"Imposible" Capítulo 12: Las cartas sobre la mesa
- TrinidadVictoria
- 1 jun 2019
- 12 Min. de lectura

Para sus amigos era evidente que algo había sucedido, el rostro de Mark estaba como piedra al igual que los movimientos de su cuerpo. Se acomodó al lado de Taeyong y sostuvo un vaso de vidrio con refresco y hielo, pero al sentirse tan observado alzó la mirada a sus amigos.
—¿Tengo algo en el rostro?
—Mark —Taeyong frunció el ceño— y con respeto a Yukhei que tiene que escuchar estas cosas pero ¿En qué mierda estabas pensando? —no dijo absolutamente nada en ese momento— hay una fiesta con al menos 100 personas aquí, Han Eul estaba buscando a su pareja ¿Y se te ocurre estar con él? ¡El riesgo que los hubiese encontrado ha sido muy alto!
—Cálmate —le murmuró Ten a su pareja, tenía el semblante poco amigable pero cambió a uno más amable cuando se sentó al lado del canadiense y lo abrazó de lado— entiendo que a veces no podamos controlar ciertas cosas pero lo que hiciste estuvo delicado, tienes todos los días para acercarte a Johnny... ¿Por qué ahora?
—Sí ¿Vale la pena arriesgarse por ese idiota mimado? he tenido que mentir para salvarles las espaldas.
—Porque mis sentimientos así me lo pedían —balbuceó el rubio con el nudo en su garganta.
Wong Yukhei observó la situación y sonrió con ese toque dulce del amigo que todo lo comprende. Taeyong tenía los brazos cruzados y la mirada hacia otra dirección mientras Ten reforzaba el abrazo con Mark y apoyaba su rostro en el hombro de este.
—Sin afán de inmiscuirme en asuntos que no me corresponden... pero creo que Mark es un hombre ya bastante maduro como para hacer lo que crea correcto, de todas formas ¿No fue Johnny Seo el que lo siguió? —los ojos brillantes del "cachorro" le agradecieron en silencio su intervención— entiendo el enojo de Taeyong porque en medio de la ansiedad hizo lo que pudo con nosotros para entretener a la novia de J Seo, sin embargo pónganse en el lugar de Mark, el hombre que le gusta está frente a sus ojos con su novia ¿Acaso no es difícil fingir?
"Jack Frost" mordió sus labios antes de girar el rostro y observar al muchacho que estaba a su lado ¿Había olvidado todas "las primeras veces" que hizo cosas con Ten a escondidas para evitar que los descubrieran? Alzó los ojos a Johnny y su novia, aquel gigante abrazaba a la muchacha de costado mientras tenía una sonrisa realmente falsa en sus labios.
Que situación más incómoda. No quería ser duro con el canadiense pero de alguna forma necesitaba protegerlo, el nene experimentaba cosas y mantenía una ilusión que cualquier imbécil podía tomar y destruir a gusto.
—Mianheio, Mark —suspiró— pero creo que eres una persona realmente valiosa, no mereces que cualquier persona juegue contigo —apuntó disimuladamente al americano— a diferencia de él, tú no tienes a nadie en Corea del Sur salvo por nosotros.
Dentro de la siguiente hora los dueños de casa presentaron a los invitados de honor, los padres de Han Eul, el alcalde de Seúl y parte de los mayores accionistas de Keullobo con sus parejas. El exceso de adulación hacia los Oh (familia de Han Eul) era notorio, fue allí que Mark entendió la verdadera intención de la fiesta y que los Seo no eran tan puritanos como creía, había olvidado que eran empresarios y podían haber segundas intenciones en todo.
Johnny estaba incómodo, miraba el reloj en su muñeca cada 10 segundos, acomodaba el cuello de su camisa y desviaba sus ojos hacia Mark con su grupo de amigos. Guardó en su corazón el deseo de compartir con ellos, imaginó por un breve instante sostener su mano mientras el muchacho se acomodaba en su pecho y hablaba con los demás.
Cuando fue la 1 de la madrugada, Yukhei se acercó a su amigo y se despidió, como había sacado licencia en Corea y había llegado en vehículo no tuvo reparos en ofrecerle a "Taeten" llevarlos a su hogar.
El canadiense percibió una sensación de abandono increíble cuando la figura de sus amigos desaparecieron dentro del auto y en el horizonte. "Solo haz las cosas correctas, te mereces lo mejor, amigo mío" le susurró Chittaphon al oído sorprendiéndolo, usualmente le daba consejos con picardía pero esta vez que la situación había sido complicada, hablaba muy en serio.
Podía despedirse de los demás o incluso de Han Eul pero estaba tan agotado que solo le comunicó al asistente Choi que iría a reposar a su habitación porque no estaba en condiciones físicas para mantenerse más tiempo en pie. Sus mejillas se sonrojaron saber qué había motivado la situación.
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A las 3 de la mañana no quedaron invitados. Han Eul y sus padres se fueron con una sonrisa agradecidos por la hospitalidad, por supuesto que el señor Oh estaba más convencido que nunca que una asociación con los Seo favorecía TODO. Los encargados de banquetería limpiarían todo y el señor Choi se encargaría de cerrar las puertas cuando no vagara ni un alma en pena.
Después de estar en el baño, Johnny se tendió en su cama mirando el techo. Estaba solo, sus brazos se sentían vacíos y no sedientos por una mujer. ¡Ese niño se metía en su piel como droga de contacto! En el preciso instante en el que recordó que debían hablar después de la fiesta, una figura apareció en su puerta.
—¿Johnny? —murmuró preocupado— ¿Estás despierto?
—Por favor, entra.
Encendió la luz cálida creando una atmósfera particular. El muchacho observó su alrededor con cierto asombro, esta era la primera vez que entraba en la habitación de Johnny Seo de manera normal, el primer día que se conocieron fue un accidente.
—No podía quedarme dormido pensando que nos debemos una charla sincera.
—Lamento que la fiesta durara tanto, no podía echarlos a todos aún cuando las ganas de hacerlo me comieran por dentro —frunció el ceño, la distancia del canadiense con él no le gustaba— puedes acostarte ¿Sabes? —extendió las ropas de la cama hacia atrás dándole una invitación difícil de rechazar— la conversación será larga y no quiero que te resfríes, otra vez.
—Mi mente es fuerte pero mi cuerpo es... débil —susurró sincero.
El americano dormía solo con ropa interior por lo que la situación se hacía aún más compleja, no pidió permiso, no lo incitó a algo sucio tampoco, solo se acomodó de forma tal que Mark descansara su rostro en su pecho, justo en el sector que latía su corazón.
—¿Te sientes bien? ya sabes —tragó saliva avergonzado, el color de sus mejillas delataban los pensamientos que cruzaban su cabeza.
—Me duele de una manera excitante —murmuró acariciando la piel del americano con sus palabras, estaban tapados, estaban cómodos, eran solo ellos dos teniendo intimidad de forma secreta entre esas 4 paredes— ¿Vamos a hablar?
—Mark Lee, hoy cuando dijiste cosas, hoy... cuando tu voz se quebró, me sentí profundamente miserable pero también inquieto —acarició la cabellera rubia del muchacho con su nariz y labios, amaba abrazarlo, amaba tenerlo así— la verdad es que nos conocemos hace 1 mes y es menos desde que descubriste que soy bisexual... la posición en la que estamos es difícil.
—No quiero que pienses que soy un niño mimado, pero es mi culpa ¿Sabes? por fijarme en un hombre 7 años mayor, un abogado de Harvard, alguien chaebol y novio de una mujer increíblemente guapa.
"Le estás haciendo daño" pensó Youngho, pensamiento que lo llevó a abrazarlo completamente y besar su frente con un cariño desbordante.
—¿Y qué dices de mí? un hombre que tiene la vida prácticamente armada se fija en alguien que por poco roza la ilegalidad, un muchacho de 18 años estudiante de medicina... un hombre —tocó la punta de su nariz cuando alzó su rostro— las cosas se dieron así porque sí pero tú mismo te estás dando cuenta, estamos en una situación compleja.
—¿Qué podemos hacer?
—No quiero que se repita lo mismo que sucedió con Hansol —bajó el rostro tan solo un poco para besar su frente—quisiera poder decirte que voy a luchar por ti pero... no nos conocemos del todo, por algo tan breve no puedo arriesgar mi vida como está ¿Sabes por qué? —Mark se repitió un millón de veces que no debía llorar, su garganta lo asfixiaba— porque no hemos podido compartir, nos conocemos muy poco.
Sus palabras herían como cuchillos calientes, sabía que era insensato querer que le prometiera el sol, la luna y las estrellas o le pintara un futuro de cuentos de hadas, pero no podía evitar que doliera tanta sinceridad. Inspiró profundamente antes de pestañear un par de veces.
—La respuesta está en la tuya entonces, Johnny Seo, si no quieres que se repita lo mismo que le hiciste a Hansol, debo decir que merezco respeto... no puedes dejar a Han Eul por un ligue de tan pocos días, lo entiendo —se remeció en su lugar— ¿Pero sabes lo que no puedo evitar que me moleste? es... es el hecho que puedes darte el gusto de tener 2 personas a la vez y eso, querido abogado, no puede ser.
—¿Cómo?
—Sé que no es lo que deseas pero se debe dar, repito ¿Dejarías a Han Eul por un ligue masculino? —frunció el ceño— la situación es así, no hay disponibilidad de mi parte para estar siempre que me necesites, al igual que tú ¿No crees que tengo derecho a hacer mi vida con otra persona? —el cambio que sufrió el rostro del americano fue casi para reír, la inquietud pasó a ser enfado, la respiración se tornó irregular y la mandíbula estaba tensa como piedra— juguemos de igual a igual, Johnny Seo, tú no me perteneces, yo no te pertenezco pero... aprendamos a conocernos, aprendamos a que la relación salga natural... si con el paso del tiempo llego a ser un hombre importante para ti tendrás que poner en la balanza que es más fuerte... Han Eul o yo.
—¿Puedes dejar en claro qué está prohibido a partir de hoy? —murmuró fastidiado, era egoísta e imprudente sentirse inquieto al imaginar a Mark en los brazos de otro hombre— ¿Pondrás tus límites?
—Ni siquiera sé que suceda de ahora en adelante, Johnny, solo quiero que aprendas a conocer a Mark Lee más allá que solo el sexo, por favor entiende mi punto de vista... no es justo que esté siempre disponible para hacer de mi lo que quieras mientras Han Eul no tiene idea, no quiero ser segundo plato de nadie.
Era absolutamente cierto pero aún así se negaba a aceptarlo tan fácilmente. Nunca una persona le daba una respuesta negativa y aquí estaba, Mark Lee había puesto sus cartas en la mesa, estaba en él aceptarlos o no. Deshizo el abrazo y cruzó los brazos sobre su pecho analizando la situación, había pedido esta conversación y ahí tenía las respuestas ¿Pensaba que todo sería fácil? Él le había entendido, ahora correspondía entenderlo de vuelta.
Por su parte el canadiense sintió una necesidad imperiosa por llorar, había buscado la respuesta e incluso se comprendió así mismo. No era un niño mimado, solamente no quería ser segundo plato de nadie. Sus amigos tenían razón cuando decían que merecía cosas buenas y que anduviera con cuidado, ahora lo estaba haciendo.
El silencio se hizo tan espeso e incómodo que comprendió que debía irse, si quería aceptaba, si no lo lamentaría demasiado pero él tampoco estaba dispuesto a sufrir por otro hombre. La luz se había apagado. Hizo el intento de moverse pero Johnny lo abrazó por detrás de manera posesiva en un abrazo "cucharita".
—Cuando digo que no quiero cometer el mismo error que con Hansol hablo enserio —susurraba contra su oreja, el vapor que emanaba de su boca jugaba con la piel del muchacho produciendo efectos devastadores— no sé qué haces conmigo... solo sé que me estás volviendo loco —besó su nuca pero no para provocarlo sexualmente, era una demostración de cariño— no quiero ser egoísta, pero si así es como te sientes aceptaré lo que pides, sé que no eres como los demás pues ¿Quién arriesgaría su propia vida por otros? solo un héroe.
—Es que soy gay, me ofenden a mí —balbuceó sollozando.
—Independiente de lo que suceda, voy a protegerte —besó su cabellera— nadie te hará daño por lo que eres, cachorrito de león.
Un súbito alivio llenó el cuerpo del muchacho y es que aquel abogado aceptaba sus términos. ¿Era muy fantasioso desear que en sus ojos hubiese el mismo amor que Taeyong y Ten se daban? Suspiró, haría las cosas bien para que conociera su verdadera persona.
—Por favor duerme conmigo, así... —gimió estrechándolo contra su cuerpo— me siento seguro contigo aquí.
Mark abrió los ojos al escuchar verdadero temor en sus palabras, un hombre de su envergadura e importancia ¿Podía hablar con miedo por ser abandonado? ¿Se trataría esto de cómo Hansol desapareció de su vida? Suspiró y acarició los brazos del gigante que lo rodeaban. Él también se sentía seguro entre su cuerpo, su calor y cariño. Le daría el voto de confianza.
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Jueves 28 de septiembre 2017, 6 días después
Tenny: Este sábado se hará una reunión de la comunidad LGBT en Seúl! 14:05
Debes ir conmigo y Taeyong , estoy seguro que más de alguien podrá contarte de su experiencia 14:06
ven ven ven 14:06
ven ven 14:06
ven!!! \(*o*)/ 14:06
Mark se mordió los labios para aguantar la risa, podía imaginar a Chittaphon moviendo los brazos mientras hacía aegyo para convencerlo. Sí, iría porque estaba seguro que era lo correcto, no le gustaba clasificarse y moverse solo en comunidades "gay" pero al menos esta vez quería escuchar otras experiencias.
Yukhei le pegó por debajo de la mesa cuando el curso completo silenció. Ambos entrecerraron los ojos cuando alguien entraba con la mirada seria en el salón de clases, alguien que definitivamente no había formado parte del cuerpo de académicos. En sus manos llevaba una carpeta con varias hojas ¡¿Haría examen sorpresa?! Caminó bajo el silencio sepulcral con una autoridad avismante, su ceño fruncido, las proporciones de su cuerpo, sí, era de temer.
—Bioestadística, Bases y fundamentos de la medicina I, matemática, química... —su voz era aterciopelada pero letal— no pertenezco a ninguno de esas asignaturas de este primer semestre... el profesor que tenían antes fue diagnosticado con una patología que se mantiene en estricta confidencialidad, así que a partir de hoy seré yo quién dictará las cátedras —caminó a la pizarra y escribió con caligrafía romana.
—La milicia llegó a la universidad —susurró Yukhei a su oído.
—Choi Siwon, médico con doctorado en ciencias biomédicas, soy yo quién les hará clases en biofísica este semestre, el siguiente en biología molecular y celular y más adelante durante la carrera en inmunología, farmacología y fisiopatología.
Aunque los alumnos parecían mantener un semblante sereno como "los niños genios" que eran, por dentro sintieron algo de miedo. Les gustaba los desafíos pero habían escuchado de historias universitarias cuando los profesores no sentían agrado por alguien y le hacían la vida imposible.
—Tengo en mi poder las calificaciones de su primera prueba y aunque no debería sorprenderme lo hago ¿No son los alumnos de la SNU los mejores del país? —sacó una hoja con un promedio de las notas— prácticamente todos aprobaron con calificaciones que promedian 94 puntos, solo una persona alcanzó los 100 y solo una persona aprobó con la nota mínima.
Mark sintió ira cuando el varios alumnos del salón se giraron a verle el rostro con burla, pero en el fondo incluso él mismo sabía que era esa persona. Se había esforzado lo suficiente para ello pero cuando enfrentó la prueba casi perdió los estribos. Yukhei les frunció el ceño, Siwon Choi observó la escena sin emoción alguna.
—¿Tú nombre? —todos silenciaron, todos clavaron sus ojos en el canadiense.
—¿Qué quiere comprobar? —dijo desafiante.
—HE-DICHO-TU-NOM-BRE —sus cejas se espesaron más.
El rubio cerró los ojos, contó hasta tres y botó el aire de sus pulmones, debía canalizar su ira hacia otra cosa y no con el nuevo maestro.
Su porte y proporciones eran mucho mejores, su edad podía rondar los 30 o más, sí, con su mal comentario se había anotado en la lista de aquellos que son víctima de los tiranos.
—Mark Lee, señor Choi.
—Pues —sacó su prueba del montón, era la primera— para el disgusto de aquellos futuros médicos que compiten por quién es mejor, debo decirte que fuiste la única persona que aprobó con nota 100.
Yukhei fue el único que sonrió como si se hubiera ganado la lotería, su amigo estaba con cada músculo de su rostro rígido. Todos abrieron sus ojos sorprendidos pero mantuvieron su atención en la pizarra. ¡¿Él?!
—Las calificaciones estarán dispuestas al final de la clase, ahora... presten atención porque voy a comenzar la clase.
Estaba claro porque la Universidad Nacional de Seúl había contratado a ese hombre, el doctor Choi Siwon tenía una habilidad exquisita para hablar sobre los temas complejos de la biofísica. Cuando un alumno no comprendía y levantaba la mano, él respondía de una manera tal que todos pudieran entender la respuesta porque no iba a repetirla. Mark Lee se sintió agobiado, tener la calificación perfecta solo era una presión para mantenerla y estaba seguro que ese hombre se encargaría de recordarlo.
De pronto pensó en Johnny y la seguridad que le brindaban sus brazos, sí, quería estar en ellos ahora mismo.
Tras 1 hora y 20 minutos Choi Siwon dio por terminada la clase, poco a poco los muchachos retiraron su informe de notas y salieron de allí casi sudando. Mark siguió a Yukhei pero cuando ambos iban a salir de la sala de clases, aquel hombre llamó su atención.
—Mark Lee debo hablar a solas contigo, puedes retirarte —le dijo a Yukhei, quien le hizo una señal con la mano al canadiense para decirle que lo esperaría afuera. Cuando la puerta se cerró, él habló nuevamente— no voy a tolerar faltas de respeto en mi clase.
Estaba parado pero apoyado en el borde de la mesa de cristal, frente suyo con los brazos cruzados, con una mano sobre su barba al ras y el ceño fruncido daba la impresión que le haría daño. ¿Por qué no admitir que se había equivocado?
—Pido perdón por la actitud deplorable que tuve frente a la clase —murmuró con la vista en sus ojos, quería desviar la mirada hacia los zapatos pero sabía que podía ser reprendido por ello.
—Espero no se repita, son conductas que pueden incitar a los demás a tener una actitud insolente, solo porque sus calificaciones son perfectas no voy a llamar al consejo para que le hagan un cambio a su imagen —indicó el cabello rubio del muchacho— ¿Qué clase de médico luce así?
Instintivamente se tocó la cabeza, sus mejillas se sonrojaron y empezó a boquear, a Johnny le había gustado mucho como lucía así, no quería volver al cabello negro al menos por ahora. El señor Choi apenas pestañeaba y como no decía palabra alguna, Mark tuvo la necesidad de mirarlo a la cara, tenía toda la apariencia de un hombre rico siniestro, vestía bien y su perfume olía costoso. Se sintió intimidado por sus proporciones.
—Váyase —susurró indicando la puerta.
Después de hacer una reverencia caminó hacia la salida sintiendo el peso de sus ojos en la nuca. Se había salvado por tan solo un poco de ser castigado, pero luego sonrió cuando vio a Yukhei. ¡Había tenido la calificación perfecta!
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