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"Imposible" Capítulo 13: Nuevos amigos ¿Nuevo enemigo?




Los jueves entraba a clases más tarde, sí, pero también salía más tarde. La emoción llenó su rostro cuando vio el mensaje que había llegado a su teléfono ¿Estaba permitido sentir mariposas en el estómago? eran palabras simples, nada más.


Gigante: Cachorro , estoy esperándote en la plaza principal del campus, no tardes ;) 19:30


Por supuesto que no había esperado algo así pero suponía que todo era parte del plan de conocerse mejor. Se despidió de Yukhei que iba en la dirección opuesta, luego llevó las manos a sus bolsillos y aceleró la velocidad de sus pasos para llegar pronto ¿Cómo sabía el americano la hora en la que salía de clases?


Apretó los labios evitando tener una sonrisa bobalicona en su boca, cualquier detalle encendía sus mejillas.


Apenas llegó a la plaza principal sacó el teléfono móvil, la imagen que tenía frente a sus ojos era digna de plasmar y es que no podía evitarlo, Johnny Seo lucía increíblemente guapo y no era el único que pensaba lo mismo, un par de alumnas que caminaban cerca desviaron la mirada hacia él. ¿Podía culparlas? no.


Su altura, la proporción de su cuerpo dentro del traje Armani, el perfil y su sonrisa observando las hojas de los árboles moverse con la pequeña briza otoñal. Sí, era precioso.


—¿Debo dejar de posar? ¿Quieres tomar algunas más? —murmuró divertido cuando giró el rostro. Avergonzado Mark guardó el teléfono y se acercó a él— perdón si llegué sin avisar


—¿Has salido a esta hora del trabajo?


—He salido antes, pero creí que sería bueno esperarte, nunca he venido por ti después de clases.


Nervioso el muchacho tocó su cabello ondulado mientras ajustaba la mochila a un costado, su voz era amable pero aún así se sentía intimidado, su presencia era apabullante. Empezaron a conversar sobre lo que habían hecho durante el día camino al estacionamiento cercano, orgulloso el rubio sacó la prueba y se la entregó.


—Cuando se hizo mención de que alguien aprobó con la nota mínima, muchos giraron a verme —su voz se tornó baja y ronca— la competencia es... mierda, desde el primer día se me juzga por como luzco.


—¿Se te olvida que el estudiante coreano promedio estudia más que vive? aunque no lo quieras asumir estamos viviendo en una sociedad donde todo puede ser tomado desde distintas perspectivas, a veces egoísta y superficial —colocó una mano en su hombro para darle protección, haría mucho más si no hubieran estudiantes cerca— pero cachorro sabe cerrar la boca de los demás, si mezclas esa inteligencia con el buen corazón que has de tener, estoy seguro que tus futuros pacientes lo van a agradecer.


El canadiense mordió sus labios y sonrió como niño, Johnny Seo cuando quería ser lindo realmente lo lograba.


Antes de llegar al vehículo un hombre pasó velozmente por su lado, una persona que estaba concentrada en su teléfono. El americano frunció el ceño y se volteó para ver si podía identificarlo, mas este estaba muy lejos. Diablos, por las proporciones se le parecía.


—¿Qué sucede? —preguntó Mark.


—Solo... solo creí ver alguien, debo estar loco.


Durante el camino al restaurante, Mark colocó vía bluetooth algunas de sus canciones favoritas. ¿Esto contaba como cita? trató de no mirarlo manejar pero se le hacía muy atractivo tener a John a su lado en esa posición y con los ojos concentrados en la carretera. Sus labios se sintieron calientes y muy necesitados, cuando Seo manejaba hacía un gesto con su boca que podía atraer a cualquiera. Infeliz.


Al llegar al restaurante los dirigieron a la mesa exclusiva que había en una terraza privada, por supuesto el americano la había reservado para ambos.


—Puedes pedir lo que quieras, menos alcohol.


—¿Disculpa? él que no puede beber alcohol eres tú, cuando estás borracho... —se quedó callado.


—No necesito estar borracho para abrazarte como pulpo en la cama, no necesitas tenerme borracho para que esté pensando en ti, Mark Lee —avergonzado miró la carta menú, podía decirle ese tipo de cosas a Han Eul pero ¿A él? se sentía como un adolescente.


Durante la cena hablaron de cosas que pudiesen darle al otro una idea de cómo eran, cosas sencillas, cosas cotidianas. No era como si no cruzaran palabras en la mansión, sin embargo las circunstancias ahora eran distintas, estaban en una cita sin siquiera nombrarla como tal.


—Pues, puedes imaginarte a Mark Lee como un niño con dos personalidades, la mayoría de las veces era extrovertido, torpe, me gustaba cuidar animales heridos hasta que mis papás me lo prohibieron porque la casa parecía zoológico


Kyeopta (tierno) — Johnny se mordió los labios.


—Aunque era hijo único nunca tuve actitud egoísta, jugaba con otros niños, siempre fui muy bueno en la escuela y varios me pedían ayuda... pero también estaba la otra parte de mí, esa que nadie conocía —dejó los palillos de lado— la del niño que se miraba al espejo y lloraba porque no entendía la razón que no le gustasen las niñas, un niño que tenía claro que si contaba algo así sería rechazado... ese niño todavía está acá.


El americano se dio cuenta de como la mano del muchacho temblaba cuando tocó su cabeza. Tuvo el impulso de protegerlo entre sus brazos pero este siguió hablando.


—No me importa lo que puedan opinar los demás, me importa herir a mis papás, soy su más grande orgullo, soy hijo único ¿Te das cuenta la presión que tengo porque de mí no saldrán niños de forma natural? les voy a cortar las alas.


—No tienes idea de como te entiendo —susurró— cargo con presiones gracias a mis padres, quizás pensarás que tengo para elegir al ser bisexual pero... ¿Se puede elegir cuando te enamoras de alguien? —estiró su mano para acariciar el rostro del muchachito, no le gustaba verlo angustiado, quería secar las lágrimas que amenazaban con caer de sus ojitos brillantes— en algún momento tendrás que pensar en tu felicidad, además... Mark Lee, vales más que solo tu sexualidad, eres inteligente, buen amigo, buena persona, no te conozco demasiado pero no soy ciego.


Esta vez se dedicó a escucharlo, observarlo, a llenarse de sus experiencias y anotar datos valiosos: le gustaba el pastel de chocolate, jugar básquetbol, la nieve e incluso cualquier tipo de flor, le seguían encantando los animales y su meta cuando fuese profesional era hacer tratamientos gratuitos a gente de escasos recursos.


"Realmente eres un hombre muy bello" pensó Youngho mordiendo sus labios.


El camino a casa fue distinto, habían tenido una cita sin ser mencionada como tal. Manejaba con la mano izquierda en el volante, con la mano derecha acariciaba naturalmente la nuca del muchacho. Extrañaba el contacto físico con él, los brazos y la cama se sentían vacíos desde que decidieron hacer las cosas de manera distinta. Mark por su parte tragaba saliva ansioso, toda la zona que los dedos de Johnny tocaron se sentía caliente. Le extrañó, por supuesto, que estacionara el vehículo a un costado de una calle poco y nada transitada.


—¿Te sientes bien? —fue lo primero que atinó a decir.


—No... no me siento bien Mark.


Se quitó el cinturón de seguridad por lo que atinó a hacer lo mismo. La fuerza de Johnny sobre el volante se intensificó al punto de tener los nudillos blancos, parecía que le dolía algo en su cuerpo porque se inclinaba con los ojos cerrados hacia adelante.


—Te mereces la mayor sinceridad del mundo, y es que estoy usando mi autocontrol —suspiró, se enderezó e inclinó el cuerpo hacia el muchacho— me vuelves loco, te lo he dicho mil veces pero es la verdad.


Acarició la nuca del muchacho en forma circular mientras este respiraba acelerado. Por supuesto que él también extrañaba todo eso. No sabían un que estaban haciendo pero el camino hacia el descubrimiento estaba surtiendo los primeros efectos.


—Bésame —susurró el menor— por favor.


El abogado y chaebol no actuó de forma salvaje como el canadiense hubiese creído. Se inclinó lentamente hacia él, sostuvo toda la parte posterior de su cabeza y acarició su cabello semiondulado con los dedos. Sonrió con ternura al ver la reacción de su cuerpo, parecía un gatito que acariciaban su espalda pues la había casi curvado.


Embelesado admiró la forma de sus labios antes de cubrirlo con los suyos, gimieron al unísono.


Afirmado en el panel del auto con la mano izquierda y con la derecha en la cabeza de Mark, Johnny disfrutaba el contacto en demasía. Los pequeños besos que se daban solo eran para calentar los labios, para palpar el deseo en el ambiente, un beso que se tornó más invasivo cuando el menor lo incitó con su lengua a abrir la boca. Encajaban muy bien, sabían muy bien.


El contacto era íntimo y húmedo, los jadeos se ahogaban con nuevos jadeos, la fuerza de la lengua del otro era reflejo de la necesidad de adentrarse en el hombre que tenía al frente. Lo deseaba como el demonio amaba los pecados.


—Hermoso —besó su mejilla una y otra vez hasta verla roja— eres hermoso mi cachorro.


—Me gusta cuando me dices cachorro —murmuró en su cuello— me hace sentir importante.


Youngho no supo como responder más que abrazarlo con protección y acariciar su espalda. Si ese rubio se seguía adentrando en su piel todo se volvería más difícil aunque, a decir verdad, en la profundidad de su ser la idea le agradaba.


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Sábado 30 de septiembre, 2 días después.


Para su sorpresa Johnny había apoyado la idea de que fuese a la reunión LGBT, por supuesto que él por su parte ni se acercaría a ese lugar ¿Querría un escándalo ahora?


Apenas puso un pie en el departamento de sus amigos, Ten se acercó y lo abrazó con efusividad, estaba alegre que su amigo se atreviera a dar estos pasos ¡Todo sería en beneficio propio! pero como era su primera vez no se apartarían de su lado, no todas las personas tenían buenas intenciones y Mark Lee lucía increíblemente guapo.


La reunión era en un local especial de Gangnam que tenía la autorización para admitir individuos con 18 internacionales o más bajo la condición que la venta de alcohol para los menores de 21 años coreanos estaba estrictamente prohibida. El canadiense sintió emoción cuando atravesó la puerta principal percatándose de la gran diversidad en tan enorme lugar, muchos demostraban lo que eran de forma física pero otros lucían como cualquier otro individuo.


—¿Qué ha de pensar la gente contigo, mi amor? —susurró Chittaphon lleno de ternura cuando besó la mejilla de Taeyong— proteges a Mark abrazándolo de lado y sostienes mi mano.


—Que soy un hombre con buenos gustos —los miró a ambos con picardía. El rubio lo golpeó mientras reía.


—¿Vamos a la barra? yo no tengo ganas de beber pero puedo pedir una cerveza para Mark —le guiñó un ojo. Taeyong no hizo comentario al respecto porque ¿Quién era él para prohibirle al muchacho que beber?


—Entonces yo pago todo —sacó dinero en efectivo del bolsillo como si fuese un niño rico, sin la tarjeta era la única manera que no rastrearan sus gastos.


Cuando tuvieron sus pedidos, Mark siguió a la pareja de amigos porque sabían donde se movían, tenían un destino muy claro. Entrecerró los ojos cuando vieron una mesa con al menos 15 personas alrededor de una principal, solo cuando observó la mesa entendió porque tenía tanta atención, esa persona leía el tarot.


Trató de fijarse en los detalles mientras bebía cerveza de la botella, su cabello negro con ese corte llamaba la atención de cualquiera, la agilidad para mover las cartas con sus manos era impresionante. Tal vez fue demasiado evidente pero el hombre alzó el rostro y lo miró intensamente.


—¿Tienen un chico nuevo? —murmuró con picardía.


—Si hay que dirigirse con alguien indicado, ese eres tú —habló Taeyong acercando a un tímido Mark Lee— sin ofender pero eres el mejor de este lugar para darle un consejo.


—Problemas de asimilación —respondió el "brujo" con empatía antes de pedirle a su "público" que se alejara.


La música pop, los colores, las personas del mismo sexo o de distinta apariencia bailando juntos, todo el conjunto de diversidad frenética estaba en otra atmósfera difícil de ignorar. Mark tragó saliva cuando devolvió la mirada al hombre que no se la había quitado.


—Pueden acomodarse —cambió la posición de su cuerpo y su aura a una más terrenal— tus amigos ya me conocen, de hecho... son amigos míos también —mostró una sonrisa que evidenciaba la existencia de hoyuelos, sí, era un hombre realmente hermoso— Jung Yoon Oh para la gente común y corriente pero tú puedes decirme Jaehyun,


La suavidad de su voz lo hizo sentirse en confianza, estaba seguro que Taeyong y Ten no tendrían por amigo a cualquier persona y eso aumentó su decisión en escuchar consejos.


—Mark Lee, canadiense, tengo 18 años internacionales, estudio medicina en la SNU


I lived in America for 4 years... —extendió su mano hacia él y la apretó con seguridad— vaya, así que tengo un niño genio frente a mis ojos... —apuntó a "Taeten"— ellos me ayudaron a dar un paso cuando creí que caía así que créeme que estás en las mejores manos.


Ten se mordió los labios avergonzado por el halago ¿Acaso era algo fuera de lo común ayudar a otros?


Estando los 4 cómodos alrededor de una mesa empezaron a conversar muchas cosas.


"Nunca juzgues un libro por su portada" pensó Lee. Jaehyun traía una gorra color vino de la cual caían algunas cadenas y una argolla, vestía una sudadera negra y pantalones de cuero de tinte rojo-anaranjado. a simple vista podía ser confundido con un vándalo cuando en realidad era una persona extremadamente inteligente que amaba interpretar personajes sobre los escenarios de un teatro, más aún cuando estos se trataban de musicales.


—Podría ser actor en una película con facilidad, en un drama de televisión incluso, pero... ¿Querría estar bajo la lupa todo el tiempo? también me gano la vida componiendo música para grandes compañías de entretenimiento como SM Entertainment.


—¿Tienes pareja? —preguntó Mark, recibiendo una respuesta con hoyuelos incluidos.


—¿Ves el escenario? —giró el rostro hacia donde decía, más de la mitad de los asistentes a la reunión estaban frente al cantante. Suspiró, se sentía como si un príncipe de Disney hubiese salido de un cuento y se hubiese parado allí haciendo algo que evidentemente amaba— él es Doyoung, la persona que puso mi mundo completo de cabeza... ¿Escuchas su voz? es la misma que captó mi atención cuando cantaba en un centro comercial.


El aliento del canadiense se perdió un segundo al notar el mismo brillo que tenía "Taeten" cuando se miraban, estaba enamorado y no había duda de eso. Le dolió el estómago y no era la cerveza, era anhelo por recibir lo mismo.


—Le brillan mucho los ojos —era delgado y alto, su cabellera casi naranja, la forma de sus ojos, podía decir que parecía un conejo pero el conejo más guapo que había visto. Una pregunta asaltó su mente ¿La gente bien parecida se atraía como imanes?— ¿Qué hace?


—Es cantante, si todo sale bien queremos irnos a Estados Unidos en algún momento, allá cada uno puede desarrollarse en su especialidad y vivir una vida en paz, juntos peeeero —lo apuntó y colocó las manos bajo su barbilla— quiero que me cuentes que te sucede.


—Está casi en la misma posición que tú —murmuró Taeyong preocupado.


—Estoy enamorado... creo que eso es, estoy enamorado de un hombre que tiene una posición muy importante en Corea, alguien que vive dentro de una familia llena de valores religiosos y sociales, alguien que es bisexual, alguien que tiene novia... —apretó su botella de cerveza a medio llenar— nos conocimos hace más de un mes atrás pero estamos conociéndonos hace menos, el problema es que... no sé que tanto pueda avanzar con él, quiero hacer las cosas bien, más bien queremos.


—Entiendo —murmuró Yoon Oh.


—Él cometió un error muy grave cuando era adolescente en todo este proceso de descubrimiento y no quiere repetir lo mismo conmigo, quiere hacer las cosas bien pero quiere que lo nuestro valga la pena para decirme con sinceridad que quiere luchar por mí... él no puede reconocer públicamente ahora lo que es, arruinaría su vida y yo no me atrevo a contarle a mis padres que soy gay porque soy hijo único, tienen puesta todas las expectativas en mí.


La música que cantaba Doyoung de fondo calzaba a la perfección con lo que había descrito, tanto así que sus ojos estaban llenos de lágrimas y sus labios temblaban. ¿Por qué se sentía patético? Chittaphon se dio cuenta y no dudó en abrazarlo contra su cuerpo, un contacto que agradeció en silencio.


—Soy hijo único y mis padres se enteraron el mes pasado lo que soy... Mark, no puedes pensar que no le harás daño porque así será, sin embargo ¿Piensas que te van a dejar de amar? piensa bien en cómo has sido criado, amado ¿En serio crees que sentirán vergüenza de ti? —negó— mis padres aun lloran la perdida de planes a futuro pero eso son, sus planes y no los míos... lo mismo con los tuyos, pueden poner todas las expectativas posibles pero más adelante serás independiente y podrás realizarte como así lo deseas.


—Tengo miedo.


—Tenlo, es normal —revolvió su cabello con cautela— y respecto al hombre del cuál estás enamorado, creo que no hay nada mejor que su sinceridad, él quiere luchar por ti y es respetable que le des una razón de peso para ello, piensa que se conocen poco, así la lucha tendrá un valor muy fuerte como para no desistir... eso sí, no luches contra su novia, lucha contigo mismo, sé tu mismo —frunció el ceño ante ideas que cruzaban su cabeza—dicen que no hay que meterse en una relación pero cuando las cosas deben ser suceden igual... eres joven Mark, bien parecido e inteligente, por lo tanto sabrás dirigir tu vida.


—Además, ante cualquier duda nos tiene a nosotros y supongo que también puede tener a "Jaedo" de ahora en adelante ¿No? —murmuró "Jack Frost" complicemente.


Jaehyun lo observó por un par de segundos antes de asentir. Mark le daba un tipo de vibra inusual, de esas que te incitan a proteger con uñas y dientes. Quería decir más, quería hablarle, advertirle y darle consejos de otra índole porque en su cabeza aparecían intuiciones respecto a su vida.


Sí, en el fondo Jaehyun tenía "dones especial" como para ser llamado brujo.


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"Un, dos, tres" se repitió una y otra vez Johnny Seo mientras bajaba trotando las faldas del monte Namsan. Era tarde, sí, pero le gustaba el manto nocturno para hacer ejercicio sin que infantes o personas mayores interrumpieran su paso.


Estaba tan absorto en su ejercicio que no se dio cuenta cuando otra persona hacía lo mismo en sentido contrario. Solo recordó haber sentido un golpe antes de que el teléfono del otro cayera sobre hojas secas.


—Enserio, discúlpeme —se agachó para sostener el móvil, antes de secar su sudor con una toalla pequeña— aquí es... —su voz se perdió en el aire mientras sus pupilas se dilataban al instante. Pensó que solo era un problema de visibilidad nocturna, mas, recordó el día que fue a buscar a Mark a la universidad y ahora, bueno, ahora estaba frente suyo.


—Esta debe ser una mierda de mal gusto —rechinó los dientes antes de escupir sus palabras.


—Lo mismo digo, Choi Siwon.


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1 comentário


Mari Maru Morales
Mari Maru Morales
25 de jun. de 2019

I LIVED IN AMERICA FOR FOUR YEARS MI JAEDO MUERO

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