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"Imposible" Capítulo 31: El último día



Un perfume exquisito llenaba sus fosas nasales, un calor suave lo envolvía por toda la espalda. Tras unos segundos en los que se debatía si rendirse ante el sueño o despertarse, optó por abrir los párpados con mucho esfuerzo hasta distinguir su entorno completo. Trató de moverse pero los brazos que rodeaban su cintura se lo impedían, al bajar el rostro y ver las manos en su vientre supo que Johnny no se había acostado con él.


No tenía que ser adivino para saber quién era porque no había estado lo suficientemente borracho como para olvidar las cosas. Hace unas horas cuando aún estaba oscuro y el cansancio los hacía caer, Chittaphon había interrumpido en la habitación donde él y Johnny se disponían a descansar. Sus ojos llenos de lágrimas y una voz quebradiza manifestaban la necesidad de pasar más tiempo con su amigo, no quería que se fuera pero tampoco podía impedirlo de cumplir sus sueños.


"Duerme con él, créeme, Mark tiene la capacidad de borrar todos los males" murmuró Youngho antes de pararse de la cama y caminar con dificultad hacia la salida, no sin antes revolver el cabello sedoso de Ten.

El americano no tenía razones para estar celoso, la manera en la que el tailandés observaba a Mark era la de alguien que amaba como un hermano lo hace a otro. Cuando solos estuvieron, Ten se abalanzó con torpeza a la cama y abrazó al canadiense por la espalda como quien abraza a un osito de felpa mientras susurraba que lo quería mucho. Así fue que durmieron juntos bajo las mantas.


Un olor dulce llenó el ambiente, un olor que despertó a Jaedo en su habitación y a Yukhei en la otra pero ¿Dónde había dormido Johnny y Taeyong? Cuando poco a poco fueron apareciendo en la cocina se dieron cuenta que ambas personas se movían como un dúo dinámico y con una sonrisa, Youngho hacía los waffles en la máquina y a su lado Taeyong les colocaba helado y frutos rojos.


—Buenos días mi amor —balbuceó somnoliento Ten en el cuello del peliblanco cuando lo abrazaba por detrás— buenos días tú, gigante.


—¿Desayuno a la americana? —acotó Doyoung sacando unas tiras de tocino del refrigerador que habían adquirido anoche en el supermercado— yo las cocino, los demás podrían preparar la mesa.


Antes de salir de la cocina, Mark Lee se tomó unos segundos para bañarse de la imagen del hombre que amaba. Despeinado, con pantalones deportivos y una espalda de infarto cubierta por una camiseta sin mangas ¡Mierda! sonrojado salió de allí con una sonrisa bobalicona, todo eso ahora era suyo.


Cuando los 7 estuvieron en la mesa compartieron lo que se había preparado. Café, waffles con helado y frutos rojos, tocino, tostadas y huevo revuelto, lo que orgullosamente Johnny Seo decía que se acercaba a un auténtico desayuno americano. En esa misma instancia el peliblanco comentó que había sucedido durante la madrugada y es que tanto él como Youngho habían estado sin su pareja y no, no estaban dispuestos a compartir una cama. Habían coincidido en la sala de estar donde en el sofá más amplio Yukhei dormía plácidamente.


—Debí haber estado muy borracho que no me di cuenta cuando me llevaron a una habitación —dijo riendo con las mejillas sonrojadas y llenas de comida.


—Ahí me quedé solo con Taeyong y conversamos bebiendo café, no dormimos en absoluto pero fue bueno...


—Nos entendimos el uno a otro, lo que menos quería era que Johnny pensara que tenía algo contra su persona, es... solo que me sentía como el hermano mayor de Mark, pero sé que estará en las mejores manos, además, cualquier cosa estúpida que Johnny haga él me puede llamar y viajaré a Canadá.


El vuelo a la isla Jeju estaba programado para la 1 de la tarde así que pudieron comer con tranquilidad antes de estar listos para ir. Tanto Taeten como Yukhei no podían ir a dejarlos al aeropuerto de Gimpo así que Doyoung sugirió que el grupo completo se tomara un par de fotografías. Se suponía que cuando llegasen de Jeju tendrían una "última reunión" y que todos irían al aeropuerto cuando fuese el verdadero adiós, Jaehyun era consciente de eso pero había insistido en ir a despedirlos ahora también, tiempo tenía de sobra.


Yukhei abrió sus brazos para capturar a Mark y susurrarle que estaba orgulloso de ser su amigo, podía tomar el tiempo de Jeju como un tiempo de relajación después de todo lo que había vivido Johnny en su familia. Taeyong miró al americano unos segundos mientras dudaba si despedirse o no, mas, su corazón le dictaba que fuese un abrazo mientras murmuraba que cuidara de Mark porque la isla era un pequeño tiempo de prueba antes de la despedida real. Fue Ten quien casi ahorcó al canadiense al abrazarlo por el cuello con pasión.


—Si esto se siente como si fuese una despedida real, no quiero pensar en lo que será la despedida definitiva —le llenó el rostro de besos mientras el rubio suspiraba para no largarse a llorar también, los demás observaban la escena con respeto hasta que Taeyong abrazó a Mark desde otro ángulo.


—Oye, aún no te vas definitivamente —susurró el peliblanco haciendo una especie de emparedado entre él, su novio y el canadiense— pero nunca está demás expresar el amor que sentimos por ti, desde que apareciste esa vez a salvarnos arriesgando tu propio físico, es como si Dios hubiese puesto un ángel para nosotros —Jaehyun asintió convencido de que eso era cierto— te queremos mucho.


—Yo lo amo —balbuceó Chittaphon mientras no cesaba de depositar besos en la mejilla suave del muchachito, pestañeaba repetidas veces para poder enfocarlo pero era un poco imposible, las lágrimas nublaban su visión— recuerda eso, yo lo amo —A veces el alma necesitaba cosas que la mente no podía comprender y el tailandés deseaba con ímpetu expresar sus sentimientos.


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Flash Back


Jaehyun abrazó con un toque maternal al canadiense durante el camino al aeropuerto, introdujo los dedos entre sus mechones de pelo con mesura y acarició en forma circular toda la zona superior de la cabeza con el fin de relajarlo.


Por su parte Doyoung le comentaba al "gigante" el temor que sentía de contarle a sus padres su identidad sexual, después de todo y aunque Johnny Seo se pudriera en mucho más dinero, ambos provenían de familias acomodadas y podía entender la presión que ejercían.


"Tus padres no te han dado la espalda por hacer negociaciones, es probable que tampoco te den la espalda si saben que eres gay" acotó Youngho jugando inquieto con los dedos de su mano.

"No creo que lo hagan pero de alguna manera no puedo dejar de sentir temor por ello, se rompen proyectos de vida" susurró Doyoung mirando hacia la ventana, aún no entendía porque Jaehyun le había pedido posponer el viaje a Estados Unidos hasta el inicio del siguiente año. Cuando tomaran sus pertenencias para hacer realidad aquello, él abriría la boca para contar su secreto a la familia con el fin de no estar muchos días "bajo una lupa".


"Mis padres no merecen saber lo que hago con mi vida, en cambio los de mi cachorro son dignos de una explicación y ahí estaré para él, no voy a soltar su mano".


—Mark, Johnny —murmuró con dificultad "Hoyuelos", la tonalidad de su piel era mucho más pálida que de costumbre— Hansol quiere decirles que no los va a abandonar, incluso cuando todo parezca oscuro probablemente sea el único con el poder de darles una mano... —besó la frente del rubio antes de sostener la mano del americano con sus propios dedos ansiosos ¿Acaso iba a romper a llorar?— no quiere que ustedes se separen, Youngho —miró a John Seo intranquilo, su frente y cuello estaban perlados con la humedad del sudor— Hansol te pide con ímpetu que no le sueltes la mano a tu cachorro, necesita que le hagas esa promesa, no abandones a Mark incluso cuando sientas pánico porque todos tendrán el cierre que se merecen.


—No lo voy a abandonar, lo digo con mi alma Hansol, no voy a abandonar al hombre que amo.


Jaehyun tragó saliva y asintió antes de hacer control en su respiración, quería vomitar y salir corriendo ¿Cómo lo haría después? esto era solo el comienzo y tanto él como aquel ángel de larga complexion lo sabían.


Fin Flash back


El americano sintió la boba necesidad de reír alegre cuando vio a Mark Lee observar con la boca abierta el paisaje que la isla les brindaba. Habían llegado a Jeju pero no esperaban ver todo nevado cuando estaban a pocos días de que fuera oficialmente el invierno.


El canadiense apretó los dedos de sus pies, su mandíbula y suspiró dejando que el vapor saliera de su boca, habían llegado a la casa que Choi Dong Ho les había facilitado y no podían sentirse más satisfechos con ella, no era más grande que un departamento pero estaba llena de lujos que harían temblar a cualquier ciudadano normal.


El rubio estaba tan impresionado del manto blanco que cubría el sitio que dio un gran salto en el momento en que John Seo lo rodeó por detrás y descansó sus brazos alrededor de su cintura para acercarlo más a su cuerpo. Respiraba a su lado en una manera que era difícil no sentir como tentadora, una manera que era difícil no recordar que era la primera vez que estaban paseando completamente solos.


—Vamos a cocinar juntos, cachorrito, me siento famélico... tenemos que tener bastante energía para este fin de semana.


—¿Por qué? —los imaginó subiendo montañas, trotar en la orilla del mar o haciendo algún deporte extremo. La risa contenida en el pecho del abogado lo hizo sentir como un verdadero cachorrito inocente o peor, un idiota ignorante.


Sin darle una respuesta Youngho se acercó a la chimenea para darle calor al hogar, le había enviado un mensaje de texto al secretario Choi para avisarle que habían llegado sanos y salvos y que, por supuesto, agradecían una vez más todo su apoyo. Antes de poner un pie en la casa habían pasado a un supermercado a comprar cosas y llenar el refrigerador, Seo no mentía cuando decía que necesitaban energía y considerando que eran dos hombres nunca sería suficiente.


Mark ordenó la mesa y lo ayudó a preparar con cuidado el bulgogi, mientras no fuese el chef principal la integridad de ambos estaría de maravilla. Sí, se reconocía como una persona con poca virtud para la cocina. Cuando la carne estuvo en la mesa y los acompañamientos servidos, ambos brindaron con una copa de vino.


—No sabía que cocinabas, ayer en la noche fue un placer ver que te desenvolvías en la cocina y esta mañana... no lo sé, me imaginé el futuro de ambos así.


Johnny se mordió los labios con las mejillas sonrojadas antes de beber con calma un poco de vino, para otras personas podía ser un empresario y/o abogado ágil, con Mark se sentía de muchas maneras, el cachorro tenía el poder de sacar a flote incluso su lado más cursi.


Después que toda comida estuvo acabada y las cosas que ocuparon estuvieron limpias, el "gigante" fue a una de las habitaciones mientras el muchacho se paraba frente a la chimenea para ver la llama quemar un poco de leña. Lo consideraba un verdadero espectáculo y un regalo porque afuera la temperatura no superaba los 2 grados. Tragó saliva, abrazó su propio cuerpo y dio una pequeña mirada al paisaje desde donde estaba parado, la casa que le pertenecía al señor Choi estaba a solo unos pasos de la playa, al otro lado tenía bastantes árboles que en este momento al igual que el césped estaban cubiertos de nieve. Moría por salir a visitar la isla.


Antes de poder decir o voltearse a hacer algo, unos brazos lo rodearon desde atrás por la cintura para mantenerlo firme contra un cuerpo. Fue imposible no dar un pequeño suspiro cuando sintió su respiración cálida tras su cabeza.


—¿No piensas que hemos sido bendecidos con esta pequeña locura? —susurró— ambos estamos solos al fin, como un pequeño recreo antes del gran juego —besó su nuca— tenemos el resto de la tarde para seguir paseando, tengo una idea para la noche que sé que te va a gustar... pero ahora quiero servirte el postre.


—¿Qué has comprado?


Johnny volvió a tener esa risa contenida en el pecho que hizo sentir a Mark extraño. Para el castaño no era posible que diera ese tipo de respuestas cuando en otras ocasiones actuaba como un experto. No permitió que se diera la vuelta, solo se quedaron en silencio observando el fuego de la chimenea antes que de la boca del menor se escapara un gran jadeo.


La lengua caliente y húmeda del mayor se había enroscado en el lóbulo de su oreja como quien chupa un caramelo, si no fuera por el abrazo que le estaba dando habría caído de rodillas contra la alfombra.


"Me gusta cuando tu cuerpo responde a mi contacto" le susurró Seo introduciendo su mano derecha bajo la ropa interior para tocarle el pene, el que después de unos segundos ya estuvo lo suficientemente duro para hacerlo sentir orgulloso.


El rubio no ponía resistencia, cada rincón de su cuerpo le pertenecía y estaba fascinado que supiera cómo y cuándo tocarlo. Youngho no estuvo mucho tiempo tocándole el miembro, quería utilizar otras cosas para ello y además no quería que se corriera sin disfrutar de todo lo que podía darle.


—Voy a comerte y vas a disfrutarlo —lo volteó sujetándolo por la espalda— te amo —dijo antes de fundir su boca con la suya e introducir su lengua para que saciara el hambre que tenía, Mark apretó los dedos de sus pies e introdujo los de sus manos entre la suave cabellera de Johnny para hacer del beso algo jodidamente placentero.


Su cadera hablaba por sí sola y se frotó con avidez contra la de Seo, él no negó el gesto y le respondió con la misma necesidad mientras jadeaban entre besos.


—Podría gemir como una puta barata —masculló Mark mordisqueando su garganta, Youngho levantó la barbilla para darle todo el acceso que necesitara— estoy tan caliente.


—Aún no comprendo cómo te comportas así cuando hace un rato no sabías porque decía que necesitaba energía —picoteó sus labios hasta hacerlo sonreír, su felicidad era la suya— voy a hacerte el amor todo el fin de semana... ahora, cobraré palabra del mensaje que me enviaste ayer.


Fueron caminando hacia la habitación mientras eran un nudo de abrazos y besos, Mark no supo en qué momento aquel hombre lo depositó sobre la cama pero se sintió como si descansara sobre las nubes.

Un poco aturdido abrió los párpados viendo como Johnny le mostraba juguetonamente algo que provocaba incluso al más santo. "El día de mañana vas a saber cuanto me gusta". Recordó el mensaje con el que le había respondido a la foto de las esposas y solo le quedó tragar saliva inquieto.


Después de buscar algo en el teléfono el ambiente se volvió aún más sensual cuando solo se podía escuchar música suave de Jazz. Inspiró profundamente y agradeció tener sanos sus ojitos para apreciar el espectáculo que el americano le estaba brindando cuando quitó sobre su cabeza la sudadera y la lanzó hacia un lado, una camiseta negra ceñía cada relieve de su torso como una verdadera obra de arte.


"Quiero quitar" logró modular sediento pero el americano negó con un guiño del ojo derecho. La misma calma usó para bajar la cremallera de su jean y llevarlo hasta Dios quiera saber donde, en lo único que Mark podía concentrarse era en el boxer negro Calvin Klein que ajustaba su trasero , parte de sus muslos y el tan deseado miembro que se hacía presente con orgullo por delante.


El castaño meneó la cabellera casi en cámara lenta y mordió una orilla de la esposa con fiereza.


—Ven aquí —tembloroso como una gelatina él le obedeció— quieto, aún no voy a usar esto..


Sostuvo la camisa del muchacho y la fue desabotonando una por una hasta apartarla hacia un lado, para su suerte él no llevaba nada debajo así que apreció en primera plana sus hombros anchos y todo su torso al descubierto.


Sin quitarle los ojos de los suyos regó un camino de besos sedientos hasta llegar al borde de su pantalón.


—John.


—En este momento me hablarás con honoríficos, cualquier desobediencia será castigada —abrió sus labios lo suficiente para capturar su pene sobre la tela de la ropa interior, el canadiense agradeció que el gigante pusiera las manos tras su trasero para afirmarlo y no hacerlo caer, su cálido aliento atravesaba la tela y su pene ya lloraba ansioso por la atención anticipada.


—Señor Seo —cerró los ojos y abrió la boca respirando con dificultad. Le picaban las palmas de las manos para tirar de la cabeza del abogado hacia adelante y trabajara de lleno con su entrepierna. El aludido pareció leer sus pensamientos y negó con cuidado. Besó la cara interior de sus muslos y mordió para que gimiera—Dios...


La música de Jazz seguía sonando confiriéndole un poder inimaginable al acto.


—A la cama, cachorrito, te lo ordena John —susurró en el borde de su oreja, la sonrisa perversa se dibujó instantáneamente cuando lo escuchó gemir.


Cuando así estuvo le mostró como mordisqueaba las esposas, se acercó a su muñeca derecha y con sosiego la capturó a una baranda. Hizo lo mismo con la izquierda haciendo imposible que Mark Lee pudiese mover el tren superior de su cuerpo, tenía los brazos extendidos sobre su cabeza exponiendo como un banquete toda su existencia. Ni siquiera había notado que Johnny trajo otras esposas adicionales para jugar.


—Gime y jadea tanto como quieras, pequeño, no quiero que te contengas.


—Sí, Johnny.


Con una ceja arqueada y labios humedecidos por una lengua travieza, Johnny Seo le dio una nalgada sobre su "ahora" trasero desnudo. Disfrutó el sonido de la nalgada y el picor del contacto, sabía que el rubio lo había disfrutado porque su pene seguía duro y fuerte.


—Honoríficos, Lee, ahora estás con el abogado Seo —miró sus tobillos con diablura, la idea de su cabeza hizo estragos en su pene— te dije que te diría cuánto me gustan las esposas, vamos a jugar.


Mark se mordió los labios, si no amara a este hombre no le permitiría tener este tipo de juegos sexuales. "Gracias Dios por tanto" pensó. Con la gracia de un maestro cerró unas esposas de cuero alrededor de sus tobillos, de esa manera no podía separar las piernas.


Por un segundo el canadiense se sintió como si estuviera crucificado, una idea que duró poco cuando Johnny Seo flectó sus rodillas hasta casi tocar sus pectorales.


—Me siento expuesto señor Seo.


—Y yo amo la vista que me estás dando, bebé —acarició su entrada trasera antes que el menor movía su cadera desesperado— el ángulo perfecto ¿Puedes sentir esto?


Mark no necesitó demasiada explicación cuando algo firme, caliente y resbaladizo jugó con todo el ángulo de su trasero, Youngho paseó su pene por todo el espacio que le daba, incluso tocó el ano con su glande un par de acompasadas veces para hacerlo emitir ruidos guturales. Pero no fue solo su miembro excitado, también usó su lengua para chupar la base de sus testículos hasta llevarlo al límite.


—Johnny, Dios... basta de torturarme.


—No es tortura porque cada célula de tu cuerpo me disfruta tanto como yo lo hago contigo —chupó el espacio entre sus nalgas— todo esto es mío... mío ahhh por cierto —volvió a darle otra nalgada— señor Seo para usted, cachorrito Lee.


Ambos se observaron solo por un segundo antes de estallar en un par de risas roncas y colmadas de alegría. "Es solo una excusa para nalguearte, mi amor, dime como quieras" susurró antes de tomar su boca y besarlo emocionado. "No me quites las esposas, hazme el amor de esta manera".


Siguiendo el ritmo sensual de la música de fondo, el castaño se sentó de rodillas sobre el torso de Mark, ya estaba totalmente desnudo. "Suck it". Como un estudiante obediente abrió la boca y fue engullendo su pene tanto como su boca y garganta le daba a basto, ambos cerraron la boca mientras el americano contorneaba con calma su cadera contra su cara y mientras el rubio lo chupaba como la última gota de agua en tiempos de sequía.


—Sí, pequeño, así... sí —jadeaba apresurando el ritmo de sus embestidas, Mark no podía sentirse mejor de esta manera, su boca llena y siendo follada, cada gota de testosterona de ese hombre siendo consumida por su persona— chupas como los dioses, mi amor... ohhh.


Salió tan rápido como pudo porque no quería correrse dentro, no esta vez. El canadiense protestó pero silenció de inmediato cuando un caliente abogado chupaba su pene, esto era cosa de dos, sin embargo no dejó que se corriera dentro de su boca aún cuando el gigante disfrutara del semen del muchacho.


—Youngho...


—No desesperes mi amor —ambos sudaban y respiraban como si corrieran una maratón, ahora se venía el plato principal— voy a hundirme en las exquisitas cavidades de tu cuerpo.


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La noche había llegado y con ella los planes fuera de la cama también. Abrazados de lado caminaron por la orilla de la playa con una temperatura que congelaba hasta el alma más contenta ¿Una premonición?


Youngho había arrendado un yate de lujo para que pasearan juntos y disfrutaran de las maravillosas

estrellas que el cielo les estaba entregando. Fue así que llegaron hasta un muelle donde un hombre le entregaba el mando al americano, a Mark no le sorprendió que el castaño supiera conducir un yate, después de todo era un hombre rico.


Zarparon en la embarcación llenos de júbilo, incluso entre risitas bobas de hiena el rubio le colocara un sombrero de capitán al hombre que amaba.


—¿Sabes que esto es fascinante mi capitán? —besó su espalda y se apoyó en ella para captar su calor, el aroma masculino, su imponente presencia— realmente no creo que pueda sentirme más alegre, te amo tanto.


—El aroma salino del mar, el hielo enfriando nuestros rostros, he preparado un pequeño cóctel en la cubierta, deja colocar esto en automático y vamos, tengo cosas que contarte.


Con la ansiedad haciendo bombear su corazón como nunca antes, Johnny sostuvo la mano de Mark y entrelazó sus dedos con él, tener este tipo de contacto como una pareja lo hacía sentir emocionado. Quería que al muchacho le quedara claro todo lo que sentía y, a vista y paciencia que se largaban de Corea el miércoles ¿Por qué no empezar las cosas bien?


Juntos así llegaron a la mesa que había pedido que preparan, no había velas pero el juego de luces blancas colgando en todas partes con flores del mismo tono sobre el mantel le daba un aire mágico y romántico a todo.


—Esto es hermoso —susurró impactado.


—Puedes mirar hacia el cielo, cada estrella está allí siendo testigo de esto... sé que suena cursi pero es verdad mi amor —besuqueó su frente colmado de amor antes de levantar el rostro hacia donde indicaba— vamos a dar el primero de tantos pasos importantes pero no quiero que sea sin poder decir que el hombre que está a mi lado es... Mark y solo Mark.


—No te entiendo —susurró confundido con el ceño fruncido.


—Quiero que salgamos de Corea siendo algo más que amantes que follan y hacen el amor —la delicadez de sus dedos para sostener su barbilla fue impresionante— quiero poder decir con orgullo que Mark Lee es mi novio... quiero —tragó saliva— que hagamos oficial esto, mi amor, quiero que seas mi novio —con sus ojitos llenos de lágrimas y la boca totalmente abierta, el canadiense lo observó— para alguien a quien le costó desde adolescente asumir su bisexualidad, esto es un gran paso, esto es solo una de las tantas cosas que quiero que hagamos juntos... porque te amo y así va a ser siempre ¿Qué dices?


Antes de dar una respuesta a una propuesta tan maravillosa, ambos sintieron un escalofrío recorrer su espalda de lleno. Como el llamado de la muerte, como la entrada a las puertas de la pesadilla y el infierno.


Tal cual como una cámara lenta que capta el momento preciso de una escena, Johnny se dio cuenta del horror que desfiguraba todo el rostro de Mark Lee. Instintivamente se volteó tras su espalda para sentir como su alma se escapaba de la boca cuando vio allí a una mujer totalmente irreconocible. Ojos inyectados en ira animal, lágrimas empapando sus mejillas y algo que levantó en el aire como un signo claro de sus oscuras intenciones.


—Han Eul —dijeron al unísono presos del pánico.


Santa mierda.


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Doyoung estaba leyendo en la sala de estar para no molestar el sueño del hombre que amaba, observó somnoliento el reloj en su muñeca y supo que era hora de irse a la cama. Fue a la cocina con pasos ligeros para llenar un vaso con agua pero cuando lo tuvo listo entre sus dedos, este cayó al instante estallando en mil pedazos contra el suelo.


Asustado corrió a la habitación cuando escuchó un grito desgarrador. "Jaehyun, Jaehyun" era todo lo que pudo pensar antes de abrir de golpe la puerta y encontrarlo sobre la cama retorciéndose mientras arañaba su cabello y lloraba desesperado.


—Oh por Dios, mi amor qué sucede... qué sucede... ¡Yoon Oh! —murmuró ansioso Doyoung sosteniendo su rostro, pero era inútil, su novio estaba teniendo un ataque más allá del entendimiento humano.


—Noooooooo, ahhhhhh ahhhhhhh —agarraba su propio pecho como si pudiera arrancar de allí el dolor de su corazón. Las lágrimas salían de forma compulsiva, sus extremidades disparaban hacia cualquier lugar— ahhhhhhh ¡NOOOOOO! ¡NOOOOOOOO!


En una acción insensata, "Hoyuelos" se paró y golpeó un espejo hasta romperlo en todas las piezas posibles, la sangre escurría por sus brazos desnudos y aunque un acongojado Doyoung lo abrazara por detrás, el ataque de llanto de aquel hombre no podía cesar.


El castigo de una virtud se hacía presente, el principio de toda una guerra apenas empezaba y aunque siempre supo lo que ocurriría, nunca entendió que doliera como si perdiera el sentido de su propia vida.


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