había pensado que estaba superándolo pero no era cierto, estaba hundido en la oscuridad.
El viento soplaba erizando su piel, no traía puesto el abrigo, tampoco creía sentir frío, solo caminaba hacia ¿Dónde? ¿Su departamento? Sus pasos se hacían más lentos, se sentía cansado y con más sueño del habitual. Tal vez algo le estaba robando energía. Detuvo los pasos y tragó saliva recordando al barman que había tratado de drogarlo, cadenas de plata, una energía atrayente ¿Era otra clase de íncubo?
Jadeó cuando miró hacia el frente y se percató que había entrado a un callejón sin salida ensimismado en sus propias preocupaciones, pero se cortó el aire de sus pulmones cuando una silueta de alas oscuras y tétricas se hacia corpórea frente a sus ojos, entre las luces de los focos y niebla negra.
—Tu energía está baja, toma mi mano... voy a darte lo que mereces bebé —mientras más pestañeaba, más la figura se hacía nítida hasta que las facciones fueron claras ¡¿Era Youngho?!—yo te amo y lo sabes, toma mi mano... todo estará bien.
Las lágrimas se agolparon en sus ojos había anhelado tanto verlo que las condiciones no importaban, dio un par de pasos arrastrando las piedrillas sobre el cemento, pisando algunos charcos de agua, arrastrando restos de basura en aquel callejón. Mas, cuando su mano estuvo a centímetros de sostener la otra, la cerró de inmediato en un puño cuando la otra que tenía libre la introdujo en su bolsillo y tocó lo que quería tocar.
—Youngho se sacrificó por amor… tengo su última pluma como testigo... —rechinó los dientes enfurecido, decidió no temer incluso cuando le estaba robando energía desde la distancia— ¡Abandona la apariencia que no te corresponde, deja de aparentar que eres él y muestra tu verdadero ser!
—¡Pequeña escoria! —bramó enfurecido el demonio provocando que las paredes cercanas se remecieran y un par de ventanas se rompieran.
Mark cerró los ojos rezando a Dios, no sabía si iba a protegerlo esta vez pero no sabía a que más aferrarse, mordió su lengua y esperó que el viento que corría desapareciera cuando el demonio se llevara su alma.
Gimió porque creyó escuchar algo, como si alguien golpeara a otra persona, gimió porque nadie le había dicho de esa manera en 4 años, perdió el aliento cuando abrió los ojos y el caos que produjo aquella entidad sobrenatural se convirtió en absoluto silencio. ¿Había sido su imaginación?
Se paró afirmándose de las paredes mientras recordaba lo que era respirar, tal vez sus deseos más ocultos le jugaron una mala pasa y... y de pronto volvió a escuchar esa palabra entre sollozos y mucha angustia.
Se volteó temiendo que fuera un sueño como tantos otros pero no lo era. Allí con los hombros caidos, con la ropa desordenada, su rostro golpeado, su cabello despeinado y sus mejillas empapadas en lágrimas estaba él.
—Perdóname... por favor, perdóname... —mordisqueó sus labios atemorizado— corderito.
Flash Back
Después del puñetazo se agachó para sujetarlo de la camisa tan fuerte que parecía que lo ahorcaba, no le importaba si eso era cierto porque estaba cansado y angustiado de todo. Había intentado quedarse callado ante Mark sin mencionar una sola palabra de lo que sus instintos le gritaban, había querido darle tiempo y espacio a duda pero luego de ver al muchacho llorar... no, esto necesitaba cesar.
—¡¿Qué te sucede?! —escupió Johnny Suh.
—No trates de hablarme con esa indiferencia, yo te creí... creí que necesitabas muchas cosas para volver, pero te estás comportando como un enfermo —Lucas tenía sus ojos húmedos, estaba cansado pero sobre todas las cosas triste— detente ahora, Youngho, vas a lamentarlo de por vida... detenta ya.
—¿Youngho? tú tambi... —jadeó y lo empujó logrando quitárselo de encima, ambos temblaban, cada uno por la misma persona— no entiendo que está pasando ¡Lee y sus amigos están enfermos!
Lucas volvió a darle un puñetazo pero esta vez en el abdomen, un golpe que lo hizo caer de rodillas y doblar su enorme figura de 2 metros. Mas luego se acercó y sostuvo su rostro como si la agresividad hubiera desaparecido, ahora era él quien lloraba en silencio cansado de todo esto.
—Hay un demonio persiguiendo a Mark y estoy seguro que es Asmodeo que quiere cobrar verganza... ¿Vas a dejar que tu juego permita que lo arrebaten de este mundo? —los labios de Suh temblaron, sus ojitos rasgados volvieron a humedecerse— ¿Por qué cuando llegué estabas convertido en un ovillo que lloraba desconsoladamente? Yo lo sospecho y lo confirmo amigo mío, detente ahora te lo pido... deja de fingir que has perdido tus recuerdos porque nunca ha sido así.
Fin Flash Back
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¿Ese cabrón fingía mientras yo lloro porque reconozca a Mark?