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"Imposible" Capítulo 23: Petición




La lluvia se había desatado con fuerza sobre Seúl, a esta altura del año las temperaturas estaban bajas y él no deseaba que fuera diferente pues le daba un toque distinto al ambiente.


Abrumado por toda la información que tenía en su cabeza, Mark Lee observaba el reloj que estaba en la mesita de noche al lado de su cama, los minutos pasaban, apenas pestañeaba, tenía miedo de convertir esos pensamientos en pesadillas que no lo dejaran descansar y a fin de cuentas todo se volvía un círculo vicioso.


Llegó alrededor de las 22:45 a la mansión pero solo se tomó el tiempo de mandarle un mensaje a Johnny diciendo que estaba agotado y necesitaba dormir, ni siquiera le había sorprendido el hecho que lo dejara en visto y no visitara su habitación.


Se había enojado o algo a él también le había pasado.


El silencio y la oscuridad eran factores propicios para reflexionar un poco sobre lo que Siwon Choi le había dicho. Estaba seguro de una cosa y es que no le había dicho toda la verdad, Han Eul ocultaba más que solo el hecho que lo hubiese engañado con los americanos y aquel secreto picaba el interés del canadiense. Solo pensar en su rostro angelical le daba asco, ya ni siquiera estaba seguro si era sincera con él o su novio.


—Angelical mi culo —masculló.


Pero, a pesar de contar todo un rebaño de ovejas fue imposible calmar su cabeza. Los minutos pasaban y él desperdiciaba tiempo valioso para dormir, en un par de horas más debía estar en pie para ir a la Universidad. ¡Maldita sea! Sintiendo el peso de las incipientes ojeras se paró de su cama y dio un gran suspiro, no le importaba si era regañado, sabía quién era la única persona en esta gran propiedad que podía brindarle calma y calor.


Caminó tan ligero que sus pasos no se escuchaban, las ventajas de una mansión eran el moverse sin ser detectado desde otras habitaciones. Le dolió la boca del estómago imaginar ser rechazado por Johnny pero, en vista de que eran casi las 2:30 de la madrugada y que sentía angustia por no dormir, lo necesitaba.


Con cuidado llegó a su habitación, colocó las manos en el picaporte de la puerta y la abrió con lentitud para no asustarlo, mas, le importó poco el ruido cuando decidió cerrarla tras su espalda. Algo no andaba bien. Bajo el secreto de la oscuridad que envolvía la habitación se acercó rápidamente a la cama, podía escucharlo sollozar angustiado mientras balbuceaba cosas en inglés y mientras su cuerpo se movía inquieto. Estaba teniendo una pesadilla.


—Gigante, calma, gigante estoy aquí —susurró lleno de amor el muchachito después de meterse bajo la ropa de cama— no te va a pasar nada, estoy aquí —la angustia del americano era real ¿Qué estaba soñando? Lee sintió el mismo deseo de llorar— John...


—¡No!


Johnny abrió los ojos de golpe mientras trataba de recuperar algo de oxígeno, su tórax subía y baja descontrolado, tragó saliva pero aún bajo esos pobres intentos continuó llorando. Movió el rostro hacia el lado y, a pesar que sus ojos se estaban acostumbrando a la oscuridad, su cuerpo completo le dijo que no estaba solo, ese calor, esa respiración inquieta, ese era su Mark Lee.


—Cachorro —balbuceó.


—Estás sudando, John, calma, calma que estoy aquí —antes de poder decir algo más, el americano lo abrazó efusivamente, prácticamente todo su cuerpo estaba encima de él siendo contenido por sus brazos fornidos. Era increíble cómo bebía de su presencia para encontrar algo de paz— era solo una pesadilla.


A medida que avanzaba el minuto fue haciéndose más consciente de la realidad dejando así de derramar lágrimas. Sí, había sido una jodida pesadilla. Mark, que tenía el rostro contra el cuello de aquel hombre, empezó a regarlo con besos pequeños mientras este suspiraba aliviado el costado de su rostro, no sabía cómo había llegado el rubio a su cama, solo que había sido en el mejor momento.


—¿Te sientes mejor? —negó con un sonido en la garganta, en esa posición parecía que Johnny estaba atrapado bajo el cuerpo del muchacho— ohhh ya sé —susurró.


Descansó su frente con la de Seo y sintiendo cada uno la respiración del otro fue que susurró "te quiero gigante". Inclinó el rostro tan solo un poco para buscar sus labios, cuando estos tuvieron el anhelado contacto, Johnny gimió subiendo de inmediato una mano tras su nuca para que el beso fuera más profundo y convencerse, una vez más, que Mark Lee estaba aquí sobre su cuerpo, dentro de su cama y su habitación.


Era increíble la manera en la que sus cuerpos se acoplaban con tanta perfección como si estuviesen creados el uno para el otro, una cursilería de cuentos que se hacía realidad en ellos. Youngho podía sentir la diferencia de tener sobre si una mujer versus un hombre como Mark, pero no le sorprendía que se sintiera más cómodo con el canadiense devorando su boca con tanto afecto que invalidara sus pensamientos.


—¿Mejor? —asintió— yo no


Le dio un par de besos, apretó y chupó sus labios con tanta avidez que el cuerpo semidesnudo de Johnny Seo quería reclamar la misma atención. Jugó por un par de segundos mientras le daba "un beso esquimal" antes de acomodarse a su lado y descansar su rostro en el lugar donde latía su corazón frenético.


—¿Qué soñabas?


—Que veía tu cuerpo sin vida hundirse bajo el fondo del mar, pero la superficie era de cristal, por más que hiciera el intento no podía atravesarlo y te perdía... te habían arrancado de mi lado, escuchaba a mis papás reírse y repetirme que habías perdido la beca y que debía casarme con Han Eul.


—Johnny ¿Hay algo que yo no sepa?


El aludido acarició su cabellera con la punta de su nariz, amaba perderse en ese cabello alborotado y aspirar el aroma de su shampoo, regar besos, beber de su calor. Después de un par de segundos empezó a hablar.


—Mark, no hubo ningún problema legal... hubo más bien una reunión con la sociedad JKG —el desagrado en su voz era tal que fue imposible pasarlo desapercibido, algo no estaba bien— ellos son un grupo que pertenece a la familia Oh y es líder en el área de la construcción, hoy hubo una reunión con ellos y los puestos principales de Keullobo ¿En resumen? formaron una alianza para crear una prestigiosa cadena de hoteles.


—Eso quiere decir que... —frunció el ceño— de alguna manera la familia de Han Eul y la tuya están unidas.


Eso no había sido una pregunta, había sido una afirmación que dio justo en el clavo y que se confirmó con un sonido de garganta que Johnny emitió. Sintió una presión en el pecho y la garganta ¿Quería llorar? sí, pero no sabía si se le tenía permitido, recordó cómo era Han Eul, recordó cómo eran las familias ricas y cómo las cosas solían terminar.


No era el único, la primera idea que llegó a John cuando vio el acuerdo firmado, fue que sus padres lo presionarían a formar algún vínculo matrimonial con su novia con el fin de reflejar la prosperidad y seguridad que tendría la alianza.


Quería separar los negocios de su vida privada pero eso estaba lejos de ser una realidad.


—Mark, lo único que quiero que te quede claro es que no van a manejar mi vida —levantó su rostro por la barbilla, el muchacho se sentía tan descolocado que no puso resistencia— ya te dije, no me imagino un futuro en el cual no estés.


—¿Entonces qué es necesario para que termines con Han Eul? —susurró angustiado— no quiero sonar como la amante manipuladora pero...


—Debo afinar algunos detalles.


—Solo ten cuidado ¿Sí? —susurró sintiendo todo el peso de su frente y el aire de su respiración sobre sus labios— voy a darte una razón de peso para que no estés con esa mujer, solo espera y verás.


Johnny sentía que había un mensaje subliminal en sus palabras pero no quería arruinar el momento insistiendo con preguntas. El sonido exterior de la lluvia contra el ambiente y las ventanas, la oscuridad de la habitación, ambos cuerpos abrazados y compartiendo calor era propicio para que las emociones salieran a flote.


"Te quiero más de lo que mi boca es capaz de decir" murmuró Johnny contra sus labios antes de abrir la boca y dejar que la punta de su lengua los lamiera lentamente como a un caramelo de fresa. No eran palabras para engañarlo, estaba seguro que lo quería más de lo que era capaz de decir o admitir, era la única persona capaz de hacerlo cuestionar su riqueza y la relación que tenía con Han Eul, la única persona capaz de enloquecerlo o hacerlo llorar. Mark Lee se había adentrado en su piel con tanta pasión que daba miedo y estaba lejos, por supuesto, de detenerse.


Lo escuchó gemir contra sus boca lo que le dijo que estaba haciendo las cosas bien. Se inclinó hacia el lado casi encerrando el cuerpo del canadiense bajo el suyo y con paciencia le quitó la camiseta que llevaba puesta.


—Johnny —protestó, en el fondo su cuerpo lo deseaba como el infierno.


—Shhh, daddy quiere darle amor a su cachorro de león.


Era cierto, quería tocarlo completamente porque era la única manera de poder saciar la necesidad que tenía de Mark Lee, de sus besos, su cuerpo, su risa, su todo en demasía. No podía verlo pero no era necesario, sus dedos conocían cada curva de él.


Inclinó el rostro hacia abajo y besó la curvatura de su cuello con fuerza, succionaba su piel con hambre, como un vampiro en busca de sangre. Aquel gesto despertó más el líbido del muchacho que gruñía impaciente. John siguió descendiendo hasta dedicarle tiempo a uno de sus pectorales, mordió insolentemente uno de ellos y de paso lamió para calmar la herida invisible que se formaba. Dios, podía estar toda la tarde chupando sus pequeños pezones pero el abdomen caliente y formado de Mark le pidió a gritos que le prestara atención.


Mordió y beso el sector donde bajo músculos y piel estaban sus costillas, arrastró sus labios por todo el abdomen mientras su cachorro gimoteaba y meneaba desesperado su cadera contra su rostro.


—Bebé, la paciencia es una virtud.


Casi sintió que se le hacía agua la boca cuando sintió contra su rostro la erección de Mark Lee bajo su ropa interior, lo empujó con sus dientes sin descubrirlo y darle la atención preferencial que se merecía tan magnífico pene.


—chiihhmmmm —apretó los dientes— por favor.


—Todo esto es mío, solo mío... tú eres mío —dijo roncamente mientras arrastraba las manos por su torso desnudo y al mismo tiempo que su boca jugaba en el borde de la ropa interior para enloquecerlo— este pequeño camino de la felicidad indica algo que me voy a comer —por instinto la mano del canadiense fue a la nuca de John Seo para tirar de sus sedosos cabellos con fuerza— y este trasero esconde algo en lo que mi pene se va a meter —antes de continuar sonrió con malicia, luego de eso asaltó desesperado su boca mientras sus labios se humedecían con la dulce saliva del otro.


Youngho hundía de forma cadenciosa su miembro contra el de Mark como si pudiese hacer un orificio más en el colchón a medida que los besos silenciaban sus gemidos y jadeos, quería llevarlo al límite puesto que, cuando Mark rasguñara su espalda a punto de caer en el orgasmo, lo follaría con su boca para que se corriera dentro de ella.


Era una buena manera de que su trasero estuviese 100% dispuesto a recibirlo cuando quisiera hundirse profundamente en su ano. Lo haría rogar por oxígeno y agua, y luego de follarlo tan dura y excitantemente, lo abrazaría en forma "cucharita" para que ambos se fueran a la deriva del cansancio entre el amor y el sueño.



Jueves 16 de noviembre 2017, 1 semana después


Sonrió con timidez cuando la muchacha le entregó el café, la temperatura en Seúl no superaba los 3 grados celsius por lo que estar tranquilo sin temblar como gelatina era derechamente imposible. Mark le entregó un vaso a Yukhei y luego aceptó el suyo antes de caminar hacia el salón que les correspondía para este horario.


Miró hacia el frente con el ceño fruncido cuando se dio cuenta que el señor Choi entraba a la sala de clases. Asustados se observaron antes de caminar a paso lento para no coincidir con él, no era habitual que el profesor llegara y eso a Mark le provocó dolor de estómago. Salvo Jaehyun, nadie más de sus amigos sabía lo que había ocurrido la semana pasada y cómo se había sentido.


Cuando iba a sentarse en la primera fila de aquel enorme salón, vio a aquel hombre observar algo en el computador mientras acomodaba sus cosas. Mark se dirigió al asiento al cual había sido confinado desde la llegada de ese hombre, mas, este día sería diferente. Sin quitar la vista de la pantalla y sin dar mayor explicación, Siwon le pidió que volviese a sentarse con su amigo allá atrás a partir de hoy, palabras que fueron susurros y nadie más que el canadiense había escuchado.


—Supongo que el profesor Choi tiene miedo de caer en la tentación —como estaba de espaldas a sus compañeros y su tono de voz había sido muy bajo, nadie tampoco salvo aquel médico pudieron oírlo.


Las palabras fueron suficientes para que Siwon levantara la vista hacia el muchacho, la letalidad de sus ojos eran capaz de hacer temblar a cualquiera, mas, Mark lo había visto en una faceta muy distinta en su penthouse.


—Continúa siendo atrevido y te llevaré al comité de ética de esta facultad.

—Usted sabe que no lo hará, soy el único en esta universidad que sabe el motivo por el cual no es capaz de delatar a Han Eul ¿Creerá que no me imagino cuál es su secreto? usted es bisexual.


—Lo suficientemente bisexual pero también lo suficientemente retorcido como para hacerte rogar por una follada —la sorpresa en los ojos de Mark pero la sangre en sus mejillas lo complació con creces— vuelve a tu asiento, Lee.


Respirando agitado se volteó y subió la escalinata peldaño por peldaño hasta sentarse al lado de Yukhei, desde esa distancia aún podía distinguir cada emoción que surcaba el rostro de ese hombre y lo llenaba de ira verlo aparentemente muy sereno mientras preparaba la clase. Su amigo con duda en su mirada le preguntó qué estaba pasando ¿Por qué de pronto ya podía sentarse con él? ¿Por qué estaba temblando? Negó con la cabeza a duras penas y puso todo el esfuerzo por concentrarse en la clase, sin embargo fue inútil esta vez.


No era el único, las pocas compañeras que tenía estaban absolutamente prendidas en cada movimiento que realizaba pero tampoco iba a culparlas, el pantalón se ajustaba a las curvaturas de sus muslos y trasero como el modleo que alguna vez había sido. Mierda, quería saber detalles de eso.


Las horas y las clases habían llegado a su fin. Estiró sus brazos en el aire para acomodar cada músculo de su cuerpo, Yukhei iba a llevarlo en su vehículo como en otros días y pasarían a comer en un restaurante pero su teléfono estaba sonado de repente.


—Esta vez no podrá ser "Wongyuk", apenas resuelva esto te pondré al tanto, lo prometo.


El adiós de su amigo se perdió en el aire pues este estaba caminando hacia otro pasillo velozmente. ¿Desde cuando ese hombre tenía una oficina? ¿Por qué lo querría allí? Meneó la cabeza, al menos esta vez no estaba lo suficientemente caliente como para aceptar algún tipo de encuentro de ese tipo.


Tocó la puerta con los nudillos solo 3 veces tal como lo había indicado, escuchó un "pase" con aquella voz ronca que Siwon Choi tenía cuando estaba enfadado. Dios, iba a reprenderlo por su insolencia. Y es que de alguna manera podía entenderlo ¿Aprendería a separar las cosas y diferenciar un penthouse de una sala de clases? lo vio sentado en una silla de escritorio tan grande como él, con su mano y tras el escritorio jugaba con el dedo sobre un lápiz de tinta.


—Cierra la puerta, iremos al grano Mark Lee —tragó saliva y obedeció como un niño pequeño— sí, mi secreto es que soy bisexual y es algo que utilizó Han Eul para extorsionarme, supongo que comprenderás el alcance que puede tener en la sociedad asiática cuando tu sexualidad es diferente ¿No?


—Estoy viviendo con eso día a día —se sentó frente a él— señor Choi.


—Señor Choi nada, Mark Lee ¿Vas a seguir comportándote como un crío atrevido? —lo apuntó, el ambiente estaba denso— ¿Crees que actuando así la gente te va a respetar como un hombre? demonios, si no hubieses medido tu tono de voz, si por alguna razón alguien de tus compañeros te hubiese escuchado insinuarte de esa manera ¿Crees que no tomarían la menor oportunidad para arruinarte? —sintió su garganta apretarse porque sí, no había nada que rebatir cuando tenía razón— veo algo en tus ojos, anda al grano.


—Necesito de su ayuda —frunció el ceño como respuesta— usted es la única manera que tengo para que se sepa la verdad, usted tiene las pruebas contundentes para acusarla... podría tratar de salvar a Johnny de esa perra pero si lo hago corro el riesgo de que no me crea y que su orientación sexual salga a la luz.


—Tal vez estoy demasiado cómodo sufriendo en silencio —gruñó— o simplemente tal vez anhelé volver a Corea por un tiempo, tal vez sus amenazas ya no tienen un impacto real, no lo sé —dejó el lápiz tinta sobre la superficie de madera y se irguió intimidando al muchacho— ¿Qué te hace creer que voy a ayudarte? sabes que no soporto al cabrón de Johnny Seo.


—Johnny es tan víctima como todos los que caen ante su personalidad de princesa... yo creo, señor Choi —colocó las manos sobre el escritorio, casi podía escucharlo respirar con dificultad— que usted ha estado esperando la motivación suficiente para vengarse de esa mujer, usted guarda un secreto de Han Eul, un secreto que nadie más que usted sabe... un secreto que provoca su ira más profunda, si eso es tan grave ¿No es suficiente razón para que pague por ello?


—Que John Seo abandone a esa infeliz no te asegura el éxito en el amor, no seas iluso muchachito.


—Estoy dispuesto a correr el riesgo —tendió su mano hacia él— ¿Qué dice?


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El americano resopló mientras repasaba las manos sobre su cabello sedoso, había terminado un extenso informe por lo que el día laboral llegaba a su fin. A decir verdad podía ahorrarse estas cosas y delegar funciones como el heredero de "Keullobo", sin embargo Johnny Seo no era un chaebol inútil y hacía valer sus años de estudio.


Impaciente tamborileó con sus dedos la superficie del escritorio que tenía en aquella magnánima oficina, hace un par de segundos mandó a llamar al secretario Choi Dong Ho porque era la única persona que podía ayudarlo en este momento. Estaba ansioso, sí, porque las cosas empezaban a tomar su forma y actuar en secreto era la única manera de tener éxito. Cuando lo vio aparecer en la puerta de su oficina el dolor de estómago se hizo más fuerte. Mierda.


—Señor Seo ¿Qué es lo que necesita?


Por un par de segundos se detuvo en su rostro, Choi Dong Ho no tenía emociones al momento de hablar, más bien usaba un tono extremadamente formal como para que las personas pudieran pensar que aquel hombre era un robot. Correcto, de apariencia pulcra, sí, él era el correcto.


—Señor Choi, usted sabe que entre Mark y yo hay algo, independiente de lo que pueda pensar sabe que lo hay —asintió— nos ha prometido su confidencial y bajo ese punto quiero entregarle una tarea muy importante.


—¿Y cuál sería esa tarea, señor? —no movía un solo músculo de la cara más que la boca y los párpados al pestañear.


John contó un par de veces antes de atreverse a hablar.


—Necesito que vea la manera en la que Mark obtenga una beca de la mejor universidad que exista en Canadá, necesito algo tangible para que él pueda rechazar la que obtiene de papá.


—¿Podría permitirme el preguntar con qué motivo está haciendo esto señor Seo?


—Estoy preparando el camino para tomar la decisión más importante de mi vida, tú sabes que soy bisexual y aunque no lo entienda no puedo quitarme a ese hombre de la cabeza o el corazón, sabes que hace una semana se realizó el acuerdo entre la sociedad JKG y es cosa de tiempo para que me presionen a estar casado con Oh Han Eul... yo no quiero eso para mí —meneó desesperado el rostro— solo cuando me asegures que obtuviste una beca para que Mark estudie medicina en Canadá, sin importar que deba atrasarse un año, solo cuando todo esté listo, voy a terminar esta mierda... voy a formar mi propia fortuna.


Por primera vez en mucho tiempo, el asistente Choi apretó los labios y levantó el rostro reflejando una mezcla extraña entre la angustia y la indignación. No fue capaz de responder de forma inmediata, de hecho estaba analizando una tras otra vez lo que él le estaba pidiendo. Era algo muy fuerte como para tomarlo a la ligera.


Tragó saliva y enderezó los hombros, estaba preparando sus palabras.


—¿Es consciente de la locura que se formará cuando se despoje de todo?


—Bastante, pero hasta la alianza entre familias no pude tomarle el real peso a lo que ocurrirá después y es triste que diga estas cosas, Choi Dong Ho, pero no me atrevería a poner las manos al fuego por mis padres... puedo hacer mi vida como abogado en otra parte.


El asistente Choi frunció el ceño lo que le causó sorpresa ¡Estaba enojado! ¡Ese hombre estaba mostrando sus emociones!


—Con todo el respeto que usted se merece, necesito recordarle que quien lo motivó a hacer esto es el señor Lee ¿No? ¿Usted tiene sentimientos lo suficientemente profundos como para dejar una relación de dos años con una mujer por un hombre? —lo apuntó— el señor Mark Lee merece que le paguen con el mismo afecto que entrega ¿No está jugando con él verdad?


—Creo que estás pasando el límite Choi ¡¿Qué es lo que te sucede?!


Levantó la barbilla desafiante, su labio inferior temblaba y poco a poco sus ojos empezaban a brillar.


—Solo quiero evitar que cometa el mismo error 2 veces —tragó saliva desesperado, no estaba acostumbrado a emocionalidades porque bastante había sufrido en el pasado, esto era un quiebre en el punto débil de su personalidad— ¿O jugará con sus sentimientos tal como lo hizo con Hansol? señor Seo —masculló— usted jugó con mi hermano antes de su muerte.



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2 Comments


Lausin
Lausin
Oct 13, 2022

YO SABIA QUE ESOS DOS ERAN HERMANOS AAAAAA😭😭😭

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Mika
Mika
Jul 18, 2019

Ese justo momento en el que estas releyendo la historia y no recordabas que Hansol y Dongho eran hermanos y te quedas con la misma cara de idiota que la primera vez. Si. Maldita sea.

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