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"Sexual Writer" Capítulo FINAL: Tu escritor favorito


Miércoles 22 de octubre 2025, 1 semana y 2 días después.


Flash Back


Sin que se diera cuenta, asomó el rostro por la puerta que daba hacia el jardín interior del hospital de salud mental, un jardín especial lleno de flores y una fuente posicionada al medio que emitía el relajante ruido del agua al caer, un lugar que él había amado durante su estadía por proporcionarle tranquilidad cuando creía carecer de ella.


Buscó con la mirada atentamente hasta que encontró la figura de Wong Yukhei sentada en un banco de madera, sujetando entre sus manos un libro, con su cabello despeinado que lo hacía lucir inocente, con ropa deportiva y un sol de otoño que otorgaba los últimos rayos tibios antes de entrar de lleno al período más frío del año.


Parecía calmo como si el accidente de hace 1 semana atrás fuera solo un mal recuerdo, pero Jungwoo sabía que aún estaba en un periodo crítico, que esto solo estaba empezando y que seguramente estaba en tratamiento con fármacos.


Tomó aire un par de veces antes de desplazarse por un camino de piedra hasta sentarse a su lado.

El menor dio un respingo.


—Hola —murmuró.


—Jungwoo, no pensé que vendrías.


Frunció el ceño ante sus palabras.


—Es el primer día en el que puedes recibir visitas después de 1 semana intensa de tratamiento ¿Cómo no estaría acá? —se enderezó para luego extender los brazos hacia los costados y susurrarle— yo sé que necesitas esto.


Con sus ojitos llenos de lágrimas, Yukhei se inclinó hacia el frente para dejarse rodear por los brazos del mayor, esconder el rostro contra su cuello, apoyar las manos tras su espalda y así hacer del

contacto algo más profundo.


Su llanto era identificado solo por los sollozos bajitos, por el temblor en sus hombros y es que había anhelado tanto una muestra de afecto como esta que, cuando la tenía, se daba cuenta de lo valioso que era tenerlo apoyándolo.


Estoy tan orgulloso de ti, no son solo palabras de aliento, esto es completamente cierto”.


Estuvieron así un par de minutos, los dedos de Jungwoo inmiscuyéndose en las hebras de su cabello negro para acariciarlo en forma de círculos, movimientos repetitivos que terminaron por relajarlo completamente. Yukhei inspiró profundamente, el perfume de ese hombre era embriagador.


—Gracias —susurró antes de separarse y observarlo atentamente.


—¿Cómo te has sentido? —hablar bajito era una forma de hacer las palabras más cálidas.


—Ha sido difícil porque recuerdo el cómo me sentí ese día, esa ansiedad que llega tan alto como para pensar que quitarte la vida es la única solución —tragó saliva— me siento culpable por ponerlos en esa situación pero estoy en el comienzo de una lucha en el que…


Jungwoo sostuvo sus manos sin dejar de mirar sus ojos.


—En el que debes dejar de culparte por lo sucedido, mirar hacia el futuro como la visión de la luz al final de un camino oscuro —se mordió el labio inferior— ¿Sabes que me hizo no perder la cabeza en la hospitalización? Cada día que pensaba decía que era uno menos para salir, pero, cada día que pasaba a pesar de que fuera bueno o mano lo agradecí porque estaba en tratamiento, porque significaba mejorar… no eres una mala persona por querer quitarte la vida —Yukhei tenía sus labios temblando, la angustia en sus ojos a través de lágrimas que caían— solo es la reacción más extremista de alguien que necesita ayuda.


—Tengo miedo de no saber salir de esto —gimoteó— ni siquiera quiero pensar el cómo está la situación después de una semana ¡Qué idiota pensar que iba a poder ocultar mi pasado!


Sostuvo su rostro con ambas manos de forma inmediata, sin una sola palabra más que el poder de la mirada, la única manera en la que un atormentado Wong Yukhei se quedó callado, respirando rítmicamente para que su respiración volviera a la normalidad.


De reojo notó que alguien caminaba por un pasillo en el edificio más cercano del hospital, así que el rubio sostuvo el libro que el otro leía para ponerlo delante de sus rostros, creando un ambiente tan íntimo que las mejillas de ambos enardecieron en un tinte rosado.


No le dijo nada, solo se acercó hacia él pada darle un beso tan suave y pequeño que el menor gimió sin poder responderlo.


—Sólo preocúpate de mejorar —rozó sus labios y en aquel momento Yukhei si pudo retenerlo más tiempo. Después de eso apoyó su frente contra la suya, nadie podía verlos— lo que esté pasando allá afuera no importa, confía en que la gente que te ama va a luchar por ti.


“Son todo lo que me importa” murmuró sosteniendo su mejilla para ser él ahora quien besara sus labios buscando un poco de consuelo. “Son todo lo que me importan” repitió entre besos escondidos tras un libro que traía por título en la portada: “101 maneras de ser feliz”.


Fin Flash Back


Recordó el día de ayer cuando fue a verlo y lo especial que se habían sentido esos besos. Seguía pensando que cualquier atisbo de sonrisa en su rostro o la cercanía que se generaban entre ambos, era inconveniente pero también tenía claro que no podía negarse a sentir.


Sintió que su garganta se estrechaba, Yukhei se había visto aún más contento cuando llegó su familia a verlo, su primo, algunos tíos, su mejor amigo e incluso su amigo que hizo en Alemania, Yang Yang y quien fue el puente para que Jungwoo hiciera la entrevista en Berlín.


Verlo rodeado y tranquilo le dio la fuerza necesaria para luchar el día de hoy, con esa imagen es que pensaba que no podía decaer incluso si el panorama no lucía bien.


Miró a su alrededor, había medios de todas partes del mundo, sabía que más de alguien transmitiría vía livestreaming la conferencia de prensa a la que “Matthew Zuo”, el mánager de Sexual Writer, los había citado.


En el momento en el que aquel hombre apareció en la sala de conferencias de aquel hotel, los flashes bañaron cada uno de los ángulos de su persona con tal de no perder un solo momento de lo que estaba sucediendo. Xiao De Jun se paró en medio del “escenario” e inclinó su cuerpo en una reverencia por un par de segundos antes de sentarse tras la mesa blanca y observarlos a todos, a su lado Liu Yang Yang se había apostado después de hacer una reverencia a los medios como otro representante de Huang Xuxi.


Las palabras se confundían unos con otros, sin embargo, fue el “alemán” el que pidió silencio para comenzar.


—La siguiente conferencia tiene por propósito responder a cada una de las interrogantes que se han formulado en torno al caso de Huang Xuxi y su participación en el escándalo del club Boleumdal —decía en coreano con un leve acento europeo— mi nombre es Liu Yang Yang, amigo del señor Huang, socio en el ámbito laboral y quien tiene testimonios importantes que aportar.


—Gracias por haber venido, soy Matthew Zuo, mánager de Sexual Writer y quien los ha citado aquí.


Un hombre con escasa calvicie levantó la mano para llamar la atención.


“¿Podrían ser claros y decirnos la razón por la que Huang Xuxi no se ha presentado hoy, señor?”.


Su tono de voz crítico, con el afán claro de molestar, irritó a Jungwoo que estaba sentado cerca de la primera fila en la sección de periodistas. Cualquier insinuación a su estado de salud podía desviar la atención de lo que realmente importaba.


Decidido se paró de su asiento mientras acomodaba el botón de su traje luciendo como si se tratara del abogado en un estrado, su jefe, que se encontraba a su lado junto a otros colegas, entrecerró los ojos y le pidió en voz baja, de manera irritada, que se sentara.


Pero obviamente no le hizo caso.


La lluvia de flashes estalló en el momento que subió los 3 peldaños para alcanzar el escenario, pero más aún cuando se inclinó en un ángulo de 90 grados a todos los presentes antes de caminar tras de la mesa y sentarse entre medio del mánager y el socio del escritor más mediático del último tiempo.


—Mi nombre Kim Jungwoo y estoy aquí para dar apoyo al señor Huang Xuxi por medio de la investigación periodística que he realizado, nuestra defensa se realizará en base a pruebas y algunos argumentos avalados por el cuerpo de la policía involucrada en el caso de Boleumdal, por lo tanto, todo lo que se muestre y responda tiene pruebas fehacientes, pruebas con las que los medios no han contado en el momento de difamar la imagen del señor Huang.


Kim Dongyoung estaba observando todo por medio de una cámara en la habitación que había pedido dentro del hotel, su imagen como policía no podía ser descubierta, razón por la que había entrado a estos hombres para el día de hoy.


Siempre supo que supo que guardar material iba a servir en algún momento.


En cuanto al lugar, cada uno de los presentes en aquella sala de conferencias sabía quién era ese hombre, más de alguno lo había subestimado por su apariencia angelical y sonrisa de muñeca, sin embargo, ahora estaban impresionados por la elocuencia de sus palabras, la seriedad de su mirada y lo increíblemente imponente que lucía. como un tiburón dispuesto a comerse a cualquier que se atravesara en su camino.




Un periodista levantó la mano y después de presentarse comentó.


—Esta pregunta es para el mánager de Sexual Writer. La fotografía revelada por Dispatch muestra una imagen de Huang Xuxi siendo rodeado por mujeres en medio de un escenario, con escasa ropa y una copa de alcohol en la mano, desde allí se confirmó su presencia en el club Boleumdal ¿Por qué no ha desmentido o aclarado la situación en estos días?


Xiao Dejun acercó el micrófono a su rostro para responder.


—Por diversas razones, queríamos ver hasta qué punto la prensa era capaz de llevar esto, por otra parte, el señor Huang por asuntos de sanidad mental ha decidido descansar y desligarse de los medios por un tiempo prudente.


El mismo periodista continuó.


—¿Qué pueden decir respecto al tema? Desmentir lo que dice la fotografía no es una posibilidad dado que confirma su presencia en el club.


—¿Qué que podemos decir? Pues que la participación de Huang Xuxi es real, sin embargo no de la manera en la que la prensa ha descrito con tanta desfachatez.


Jungwoo levantó “sutilmente la mano” para ser él quien respondiera ahora, de todas maneras el propósito de la conferencia no era extenderse y dar pie a los cuestionamientos, tenían que aniquilarlos con la absoluta verdad.


Liu Yang Yang le entregó el control para que se proyectaran las cosas que quería hacer.

El rubio se paró en medio del escenario con seriedad, los flashes lo invadían como la imagen de un ídolo o algo por el estilo.


—Los términos expuestos por mis colegas en algunos medios de comunicación y también los términos que utilizan los internautas en las redes sociales, se resumen a los siguientes, califican a Huang Xuxi como proxeneta, abusador, delincuente, drogadicto, traficante, impostor, degenerado, entre otros… —apretó el botón del control para que aparecieran las fotografías de los principales noticieros cuando tomaron preso a Yunho— todos recuerdan el caso de Boleumdal, aquel hombre que aparece en la pantalla es Jung Yunho, dueño de la gran casa, proxeneta, traficante, delincuente, impostor, drogadicto, traficante, degenerado, abusador y sí, los mismos términos que utilizan para culpar al señor Huang son los calificativos de este hombre… pueden agregarle que también permitió el abuso sexual de niños en sus inmediaciones.


Todo el lugar estaba en silencio, solo un par de fotografías se podían tomar, las personas en sus casas que veían la trasmisión en vivo masticaba lentamente su comida o se había sentado en alguna superficie para prestar atención.


Esto era realmente mediático y no solo remontado a Corea. Mierda ¡Otros países estaban pendientes!

Jungwoo continuó.


—Quiero que miren la pantalla, son informes que están disponibles para nosotros los periodistas pero se los resumiré ya que —movió la boca y las cejas en un gesto sarcástico— ya que nadie se ha dado el tiempo de leerlos, Huang Xuxi efectivamente ejerció la prostitución durante unos años en Boleumdal, algo que está penado ante la ley en nuestra nación, él se declaró culpable —tragó saliva— pero el factor que consideró la policía y el que ustedes han obviado, es que Huang Xuxi, fue víctima de abuso psicológico desde que era menor de edad por parte del proxeneta Jung Yunho, manipulación emocional y amenazas reiteradas… está en el informe —indicó la pantalla— no solo fue él sino otras personas tampoco podían salir de su círculo por temor a que sus familias sufrieran las consecuencias, no podían denunciar en aquel entonces dado que algunos policías que ya han sido procesados, estaban involucrados en el asunto… por lo tanto, pueden entender que los “favores sexuales” que ustedes han indicado fueron explotación sexual ¿Les hace sentido la palabra víctimas?


Un periodista se paró del asiento.


—¿Me va a decir que un adolescente no sabe lo que hace?


Liu Yang Yang se paró dispuesto a aportar.


—Puede citar algún artículo científico señor donde lo demuestre ¿No? La etapa de la adolescencia es de grandes cambios tanto sexuales como emocionales, el psicólogo que evaluó al señor Huang dio su informe al respecto, claramente no actuó con la madurez que actuaría usted y sí, sabía lo que hacía aunque lo comprendió cercano a la edad de 19 años que fue precisamente cuando ocurrió todo esto.


Tomó su asiento antes de observar a todos, Kim Jungwoo prosiguió pasando algunas imágenes por el proyector.


—Bajo esa premisa como víctima, Huang Xuxi colaboró con la investigación lo suficiente para que otros culpables tuvieran el rigor de la ley, bajo esa premisa es que se le otorgó protección bajo el programa protección de testigos y es por esa misma razón, colegas, es que se cambió el nombre de Wong Yukhei a Huang Xuxi, es por eso que llegó a Alemania junto al señor Liu Yang Yang para empezar una vida nueva, para proteger su integridad hasta que el proceso de investigación y los peligros aledaños llegaran a su fin… entonces yo les digo —frunció de nuevo el ceño— ¿Por qué visibilizan al señor Huang ante el mundo como algo negativo cuando no fue más que una víctima que finalmente colaboró por el bien de otros? ¿No les debería dar vergüenza difundir rumores de ese tipo sin tener tacto? Porque, estimados, puedo asegurarles que algunos tenían ciertas nociones de lo que decía el informe pero prefirieron callar porque vendía más.


Varios de los periodistas escribían a través de sus computadores portátiles, informes sobre lo que estaba pasando.


—Como alguien que acompañó a Huang Xuxi durante el tiempo que estuvo en Alemania, doy fe de que trabajó inalcanzablemente por la verdad y obtener de manera limpia sus logros —dijo Yangyang.


Jungwoo sentía su corazón corriendo rápido, tanto que a veces sentía que se ahogaba pero al menos podía estar tranquilo, Kim Dongyoung había revelado algunas cosas antes del día de hoy, cosas que solo quedarían en su cabeza y en la de los que eran cercanos a Yukhei.


Las fotografías donde se lo veía drogado y dejándose besar por chicos que entregaban en la adolescencia, fueron quemadas al igual que la tarjeta que había sido utilizada para tomarlas. En aquella sala oculta donde se llevaron a cabo los encuentros con los “niños”, nadie pudo ingresar algún aparato móvil o dispositivo electrónico por lo que el único testigo con pruebas había sido él, pruebas que ni el propio cuerpo de policía sabía que existía y que a esta altura no tenía relevancia, ni los niños de aquel entonces recordaban la existencia de “Lucas” ni los que presenciaron ese día las cosas, el ambiente consumido por drogas fue clave en ello.


—Pueden querer juzgarlo por haber ejercido prostitución pero es similar cuando una persona culpa a la víctima de violación en vez del victimario.


Los murmullos llenaron la sala en un ambiente tenso, Jungwoo no podía cantar victoria, no podía decir que haría entender a toda una nación de amar de nuevo a Sexual Writer, sin embargo al menos podía decir que había hablado con la verdad.


Después de un momento fue Xiao De Jun quien se paró detrás de la mesa para observarlos a todos.


—Queremos informar que, a partir de este momento, tendremos contacto con un equipo de abogados quienes se encargaran de tomar acciones judiciales contra quienes hayan difundido rumores maliciosos o acusado directamente de algo que no corresponde, ahh… —respiró un poco y continuó— también queremos recalcar que el señor Huang se retirará de la industria por el plazo que sus médicos estimen conveniente con el único fin de resguardar su salud.


—¿Cuál es el problema de salud que presenta? —comentó una muchacha extranjera en un coreano básico.


—Su diagnóstico es reservado, espero puedan comprender.


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Después de decir aquello los tres se pararon en medio de una lluvia de preguntas, no iban a seguir respondiendo y tampoco les interesaba porque Jungwoo, que trabajaba en aquel mundo, sabía que ahora muchos de sus colegas se irían directo solo a preguntar cosas respecto a la situación de salud de Yukhei.


Por suerte el hospital de Salud Mental no daba ningún tipo de información, cada paciente tenía su identidad bajo estricta confidencialidad y ellos, por supuesto, no dirían nada para no atormentarlo, debía recuperarse en el plazo que el equipo médico determinara como necesario

Ese día y en las horas que siguieron después de la conferencia, los artículos de los internautas cambiaron su tema central, las páginas web de información más serias informaban y tocaban los puntos mencionados por Jungwoo contrastados con entrevistas a las autoridades. Efectivamente todo era real: Huang Xuxi había cooperado con la justicia, había sido investigado bajo ciertos protocolos y declarado inocente de todos.


Por otra parte las discusiones en redes sociales crecían, fans alrededor del mundo se preguntaban ¿Qué le había pasado? ¿Habría sufrido una descompensación por culpa de los medios y el hecho de traer de vuelta al presente un periodo declarado oscuro en su vida?


¡¿Dónde estaba Sexual Writer?!


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—Estuviste increíble, lo que te pasé eran cosas que legalmente se pueden saber pero que no todos los periodistas saben que pueden acceder a ello, pero… yo también sospecho que más de alguno tenía ciertos puntos aclarados y nunca quiso exponerlo, la cizaña siempre vende más.


Dongyoung estaba sentado a su lado en el sofá mientras hablaban respecto a lo que había pasado, ambos en la habitación del hotel que había pedido para esta ocasión.


El menor tocó sus propios brazos, emocionalmente estaba destruido y todo lo que necesitaba ahora era descansar. Lo único esperanzador es que sus padres lo esperaban en el departamento, no iban a dejarlo solo después de esto.


—¿Qué crees que ocurra? —murmuró con los ojos puestos en el suelo.


—Nadie ha dicho que Yukhei no ejerció en el comercio sexual, pero lo que ustedes hicieron hoy es darle una visión diferente a las cosas, una en la que él se ve como una víctima —movió su nariz— y no es ninguna mentira, porque todo ese disfrute y esa importancia que sentía Wong Yukhei por ser el “gran Lucas”, era parte del envenenamiento mental que le hizo Yunho ¿Acaso no quería abandonar el lugar cuando te conoció? ¿Acaso no te dijo que tenía miedo?


Lo sé, pero nadie estuvo allí y presenció lo que nosotros vimos”.


El mayor descansó una mano en su hombro y trató de sonreír con esperanza.


—Yo pienso que la sociedad, poco a poco con esta información, se va a dar cuenta del error que cometió al apuntarlo con el dedo, ahora que saben que algo le sucede a su salud puede que sientan empatía —hizo un mohín— hipócritas en su máximo esplendor, pero el ser humano es así, ahora, lo único que nos debe importar es que se recupere bien.


Después de unos segundos de silencio, Kim Jungwoo se acercó para abrazarlo y agradecerle por lo que estaba haciendo. Nunca había sentido la necesidad de odiarlo por la mentira que había hecho, tampoco tuvo la necesidad de responder sus sentimientos y aunque no habían tocado de nuevo el tema esperaba que pudiera encontrar una persona que realmente lo valorara en todas sus dimensiones, él,

Jungwoo se sentía incapaz de corresponderle de esa manera.


Al terminar de cenar y lavarse los dientes, caminó a la habitación de sus padres, no importaba si tenía 27 años, en el fondo siempre iba a sentir que los necesitaba y que estaba permitido acostarse en medio de ambos en la cama para conversar sobre todo en la vida.


Además, en su infancia nunca pudo hacerlo.


—Vimos la pequeña conferencia de prensa, estuviste increíble —decía Hellen acariciando las hebras de su cabello para relajarlo, su acento y su perfume, todo era agradable en ella— estamos tan orgullosos de ti.


—No fue fácil —observaba el techo— ahora todo lo que quiero es sentir que estará bien ¿Hice lo correcto? —tragó saliva— mi jefe no me dirigió la palabra después de que terminé, parece que está lo suficientemente molesto por el hecho de que no le comenté lo que estaba haciendo.


Joonhyuk lo observó con el ceño fruncido.


—Entonces tu jefe es un idiota, puede que de la emoción tu propio jefe haya querido filtrar la información en KBS dándose los créditos por ello, es muy diferente la recepción de la información dependiendo de quien la emita y… —levantó la ceja— Sexual Writer y tú no manejan masas muy diferentes la una de la otra, la gente te ama, creerá lo que has dicho.


Asintió repetidamente antes de secarse un par de lágrimas de forma inútil, la manera en la que Hellen besaba tiernamente su hombro diciéndole que lo amaba, la manera en la que su padre revolvía su cabello, eran los mejores.


Si ellos decían que todo estaría bien, entonces todo estaría bien.

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El paso de los siguientes días y semanas tuvo una gama de emociones diferentes.


Algunos momentos no fueron agradables como cuando Yukhei lloraba solo en su habitación deseando salir del hospital, como cuando pensaba que no podría tener un futuro próspero después de que trajeran al presente las cosas que sucedieron en el pasado. Estar hospitalizado y en terapia sin poder dormir contra los brazos de sus padres, era algo difícil y su corazón se encogía más pensando en todo lo que Jungwoo vivió hace 6 años atrás cuando él lo terminó a través de una carta.


¿Cómo pudo suceder?


Pero ese tipo de pensamientos cambiaron conforme el proceso de la terapia fue avanzando.

Hubo otros días en los que podía ver una luz al final del camino, en los que la falta de un aparato electrónico como teléfono o computador y el tiempo libre disponible entre “actividades terapéuticas”, provocaron que las ideas fluyeran de manera vertiginosa desde su cabeza a un lápiz y un cuaderno, ideas sobre nuevas historias, ideas para poder terminar aquel libro que había estado preparado desde hace años.


Pero sin duda lo más significativo de esto fue recibir visitas, sus padres, su familia, sus amigos, la familia de Jungwoo y él mismo, aquellas ocasiones en las que el rubio se pasaba de su trabajo para acá en el horario de almuerzo para tener una comida juntos, o esas veces en las que tan solo se quedaban mirando después de conversar y sus mejillas se teñían de rojo como dos adolescentes tímidos.


No sabía si debía agradecer a la hospitalización, pero como el mayor ya había pasado por eso, fue un puente para que comprendiera cada una de sus dolencias, una instancia para que se acercaran más, para conocerse en su versión 6 años más tarde, observar más allá de lo que otros podían ver.


Un espacio en los que, en ocasiones, uno de los dos terminaba besando al otro colmado de ternura, escondidos tras un libro o una pared, en los que el roce de unos dedos o un susurro se sentía como el regalo más bonito del cielo.


Finalmente, después de 3 meses, el día Domingo 25 de enero del 2026, en su cumpleaños número 27, Wong Yukhei fue dado de alta.


Quizás 3 meses fue mucho tiempo, pero para alguien que no había recibido terapia, con traumas adquiridos en una vida relacionada al comercio sexual, necesitábamos entrar con profundidad y solucionarlo, entregarte herramientas, poder darte una nueva visión de las cosas”.


Había dicho el médico tratante antes de sostener sus manos y despedirse.


La terapia farmacológica duraría mucho más tiempo, quizás más de 1 año antes de empezar el declive, pero todo iba en razón a una mejoría.


La salida no fue caótica puesto que el auto que lo esperaba tenía acceso privado y estaba siendo vigilado por seguridad, mientras que los medios de comunicación estaban apostados en masa en la entrada principal. Sí, de alguna manera se filtró la información hace unos días de dónde estaba hospitalizado pero a esa altura no le importó en absoluto, la felicidad de tener “libertad” era mayor que cualquier cosa.


Durante el camino a casa observó el cielo, no se apreciaba una sola estrella, incluso su madre decía que el pronóstico del tiempo había anunciado nieve a media noche ¿Qué mejor que estar en casa cómodo y caliente bajo las mantas de su cama?


—Sabes que te amamos ¿Verdad? —murmuraba ella acariciando el rostro de su hijo, apenas podía contener la emoción de tenerlo de vuelta— y que, a partir de hoy escribes una nueva página en tu vida, no quiero que te culpes por nada, tu padre y yo estamos orgullosos de ti más que nadie en el mundo.


Asintió secando sus lágrimas, quería sentirse culpable por preocuparlos tanto, pero la terapia ene l hospital le prohibía sentir culpa por cosas que no estaban totalmente en sus manos.


Llegar a casa y abrir la puerta principal fue toda una experiencia, porque las luces que se encontraban apagadas se encendieron de repente mientras un grupo grande de personas gritaban por él


“¡Sorpresa!”.


Tíos, primos, sus amigos, Jungwoo y sus padres.


Saludó uno a cada uno en contactos cálidos, un gesto que no parecía común en familias asiáticas pero que en la suya se había vuelto algo normal después de todo lo sucedido. El abrazo de Kim Joonhyuk fue bonito, le había susurrado que estaban contentos de tenerlo de vuelta. Hellen por su parte sostuvo su rostro y depositó un beso en su mejilla murmurando que era el hombre más bonito del mundo mientras que, cuando le tocó el turno a Jungwoo, este lo abrazó como quien abraza a un amigo aunque tocó sutilmente con el dedo el teléfono en su bolsillo.


¿Un mensaje tal vez?


Pero ni siquiera tuvo tiempo de observarlo, fue abducido por los demás para beber, comer, hacer brindis en su honor, entregarle amor de muchas maneras, disfrutar esas manifestaciones de afecto. No tuvo interés alguno en acceder a las redes sociales después de meses, sus fans podían enterarse después del cómo se encontraba, cuando se acostara podía observar sus mensajes de los cuales estaba seguro que estaría agradecido, sin embargo, ahora su prioridad era y siempre sería la familia.


—Realmente luce feliz, el motivo por el que estuvo hospitalizado no fue el indicado pero ir a terapia lo sacó de un ambiente y situación tóxica… —murmuraba Hendery sentado en un sofá bebiendo una copa de vino, Xiaojun estaba sentado a su lado, ambos observando como Wong Yukhei hablaba efusivamente con unos tíos.


Yang Yang estaba siendo acosado por una prima de la familia Wong pero como no se atrevía a ser descortés solo asentía, rogando por telepatía que alguno de sus amigos lo sacara de la situación.


—Las personas con el paso del tiempo cambian, creo que todos lo hemos hecho… esto solo es el comienzo de una larga carrera por delante —tragó saliva— no he querido hablar con él sobre lo que pretende hacer respecto a “Sexual Writer” o su figura pública, pero sea lo que sea que elija, no tomes distancias con él, eres su primo más cercano —su cantonés había sonado más marcado.


Gracias por estar con él todos estos años” susurró con falsa casualidad.


Quería decirle que al final de la historia, el hombre degenerado que alguna vez había sido en Boleumdal, en realidad terminó siendo alguien comprometido y totalmente leal con su primo, pero tampoco estaban en esa fase de confianza.


Y cuando Xiaojun se volteó a él, Kunhang bebió vino, porque a sí, al menos podía culpar al alcohol en su sangre por la forma en la que sus mejillas se ponían rojas o la velocidad con la cual latía su corazón.


Mierda.




Observó su teléfono y la hora en ella, hace 10 minutos lo había enviado con la esperanza que lo viera y saliera, pero quizás estaba demasiado ocupado celebrando su propio cumpleaños que no tenía tiempo para escaparse unos segundos, era el centro de atención y se lo merecía en un día como hoy.


Se sentó en una pequeña butaca de plástico frente a la tumba de Ramsés, el aire de su boca y nariz salía en forma de vapor, el frío se sentía hasta los huesos ¿Era momento de que la nieve cayera ya?


En ese momento pensó en sus propios recuerdos sobre la salida del hospital, la sensación de libertad que tuvo cuando le dieron el alta, el primer abrazo, las primeras comidas en el departamento.


Se perdió en esas imágenes hasta que unos brazos rodearon los suyos y un rostro respirara el perfume de su cabello, podía reconocerlo, él había llegado.


—Te traje chocolate caliente, perdón por hacerte esperar —se quedaron un rato así hasta que el menor puso otra butaca a su lado para entregarle la taza— realmente no podía salir, tuve que separar a mi prima de Yangyang.


Cuando hizo un gesto de exageración con los ojos, Jungwoo se rio hasta tapar su boca con la mano derecha, se parecía más al antiguo Yukhei y eso se sentía agradable.


—En realidad quería llamarte porque necesitaba decirte lo orgulloso que estoy de ti, el día de la “liberación” marca un antes y un después, además ser testigo del contraste de todo lo que ha pasado me hace sentir privilegiado.


“Xuxi” se mordió el labio antes de regresarle la mirada, era un gesto sencillo pero para el mayor podía causar estragos en todos los niveles.


No me mires así, es totalmente inconveniente” susurró antes de beber el chocolate.


—¿Por qué? Porque debemos ser amigos ¿Verdad? ¿Cuántas veces has dicho eso y de igual forma me besaste a escondidas en el hospital como si fuéramos dos fugitivos? —Jungwoo meneó la cabeza con una sonrisa antes de esconder el rostro en el cuello de Yukhei, era como un niño tímido— eres exquisito cuando te pones de esa manera y… verte aquí en mi fiesta de cumpleaños, cuando por fin puedo regresar, me… me hace sentir mejor —movió la cabeza para que su boca estuviera contra el rostro del muchacho— aunque… puedes llamarme loco pero siento que algo te está pasando y no es bueno ¿Solo me querías para felicitarme?


Sentía miedo de la conexión que tenían porque incluso con la mejor de las sonrisas, Wong Yukhei podía sentir que algo estaba ocultando.


¿Qué caso tenía mentirle? Sería contraproducente cuando hasta hace poco él había salido de terapia y lo que más le enseñaban era eso, no dejar que los miedos nos ganaran, sus acciones no lo ayudarían en absolutamente nada.


El menor sostuvo su rostro con ambas manos y lo incitó para que no desviara la mirada, de esa manera sería difícil no hacer algo.


“¿Qué pasa?” susurró.


—La próxima semana tengo que ir a la administración militar para mi evaluación —mordió sus labios— el próximo mes cumplo 30 años coreanos.


—¿Qué quiere decir eso?


—Que si todo sale bien, en los siguientes 2 meses podría enlistarme para hacer el servicio militar, en este… país, es… es obligatorio y dependiendo de todo pueden ser de 21 a 24 meses —las lágrimas caían de su rostro, el aliento de su boca salía como vapor, Yukhei estaba en silencio observándolo todo.


El optimismo tenía que primar pero el panorama se veía complicado. 2 años en los que no iban a verse como correspondía, 2 años de separación nuevamente ¿Valía la pena sentar las bases de lo que podía ser una relación en una situación como esta? ¿Estirar lo que no se formó bien desde un inicio?


Yukhei estiró los dedos para secar sus lágrimas.


—Casi puedo escuchar a tu mente pero… quiero que te quede la seguridad que eres más que importante para mí, que independiente de lo que suceda puedo esperar por ti por si es lo que te preocupa pero —rascó su barbilla ansioso— no voy a obligarte a que tú me esperes, si no es lo que deseas entonces así será pero… ¿Podemos vernos ese día después de la evaluación? Independiente del resultado quiero llevarte a comer, así sea una despedida o no.


Jungwoo asintió hecho un mar de lágrimas antes de estirarse hacia adelante y besarlo tan apasionadamente como podía mientras el otro respondía abrazándolo con fuerza. Si el destino no los quería ver juntos entonces sería así, pero necesitaba poder ser sincero con el muchacho, sincero de verdad porque lo cierto era que Wong Yukhei aún ocultaba muchas cosas.


Me encantas Xuxi, me encantas mucho”.


Susurraba contra sus labios, entre besos, entre sollozos y más besos.


Podía quedarle la seguridad que nadie estaría observando, Hellen había sido su cómplice, ella podía vigilar las ventanas o puertas para que su hijo pudiera hablar con el hombre que tanto le gustaba.


Lunes 2 de febrero 2026, 1 semana y días después.


—¿Qué haces hijo? —murmuró la señora Wong asomándose por la habitación de este, estaba viendo su teléfono— ¿Decidiste volver a internet?


—No precisamente, estaba recordándole a Jungwoo la dirección del lugar donde quería que nos juntáramos a comer, no sé si responda pero… eso.


Volteó su atención al espejo para ver que toda la ropa estuviera en orden, se había puesto una camisa oscura al igual que su pantalón, su cabello estaba peinado con precisión hacia atrás y un costado para darle un toque más elegante.


Desde el día de su cumpleaños es que no se habían comunicado de verdad, quería que el mayor se concentrara en la evaluación militar y que no sintiera algún tipo de presión respecto a ello. Pero los días habían sido una tortura en la que cada día lo extrañaba y así, en ese estado, no podía regresar a las redes sociales.


Xiao De Jun había hecho un comunicado diciendo que Huang Xuxi estaba mejor y su futuro se decidiría durante los próximos días.


No le importó en absoluto las especulaciones porque tampoco las estaba leyendo, pero los internautas de todas partes del mundo estaban apuntando contra Corea del Sur, si Sexual Writer dejaba su carrera entonces todo sería culpa de aquellos que lo dañaron lo suficiente como para caer en un hospital de salud mental, si Huang Xuxi decidía dejar la fama y todo lo que conllevara, entonces escupirían en contra de todos los que fueron capaces de traer al presente un pasado donde había sido absolutamente la víctima.


El público general lo amaba.


—A esta hora él ya debiera tener la respuesta de la administración militar —lo abrazó por detrás y hundió su rostro en la espalda de este— vete ya, disfruta porque independiente de lo que pase, puedes decir con seguridad que ya no te queda nada del pasado que resolver, independiente de lo que pase puedes mirar hacia el futuro y construirlo, sabes que tienes a una familia completa que te ama… y sabes que tus padres estarán a tu lado, ya lo hemos conversado.


Ellos sabían que su hijo era bisexual, sabían que su hijo tenía sentimientos profundos con Kim Jungwoo y a pesar de que no había sido del todo fácil aceptarlo, el amor para ellos era mucho más que importante, la felicidad de su único hijo era todo lo que debía prevalecer.


Fue así que tomando su vehículo, Wong Yukhei manejó hacia el mismo restaurante al lado del río Han en el que alguna vez lo había citado hace 6 años atrás, aquella noche fatídica en la que descubrió las fotografías del club con los niños, aquella última noche antes de dejar de verse por tantos años.


Su corazón estaba hecho un desastre y más cuando estacionó el vehículo afuera del lugar reconociendo el que era de Jungwoo. Él ya estaba aquí, él había leído los mensajes, él no los había respondido.


Levantó la vista al cielo pensando en Ramsés y pidiéndole que le diera fuerzas a sus padres para lo que sea que fuera a suceder.


Al entrar al lugar lo vio sentado en una mesa más apartada leyendo lo que parecía ser el menú. Evitó suspirar para que las personas, que ya lo estaban reconociendo, pensaran algo respecto a su sexualidad.


—¿Aún no decides qué comer?


—Todo está delicioso —murmuró bajando la carta y observándolo con los ojos brillosos— pero no tengo hambre y solo pediré algo para beber para no parecer el mayor idiota de la historia.


Podía sentirlo nervioso, su estómago se anudó pero se dijo que no debía ceder a la ansiedad.


—Lo que digan los demás debería importarnos poco —miró a su alrededor, los curiosos murmuraban, ellos hablaban en inglés para que entendieran lo mínimo— te invité aquí por una razón significativa pero si no vamos a comer simplemente no lo haremos —le hizo un gesto para que salieran del restaurante y así fue.


Algunos trabajadores tenían el ceño fruncido observando a aquellas dos figuras famosas, altas y hermosas, caminar hacia la salida, pero fue Huang Xuxi quien se devolvió hacia la que suponía era la mesera que ya había puesto la mesa para ambos.


Lamento los inconvenientes que pudimos haber causado, pero mi mejor amigo Kim Jungwoo está enfermo, de todas maneras, dejaré propina, que tengan buena noche”.


La mujer sintió que sus pies se derretían como la mantequilla pero no se atrevió a responder, solo lo observó impactada de su belleza mientras este le entregaba el dinero.


Ya estando afuera y en completo silencio, ambos caminaron por la orilla del Río Han en una parte en la que no había personas rondando, cada uno con las manos en los bolsillos del pantalón, pateando piedrillas u observando los juegos de luces que podían apreciarse en la lejanía. Llegaron a un punto en los que el camino los llevó a una banca de madera apostada bajo un árbol, ningún ser humano siquiera, nadie querría estar a esta hora afuera siendo las 10 de la noche y en pleno invierno.


—Perdón por arruinar la comida pero soy incapaz de tragar algo.


—No pidas perdón, yo tampoco tengo hambre.


Volvieron a pasar unos segundos de absoluto silencio hasta que el menor se volteó con una mirada difícil de obviar. Jungwoo podía sentir su rostro arder en calor, su cuerpo completo quería ceder ante esa figura exquisita que tenía a su lado esperando respuestas.


Tosió ansioso, era una tortura dilatar lo que había pasado hoy. Pero antes de contar lo que había sucedido en la oficina de la administración militar, el pelinegro se adelantó sujetando sus manos para que lo observara fijamente.


—Antes que respondas quiero darte algo, algo que no pude haberte dado en ese restaurante pero que llevo años esperando hacerlo —mordisqueó sus labios nervioso, casi que cedería al dolor de los recuerdos para hacerlo llorar— porque independiente de lo que te hayan dicho, independiente si esto termina siendo un adiós, quiero que sepas que nunca habrá nadie que pueda ser como tú, por el que tenga sentimientos tan profundos, por el que mi sentido como escritor haya tomado un giro… ¿Recuerdas nuestra última noche, hace 6 años? Te había pedido que nos reuniéramos acá, quería pedirte que fueras mi novio pero…


—No pudimos —gimoteó Jungwoo, casi al borde del llanto.


—No pero… pero conservé algo de esa noche con la esperanza de que algún día volvería a verte, porque, Dios lo sabe, Ramsés lo sabe, mi mejor amigo lo sabe… yo nunca, en ninguno de esos años, dejé de amarte así que… —metió la mano a su bolsillo para sacar dos bolsitas pequeñas de terciopelo blanco.


Nervioso como un chiquillo, abrió ambas y después de desenredarlas, las levantó con su mano derecha ante los ojos lacrimosos de Jungwoo.


Ese día durante la tarde fui a comprar esto, unas cadenas y unos dijes que le dieran sentido al como todo empezó, algo que nos representara”.


Flash Back


Abrió la puerta pero lejos de ver al típico repartidor de comida con la ropa del restaurante que lo contrata, vio un hombre un poco más alto con chaqueta de cuero, una gorra negra hacia atrás, Vans y un arete en la oreja izquierda. Sus ojos eran muy expresivos.


—¿Usted es Kim Jungwoo? ¡Su pizza está aquí! —el estruendo de su voz lo hizo gruñir— son...


—No quiero sonar maleducado pero también pedí una cerveza —quería hablar alto pero su voz se fue perdiendo. El hombre del otro lado se inclinó para entenderle, la cercanía lo hizo hundirse en sus zapatos— disculpe...


El "castaño rubio" lo miró fijamente, apenas podía ver su rostro dentro de aquella sudadera, como un hombre que iba a hacer un sacrificio humano, un hombre con una deformidad o, en el caso más normal, alguien demasiado tímido.


—Honestamente, la... bebí en el camino. La boca del muchacho dentro del departamento se desencajó de tal forma que quiso reír, pero también temió por su vida cuando lo vio ponerse rojo y temblar con los hombros. Iba a decirle una cosa más pero el cliente quitó de sus manos la caja de pizza, le lanzó el dinero a la cara y le cerró la puerta en cosa de segundos.


Fin Flash back


El rubio tocó delicadamente las cadenas y los dijes de oro, cuando comprendió sus figuritas, se mordió los labios y lloró casi en silencio como un niño que había descubierto un tesoro. Eran 2 dijes comprados hace más de 6 años atrás, 1 era un pequeño trozo de pizza, el otro de 1 pequeña jarrita de cerveza.


La idea más loca pero significativa que cobraba sentido cuando se remontaban hacia atrás.


—Yukhei —gimió.


—La mujer que me vendió los dijes debió pensar que era el hombre más estúpido del mundo pero fui feliz así que —estiró las manos para atarle la cadena de oro tras su cuello— la que tiene el trozo de pizza es tuya, siempre la ha sido —lo observó con tristeza— y la que es una jarrita de cerveza es mía.


Jungwoo la sostuvo y se la colocó tras su cuello, pero cuando estuvo lista no fue capaz de soltarlo.


Entre gimoteos y sollozos se acercó para besarlo apasionadamente, emocionado por el gesto, triste por haber esperado tantos años para que esto ocurriera.


El sabor de su boca, la suavidad de sus labios, el contacto húmedo y pasional de lo que era un beso, era esto lo correcto, lo que siempre debió ser, lo que el sentido de justicia les había arrebatado, pero ya no más. No se separarían más.


—Yukhei… —jadeaba contra su mejilla, buscando una gota de oxígeno— Yukhei, la… la administración militar me exentó del servicio militar.


Los enormes ojos del menor lucían aún más grandes cuando escuchó sus palabras. ¡¿Pero qué cosa?!


Yo no quería hacer el servicio militar porque estoy cansado de pensar por los demás, he… he pasado por tanto que por una vez en mi vida quiero tomar la decisión de hacer lo que quiero con ella, así que como buen periodista presenté los papeles que me solicitaron, incluso los de mi hospitalización de salud mental, incluso ser estrictamente sincero con el diagnóstico de que había querido quitarme la vida y que estuve cercano a ello, las evaluaciones con el psicólogo y psiquiatra de esa época en las que mencionaban el diagnóstico de trastorno de ansiedad social, el daño psicológico por el abuso de In Jin, todo de todo… y después de que me evaluaran los psicólogos y médicos de la administración militar, se sentaron a debatirlo”.


—No pueden declararte incompetente mentalmente.


—Mi papá me contó hasta hace poco que a él lo eximieron porque el abuso físico y mental de Injin lo había jodido a tal grado de que en algún momento sí pensó en quitarse la vida pero que yo era todo lo que lo salvó de hacerlo…. Lo eximieron porque no se sentía capaz de dejarme solo con mi abuela viva en esos años y someterse a rutinas que lo apartaran de mí siendo tan niño… —mordisqueó sus labios— quizás yo no esté tan incompetente ahora pero pensé que, si me separaban de la gente que amo 2 años, no sé si podría resistirlo así que cuando los psicólogos y psiquiatras me evaluaron, quizás sí exageré diciendo que aún no podía desligarme del deseo de quitarme la vida… ¿No me creerían? El historial mental me avalaba, las historias de abusos en mi infancia… así que ni servicio ciudadano y mucho menos el militar, fui declarado incompetente por salud mental.


Yukhei se quedó mirando el vacío por unos minutos tratando de hacer funcionar su cabeza, hasta que comprendió que Kim Jungwoo no se iría, que era libre para tomar decisiones y que de alguna u otra manera esto que existía entre ambos viera la luz después de tantos años.


Acarició su rostro, el mayor lloraba pensando que se vendría una nueva etapa en su vida que debía superar, la nación coreana leería su declaración del porqué había sido eximido del servicio militar, sería el tema de conversación, hundirían el dedo en la herida. El ciudadano común sabía que había sufrido por una madre abusadora pero nunca supieron que había sido hospitalizado por intento de suicidio, conversarían sobre esto y los amarillistas harían un festín.


Nada que una persona famosa no tuviera que pasar.


Pero luego descendió la mirada al precioso hombre que secaba sus lágrimas agachado en el asfalto con una cadena de oro y un dije de cerveza colgando de su cuello.


Todo lo que habían pasado no podía ser en vano, todo lo que habían cambiado no podía “no servir” para tener las herramientas en un futuro. Sintió el nudo en su garganta prácticamente asfixiándolo. Todo iba a valer la pena si lo tenía a su lado.


—Te amo —balbuceó— te amo Wong Yukhei, te amo… simplemente lo hago.


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EPÍLOGO



Meses después, domingo 13 de diciembre 2026, Berlín, Alemania.


Trató de pararse de puntillas para colocar la estrella en la punta del árbol navideño y, cuando logró hacerlo, dio pequeños saltitos de felicidad hasta que vio a ese hombre sonriendo bobaliconamente sentado en el sofá de la sala de estar ¿Cuándo había llegado allí sin que este se diera cuenta?


Avergonzado de sí mismo, Jungwoo repasó la mano por su cabello antes de acercarse cuando Wong Yukhei le hizo un gesto con la suya para que se sentara en sus muslos. Cuando lo hizo rodeó su cuello con ambos brazos y lo observó así, con sus rostros cerca del otro, con sus mejillas sonrojadas y su cabello despeinado, con la tranquilidad y felicidad que le provocaba armar su primer árbol de navidad en el hogar que ahora era de ambos.


—Luces como un niño pequeño cuando te pones contento —se mordió los labios— ¿Crees aún en Santa Claus?


—Mmmm puede ser —rascó su oreja avergonzado— ya tengo 29 años, debería comportarme como un hombre de verdad, pero… te odio ¿Sí? Te odio por hacerme una persona sensiblera y por encontrarme bonito cuando me pongo así.


Yukhei meneó la cabeza con misma sonrisa bobalicona, antes de esconder el rostro contra su cuello y mecerlo contra su cuerpo así un par de segundos, escuchando de fondo algunos temas clásicos que escuchan las personas en esta época.


El gran Frank Sinatra con la nieve cayendo en la ciudad.


Pero no todo había sido así de perfecto aunque ¿Les importaba ahora, en el presente?


Efectivamente, hace meses atrás, Jungwoo dio la declaración pública de que había sido eximido del servicio militar debido a historial médico de salud mental. Algunos coreanos detestaron la manera creyendo que todo era una mentira pero otros pidieron que se dejara de juzgarlo por ello, la salud mental era importante y debía dejar de ser tan infravalorada en la nación, si un hombre estuvo a punto de quitarse la vida por extrema ansiedad ¿Cómo podía ser capaz de ser sometido a cualquier instrucción?


¿Cuándo les iba a jodidamente poner sus frustraciones en las figuras famosas por sus propias vidas miserables?


Esa había sido la primera etapa de superación, la segunda tocó para “Huang Xuxi” cuando regresó “al mundo”, las ofertas de entrevistas llovieron como 10.000 dardos por segundo, los medios se pelearon con ofertas que llegaban a cifras escandalosamente tentadoras pero no aceptó ninguna de ellas. NO quería lucrar con su salud mental, no había cifra monetaria que pudiera pagar la tranquilidad con la que se sentía ahora. Finalmente solo escribió una carta para sus fans que subió a su propia página web explicando a grandes rasgos las cosas.


Después de conversarlo por días con su familia, Xiao De Jun, Yang Yang y hasta Jungwoo, finalmente Huang Xuxi decidió que no aceptaría las actuales ofertas de trabajo para las marcas que alguna vez lo abandonaron cuando se le acusó por lo de Boleumdal y que, si aún había algunas interesadas, lo haría pero trabajando desde Alemania que era donde finalmente había formado su hogar, porque agradecía el amor de la sociedad coreana pero no era donde quería vivir toda su vida.


Por supuesto las peleas de internautas fueron unos escándalos, se culpaban entre sí, los fans internacionales culpaban a los coreanos por haberle hecho tanto daño.


La tercera etapa de superación vino para Jungwoo cuando fue sincero con sus padres y consigo mismo, él era gay y no iba a poder vivir tranquilo aquí, no con el hombre que amaba, no cuando aun siendo 2026 las personas invalidarían su trabajo profesional por algo como la condición sexual.


Renunció a su trabajo y aceptó la oferta que un importante canal de Alemania le estaba dando. Iba a tener que apartarse de sus padres, iba a tener que vivir lejos de su mejor amigo y aunque lo había llorado todo comprendió que debía seguir lo que más deseaba.


Fue así que en septiembre finalmente llegó a Berlín bajo las especulaciones de los medios que algo estaba ocurriendo entre él y Huang Xuxi, algo que confirmó cuando a través de la revista TIME confesó: “Soy homosexual, estoy orgulloso y soy feliz porque las personas que me amo están a mi lado”.


En Corea desde siempre hubo especulaciones por lo que no fue tan impactante cuando dijo que era gay, las noticias, las redes sociales en ese país, todos se dividieron por ello entre apoyarlo o repudiarlo. ¿Cerrar sus cuentas? No ¿Leer comentarios? Sí ¿Enfrentarlos con valentía? Por supuesto.


Lo leía y se reía, la felicidad interna era tanta y la sensación de libertad tal que si algunos lo odiaban porque era gay o porque tenía una relación con el escritor más famoso de los últimos tiempos, no le importaba. Mierda ¡Nadie de ellos podría disfrutarlo tanto como él sí podría!


Casi sentía lástima por las fans de Sexual Writer, pero la mayoría los amaban y les daban su bendición así que realmente el sentimiento era de gratitud.


—Más tarde vendrán Xiaojun y Yangyang a comer ¿Me ayudarás a hacer la cena?


—Puede ser —besuqueó sus labios— pero, no lo sé, estoy en la duda… podríamos ocupar ese tiempo en hacer el amor, solo… pidamos comida sí.


—Te convertí en un monstruo —mordisqueó su cuello haciéndolo retorcerse y reír escandalosamente— Aber ich kann dir nicht widerstehen, das Gefühl ist gegenseitig, ich möchte nur, dass du zu viert wie eine Schlampe schreist.


—Huang Xuxi, eres un depravado ¿Crees que no he aprendido el mínimo de alemán contigo en la cama? —revolvió su cabello antes de separarse— iré a buscar mi teléfono a la habitación.


Cuando el mayor se perdió de su vista, Yukhei se acercó a la cocina para buscar detrás del refrigerador el regalo que le tenía preparado. Mierda, no iba a resistir para dárselo en navidad ¡Realmente quería dárselo ahora!


Tragó saliva compulsivamente, casi se sentía como una petición de matrimonio, casi.


Tomó suficiente aire para salir de la cocina pero frunció el ceño cuando vio a Jungwoo parado abrazando el teléfono móvil contra su pecho mientras lloraba como un niño pequeño.


Mierda, pero ¡¿Qué le pasaba?!


—Mi amor —balbuceó, dejó el regalo sobre la mesa más cercana y se acercó para sostener su rostro— mi amor, Jungwoo por favor dime qué pasa.


—Es mi mamá… es mi mamá, por Dios.


Toda la sangre se le fue de la cabeza a los pies dejando su rostro totalmente pálido, pero no iba a desmayarse, su chico lo necesitaba.


—Jungwoo, dime lo que pasa así puedo ayudarte, puedo ayudarlos.


Y cuando el muchacho le dio play al video que Hellen le había enviado, Yukhei tuvo la necesidad de derramar lágrimas tanto como su novio lo estaba haciendo.


En el video se veía a aquella hermosa mujer sentada en la cama de piernas cruzadas y abrazando una almohada, con sus ojitos azules anegados y su cabello rubio cubriendo sus hombros.


Hijo, yo sé que no debería hacer esto por este medio, pero no puedo resistirme hasta esperar a la navidad para llegar a tu lado y contártelo. Dios, tu padre está ahora allá afuera quien sabe dónde para preparar lo que será un delicioso almuerzo hoy, pero… —trataba de calmarse, pero las lágrimas salían compulsivas una y otra vez— pero no lo entiendo, y… y antes de decírtelo, Jungwoo, solo quiero que sepas que desde que te conocí te adopté en mi corazón como si hubieras salido de mí misma, siempre te amé como si fueras de mi sangre y nada ni nadie va a borrar la idea de que eres mi hijo ¿Lo sabes verdad? ¿Sabes que te amo y lo haré siempre? —rió torpemente— pero debes saber que a pesar de que estamos aterrados con tu padre porque ya no somos tan jóvenes como antes, porque casi tengo 44 años, ya nos vamos a ser dos personas que lleguen desde Corea a visitarlos… mira —le mostró algo blanco, algo que indicaba dos líneas— cre… creo que vas a tener un hermanito o una hermanita, solo pido… solo pido que lo ames ¿Sí? Porque en un futuro él o ella te amará mucho más”.


¿No sé suponía que Hellen no podía tener hijos?


Había una explicación biológica para ello, pero no lo sabían, quizás más adelante cuando Joonhyuk y Hellen pudieran ordenar sus cabezas irían a un médico especialista para encontrar la razón ¿Un diagnóstico errado en el pasado? ¿Quizás?


Oh, todo lo que Jungwoo hacía era abrazar a Yukhei llorando y balbuceando que iba a ser hermano.


Sus hermanos en Estados Unidos y con quienes ya había compartido la navidad pasada, eran muy importantes para él, Dios ¡Se hablaban prácticamente todos los días! ¡Luchaba para ser mejor ejemplo para ambos y consentirlos mientras la vida le daba la oportunidad de hacerlo! ¿Qué importaba si la madre en común había sido una enfermera agresiva? Nada…


Pero ahora la situación era diferente y el menor lo sabía, por eso no podía evitar emocionarse por lo que parecía el principio de una nueva vida gestándose en el interior de aquella mujer.


Hellen había dado mucho en el pasado con un ex marido abusador y nunca cerró su corazón, por la misma razón llegó a Corea y conoció a Kim Joonhyuk. El destino fue muy sabio, una mujer con su temple y amor, con su sabiduría y forma de ver la vida logró cosas increíbles, fue cómplice, confidente, consejera, siempre en pro de lo que era lo correcto. No había forma de no caer en sus encantos, no había forma de no entender lo que esto podía significar para alguien que había sufrido por no ser capaz de concebir.


Jodida mierda, por supuesto que se merecía esto.


—Felicidades Jungwoo, vas a ser hermano mayor y vas a poder disfrutar del proceso —besó su rostro y sus labios— si yo fuera escritor de tu vida, habría hecho lo mismo, darle el final que todos se merecían después de pasar por tanto…


—Me da pena mi mamá porque hubo inseguridad en su discurso, cree que no voy a estar feliz por esto cuando ahora no puedo dejar de llorar de amor, se lo merece tanto, ella es un ángel, mi papá es mi héroe, ellos se lo merecen tanto… mi hermano va a ser feliz, va a poder tener todo lo que yo no tuve desde niño —trataba de limpiar su cara pero empezó a reír y llorar de alegría— que hermoso se siente ser feliz, iré a buscar una botella de champaña y vamos a brindar ahora mismo cuando hagamos video llamada con ellos ¿Sí? Ya regreso.


Wong Yukhei rió por las mismas razones antes de secar sus ojos y esperarlo sentado en el sofá.


Por supuesto que se vendrían asuntos médicos, preocupaciones que todo embarazo conlleva, ellos mismos aún tenían mucha historia que seguir construyendo pero “el ahora” era tan hermoso que quería atesorarlo lo máximo que se pudiera.


Cuando Jungwoo llegó con la botella de champaña, se permitió llenar las copas con un poco y pedir tomar la palabra antes de siquiera sostener el teléfono y contactar a su familia en Corea.


—Quiero hacer un brindis, Kim Jungwoo, primero por nosotros porque no ha sido para nada fácil poder tener todo esto que estamos teniendo —miró a su alrededor con melancolía— y porque en estas paredes pasé gran parte construyendo algo de lo cual Ramsés fue testigo y, cielos, estoy seguro que de haber estado acá estaría en medio de ambos esperando que te lo entregara.


—¿Entregarme qué?


El menor se paró para sostener una caja mediana de regalo encima de la mesa, un objeto que Jungwoo había ignorado dada la emoción del momento.


—Sabes que el próximo mes voy a publicar al fin otro libro, porque eso soy, a pesar de todo el comercio de imagen que hago soy eso, un escritor.


—¿Me vas a regalar el libro? ¡¿Voy a ser el primero en leerlo?!


Negó aunque terminó riendo cuando Jungwoo frunció el ceño enfadado, había sido una pelea constante sobre eso, nadie tendría derecho a leer su nueva historia antes del estreno.


Imbécil” masculló.


—No, pero a cambio te tengo esto, algo que vengo haciendo desde la época en el que tuvimos nuestros encuentros sexuales sin que supieras la identidad de Sexual Writer ¿Lo recuerdas? Y… esto lo he escrito durante años porque nunca supe cómo iba a terminar la historia… ábrelo.


Confundido, Jungwoo se acomodó en el sofá y desenvolvió los lazos de la caja de regalo, luego retiró el papel y cuando quitó la tapa la expresión de su rostro fue un tesoro que no iba a olvidar jamás.


En completo silencio sacó de aquella caja un libro con un diseño exquisito, con un trazo y trabajo digital maravilloso de ambos en la portada, un regalo que Liu Yang Yang y más aún, que Xiao De Jun le ayudó a concretar.


Los dedos delgados y largos de Jungwoo acariciaron la portada en el mismo momento que Wong Yukhei lo abrazó por la espalda, llenó de pequeños besos su cuello y luego la oreja para quedarse así a susurrarle la dedicatoria que le había escrito con puño y letra en la primera página, mierda, se la había aprendido de memoria en la preparación del libro más especial de todos, la única copia que recaería en el destinatario más importante.


“Porque empecé con los primeros apuntes cuando vivía en el departamento cerca del tuyo, cuando eras ese hombre que se escondía en su propia ropa y casa como una tortuga, porque me enamoraste con tus miedos y tus defectos, por esa historia de dos hombres que jugaron a tener sexo a ciegas, por esos hombres que se quisieron como nunca nadie lo había hecho.


Porque seguí escribiendo cuando supiste quien era SW, cuando me viste en el club sexual, porque me aceptaste como era, por ti, que incluso cuando nos separamos 6 años, incluso cuando tuve tanta tentación de rendirme, Ramsés me miraba y se sentaba en la computadora para continuar con este proyecto.


Y por esos apuntes que seguí escribiendo cuando estaba hospitalizado dentro de las 4 paredes del hospital de salud mental.


Por ese hombre que lucía como un pajarito con alas rotas, que se terminó convirtiendo en el hombre empoderado y famoso periodista del último tiempo. Que con su carácter especial logró cosas increíbles. Por ti, porque los roles se cambiaron y yo terminé necesitando que me sacaran del calvario.


Para ti, Kim Jungwoo, porque eres el hombre que amo, te he escrito la historia que hemos vivido con los detalles que solo tú y yo sabemos. Y, aunque sé que esto solo es el principio de toda una vida que quiero vivir contigo, quiero que sepas que aunque publique cientos de libros, siempre vas a tener un lugar especial como ese chico que me pidió consejos a través de un mail para dar el inicio de –nuestra novela-, siempre, por favor recuérdalo, siempre te voy a amar como el gran lector que eres, mi fan número uno, mi Zeus…


-Te ama, te desea y anhela, tu escritor favorito, Sexual Writer”.






~~~~~FIN~~~~~


Nota autora:


No quiero explayarme demasiado pero este final además de dejarme con lágrimas, me deja sentimientos encontrados. Porque de haber continuado en Wattpad sé que habría alcanzado cerca de los 200.000 visitas, porque sé que muchas personas lo habrían podido continuar.


Así que, si estás aquí, si me seguiste a esta plataforma o si te perdiste y lo volviste a encontrar, quiero agradecerte del fondo de mi corazón por acompañarme en esta aventura.


Hay muchas respuestas aún por responder pero quiero que ustedes continúen con ello en su cabeza.


Y los dejo invitados para el domingo 8 de septiembre en el estreno de "Más allá del mar", porque se viene con todo, de preferencia en wattpad @trinidadvictoria.


Los amo, de verdad, los amo.

13 Comments


Chittaprrrrr🐉
Chittaprrrrr🐉
Jul 06, 2020

Estoy llorando, fue precioso, lo amé. Admito que quería terminarlo porque me vicié a la historia pero a la vez no quería seguir avanzando sksmdjajdjc ahora que lo terminé no sé qué hacer con mi vida ajdhdhs.

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Wong Xuxi
Wong Xuxi
Jun 30, 2020

Después de un año vine a recuperar la historia,nunca hice por buscarla desde que ya no estaba en wattpad,de casualidad encontré la pagina y decidí leer,casi no recordaba la historia hasta que en la mitad supe que era la que leía en wtt,realmente tu trabajo es increible sentí la emoción en cada capitulo,he llorado también y espero que muchas personitas mas encuentren esta joyita,recomendé la historia a unos amigas así que espero que les haya gustado,por mi parte estoy agradecida por lograr transmitir todo tan bien y hacerme sentir parte de la historia,eres una gran escritora,sigue así bu,Fighting!!,ahora me dirijo hacia wattpad y seguiré apoyándote en tus siguientes proyectos.

Te admiro mucho.

Tu fan

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Maary Velazqueez
Maary Velazqueez
Dec 28, 2019

Ojalá decidieras hacerlo físico al igual que la obsesión del demonio😭

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Maary Velazqueez
Maary Velazqueez
Dec 28, 2019

I'm crying;; Triny, eres la mejor. Nunca decepciones a nadie con tu talento escribiendo. Gracias por hacerme feliz♥️

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Luz C
Luz C
Nov 14, 2019

Hola. No sé si vayas a leer esto, pero yo seguía la historia en Wattpad y cuando se perdió me frustre bastante. No sabía que había sido de ella, y me quedé justo en la aparición de sexual writer 6 años después. Por suerte pude encontrarla de nuevo y me la termine en un par de horas. Tu historia realmente me llevo, tu forma de escribir me hizo sentir parte de la trama, con el capítulo de la muerte de Ramsés no pude evitar llorar y sentir todo lo que sentían ellos!! Y el final fue realmente hermoso, sentía mucha curiosidad por cómo ibas a terminarlo y fue realmente perfecto. Muchas gracias por compartir con nosotros una historia tan sublime

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