"Imposible" Capítulo 3: Nuevos amigos ¿Un niñero?
- TrinidadVictoria
- 31 may 2019
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El señor Choi había manejado con eficiencia hacia la clínica mientras que él se había quedado en los asientos traseros con el cuerpo de Mark acostado de forma horizontal. La cabeza del "mocoso" descansó durante el viaje sobre sus piernas, la posición perfecta para ver con seriedad cuan demacrado había quedado su rostro.
Inflamación, hematomas, comisuras labiales con sangre seca, la consciencia perdida. No le agradaba Mark Lee pero eso no era motivo suficiente como para no sentir pena por él y su desgracia.
Aprovechó de llamar a su padre para contarle lo que sucedía, no iba a ausentarse sin dar motivos claros pues el trabajo era cosa seria para ambos. "Iré apenas pueda" le contestó antes de cortar.
—Estoy seguro que lo asaltaron —susurró el asistente antes de desviar hacia la derecha.
Dos horas más tarde Johnny Seo miraba sus manos para buscar alguna forma de distraerse, los ruidos clínicos sacaban a flote recuerdos dolorosos que prefería dejar enterrados en alguna parte y, aunque juró nunca más pisar uno aquí estaba, sentado en una sala de espera con el asistente a su lado y cientos de miradas puestas en ellos.
—Me las vas a pagar, Mark —dijo sabiendo que no iba a cobrarlo, esto seguramente no había sido a propósito. Levantó el rostro y vio un hombre con bata blanca que les hacía una señal— Doctor Nam.
—¿Cómo se encuentra el señor Lee? —preguntó el asistente Choi a su lado con la voz plana, sin embargo era evidente que le preocupaba.
—Su cuerpo tiene gran cantidad de hematomas sobre todo en el abdomen, se le realizaron estudios de imagen que descartan alguna hemorragia interna o fractura... solo le arrancaron un molar y le desviaron el tabique nasal unos grados así que por la última razón es que entró a pabellón.
—¿Cuál es el panorama en adelante? —el señor Choi era su "representante".
—Va estar hospitalizado con analgesia, anti inflamatorios y otros medicamentos por al menos 3 días para evaluar el estado de sus lesiones, el chico perdió la consciencia por el dolor pero después de ser intervenido es probable que en los siguientes minutos despierte... en serio, tuvo mucha suerte, con esas lesiones cualquiera esperaría que hubiesen fracturado su mandíbula o costillas pero él está bien.
Johnny asintió y volvió a acomodarse haciendo un mohín, se sentía jodidamente culpable después de todo ¿Acaso no había deseado que pagara por espiarlo teniendo sexo con su novia? Quizás todo le había sucedido porque él había alineado los planetas con sus palabras..
—El señor Lee tendrá que atrasar su entrada a clases al menos dos semanas si es que no más, creo que me encargaré de eso con las autoridades de su facultad ahora mismo —inclinó el cuerpo hacia él antes de perderse en unos pasillos.
Cuando su padre se hizo presente gran parte de las personas desviaron el rostro hacia él ¿Cómo culparlos? Manejaba un imperio, salía en las noticias, era alto y bien parecido. Los coreanos sabían cuan importante era.
—De verdad espero que entiendas la razón por la cual no me presenté en la empresa.
—¿Estás bromeando? Mark Lee está hospitalizado porque lo golpearon ¿Y te preocupas por ausentarte en una reunión? —Johnny sintió su rostro arder— lo mejor que pudiste hacer es preocuparte del muchacho... trata de cambiar algunas actitudes hijo, en la vida el trabajo no es más importante que la calidad humana.
Conversaron sin tomar asiento pero fue el "americano" quién desvió la mirada y frunció el ceño. Allí en la enorme sala de espera una pareja de hombres entró con timidez observando todo a su alrededor, la mano del más bajo se aferraba con fuerza al chico de cabello blanco. Sus miradas se encontraron pero no pensó que se acercarían a ellos ¿Los conocía?
—¿Señor Seo? —cuando Shin Hyuk se volteó ambos soltaron sus manos, el detalle no pasó desapercibido para Johnny— discúlpenos por llegar así ante usted pero nos dijeron que podíamos ubicarlo aquí —el chico de cabello blanco hablaba con gracia y los ojos brillantes— Soy Lee Taeyong y mi amigo es Ten.
"Amigos" no era la palabra más adecuada pensó Johnny, si su padre se hubiera volteado a tiempo se hubiese dado cuenta que frente a sus ojos había una pareja gay, algo que la religión no consideraba como normal.
—¿Te sientes bien? ¿Tuvieron un accidente? tu ojo está morado —Ten apretó los labios y desvió la mirada, ser estudiado no era agradable— ¿En qué puedo ayudarlos?
—¿Conoce usted a Mark Lee? —asintió preocupado— ¿Cómo se encuentra?
—No vamos a dar información si no se identifican antes ¿Qué relación tienen con él? —Johnny intervino antes de darles una mirada letal, si estaba frente a los agresores sería fácil ponerlos a disposición de la justicia.
La diferencia de estatura con los muchachos llegaba a ser graciosa, era fácil intimidarlos.
—Unas personas nos asaltaron y él solo nos quiso defender, quisimos llevarlo a un hospital pero se negó y desapareció antes... antes de poder alcanzarlo.
La voz de Ten había sido muy segura aunque por dentro se sintiera fatal, después de ser agredidos no tenía fuerzas y solo quería llorar bajo la protección exquisita de su novio. Estaba asustado y mucho más con la presencia de hombres tan poderosos como los Seo, si mal interpretaban las cosas podían culparlos de todo. Taeyong metió una mano a su bolsillo y dispuso frente a los ojos del hombre mayor las pertenencias de Mark Lee.
—Los agresores solo querían pleito, estas tarjetas de crédito y este teléfono estaban en el mismo lugar en el que Mark fue golpeado... queríamos devolvérselo pero realmente desapareció, como está el nombre de Keullobo supimos que podíamos acudir a ustedes.
Un tanto sorprendido el señor Seo sostuvo las pertenencias y se las entregó a su hijo para que las conservara, estaba acostumbrado a lidiar con gente deshonesta que, cuando ocurrió lo contrario una parte de su corazón se sentía bien.
Después de un par de palabras trató de recompensarlos de forma monetaria pero se negaron, ellos se excusaban diciendo que cumplían con lo que cualquier persona honesta debía hacer.
Al otro día
Con atención observó la "bomba de infusión continua" que administraba los medicamentos directo a su vena, si nunca antes había estado internado mucho menos lo había hecho en una clínica de primer nivel.
Había despertado anoche y la única figura que vio a su lado fue la del señor Choi, sintió un profundo alivio de ver una cara conocida. Él le había comentado lo sucedido, el atraso de sus clases e incluso la llegada de Taeyong y Ten con sus pertenencias, sabiendo eso no se arrepentía en absoluto de haber sido golpeado, de haberlos defendido pero... sintió que sus mejillas ardían ¿Qué tan desgraciado era como para estar inconsciente cuando Johnny dispuso de su cuerpo para trasladarlo hasta la clínica? ¿Cómo sería eso estando despierto?
—Eres un puerco —murmuró con una sonrisa traviesa.
Llevó una mano a su nariz y sintió el pequeño vendaje puesto allí. Aún no quería ver su rostro en un espejo porque la inflamación pero sobre todo los hematomas disminuirían con el paso de los días. "De seguro parezco un monstruo". Sintió unos golpes en la puerta y antes de poder decir algo entró una pareja con los dedos de sus manos entrelazados.
—Nos dijeron que estabas despierto —murmuró Taeyong antes de juntar la puerta tras de sí— no quiero preguntar cómo estás pero... ¿Te sientes mejor?
—Casi no siento dolor porque estoy conectado a eso, pero estoy seguro que si no lo fuera... me alegro de verlos ¿Cómo lo han llevado?
—Son para ti —Ten un poco avergonzado le acercó un ramo de flores, Mark se sintió conmovido al sostenerlos. De los dos era él quién tenía un aura más dulce—mis padres no saben nada porque están en Tailandia pero tampoco les diría, no tienen idea de lo mío con Taeyong .
—Tengo una cara fatal ¿No es así? —Ten miró a Taeyong, ambos asintieron con culpa— Really?, no me arrepiento de haberlo hecho, están bien así que alguien tenía que pagar por ello... lo que más me conmueve es que tenga mis cosas de vuelta, pensé que se lo habían llevado.
—Lo habrían hecho si tu cuerpo no las hubiera ocultado.... —el muchacho de pelo blanco se acercó y le entregó una hoja doblada— aquí está mi número de teléfono y el de Ten, realmente queremos seguir manteniendo contacto contigo, personas como tú valen la pena... además eres un pequeño loco.
—Pues nunca le digas a un gay que es anormal, no a mi ni cerca de mi.
Los 3 sonrieron antes que la puerta se corriera de golpe y un hombre irrumpiera en la habitación. Mark realmente perdió el color de su rostro al ver a Johnny Seo allí en el suelo en la misma posición que él había quedado después de espiarlo desnudo.
Ten se despidió rápidamente de Mark haciéndole un signo de "llámame" con la mano, sin embargo Taeyong fue el que entrecerró los ojos hacia el americano casi con desprecio. "Ridículo" murmuró y salió.
"Maldita sea, maldita sea, maldita sea" pensó sonrojado justo en el momento que se levantaba, él no hacía estas cosas de vieja chismosa pero había sido imposible ignorar la conversación cuando debía esperar afuera de la habitación para hablar con Mark Lee.
Erguido y orgulloso se paró frente a su cama mientras el muchachito lo observaba con espanto, quería creer que lo que había escuchado era una mentira pero ¿Sería extraño cuando la pareja que había entrado recién era homosexual?
—Voy a hacer de cuenta que no he escuchado nada.
—Eso no es lo que quería oír —susurró antes de desviar la mirada— no tienes que estar aquí así que vete...
—Really? ¿Me hablas a mí de esa manera? no estoy aquí porque lo quiera o porque me sobrara tiempo niñito, estoy acá porque mi padre me lo ha impuesto.
—Entonces supongo que es normal espiar conversaciones ajenas ¿No? porque no creo que el señor Seo te haya pedido que me espiaras... espera, yo también lo hice, estamos a mano, ahora vete.
Su barbilla temblaba con un nudo en su garganta, no era como si el hecho que él supiera que era gay le causara gracia, además estaba horrible y tenía orgullo, que vergüenza ser visto así ¡Y que molestia que hiciera notar la diferencia de edad!
Johnny se sentó en absoluto silencio.
"Te dije que me preocupa tu actitud hijo, pero también me preocupa ese muchacho ¿Has tenido intenciones de conversar con él? ¿De integrarlo a la familia? quiero creer que tu constante ausencia en las comidas ha sido por trabajo".
"No soy su niñero, estoy constantemente ocupado, tengo una novia, mi tiempo es difícil de dividir y sí, ha sido por trabajo".
"De todas formas ¿No te da lástima Mark Lee? fue golpeado por defender otro asalto, es un chico de buen corazón y muy inteligente... ¿O es que estás celoso?"
"¿Me tomas por un adolescente? —Johnny no iba a contarle la verdad".
"Discúlpame, puedes tener 25 años, ser un adulto profesional y haberte criado casi independiente en los Estados Unidos, pero sigues siendo hijo mío, de tu madre y actualmente vives bajo nuestro techo... o te acercas más a Mark o toma otro rumbo".
Observó detenidamente al muchacho, su rostro inflamado, el vendaje en la nariz, su cabello desordenado, las lesiones que no podía ver en su cuerpo y todo se lo había ganado de forma gratuita. Si bien las palabras de su padre lo habían sensibilizado un poco estaba aquí por otra razón.
Hace un par de años atrás cuando aún vivía en Estados Unidos, su mejor amigo había sido atacado por su condición, personas que estaban totalmente en contra de la homosexualidad trataron de ahogarlo en el mar pero sus intentos habían sido fallidos. Ji Hansol había sobrevivido pero en un agónico estado vegetal.
Johnny no olvidaba los problemas que surgieron en su amistad, no olvidaba lo culpable y sucio que se sintió en aquel entonces por tratarlo de "anormal" ni la forma en la que sus manos se acoplaron el último día que el muchacho estuvo con vida.
Mark Lee había sido atacado pero a diferencia de Ji Hansol el canadiense había sobrevivido.
—Soy gay, Johnny Seo... soy gay, me pegaron por defender a una pareja gay ¿O acaso no lo escuchaste mientras espiabas?... ahora vete.
—Entonces ese día... —el americano tragó saliva— mis padres se van a morir cuando lo sepan, tan correctos, tan religiosos.
—Pues ¿Sabes? —se volteó enfurecido para mirarlo cara a cara— cuéntales ¿Cuál es tu maldito problema? ¡Hazlo! estarías actuando de manera tan sucia como los que me atacaron... de todas formas Johnny Seo no te sientas especial, mis estándares no son tan bajos.
¿Había sido un insulto? El norteamericano se paró del asiento dispuesto a acabar con este error, sus padres se iban a enterar de la verdad de todo lo relacionado al accidente pero cuando su mano sujetó la puerta no pudo avanzar.
La imagen de Hansol, su cuerpo completamente inflamado, su cuerpo conectado a cientos de máquinas, sus propias lágrimas. No podía fallarle, no ahora.
Con una sonrisa burlona y sin controlar sus propias emociones caminó hacia la cama y empezó a reír, a reír nervioso porque en el fondo sabía que iba a cometer el peor error de todos.
—Mira niño, me tiene sin cuidado lo que pienses pero lamento decirte que mientras estés en casa descansando vamos a tener que vernos más seguido.
—Estás enfermo —murmuró casi asustado, casi excitado por la idea— ¿Y eso por qué?
—Puedes preguntarle al señor Seo por qué cree que si yo trabajo desde casa nos dará la oportunidad de ser amigos, me detestas, yo te detesto... —su tono de voz era increíblemente baja, casi al borde de la letalidad—solo finjamos que compartimos ¿Sí? lo último que me faltaba era ser tu niñero.
Salió cerrando la puerta tras su espalda sin darse cuenta como el rostro del muchacho volvía a recuperar el color. Llevó una mano a su pecho y sintió un corazón latiendo descontrolado y excitado. Le había dicho que era gay pero no vio horror en sus ojos, no lo había tratado de "anormal", no había corrido a contarle a sus padres la verdad. Y el hecho es que iban a compartir de alguna u otra manera más seguido.
No podía quitarse de la cabeza a Johnny Seo porque era jodidamente guapo estando enojado, estando serio, estando callado ¿Cómo iba a hacerlo? La vida se burlaba de él, había venido a Corea a dejar de lado su condición pero esta le entregaba las oportunidades en bandeja de plata. Jadeó excitado y con su miembro duro, la atmósfera se había puesto caliente ¿O solo había sido su mente?
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—Amor ¿Puedo pasar a tu oficina? ...—conversaba a través de un manos libres mientras conducía por una pista— no, no sucede nada malo es solo... Ha Neul si quiero hablar es solo que —sonrió de manera perversa— tengo tanta energía acumulada en mi cuerpo que nada nos convendría mejor que usarla contra tu escritorio o que usar mi lengua allá abajo donde tanto te gusta que esté —Tragó saliva pensando en la escena, su pene se había puesto duro y el hambre del sexo picaba todo su cuerpo— allá nos vemos.
Dejó la llamada respirando de manera entrecortada. Iba a usar los últimos días de libertad que le quedaban haciendo lo que más le gustaba, teniendo sexo con su novia. Pues una vez que trabajase desde casa por culpa de ese mocoso, portarse de manera perversa iba a ser mucho más que difícil. ¿O no?
— Ohh Mark, maldito Mark —lo detestaba, sí, pero aún así sabía que en el fondo iba a estar pendiente de él.
La culpa en su carne por como había sido con Hansol no le iba a permitir cometer el mismo error.
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