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"Imposible" Capítulo 16: Mark Lee el perverso




"Han Eul estaba sentada en la mesa de un restaurante cuando ellos entraron. Johnny sintió cierta culpa, su novia era una mujer increíblemente guapa, buena persona, educada, inteligente ¿No la estaba apreciando como se merecía? Miró al muchacho que caminaba a su lado, Mark Lee se había metido en su piel de manera peligrosa pero ¿Qué podía hacer para detenerlo cuando en el fondo no quería sacarlo de allí?"


—¡¿Qué hizo qué?! —la voz de Ten alertó a las personas que estaban a su alrededor— debe ser una broma.


Doyoung colocó una mano sobre sus labios mientras Mark miraba avergonzado a todas partes, estaban reunidos en la cafetería donde trabajaba Ten pues aquí siempre podían darles descuentos interesantes.

Gracias a "Taeten", "Jaedo/Dojae" sabía la historia que envolvía la vida del canadiense desde que llegó a Corea del sur, al menos así no estarían preguntando a cada momento el significado de las cosas y, era más fácil integrarse con algún tipo de amistad.


—De todos ustedes Yoon Oh es el más tranquilo —el aludido estaba bebiendo con calma su café— ¿Siempre eres así de sensato?


—No, nunca se sorprende, puede saber todo lo que va a ocurrir con una persona... —habló su novio con las mejillas sonrojadas.


—Ya has escuchado que tengo un don especial —hizo la comilla con los dedos, su voz era realmente exquisita cuando estaba tranquilo— pero cierto don no me permite ver qué sucederá en mi vida o la de Doyoung ¿Cuál sería la razón? —levantó un dedo—no se revela ante ti el destino propio y los pasajes del alma de la persona que estás destinado a amar.


Mark aun ponía en duda la capacidad que Yoon Oh poseía ¿Podría ponerlo a prueba? sin embargo no estaba dispuesto a que alguien le dijese que podía ocurrir en su vida, consideraba que nada era mejor que trazar sus propios caminos sin saber el final.


Yoon Oh desvió la mirada hacia un espacio vacío tras el canadiense, entrecerró los ojos por un par de segundos antes de sonreír y concentrarse nuevamente en ellos.


—No puedo creer lo ingenua que es Han Eul —balbuceó Ten— ¿Aceptarás la oferta?


—¿Podría negarme? —gimió agobiado—ya tiene todo preparado.


Lo que creyeron que sería un encuentro complicado donde tendrían que exponer la verdad, se había vuelto en una completa sorpresa. En el día de ayer Han Eul mostró una personalidad dulce y alma pura, su bondad y buenas intenciones fueron tantas que Mark sintió angustia de estar frente a sus ojos sin que supiera que tenía algo con su novio. ¿Podía culpar a Taeyong? ¡Por supuesto!


Para salvarlos de ser descubiertos en aquella fiesta, Jack Frost no encontró nada mejor que decirle a la novia de Johnny Seo que Mark Lee tenía depresión y otras cosas más. De alguna manera la historia la había conmovido tanto y no se la había podido quitar de la cabeza ¿Qué hacer para que aquel muchachito canadiense pudiese sentirse bien?


—Déjame ver si entendí ¿Compró y planeó todo para que pudiesen ir a España de vacaciones a fin de octubre?—intervino Doyoung.


—Así es —jugó con sus dedos nervioso— me siento culpable, quería rechazar la oferta, Johnny estaba al borde del ataque de pánico... todo se pone en aprietos.


Han Eul quería que ella, una amiga suya, Johnny y Mark se divirtieran juntos en Santa Cruz de Tenerife, una ciudad ubicada en la isla Tenerife perteneciente a Canarias, España.


—Su entusiasmo casi se desvaneció cuando notó cuán pálido estaba, tuve que decirle que la sorpresa era tanta que no podía respirar bien... Dios ¡Compró todo! pasajes, reservó habitaciones en un resort de lujo, quiere que me sienta mejor ¡¿Por qué?! —balbuceó con un nudo en la garganta— estoy prácticamente enamorado de su novio ¿Cómo no voy a sentirme mala persona?


—Nunca te sientas mala persona cuando se trata de amor —Yoon Oh, quién había estado observando y escuchado todo pacientemente, había intervenido provocando que todos los ojos estuvieran puestos en él— ten calma, ordena tus pensamientos... de alguna manera Han Eul se ha conmovido con tu historia y quiere levantarte el ánimo, de todas maneras ¿Qué tan falso es que no estás pasando un buen momento? extrañas a tus padres, aguantas el deseo de llorar en las videollamadas, el cambio a Corea del Sur ha significado algo muy fuerte para ti... —abrió los ojos enormemente puesto que a nadie le había dicho lo de contener su llanto, ni siquiera a Youngho— si Han Eul cree que de esta manera te sentirás mejor acéptalo, romperás su corazón si no lo haces.


—¿No sería hipócrita de mi parte?


—El gasto ya está hecho... recuerda, una cosa lleva a la otra, incluso Johnny Seo necesita un poco de ayuda para darse cuenta de sus sentimientos, la ayuda siempre es bien recibida independiente de donde esta venga —volvió a mirar hacia atrás de Mark, contuvo una sonrisa— no puedo decirte que pasará con exactitud, pero no soy la única persona que cree este viaje puede ser un punto clave.

Doyoung y Ten se observaron con complicidad, tal vez el canadiense estaba tan preocupado que no se percató de un detalle importante, Jung Yoon Oh estaba viendo a alguien muerto e incluso lo dijo implícito en sus palabras, alguien que seguramente estaba velando por Mark sin que lo supiera.


Como alguien que quería protegerlo, "Hoyuelos" acercó su mano y acarició el cabello rubio del muchacho mientras susurraba que incluso las acciones más insensatas podían ser las mejores.


—Lo amo —murmuró orgulloso Doyoung— siempre tiene las palabras correctas.



Lunes 16 de octubre 2017.


No harían algún tipo de intervención, no darían algún tipo de opinión o diagnóstico médico porque simplemente no estaban capacitados para ello, no obstante allí estaba Mark Lee y sus compañeros de generación caminando por los pasillos del hospital que pertenecía a la Universidad Nacional de Seúl.


La asignatura "Bases y fundamentos de la medicina I" les estaba dando la oportunidad de tener una visita guiada del hospital donde desempeñarían gran parte de sus labores como estudiantes de medicina durante los años avanzados de la carrera.


Allí estaba Mark, caminando en silencio en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) con las manos en los bolsillos de su delantal blanco y observando todo lo que lo rodeaba.


De pronto una imagen llamó su atención en demasía, sus dos compañeros continuaron caminando pero para él fue imposible seguirlos cuando frente a sus ojos veía a un paciente conectado a suficientes máquinas como para sentir angustia.


Ventilador mecánico, catéter venoso central, monitorización cardíaca continua y otras cosas que aun no podía identificar lo rodeaban entero. ¿Qué edad tendría? ¿Por qué dependía de todo ello para mantenerse con vida? su cuerpo estaba muy delgado, la piel violácea, tenía parte de la cabeza cubierta con vendas. Incluso para él era algo impactante. Tragó saliva.


—Intento de suicidio, cayó desde un octavo piso y tiene orden de no reanimación en caso de que caiga en un paro... —al escuchar aquella voz tras su espalda se paralizó completamente— este paciente puede ser una importante fuente de estudio para el futuro señor Lee.


—¿Señor Choi? —cuando se volteó agradeció haber estado apoyado en una pared, nunca pensó que la imagen de aquel hombre con delantal blanco y lentes podía lucir tan bien— quiero decir Dr. Choi.


—El impacto contra el suelo se considera como una lesión traumática, dicha lesión además de producir múltiples fracturas internas, produjo algunas fracturas expuestas, tuvo hemorragias, se produjo una sepsis, como respuesta del cuerpo hubo un estrés metabólico tal que finalmente lo llevó a una falla orgánica múltiple —el canadiense solo parpadeó asustado, aun no entendía qué hacía aquel hombre en este lugar— señor Lee, si quiere llegar a entender en un futuro el estado de salud de este paciente va a tener que aprender desde los conceptos básicos que verá en mi clase.... sin embargo no se asuste, apenas lleva 2 meses estudiando medicina, no es muy diferente de cualquier otro mortal allá afuera.


—Dígaselo a ellos —ambos miraron a sus otros 2 compañeros— tratan de discutir diagnósticos como expertos, hicieron comentarios del respeto que imponían caminando con delantal blanco frente a otras personas... y como usted dice, solo llevamos 2 meses estudiando medicina, si no van paso a paso ¿Cómo vamos a llegar a ayudar a alguien como este hombre? —miró angustiado al paciente pensando cómo debió sentirse Johnny al ver a Ji Hansol en tan mal estado.


Siwon no pudo quitar su atención de Mark Lee, tal vez el muchachito no se daba cuenta pero en sus ojos había algo que otros estudiantes no poseían, algo que definitivamente lo diferenciaba de compañeros subnormales como los que ya se creían profesionales. Había dulzura y empatía por el otro.


De pronto se sintió curioso ¿Cómo alguien de su tipo podría ser cercano al imbécil de Johnny Seo? Tal vez estuvo demasiado tiempo observando al canadiense, más del permitido.


—¿Tiene tiempo señor Lee? necesito que me acompañe a la cafetería, debo preguntarle algo.


¿Había sido una pregunta? para cuando Mark volteó, Choi Siwon había empezado a caminar con la pregunta latente en la punta de su lengua. Dudó por un segundo ¿Qué podía decir si lo descubren haciendo cualquier cosa menos la visita guiada en el hospital? Entraron a una cafetería en el primer piso donde solo podía ver funcionarios del recinto, se sintió como alguien fuera de lugar.


El temor hizo temblar sus manos, no quería ser acosado incluso cuando no estaba en clases de biofísica, pero el aura y la presencia de ese hombre se sentían realmente distintos en este momento ¿Qué quería decirle? Espero pacientemente en la mesa más alejada del lugar, aquella mesa donde los rayos de sol golpeaban felices brindando un poco de calor en una mañana tan fría.


—Beba esto, ha perdido el color de su rostro, tiene cianosis en los dedos y los labios —de inmediato se los tocó con la punta de sus dedos. Con un pequeño gesto en la cabeza agradeció el café de vainilla y lo bebió, sí, se sentía incómodo— no tenga miedo, como soy académico de su universidad puedo poner una excusa lo suficientemente válida como para que no reciba un castigo por salir de esa visita guiada.


—¿Por qué está aquí señor Choi?


—Trabajo en la UCI los días que no le hago clase a su generación... —los labios del muchacho recuperaron el color, le pareció cómico la forma en la que se los mordía, lo indefenso que se veía en su asiento y con el delantal blanco como si le fuese a hacer daño— me perturba las coincidencias que están sucediendo últimamente, sin afán de acosarlo señor Lee pero ¿Conoce usted a Johnny Seo y su familia?


Mark dejó el vaso en la mesa y le frunció el ceño ¡¿Cómo sabía eso?! las alarmas empezaron a sonar en su interior ¿Había visto algo en la universidad? recordó la manera exquisita en la que hace unos días casi tuvo sexo con ropa con Youngho, no podría haberlos visto ¿O sí? Sus mejillas ardieron ansiosas ¡Quería correr!


—Sí señor, estoy estudiando gracias a la beca que me otorgó su familia ¿Por qué?


—Nada en particular —por supuesto no le creyó ¿Acaso este no era un juego de dos?


—¿Podría preguntarle entonces por qué se molestó cuando lo vi posando en una revista?


La mirada que le dio aquel hombre podía asesinar a cualquiera, su ceño fruncido, la manera en la que se había quitado los lentes. Se supone que eran profesor y alumno, entonces ¿Por qué todo se sentía tan extraño entre ambos? tal vez porque aunque le diera vergüenza admitirlo, creía que Siwon Choi era jodidamente caliente.


—Porque todo lo que se refiere a moda me trae recuerdos desagradables... fin del tema señor Lee, puede retirarse de este lugar


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La punta de aquel lápiz viajaba a la velocidad de la luz mientras sus ojos iban hacia la guía de estudio y volvían a su cuaderno, el único entusiasmo que sentía a las 2 de la mañana era que todas las respuestas a sus problemas de bioestadística eran correctas. Mañana tenía una prueba, el jueves otra al final del día en química y la próxima semana el mismo día pero de biofísica con aquel hombre, pensar en descansar era un sueño.


Por supuesto que se distrajo cuando recordó a su profesor y la inusual pregunta que le había hecho hoy, él y Johnny se conocían. Se puso en estado de alerta ¿Cabía alguna posibilidad de que ambos hubiesen tenido algún tipo de ligue en el pasado? sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la puerta de su habitación se abrió despacio y apareció aquel hombre capaz de robarle el aliento.


—Deberías descansar cachorro —susurró preocupado, cerró la puerta tras de sí, caminó hasta el escritorio y lo abrazó por detrás mientras escondía el rostro en su alborotado cabello rubio— sé que tienes que aprobar pero no lo harás si duermes poco.


—Estudio terminado —soltó el lápiz, la calculadora e inclinó la cabeza hacia atrás mientras el americano besaba lleno de ternura el costado de su rostro.


No pudo dejar de sonreír con la caricia, ese hombre tenía la capacidad de provocar muchas cosas, dentro de esas: alegría.


—Vamos, tengo que mostrarte algo.


Entusiasmados caminaron despacio por una de las escaleras más cercanas a la habitación, por suerte la mansión estaba en un espacio bastante amplio como para que no fuesen vistos si decidían recorrerlo. Tras unos arbustos había una plataforma de madera en la cual Johnny extendió una manta.


—¿Estás seguro que no se darán cuenta que estamos acá?


—Hay muchos árboles y arbustos que impiden que nos vean y la mansión está un poco lejos... ven, acuéstate a mi lado ¿Te apetece ver las estrellas conmigo?


Mark se mordió los labios fascinado por semejante invitación ¿Cómo podía negarse a ella cuando aquel hombre sonreía de oreja a oreja? Ambos se acostaron boca arriba en la manta apreciando el manto nocturno con estrellas brillando en ella, se sintió genuinamente fascinado por semejante espectáculo.


—A veces estamos tan enfocados en cosas mundanas que olvidamos estas maravillas —colocó otra manta sobre ellos antes de abrazarlo contra su cuerpo, la mejor manera de pasar el frío era compartir el calor corporal— sé que has estado estudiando bastante después de clases estos días, no quiero que te estreses —acarició su cabello con la punta de su nariz— sacar un 100 no es lo más importante, estudia porque eso te enriquecerá como persona y futuro profesional.


Mark suspiró antes de enfocarse en su rostro, podía divisar algunos rasgos aún bajo la oscuridad nocturna, la respiración de aquel hombre golpeaba la punta de su nariz. Todo un deseo incontrolable dominó su cuerpo ¿Qué había hecho para merecer tal regalo? Johnny era un ser excepcional. Se limitó a sonreír antes de cerrar los ojos y recibir el beso de aquel americano, el sonido de los grillos, la humedad de la madrugada en el ambiente, el olor a césped y vida ¡Qué delicia!


—Estas son pequeñas cosas que me vuelven loco de ti, Johnny, nadie te conoce de esta manera tan sencilla —lamió como caramelo su labio inferior mientras el hombre gruñía hambriento por más— sin esos lujos, ropas costosas, solo tú, con ropa común y corriente, un poco despeinado, un par de mantas y el ambiente... Mark Lee adora las cosas así.


—Sé que te vuelvo loco cuando ando con mi ropa formal, no mientas.


—Sabía que lo hacías a propósito —estiró su cuerpo lo suficiente para robarle un beso mientras reían en secreto, John sentía mariposas golpear en su estómago ¿Era buena señal? suspiró alegre, por un segundo se sentía realmente satisfecho con lo que tenía.


Acarició con un pulgar los detalles de su rostro. Sus ojos cerrados, la punta de su nariz que se ensanchaba cuando sonreía haciéndolo parecer mucho más a un cachorro de león, sus pómulos, sus labios que ahora formaban un puchero que pedía a gritos ser besado ¿Cómo negarse? agachó su rostro y presionó su boca con la de Mark.


"Delicioso" susurró contra ellos.


—Mi gigante ¿Puede hacerte una pregunta? —asintió en silencio, lamentaba arruinar el momento pero la curiosidad picaba— mmmm bueno... co... ¿Conoces a alguien que se llame Choi Siwon?


La sonrisa de Youngho se desvaneció al instante y sus sospechas se hicieron realidad, Mark Lee de alguna u otra manera había tenido contacto con ese hombre. Haciendo esfuerzo por mantener la compostura, asintió.


—¿Cómo lo conoces? —gruñó.


—Es médico, es mi profesor de biofísica y me lo encontraré en otras asignaturas a lo largo de la carrera... ¿Puedo preguntar cómo se conocieron? él me ha preguntado por ti.


—¿Qué le has dicho? —apoyó el rostro en una mano— Mark, ese hombre es un completo canalla, no quiero que te acerques a él, si hay una persona que puedo decir que detesto es ese infeliz.


—¿Perdón? —Mark se desprendió de sus brazos y se sentó— primero, no soy de tu pertenencia para que me digas lo que puedo y no puedo hacer... y segundo, señor Gigante ¿No vas a decirme el motivo por el cual hay tanto resentimiento? increíble ¿Acaso tuvieron algo juntos?


—¡Joder! Dios me libre de semejante bobería, Mark Lee —lo apuntó con un dedo— no, no fue mi ligue, pero en este momento es una larga historia... no me agrada, es una mierda y punto.


—¿Quiere jugar al silencio señor Seo? pues yo no, puede desagradarte todo lo que quieras pero mientras no me digas el motivo, yo seguiré creyendo que Choi Siwon es el profesor más caliente que pudo haberme tocado.


La mandíbula de Youngho se desencajó, la ira picaba todos los rincones de su cuerpo e incluso por un par de segundo sintió que se quedaba sordo. Frunció el ceño, respiraba agitado, apretó sus puños ¡Lo último que quería era escuchar que Mark Lee había sido conquistado por ese idiota! Pero para su sorpresa, el canadiense se sentó sobre sus muslos, colocando una rodilla a cada lado de manera tal que sus entrepiernas encajaran a la perfección.


—¿Te molesta verdad? entonces está bien, mucho mejor... es solo un pequeño porcentaje de lo que yo tengo que vivir cada vez que te veo con Han Eul —lo abrazó por el cuello, el rostro de ambos estaba a la misma altura— Siwon tiene todo lo que una hetero y gay quisieran comer.


—Cállate —gruñó pero perdió el hilo de las ideas cuando Mark frotó lentamente su entrepierna con la de él.


—Y se ve increíble con delantal blanco —susurró lamiendo con la punta de su lengua el lóbulo de la oreja derecha de Johnny Seo— ¿No vas a decirme que pasó entre ustedes?


—Maldita sea, cállate... —retorció los dedos de sus pies cuando el "cachorro" acarició por sobre su pantalón el miembro erecto que escondía— estás jugando sucio.


Pero el canadiense no lo tomó en cuenta, presionó su cadera contra la de él y empezó a moverse cadenciosamente mientras mordía el costado de su cuello. Johnny cerró los ojos, gruñó e inclinó el rostro hacia atrás mientras sus manos se enterraban en el trasero de ese muchacho para que se frotara más fuerte ¡Su sexo lo pedía a gritos!


Mark atormentado asaltó su boca para que sus lenguas se frotaran con la misma necesidad de sus cuerpos, para que sus dientes mordisquearan y chuparan sus labios, para que los gemidos explotaran en la garganta del otro. Sin preguntarle, Youngho introdujo una mano y acarició la piel suave y caliente de su trasero, maldición, lo anhelaba con tanto agobio que se estaba muriendo allí mismo.


Con dedos torpes, el cachorro sostuvo el pantalón de Johnny y, al igual que su ropa interior, la descendió hasta las rodillas. Lamió sus labios cuando vislumbró cuán erecto estaba su pene, y sin tapujos sostuvo su propio pantalón para quitarlo por completo. ¿Desde cuándo se había vuelto experto en las artes del desnudismo?


—Cachorro —balbuceó aturdido cuando el rubio adoptó la misma posición de antes, ahora ambos podían sentirse piel contra piel— por Dios.


—¿Te gusta? —lo atrajo a sí mismo al sujetarse por el cuello de su camisa— ¿Sabes la ventaja que tengo por sobre tu queridísima Han Eul? —succionó sus labios sediento, él solo balbuceaba incoherencias como respuesta— soy hombre y siempre, Johnny, siempre voy a estar caliente.


El americano perdió el equilibrio y terminó boca arriba sobre la manta mientras Mark se acostaba sobre él y lo besaba con expertis, incluso llevó sus manos sobre la cabeza para que no pudiese tocarlo ¡¿Quién era el dominante ahora?! Sin piedad se frotaba contra su miembro, delicioso, prohibido, Mark Lee tenía varias caras que mostrar.


—¿Sabes que sería delicioso? introducir tu pene mi boca y que te corrieras en ella —murmuró contra su oreja arrancando con tan sucias palabras un par de improperios por parte de John Seo— pero yo sé dónde te gustaría estar.... —se acomodó de manera tal en la que el miembro estoico del americano rozó su trasero— allí, esperando por ti, tan hondo...


—Sí, sí, sí... —casi chillaba por el deseo— cachorro frotate más fuerte, deja que me hunda en ti.


Ambos sudaban, ambos sabían lo que querían. Mark soltó sus manos advirtiéndole que no podía colocar un solo dedo encima suyo mientras él se deleitaba lamiendo sus pectorales y acariciando sus testículos con sosiego. Los oblicuos de Youngho rogaron ser mordidos y él aceptó gustoso, un sitio muy sensible.


—¿Quieres más? ¿En serio quieres más? —tragó saliva, no sabía cómo podía hacer todo tan lento cuando lo único que quería era que no tuviese piedad con él y se enterrara con tanta fuerza que doliera.


—Sí, por favor sí, cachorro... sí.


Travieso, malvado, perverso. El canadiense agachó su rostro y le dio una pequeña lamida a la suave y resbaladiza punta de su pene. Johnny apretó los dientes, si él seguía jugando así explotaría en su rostro con una gran cantidad de semen.


—¿En serio? pues —se acomodó para que el americano tuviese el ángulo ideal para penetrarlo, mas, antes que ambos pudiesen cantar "gloria", el canadiense se paró rápidamente, acomodó su ropa interior y su pantalón.


—¡¿Qué?!


—Pues es mi cuerpo y yo decido... ¿Quieres jugar a no decir las cosas? pues bien, yo también puedo jugar sucio, Johnny Seo, utiliza tu mano, no lo sé... seguirás en abstinencia de mi persona hasta que me consideres lo suficientemente importante como para confiar en mí —sus ojos picaban con las lágrimas pero no era angustia, no, era porque el deseo y la excitación era tanta que incluso a él le dolía negarse del sexo que necesitaba— Buenas noches, señor Seo.


Y antes que el americano pudiese ir tras él, Mark corrió descalzo por todo el césped como si su vida dependiera de ello, subió la escalera con grandes zancadas, se tropezó contra el suelo y cuando volvió a incorporarse entró en su habitación cerrando con la llave.


Caminó decidido al jacuzzi que tenía en el baño y se sumergió en el agua caliente cuando esta estuvo llena.


Miró su mano, miró su miembro erecto y con una sonrisa perversa susurró "será en tu nombre, John Seo".


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