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"Imposible" Capítulo 17: John Seo el dominante





Jueves 26 de octubre 2017



A pesar que sus alumnos lo creyesen un hombre tirano, Siwon Choi tenía buena relación con sus colegas. Por estar iniciando le habían dado solamente la clase de biofísica para los alumnos de primer año, con el paso del tiempo podría hacer múltiples clases en diferentes años. ¿Se sentía feliz? Más bien se sentía conforme, la palabra felicidad estaba sobrevalorada para él y no la utilizaba desde el momento en que su relación con Han Eul dejó de ser lo que era.


Despejó cualquier tipo de recuerdo y cruzó la recién inaugurada cancha deportiva del campus Yeongeon por una razón simple, el casino de comida más cercano estaba allí. Miró el cielo gris y luego los muchachos que jugaban básquetbol ¿Es que acaso no tenían frío?


De pronto sus pasos se volvieron más lentos cuando reconoció al único muchacho de cabello rubio correr y darle bote a la pelota como un profesional. Se sorprendió por dos razones ¿Desde cuando tenía más "amigos" que Wong Yukhei? ¿Por qué jugaba tan bien ese deporte?


Fue inevitable quedarse unos segundos viendo los detalles que, a su parecer, lo hacían lucir único entre todos los alumnos. El cabello rubio no estaba ni liso ni ondulado, más bien desordenado, entre todos los muchachos su risa era la más alta y contagiosa, sus ojos brillaban sinceros, algunas gotas de sudor caían por su cuello y, el detalle que lo había vuelto loco, la cintura marcada que se asomaba cada vez que saltaba y encestaba.


—Pero qué mierda fue eso —frunció el ceño para sí mismo. Sin embargo no había pasado desapercibida su presencia, cuando el canadiense lo vio les hizo una señal a sus "amigos" y se acercó a él. ¡No!— Señor Lee.


—Disculpe, señor Choi... ¿Hay alguna posibilidad de revisar la prueba hoy? es decir, lo que sucede es que la semana que viene voy de vacaciones y me gustaría estar tranquilo —al ver su ceño fruncido y el silencio absoluto, el muchacho se sintió cohibido— lo lamento.


Antes que pudiera irse, escuchó la voz de ese hombre llamarlo por su nombre. Sus mejillas se pusieron rojas ¿Qué pensaría de esto Johnny?


—No puedo darle una calificación porque aún la máquina que revisa las respuestas no lo hace, no obstante estoy seguro que tuvo una realmente buena así que disfrute la semana libre.


Apretó el puño y mordió su lengua antes de cometer un error, quería preguntarle la razón del por qué Johnny Seo no lo toleraba ¿Sería recíproco? Asintió agradecido y volteó para regresar al pequeño partido que habían armado con alumnos de otras facultades, esto era anticipar el descanso que se venía.


Miró hacia atrás y se percató la manera en la que Choi Siwon se desplazaba para reunirse con otros académicos. Su espalda ancha tensaba la ropa al igual que su bien formado trasero. Meneó la cabeza, no quería tener pensamientos de índole sexual con un hombre 13 años mayor pero ¿Quién era el culpable? él.


La noche llegó y con eso la cena también. Después de mucho tiempo se reunía la familia Seo completa para comer y la idea incluso lo entusiasmaba, mas, al estar los cuatro en la mesa se dio cuenta de una cosa: Johnny seguía enojado.


Después de esa noche en la que lo sedujo hasta el límite y corrió sin concretar nada por venganza a su silencio, el americano no volvió a dirigirle la palabra. Al principio creyó que había sido un juego y tampoco le hablaba, pero con el paso de los días comprendió que la cosa iba realmente en serio, no cenaba en casa, no había vuelto a buscarlo a la Universidad, respondía muy escueto sus mensajes. Incluso estaba seguro que pasaba más seguido con Han Eul. Solo cruzaron palabras simples y aunque la angustia llenara su corazón no cometió el error de pedirle que le hablara.


Dignidad aún le quedaba.



Sábado 28 de octubre 2016, 2 días después


Después de hablar por videollamada con sus padres, ansioso miraba la hoja con los itinerarios de vuelo en su habitación. Sentado sobre su cama con los pies cruzados y el computador en su regazo observaba todo tipo de información ¿Era tan fácil para los "niños ricos" hacer gastos de este tipo?


Pasajes para 4 personas en primera clase, viajes ida y vuelta (Seúl-Madrid/Madrid-Seúl) por la línea Emirates, tenía un costo de más de 32 millones de won, lo que se traducía a casi 29.000 dólares americanos. Claro, para ellos era "nada" cuando para Mark Lee y cualquier ser humano común y corriente podía ser más de 1 año de sueldo invertido. ¡Ni siquiera quería imaginar cuánto le había salido en total!


Estaba concentrado en la pantalla cuando se le ocurrió mirar el teléfono. Intentó no carcajearse pero sus amigos no cooperaban demasiado en eso. Anoche se había reunido en el departamento de "Taeten" para tener una "pequeña despedida" junto a ellos y "Jaedo", hoy podía ver las consecuencias en el contenido de los mensajes.


Tenny: Mark ¿Con o sin resaca? :D espero no vomites en el vuelo ¡Es casi 1 día completo arriba de un avión! 14:30

JackFrost: lo mejor que le podría pasar sería que vomitara la ropa costosa de Han Eul >:D 14:30

Tenny: eres muy malvado... así te quiero siempre amor -le susurra al oído- 14:31

Doyoung: dejen de zorrear 14:31

Tenny: ¡Bunny dijo una palabrota! D: 14:31

Hoyuelos: la resaca está matando su cabeza, está descansando en mi cuello mientras escribo esto 14:31

Por cierto, Mark ¿Con o sin resaca? anoche te has tragado hasta el agua del florero 14:32

Jackfrost: somos la peor influencia, solo tiene 18 años :( 14:32

Tenny: la culpa la tiene Johnny Seo, se comporta como un crío ¿Cómo no ha de beber? 14:32

Hoyuelos: No hay nada peor que obligar algo, las cosas con calma se dan, si él quiere saber la verdad lo sabrá pronto... de todas formas, Mark, espero disfrutes este viaje 14:35

Nada de culpas, en serio después de todo será muy grato 14:35

JackFrost: Hoyuelos, ¿Por qué siempre suenas como un mesías? xD 14:36

Doyoung: déjenlo en paz , es un brujo <3 14:37

Hoyuelos: tu brujo, mi amor 8) 14:37

Tenny: ¡Dejen de zorrear! 14:37


Estoy bien, sin resaca, me he duchado y estoy viendo detalles del vuelo, de verdad muchísimas gracias por lo de anoche, lo he pasado de maravilla... voy esperanzado que lo pasaré increíble aunque las cosas con Youngho parezcan muy distanciadas ¡Pendejo mimado! 14:40 ✓✓

Por cierto, dejen de discutir, pueden dar los mejores consejos y ser serios cuando lo desean pero en el fondo todos ustedes son unos puercos :) 14:41 ✓✓


JackFrost: ¿Alguien vota para que Mark se vaya del grupo? 14:43

Hoyuelos: yo \(*o*)/ 14:43

Tenny: aquí 14:43

Doyoung: ¿Qué es un Mark? 14:44


El canadiense soltó el teléfono y explotó riendo con las manos sobre su vientre, no se había equivocado con tener amigos de ese tipo, eran increíblemente cercanos y acertados cuando la situación la ameritaba pero también jugaban "peleando" unos con otros o incluso utilizaban palabras subidas de nivel.


—El vuelo sale a las 23:55, luego de 9 horas llegarán a Dubai para hacer escala, les tomará 3 horas antes de tomar el vuelo hacia Madrid, llegarán a las 12:40 hora local del día domingo —hablaba el asistente Choi mientras conducía al aeropuerto de Incheon— les tomará casi 21 horas de vuelo, sin embargo a las 14:00 desde Madrid saldrá otro a Tenerife por aerolíneas Iberia, llegará aproximadamente a las 16:00 hora local


Mark asintió al igual que Johnny cuando iban rumbo al aeropuerto de Incheon, era más de 24 hrs de vuelo en total y solo quería estar allí, descansar, disfrutar ¿Qué tan difícil podía ser cuando el hombre a su lado no le hablaba? Por las miradas en el retrovisor estaba seguro que el asistente Choi se había dado cuenta que algo sucedía, la distancia era notoria.


Por supuesto el encuentro en el aeropuerto con Han Eul y su amiga fue, por decirlo, "particular". La novia de Youngho se acercó y tímidamente besó sus labios mientras este sonreía y los recibía, la muchacha que la acompañaba se acercó a él e inclinó el rostro a modo de saludo, era realmente guapa.


Mark Lee? I'm the Han Eul's bestfriend... Ennik Douma, you can tell me Somi —tenía las mejillas sonrojadas, le sorprendió que le hablara en inglés— i'm also Canadian.


Really? That's great! city?


Toronto, but, i mean... i feel like a korean girl bcause I was only 6 months in Canada when I was a baby.


Han Eul se acercó al oído de Youngho para susurrarle entre risitas que podía notar la fascinación de Somi por Mark y que, por supuesto, esperaba que fuera recíproco. El americano trató de no sonreír con sarcasmo, si tan solo supiera que aquel rubio era gay no diría semejante locura. La sonrisa, no obstante, se borró de su rostro cuando el temor cruzó su mente ¿Y si en el fondo Mark despertaba algún instinto bisexual dormido?


Domingo 29 de octubre, Tenerife, Canarias, España


Abrió los ojos, observó a su alrededor y rodó sobre su estómago cuando la oscuridad de la habitación lo rodeaba, estaban tan exhaustos cuando llegaron tras horas y horas de vuelo que decidieron dormir y reunirse en la noche alrededor de las 22 hrs para cenar y beber juntos.


Gran Hotel Bahía del Duque era el lugar de donde se estaban hospedando, por supuesto que Johnny y Han Eul compartían habitación mientras Somi y Mark tenían habitaciones individuales. ¿Le molestaba? sí, pero no podía hacer nada al respecto cuando estaba hospedado en un resort de lujo y era una invitación.


—San Han Eul —susurró, incluso durante las horas de vuelo, las escalas, la muchacha y su amiga se habían comportado muy gentil con él, no podía responderles de manera negativa.


Johnny llenó la copa de su novia con vino cabernet sauvignon mientras la adorable Somi bebía un vaso de jugo natural de melón. Habían dormido gran parte de la tarde así que la gran aventura empezaba mañana. Estaban en una terraza del restaurante con vista a parte del lujoso resort y el mar, era una bendición estar aquí pero su paciencia estaba acabando ¿Dónde estaba el muchachito?


Bebió vino de su copa cuando llegó, contuvo el aliento al verlo vestido con una camiseta blanca cubierta por un traje formal. Quería estar a tono con el ambiente.


—Disculpen, me he perdido, el complejo es bastante grande.


—¿Pedimos para comer?


Durante la velada se divirtieron bastante, excepto por el hecho que la interacción entre Johnny y él era bastante reducida, sin embargo el canadiense pensó que no podía desperdiciar el viaje por una actitud mimada ¿Por qué no aceptar una buena compañía? Quiso desviar por este momento cualquier tipo de celos que le provocaba la complicidad con la que Youngho y Han Eul se miraban. Dolía.


La comida estuvo exquisita, Johnny hizo demostración de lo bien que hablaba español cuando interactuó con el mozo para solicitarle las cosas. Maldito cabrón, sonaba muy bien aunque no le entendiera una sola palabra.


—Vamos, vamos a divertirnos... aunque sea un poco —los pucheros de Han Eul podían convencer incluso hasta el hombre más gay del planeta, estando de vacaciones la belleza natural resaltaba por sus poros y cegaba— Mark, dile a tu amigo que no sea aburrido.


—Seo Youngho es un hombre lo suficientemente maduro para tomar sus propias decisiones, lo que es yo —le hizo un gesto a Somi— ¿Te parece que vayamos a la fiesta? no vinimos a Canarias para dormir.


Una chispa, una tentación inmiscuida en el ambiente ¿Había sido eso un reto del cual debía aferrarse?


La multiculturalidad de la fiesta fue realmente grandiosa, personas de todas las nacionalidades bebían y bailaban ritmos que incluso nunca habían probado, como música latina que estaba de moda. Mark tragó saliva cuando Somi colocó sus manos en el cuello para tener una mejor posición con la que bailar, admitía que era guapa y agradable pero él sabía que era gay. ¿John lo sabría con seguridad?


—¿Vas a seguir tomando? —le murmuró a la muchacha al oído— tenemos la misma edad, aquí ya es legal así que, somos libres.


—Voy a disfrutar este viaje y todo lo que me ofrezca... siempre debo ser la niña buena, a veces es bueno... portarse mal —tal vez no estaba acostumbrada pero llevaba 3 vasos de vodka naranja, lo suficiente para que sonriera como boba y bailara más atrevida.


Le siguió el juego ¿Quién era él para destruir su libertad? Con confianza bebió cerveza y disfrutó de la música, el juego de luces, el humo blanco artificial, debía aprovechar la pequeña semana de vacaciones en la que, por gracia divina, la universidad cerraba.


Se le ocurrió observar hacia adelante, dos pasos más lejos estaba Johnny contorneándose con la gracia de un experto al cuerpo de su novia.


"Despacito, quiero desnudarte a besos despacito, firmo en las paredes de tu laberinto y hacer de tu cuerpo todo un manuscrito" sonaba, él sabía español, él podía entender qué decían y disfrutar el cantar contra la oreja de Han Eul.


Mas, sus ojos estaban puestos en Mark como si el mensaje fuese dirigido a él con intencionalidad. El canadiense no entendía nada, entonces ¿Por qué se sentía caliente? No era la mujer con la que bailaba, era John Seo, el idiota que no le hablaba de forma normal hace casi 2 semanas.


—En serio... amoor.. en serio estoy bien.

Para Johnny era gracioso ver a su novia ebria ¿Quién pensaría que la famosa diseñadora de alta costura se comportaba así? El reloj marcaba las 2:40 am hora local y el ambiente estaba más caliente que nunca. "Latinos", pensó.


Podían continuar divirtiéndose pero tanto ella como Somi apenas podían mantenerse en pie. Desvió la mirada a Mark Lee, este la abrazaba de lado con gracia mientras no hacía el menor esfuerzo por evitar que la muchachita intentara besarlo.


—Voy a acompañarte a tu habitación Somi, en serio debes acostarte.

—Eres.. muy uaaa uaa, guapo —sostuvo su rostro con ambas manos pero veía tan borroso que sus labios terminaron cayendo en el cuello del canadiense.


—Vamos... es hora de ir a dormir.


La habitación de Somi estaba frente la suya así que no fue difícil llevarla. Con torpeza le arrancó la tarjeta para abrir la puerta, la acomodó sobre la cama, quitó sus zapatos y la tapó hasta la barbilla.

Cualquier idiota podía abusar de alguien atractiva como ella, joven y entusiasta, pero no él. "Good Night" le susurró antes de salir de allí.


Miró hacia el fondo del pasillo, la habitación de Johnny con su novia estaba en el piso de arriba ¿Seguirían bailando allá afuera? él no sería mal tercio, necesitaba descansar así que entró en su habitación, no quería ser emocional pero tenía un nudo en la garganta ¿Por qué el americano tenía que mostrar tanta falta de interés hacia su persona?


Sin embargo en cuanto abrió la puerta con la tarjeta, alguien tiró de su mano hacia adentro para golpear su espalda contra una pared.


—Youngho —murmuró aturdido hacia arriba, la luz cálida daba un ambiente lo suficientemente íntimo— vete, te está esperando tu mujer.


—Está tan jodidamente ebria como tu nuevo ligue —masculló sosteniendo su barbilla hacia arriba— ¿Desde cuando eres bisexual?


—¿Te acuerdas que existo ahora? vaya —susurraba— los celos lo pueden todo.


—Me humillaste, me dejaste jodidamente caliente... —apretó con sutileza su entrepierna contra la del canadiense.


—Te comportas como un crío, Johnny ¿Tanto te afectó que no te diera sexo? —lamió sus propios labios para provocarlo, los ojos del americano siguieron el gesto como un gato persigue la luz— incluso que admitiera que Choi Siwon fuera caliente... ahora vete, debo dormir y tú tienes una novia que satisfacer —quiso que sus celos pasaran desapercibidos pero fracasó en el intento.


—La venganza a tu atrevimiento se sirve en un plato caliente... —Llevó las manos sobre su cabeza mientras acariciaba sus muñecas, aquel gesto, la suavidad de la yema de sus dedos por sobre su piel fueron suficientes para hacerlo jadear.


Sin embargo de pronto algo frío y metálico se cerró sobre ellas.


—Pero... ¡¿Qué estás haciendo?!


La sonrisa perversa de Johnny Seo se vio reflejado en su rostro cuando le mostró lo que había hecho, atrapó sus muñecas con esposas.


—Quisiste hacerte el rudo esa noche, cachorro, pero se te olvida una cosa... soy un hombre 7 años mayor


No supo cómo ni en qué preciso momento ocurrió todo, solo que de un segundo a otro Johnny había logrado que ambas muñecas quedaran atadas tras su espalda a la única barra metálica en forma horizontal disponible en la cama.


De forma instantánea Mark sintió sus mejillas arder, su respiración se volvió agitada y es que el contexto de todas las cosas se volvían jodidamente sucias, perversas, deliciosas. ¿Tenía miedo? su cuerpo completo picaba de anhelo.


—A partir de ahora te voy a demostrar que con Johnny Seo no se juega, te voy a llevar al límite —lo miró de pies a cabeza mientras lamía sus labios, Mark se sentía como un trozo de carne siendo evaluado por su cazador, eso lo excitó— eres exquisito y lo sabes ¿Crees que fue fácil ignorarte? me ha enojado tu actitud esa noche... por eso esta vez me vengo yo.


Sostuvo los cabellos de su nuca y con violencia tiró de su cabeza hacia atrás, a Mark le dolía pero todo desapareció cuando Johnny hundió la lengua dentro de su boca para besarlo hambriento. El hecho que no pudiera tocarlo porque estaba esposado convertía todo el acto en algo más caliente.


Mordió su labio inferior para menearlo como un depredador reclamando su trozo de carne, como él sí tenía las manos libres las apretó sobre el trasero del muchacho para llevar su entrepierna contra la de él.


Quiero ver bailar tu pelo, quiero ser tu ritmo... que le enseñes a mi boca, tus lugares favoritos... Déjame sobrepasar tus zonas de peligro, hasta provocar tus gritos y que olvides tu apellido —le cantó entre susurros en español contra el lóbulo de su oreja mientras colocaba una mano en la parte baja de su cintura y se contorneaba con la misma facilidad que había bailado hace un rato.


Los ojos del muchacho brillaron excitados y la prueba fehaciente de ello era su miembro duro.


—¿Qué piensas hacerme?


—Cachorro no puede preguntar —mordió su cuello antes que sus labios succionaran toda la zona como si bebiera de su sangre.


Mark se tropezó pero la rodilla del americano entre sus piernas lo sujetó de inmediato. Cerró los ojos y dio un largo jadeo agónico ¿Por qué era tan sensible? Estaba seguro que el día de mañana tendría una mancha en esa zona, una mancha testigo del peligro.


—Puedes decir lo que quieras del cabrón de Siwon Choi, Mark, pero él no despertará tu cuerpo como yo lo hago... me deseas —besó su barbilla— me deseas... —recorrió toda su espalda con la mano hasta la base de la columna, el muchacho se arqueó al igual que un minino lo hace con una caricia— cachorro de león.


Sabía cuál era su castigo, él era el "sumiso" y no podía oponerse a todo lo que el americano quisiera hacerle. Con manos firmes y dominantes, John sostuvo la parte superior del traje que Mark llevaba puesto y lo rompió de manera tal en la que pudo sacárselo sin quitarle las esposas, lo mismo con su camiseta blanca que terminó en el suelo. Arrastró su mirada lobuna por su torso y brazos desnudos.

El canadiense iba a manifestarse pero la sorpresa lo enmudeció, a diferencia del trabajo en el área superior, fue muy considerado con la parte inferior. Se tomó todo el tiempo del mundo para sacarle los zapatos, los calcetines blancos, bajar la cremallera de su pantalón y tirar de él hasta lanzarlo lejos.


—Mi...


—Shhhhh —ordenó.


Con los dientes Johnny fue descendiendo el boxer negro del muchacho mientras sus manos bajaban rasguñando sus piernas. Se irguió cuando terminó su trabajo y recorrió su cuerpo completamente desnudo con los ojos, casi le parecía adorable la manera en la que el muchacho se sonrojaba, casi, porque estaba tan caliente que solo quería llenarse de ese cuerpo.


—Que suerte tengo, Han Eul esta borracha... tengo toda la noche para comerte, pequeño.


Mark Lee ya no respiraba, más bien jadeaba necesitando de más contacto. ¿Lo más curioso? solo ahora se daba cuenta que Johnny estaba únicamente con su ropa interior modelando su bien formado trasero y una erección deliciosa. Caminó lentamente de un lado a otro evaluándolo ¿Por dónde empezar? Volvió a sonreír perverso, mierda, esto lo iba a disfrutar.


Acercó su boca al hombro derecho de Mark y le dio pequeños mordiscos hasta llegar a su clavícula. Sus manos se encargaban de masajear toda la zona de sus oblicuos mientras su boca lamía y chupaba entre sus pectorales.


—Eres cruel —balbuceó con los ojos cerrados y tirando inútilmente de sus muñecas atadas.


—Estás pagando tu atrevimiento, mocoso de mierda —pero no había sido un insulto, el gruñido y las lamidas que le daba en el costado derecho solo eran demostración que todo eso más sus palabras rudas eran en un contexto caliente— estás tan bien formado, eres tan susceptible


—Hago deporte —balbuceó.


Las caricias cesaron y una mirada severa le dio. Casi chilló excitado cuando la mano de John Seo le dio una nalgada fuertemente en su trasero, mierda, quería más.


—¿Siempre contestas lo que quiero decirte? esa boca insolente...


Murmuró antes de acariciar la marca caliente que había dejado en su trasero y antes de llenar su boca con las caricias de sus lenguas desesperadas. Nada era suficiente, incluso para él era difícil extender todo cuando su miembro rogaba atención. Separó su boca y observó cuan rojo y húmedos estaban los labios del muchachito, joder, era precioso cuando pestañeaba aturdido y respiraba con dificultad.


De pronto se colocó de rodillas pero no en un gesto que cambiara los roles, esta era una posición de índole malvada. Juntos jadearon cuando rápidamente Johnny chupó y mordió varios sectores de sus piernas, sin pedirle permiso inclinó la cabeza y enterró su boca en la cara interior de sus muslos para chuparle hasta la inconsciencia y marcarlo como suyo.


—John... mal... maldición John —jadeó desesperado— basta, voy a correrme.


—A partir de este minuto las cosas cambiarán... —se paró erguido demostrando su grandeza en 1.86 metros de altura, por alguna razón Mark se sintió aún más pequeño— no podrás decirme Johnny o John, mucho menos Seo... me llamarás "daddy".


En ese segundo un descolocado Mark Lee quedó boquiabierto, boca que gentilmente Johnny tomó y volvió a besar, mas, esta vez fue con dulzura y lleno de amor. Esos cambios drásticos, esa violencia que se tornaba en dulzura jodía la mente y el cuerpo del muchacho. Mientras lo besaba fascinado, desprendió la esposa de la cama.


Johnny lo abrazó susurrándole al oído que lo había extrañado, el canadiense se deshizo en suspiros pero cuando abrió los ojos se encontró en una nueva posición, el americano estaba sentado al borde de la cama y él de rodillas sobre el suelo con las manos esposadas tras su espalda.


—Lo único que puede satisfacer tu fijación oral, además de mis besos, es mi pene —Mark asintió obedientemente porque era verdad, la necesidad imperiosa por tener algo en la boca solo se calmaba cuando se llenaba con ese miembro caliente hasta la garganta.


Como estaba atado, Youngho tuvo que quitarse su propia ropa interior. Abrió sus largas y bien formadas piernas para que Mark pudiera caber entre ellas. Quiso reír cuando vio sus ojitos oscuros brillar ante la imagen de su miembro estoico, incluso lamió sus labios hambriento.


—Ummm Daddy.


Balbuceó antes de abrir la boca y llevar el pene hasta lo más profundo de su cavidad oral. El americano lanzó un jadeo masculino tan alto que se debilitó ante la excitación. Extendió toda su espalda sobre la cama, por lo que Mark se levantó solo un poco más para no desprender el contacto.


Chupaba con tanta voracidad que Johnny se vio en la necesidad de enterrar una mano en los cabellos de su nuca para darle una connotación aún más malvada y para que no perdiese el equilibrio, después de todo tenía las manos atadas tras su espalda con la esposa.


—Sigue... sigue —de arriba hacia abajo y con bastante deseo, Mark lo follaba con su boca.


Si había sido un inexperto en cosa de poco tiempo podía decir que ese hombre sabía lo que hacía, los movimientos de su lengua eran expertos, tocaba todos los jodidos puntos sensibles que tenía en su miembro. Lo había introducido en su boca con la satisfacción de quién se lleva una gran cucharada de helado y eso lo provocó aún más. Sus jadeos se volvieron más repetitivos, todo era tan húmedo y suave que se acercaba a un orgasmo al cual aún no quería caer.


—Basta —movió su cadera para retirar el pene de su boca, un pequeño hilo de saliva se rompió y un pequeño gimoteó se escuchó, Mark quería seguir chupando y le habían quitado su caramelo— tus labios rojos y resbaladizos, tu posición tan sumisa... que delicioso eres mi cachorrito, pero no te voy a dar lo que quieres hasta que yo decida.


—Daddy Seo es un malvado —gruñó.


A pesar de todo Mark Lee seguía viéndose masculino y eso lo incitaba. Se inclinó hacia abajo y besó sus labios para que pudiese sentirse mejor, la satisfacción oral del canadiense podía ser jodidamente beneficiosa, incluso su lengua se había vuelto experta para dar un beso. El rubio suspiró, Johnny tenía su cabellera sedosa pero despeinada y pequeñas gotas de sudor caían de ella, podía catalogarlo como el diablo del sexo o algo por el estilo, un paquete completo de testosterona.


—Boca abajo —susurró.


Todo era más difícil con las manos atadas pero admitía que volvía las cosas aún mejor, ese suave toque sadomasoquista, la fuerza en sus muñecas y el inútil intento por liberarse lo excitaba. Le hizo caso y lo ayudó, Mark quedó boca abajo pero con sus piernas y rodillas sosteniéndose sobre el colchón en lo que algunos denominarían como la posición más cautivadora del "doggy style", su trasero quedaba realmente expuesto ¿Sentir vergüenza? jamás, Johnny perdía los estribos.


—En serio, ni las mujeres pueden hacerlo mejor que tú, cabrón


Le dio un par de nalgadas hasta que estas estuvieran ardiendo para él, cada toque arrancó un gemido en su muchachito receptivo. Acercó su boca para darle pequeños mordiscos succionadores, amaba ese trasero con su vida y es que físicamente era muy lindo, esponjoso, suave y lo invitaba a hundirse en él.


—Esto es solo mío, Mark Lee —su dedo medio rodeaba la cavidad trasera para que se relajara— todo tu cuerpo es mío.


—S... Sí —dijo entre dientes.


La lengua ladina del americano chupó desde sus testículos hasta arriba mientras mientras él retorcía sus muñecas con el afán de tirar el cabello de Johnny para que profundizara el contacto, mas, era imposible, estaban esposadas.


—Mío —gruñó chupando entre sus nalgas hasta robarle la última gota de oxígeno, escucharlo gimotear era fascinante— ¿Qué pasaría si ahora te dejara así, apunto de correrte? Molesta ¿No?


—Basta, John —balbuceó sudando, sus rodillas apenas podían mantenerlo en esa posición. Sin embargo solo recibió otra caliente nalgada— digo, Daddy... por favor.


—Quiero que ruegues, quiero que me necesites —besó su nuca pero también la mordió, todo su cuerpo lo cubría por la espalda, el trasero de Mark rozaba su miembro, pero también podía sentir cada músculo de aquel hombre tocar su espalda. Lanzó un gemido largo— ser solo mío.


—Acaba con esto, por favor... 2 malditas semanas de tu indiferencia, más de 1 mes sin tener de tu cuerpo de manera real... —acariciaba su trasero contra aquella entrepierna que tanto lo volvía loco, apenas la voz le salía— por favor daddy.


—Tus deseos son órdenes, bebé —cuando Mark creía que iba a penetrarlo en esa posición, Johnny se retiró y se sentó al borde de la cama— ven aquí.


Estuvo parado frente a sus ojos pero dándole la espalda, el americano besaba la base de su columna mientras masajeaba su trasero posesivamente en forma circular, continuó el contacto entre sus nalgas, Mark perdió el equilibrio y se sentó sobre sus muslos observando ambas figuras en el reflejo de un espejo que había.


—No tienes idea de lo difícil que ha sido jugar este juego —besó su oreja, lo abrazaba con tanto afecto que el canadiense se deshacía de amor allí mismo— pero te extraño y te quiero tanto, Mark.

Los ojos del aludido estaban llenos de lágrimas, John se dio cuenta de ello y continuó besando el costado de su rostro mientras susurraba que era un hombre realmente hermoso. Que estaba celoso, sí, celoso porque cualquier persona podía enamorarse de él. Desprendió la esposa que mantenía atada sus muñecas para luego acercar una de ellas y besarla, tenía una marca en ella.


—He anhelado esto cada maldito segundo desde aquella fiesta... —bebió de su cuello antes que poco a poco su pene buscaba lo que anhelaba.


En aquel momento en el que John Seo lo penetró, Mark se dejó caer de lleno en sus muslos para que el contacto fuera profundo, realmente profundo. Vio sus ojos dilatarse en el espejo, aquel hombre de grandes proporciones lo abrazaba desde atrás y le sonreía como un diablo.


—Ohhhh sí —balbuceó.


Los brazos lo rodearon para que no se cayera hacia adelante, contorneó lentamente su cadera contra el trasero del muchacho ahogando sus gemidos en la nuca de este. Solo permitió que Mark compulsivamente dirigiera el ritmo de las embestidas mientras él acariciaba su miembro erecto de arriba hacia abajo rápidamente. Lo estaba masturbando.


Podía sentirlo todo, ambos estaban demasiado calientes, sudaban, jadeaban, gruñían, pero lo que parecía lento se volvió más violento. Youngho sujetó la cadera de Mark por ambos lados para penetrarlo con fuerza, entraba y salía de su cuerpo queriendo siempre más mientras su muchachito rubio con cabello ondulado le pedía que no tuviera piedad. Todo tenía una connotación más perversa cuando se veían en el reflejo y es que el sonido húmedo de la entrada y salida era particular.


Mark se rindió, descansó su nuca en el hombro de Johnny y dejó que lo partiera hambriento hasta lo más profundo de su cavidad trasera. Cerró los ojos, gemía y jadeba sin temor lo que para el americano era un estimulante a su líbido.


—Tu cuerpo encaja bien con el mío, cachorro pero quiero verte.


Mark protestó cuando sacó el pene de su trasero, pero se quedó callado al instante cuando se sentó mirándolo cara a cara. Desesperado por hacer esto desde un principio, lo abrazó por el cuello hundiendo sus manos en la cabellera castaña y profundizando un beso que lo devolvía a la vida.

Johnny enterró las uñas en su trasero cuando volvió a penetrarlo, la curvatura que formaba, la manera en la que se frotaban necesitado lo volvía loco.


—Quiero correrme —susurró en la oreja del americano. Sus piernas estaban extendidas a cada lado, abiertas, dándole toda la disponibilidad y el ángulo para que la compenetración de sus cuerpos fuera perfecta.


—Correte para mí —hincó los dientes en su cuello, realizó un movimiento semejante al de una serpiente contra su trasero para que el dolor y el placer hicieran palpitar el pene de Mark que friccionaba contra su vientre.


En ese momento Mark Lee mordió la manzana de Adán del americano cuando su pene explotó y se corrió en un orgasmo que había anhelado hace semanas, gotas y gotas de semen bañaban la musculatura del abdomen en ambos. John besó sus labios y el resto de su rostro para que se relajara y se rindiera los espasmos de su cuerpo.


Cuando él también estuvo cerca, friccionó aun más el pene dentro de su trasero, no fue piadoso cuando se hundió hasta lo más recóndito de su ano mientras se corría compulsivamente, bañándolo de su semen mientras Mark continuaba balbuceando incoherencias.


Agotados, ambos perdieron el equilibrio y cayeron sobre la cama, temblando, sudando, jadeando. Con sus brazos fornidos, el americano lo rodeó por completo y llenó su rostro de besos para secar el sudor que caía desde su frente. No solía percatarse de esos detalles pero sus corazones parecían latir al mismo ritmo y sí, podía sentirlo.


—Voy a decirte la verdad, Mark... no más secretos entre ambos.


—¿Por qué lo harás? —susurró peinando su cabello húmedo, largo y castaño, su John Seo era hermoso.


—Por... —pareció inquieto, sonrojado y aún más bello— porque me gustas, realmente quiero avanzar de manera correcta en esto que tenemos, cachorro.


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