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"Más allá del mar" Cap 9: Entre la culpa y el placer




Flash Back


Ni un susurro, ni una sola alma, ni una sola persona o ser viviente estaba en esa playa mientras él se arrastraba por la arena, entre la bruma y el olor salino, su única meta estaba al frente.


Había tomado una decisión esta noche al ver a Mark, no podía seguir arrastrándolo, no podía permitir que sus mejores amigos (y guardianes) sufrieran las consecuencias de un sacrificio que había hecho hace cientos de años atrás.


Era momento de tomar las mejores armas que quedaban en su personalidad y enfrentarse solo a Poseidón.


Lo hizo, lo llamó a través de su mente porque ni el lenguaje humano ni el lenguaje sireno podía salir de su boca.


Cuando los dedos de sus manos estuvieron a punto de tocar el agua, esta retrocedió abruptamente para que de las olas que se formaron surgiera una figura que solo los más privilegiados conocían y que, en la mayor parte del tiempo a diferencia de su descendencia, poseía piernas.


—¿Qué crees que estás haciendo, hijo?


"Tratando de volver, necesito hacer algo ¡No pertenezco al mundo humano!".


Sus ojos parecían taladrarlo, no lucía enojado como lo había demostrado días anteriores y mucho más aquel día en el que provocó el terremoto. Esta vez lucía sereno, tratando de leer la expresión corporal de su hijo.


—No pensaste de esa forma hace cientos de años cuando traicionaste a tu raza por Moon Taeil.

Donghyuck cerró los ojos, los recuerdos del pasado le dolían como un fierro caliente quemando su piel.


—¿Qué te hace querer volver?


"Quiero dejar a mis amigos en paz, no puedo arrastrarlos más tiempo... solo dame una oportunidad para volver".


—Algo está pasando en tu cabeza y quiero que me lo digas.


Su hijo tomó una gran bocanada de aire, el ambiente terrestre era tan vacío y seco que lo estaba agobiando, sabía que Mark sentía lo mismo, pero lo soportaba mejor ¿Cómo estaría Jungwoo?


Introdujo los dedos dentro de la arena mojada y levantó la mirada hacia el rostro de su padre, Donghyuck había sido un Dios, pero incluso su condición perdió cuando ofreció todo por ese humano, maldito y egoísta humano.


"Permíteme entrar al mar, permíteme surcar las aguas de este mundo para llegar a Corea, permíteme cobrar venganza, entrégame mi voz y mis piernas de vuelta para llevar este plan a cabo, habla con Zeus tu hermano para que también mueva los hilos del destino... por favor padre, permíteme volver por un breve tiempo a lo que era antes".


Fin Flash Back


Ser un Dios, hijo de otros Dioses, le permitía tomar el control de muchas cosas y, para llegar a un hombre tan miserable y de "alto nivel", tenía que estar a la altura, llegar de una manera que impactara, no ser menos de lo que fue en Grecia.


Aquella noche Poseidón aceptó su oferta, le entregó de vuelta el don para tener piernas y hablar con la condición que tomara venganza por lo que Moon Taeil le había hecho.


Cuando le dio su permiso, las olas del mar bañaron por completo a Donghyuck permitiendo que al cabo de unos segundos aquellas piernas inútiles se transformaran en la cola de una sirena, invitándolo a sumergirse en el mar, a nadar con toda la velocidad que lo caracterizaba, a ser dueño de su destino y planificar lo que en un principio debió ser.


Taeil, por su parte, seguía estupefacto parado allí afuera en la entrada de la sala de reuniones. Ese muchacho había hablado ¡Había hablado diciendo su nombre!


Tragó saliva, inclinó su cuerpo, pero cuando avanzó un paso, la mano de Lee Donghyuck se levantó para que se detuviera.


—Antes de iniciar la reunión quisiera que me dieran un tiempo a solas con el señor Moon.


Cada uno de ellos se levantó sin decir una sola palabra, no había persona que pudiera desautorizarlo.


Cuando la puerta tras su espalda se cerró, le hizo un gesto para que se acercara y se acomodara a su lado, no estaba dispuesto a levantar la voz cuando afuera había al menos 15 personas.


Esto tenía que ser una jodida broma ¡No podía estarse sintiendo tan asustado de hablarle a ese hombre!


—Supongo que ya estás consciente de que sometiste a trabajos más bajos a uno de los herederos directos del creador de Samsung, supongo que eres consciente de las consecuencias que eso puede traer para la compañía de tu padre y la tuya.


—Me... ¿Me está amenazando?


—¿Qué? ¿Acaso no es esta la manera en la que estás acostumbrado a tratar a las personas?


Moon tragó saliva, estaba respirando rápido ¿Y si Lee Donghyuck lo golpeaba? ¿Y si revelaba a todos lo que había pasado allá en Atenas? El "menor" mordió su mejilla por dentro, no estaba disfrutando verlo en aprietos, pero era necesario.


—Minti... mintió, no se había perdido, usted está tan podrido en dinero que puede... que pudo haber pagado la suite presidencial toda su vida.


—Mark Lee no lo sabe —dijo de inmediato, necesitaba concentrarse en defender a su amigo y no pensar en lo poco que estaba acostumbrado a cómo sonaba su voz— pero te estaba poniendo a prueba... ¿Crees que Samsung querrá unirse con personas como ustedes?


Ni siquiera sabía que decirle, no estaba procesando que estaba frente a uno de los herederos del gran Lee Byung-Chul ¿Era su bisnieto? ¿Su tataranieto? Por otra parte, la alianza con la compañía de su padre estaba dependiendo de él, si se enteraba lo que le había hecho a una persona "tan importante", probablemente le quitaría todos los privilegios que aún dependían de su persona.


"Mi padre debe estar orgulloso" pensó el sireno con cierta inquietud.


—A partir de hoy las cosas serán jugadas bajo mis reglas, ninguno de los que asistieron hoy puede negarse a lo que yo quiera, no tienes idea de cuán importante soy —y lo decía hablando con razón, era un Dios, hijo de un Dios del Olimpo, tan longevo que no le alcanzarían los dedos de manos y pies para multiplicar por cien y aproximarse a su edad— trabajarás para mí en lo que yo decida, porque de lo contrario puedo arruinar tu carrera... mientras tanto acostúmbrate —estiró la mano para apoyarla en la mejilla izquierda, Taeil estaba prácticamente sudando ansioso— me gusta cuando usas honoríficos para mí.


Después de guiñarle el ojo, se paró del asiento principal, ajustó su traje por la parte inferior y caminó erguido hacia la salida para comunicarles a todos que atrasarían la decisión hasta que pasara un periodo de prueba.


Taeil jadeaba repetitivamente mientras que, Donghyuck, que era asediado por las personas, trataba de buscar un baño o algún lugar donde estuviera solo para explotar en sentimientos de pena.


¿Venganza? ¿Manipulación? Para alguien que no había dejado de amar y que su característica principal era el perdón, sería una tarea muy difícil poder llevar a cabo la promesa que le había hecho a su padre, pero... Entre sus amigos y el arrepentimiento de Moon Taeil ¿Qué iba a tener más peso para él?


En ese instante, Yerápetra, Isla de Creta, Grecia.


Se sentía sofocado, realmente sofocado, como si un mar de hormonas lo usaran de marioneta para hacer cosas que no haría de manera racional.


Un sofoco que no tenía que ver con altas temperaturas terrenales, no, esto era puramente sexual, prácticamente se sentía invadido por ello, como una llamada para que sus instintos más primitivos salieran a flote.


Alan Cooper, que había tenido la osadía de encerrarlo entre el colchón y su cuerpo, ya no estaba mordiendo con ira su cuello ni estaba frotándose contra su entrepierna, ahora respiraba jadeante a su oído de una manera tan profunda y masculina que Jungwoo se sintió mareado.


Estaba con los ojos cerrados, borracho, pero consciente de lo que sentía y deseaba, y sí, necesitaba esto como un escape al deseo que llevaba encerrado desde hace días.


El americano colocó una mano, enorme y posesiva mano, en su pectoral izquierdo para acariciarlo hasta que un pezón estuviera erecto, una mano que descendió tortuosamente sobre su piel hasta llegar al abdomen y trazar círculos con la palma de esta.


—Señor... Coo... Cooper.


La respiración de este se había cortado y en ese momento Jungwoo Kim abrió sus ojos.


Pero no vio nada en absoluto porque, además de que el alcohol estaba nublando algunas funciones de su cuerpo, todo estaba en una oscuridad mortal, tanto como aquellas colosales profundidades marinas a las que no se atrevía bajar.


Iba a decirle algo, a preguntarle si se sentía cómodo o bien con esto, pero ese hombre apoyó la frente con la suya e introdujo la lengua en su boca para besarlo con ¿Molestia? ¿Con hambre?


"Mierda", pensó, era tan pasional que tuvo que abrazarlo y enredar las manos tras su nuca para soportarlo.


Tiraba y mordisqueaba sus labios, lo incitaba a entregarle su propia lengua como si pudiera tragar todo de sí en un beso pasional. Ese hombre sabía cómo besar y provocar ¡No podía creer que todo este tiempo estuvo escondido en una piel de oveja!


Bajo la oscuridad absoluta colocó ambas manos sobre su ropa, estaba ¿Desabotonada? ¿Era una camisa? No importó, la verdad no lo hizo, porque la sensación de acariciar dos pectorales bien marcados lo hizo gemir, tanto como cuando descendió los dedos al abdomen y sintió lo trabajado que estaba.


¿Y qué decir de su perfume natural? No importaba si estaba húmedo, Cooper expelía una masculinidad deliciosa.


Lo escuchó tragar saliva, pero detuvo sus caricias cuando esa mano poderosa lo sujetó por la muñeca cuando llegó a su pantalón militar.


—¿No puedo... tocarlo? —murmuró caliente y un poco frustrado.


El gruñido que brotó desde su interior lo dejó perplejo, aunque supo que las cosas iban a ir "mejor" cuando escuchó como se lo quitaba, lo tiraba hacia el lado para después acercarse y sujetare la mano para que tocara su... erección.


Una dura y prometedora erección oculta por un género suave que lo moldeaba de manera exquisita.


—Santo cielo.


Debería haberle dado vergüenza la manera en la que prácticamente enterró los dedos en sus dos globos perfectos que tenía por nalgas, porque lo hizo, lo hizo para sujetarse y chuparlo tan duro y repetitivo como su boca y garganta le daban a vasto.


Jungwoo se caracterizaba por ser un poco más inocente, más amoroso, juguetón y solo un par de veces en su longeva vida se había atrevido a acostarse con un humano, porque en el fondo también le gustaba la aventura, pero cuando decía que nada se podía comparar era cierto, antes los humanos no eran tan preocupados de su higiene, no olían tan exquisito como ahora, ni eran aparentemente tan buenos amantes como este hombre lo estaba siendo.


Dio un respingo cuando tiró del pelo en la parte posterior de su cabeza para penetrarle la boca mientras jadeaba y gruñía. No le molestaba ser invadido así, pero casi podía percibir que había... ¿Molestia? Como si canalizara la molestia en esto, en follarle la lengua para aplacar algo.


—Yo... señor Alan —logró decir cuando sacó el miembro de su boca.


¿Error?


Sostuvo la camisa que Jungwoo llevaba puesta y se la quitó como un mago retira un mantel de la mesa. Sin romperla, sin dejar rastro de eso, al igual que su pantalón, no estaba pidiéndole permiso, parecía hambriento y desesperado por... por follarlo.


Tal vez fue el estado de ebriedad, pero no se dio cuenta cuando estuvo completamente desnudo, boca arriba, con sus piernas un poco más abiertas dejando que aquellos dedos escupidos acariciaran toda la circunferencia de su ano.


Era como ver destellos de colores, porque no podía mentir diciendo que no era incómodo, pero mientras más tocaba por dentro más se acostumbraba a la invasión, más las paredes de su interior se acoplaban a dos dedos, luego a los tres.


Cuanto tiempo estuvo así, no lo sabía solo que agradeció cuando esa mano poderosa abarcó su pene y lo masturbó de arriba hacia abajo, pasando el pulgar por la punta del glande.


¿Quería ser penetrado? La pregunta correcta era si podía esperar más tiempo, porque se había contagiado de lo animal que ese hombre se estaba comportando con él, de la "testosterona" que expelía por los poros, de lo bien que se sentía su piel contra la suya.


—Por favor... por favor.


No quería preliminares o cosas así, solo quería follar antes de que fueran descubiertos.


Peor, que el Sargento Wong o alguien del escuadrón los descubriera.


Alan se acomodó entre sus piernas y con autoridad las acomodó hacia los costados tanto que parecían alas de mariposa.


Jé. La flexibilidad que tenían por ser sirenos.


Cerró los ojos para soportar ese momento en el que la cabeza del miembro tocó su trasero y aunque suponía que para alguien "normal" el hecho que lo escupiera allí fuera desagradable, Jungwoo lo agradeció, la fricción no fue seca, su pene pudo entrar poco a poco por allí.


Amaba las maravillas del cuerpo de los humanos, porque un cuerpo se podía adaptar a cosas que a simple vista parecían imposibles, porque incluso si estaba oscuro, gracias a las felaciones y sus manos notó que Alan Cooper era todo lo contrario a un eunuco.


—Dios... Dios... Dios...


Bien, sí, dolía, pero no era su primera vez, no era algo extraño del todo y el hecho que estuviera tan quieto para acostumbrarlo lo hacía sentir mejor.


"Béseme, béseme por favor".


Le rogó como una prostituta, llamando a los instintos más bajos. Si no era besado, sucumbiría a las olas de placer, las corrientes eléctricas y todas esas cosas que no podía describir con palabras humanas, para gemir, para jadear y para terminar siendo descubiertos.


Besarlo de nuevo mientras salía lentamente de su trasero se sintió delicioso, que lo penetrara de vuelta fue arrebatador. Cada uno de los besos que en sus inicios fueron lentos, aplacaron los gruñidos o gemidos de ambos.


Una intimidad especial se creó entre ambos, por lo que siguieron besándose lento, embriagados de alcohol y placer, tocándose, tantéandose mientras sus caderas se movían acompasadamente.


A Jungwoo se le escapó un gemido cuando Cooper arrastró los labios por su cuello para chupar el sudor que tenía allí, se sintió bonito, se sintió cómodo y especial. Se sintió tan bien que después de un par de penetraciones más a la próstata, Jungwoo enterró sus dientes en el hombro de Alan y gimió bajito durante la explosión de su propio orgasmo.


Lo estiró, estiró esos espasmos y ese placer tanto como pudo, tanto como retorcía los dedos de sus pies y movía lentamente las piernas por las sábanas de la cama.


Un par de estocadas después y con un mordisco en su cuello, el otro tuvo su orgasmo derramando el líquido blanquecino dentro de él. Su respiración pesada y caliente dio de lleno en el lóbulo de su oreja, estaba evidentemente dejándose arrastrar por la excitación de sus terminales nerviosos, descansando con todo el peso de su cuerpo sobre el sireno, tratando de no quedarse por siempre allí disfrutando de la humedad envolviendo su propia carne.


Todo fue muy rápido y pasional para Jungwoo que no tuvo fuerza para moverse, solo se dejó sostener entre los brazos de un callado Cooper antes de caer en la inconsciencia de un sueño que lo había noqueado hasta el fondo.


Vergüenza podía sentir después ¿Cierto?


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Flash Back


"Señor Kim... señor Kim... Jungwoo".


Fueron las primeras palabras que escuchó cuando horas después abrió sus ojos.


¡Mierda! ¡Cómo le dolía la cabeza! Y no solo eso, le dolía cada terminación de su cuerpo incluido a su trasero.


Se sintió perdido tratando de traer a la mente recuerdos que le dieran indicio de lo que había sucedido, pero no tardo tanto en rememorar las penetraciones, las felaciones y los jadeos calientes de dos amantes que no querían ser descubiertos.


"Mierda" pensó, mierda mierda mierda.


Excusarse por el alcohol era una cosa, tener la mente despejada era otra. Porque ahora no había manera de obviar los remordimientos por la tremenda falta de respeto que había cometido, una falta a los principios y la confianza de la institución con la cual estaba prestando ayuda.


Contó hasta tres antes de voltearse y ver aquellos ojos turquesa de Alan Cooper, ojos que destellaban culpa y vergüenza en extremo.


Estaba con el cabello despeinado, con las mejillas sonrojadas, solo con ropa interior puesta y los brazos caídos a los costados mientras se apoyaba en la pared de aquella habitación, mientras Jungwoo estaba con ropa interior envuelto en esas sábanas.


Entonces sí lo habían hecho.


—No quiero... no quiero que suene como una falta de respeto, pero... en... ¿Entonces lo hicimos? —seguramente había estado tan borracho que no podía recordarlo bien. Asintió— señor Kim yo... yo... —jadeaba asustado.


—Señor Cooper —gimió el sireno, el marine lucía asustado mientras respiraba agitado ahora que se sentaba en el borde de la cama, estaba temblando— ¿Tiene miedo?


A pesar de su muy bien estructurado cuerpo o de su espalda ancha, parecía un cachorro herido lleno de remordimientos.


Miró a los costados y asintió.


Ahora entendía por qué era diferente de todos y por qué nunca se sumó a las burlas de sus compañeros de escuadrón, quizás porque era criado en una familia llena de valores y porque quizás tenía miedo de fallarse a sí mismo.


"No voy a decirle a nadie, lo que sucedió entre ambos nadie lo sabrá".


—Estaba borracho, no recuerdo nada de lo que pasó y... y... soy bisexual... sí, lo encuentro un hombre precioso señor Kim, pero usted mismo notó cómo son estas personas, no quiero que su intolerancia influya en lo mucho que amo al ejército, en lo mucho que amo servir a los que necesitan... estoy seguro que podrían sacarme por eso.


Jungwoo se mordió los labios antes de estirar la mano y descansarla en su mejilla, no iba a hacer algún acercamiento o hablar de lo sucedido, mucho menos besarlo, aunque luciera de manera exquisita, el hombre estaba asustado de haber expuesto algo tan íntimo.


¡Por estas cosas odiaba las etiquetas que usaban los seres humanos! ¡Malditas limitaciones!


—Me sentí muy bien a su lado, pero lo que hayamos hecho no cambiará nada de lo que hay entre nosotros si eso le preocupa, seguirá teniendo mi apoyo y respeto... porque es de los pocos hombres en este escuadrón que vale la pena tener al lado.


Fin Flash Back


Después de eso cada uno se fue por su lado para que nadie los viera salir de la misma habitación.


Al caminar, Jungwoo sentía dolor entre sus piernas, cada vez más profundo, como un recordatorio de lo sucedido, pero un recordatorio que no sabía cómo tomar. Anoche fue delicioso, se sintió ahogado y abrazado por el deseo y la testosterona, pero ahora parecía que Alan Cooper estaba poniendo una barrera entre ambos para protegerse a sí mismo y lo mal que la situación lo hacía sentir.


No porque haya sido algo malo sino porque tenía miedo del rechazo si otros se enteraban.


Él aún no salía del closet, como decían los humanos en estos tiempos.


A las 7.30 AM en punto, todos se reunieron en el hall de la residencia, algunos lucían como si hubieran sido apaleados, otros, los que durmieron más temprano, se veían frescos y erguidos.


Jungwoo los saludó brevemente con la cabeza, miró hacia los lados, el Sargento Wong se caracterizaba por gustar de la puntualidad, pero no estaba aquí.


"Felicidades ¿Quién de todos ustedes se acostó con una chica ayer?". El tono de voz que empleó uno de los marines fue socarrón, con un toque de malicia y lujuria, el resto se rió. "Escuché jadeos... maldita sea ¡Lo estaban pasando bien!".


Nadie sospecharía de Jungwoo, porque era conocida su identidad sexual, mientras tanto cualquiera de ellos podía echarse la culpa.


Silenciaron las risillas abruptamente cuando Lucas Wong apareció en el hall con la mirada dura como una piedra, recorriéndolo en cada uno de ellos, pero apartándola cuando tuvo que pasar sobre Jungwoo. Nada fuera de lo común, nada que no haya hecho antes.


Los vehículos tácticos y un camión esperaban por ellos, tendrían el día libre para que mañana pudieran continuar con otras actividades de ayuda humanitaria.


A Jungwoo le tocaba viajar con él, como era el sargento y quien más necesitaba interpretación del griego al inglés.


¿Y si el señor Wong sospechaba de lo sucedido con Alan Cooper? Tal vez no era cierto, estaba seguro que de serlo ya los habría citado en privado para reprenderlos y aplicar los castigos correspondientes. Mierda, el sireno se estaba sintiendo paranoico, como si en su frente tuviera escrito que había tenido el mejor sexo con un americano.


Durante el camino todo fue silencio, como la mayoría del tiempo lo era, solo que esta vez Jungwoo lo miraba de reojo. Lucas Wong estaba pálido, con la mandíbula tensa y la mirada en el camino.


—¿Se siente mal señor Wong?


—Nada que puedas solucionar —gimió colocando ambas manos en su abdomen, cerró los ojos brevemente.


Como si llevara una lucha interna con el dolor ¿De su estómago?


Mientras más avanzaba en el auto, mientras más kilómetros y minutos avanzaban, más acomplejado se veía el sargento. Apoyó el rostro en la ventana, jadeando escasamente y en silencio luchando contra algo. ¿Y si vomitaba aquí sobre sus zapatos?


La comida ayer había sido variada, el alcohol también, no prestó atención a lo que ese hombre bebía, seguramente no fue una combinación adecuada.


Entraron a Heraklion después de 1 hora y media de viaje, preciso momento en el que un jadeo llamó su atención. Lucas Wong estaba retorcido hacia adelante con las manos sobre el abdomen.


—¡Señor Wong! —dijo un marine que iba sentado adelante— Lo trasladaremos al hospital de...


—No es necesario, solo lleguemos a la base, es una orden.


—Señor Wong ¿Acaso no puede ver que está preocupado por su persona? No luce bien... está pálido, mire la posición de su cuerpo, está sintiendo dolor.


Estiró la mano para secar el sudor de su frente, pero el Sargento arrebató su mano con ira dejándolo estupefacto.


Esa no era una actitud normal.


—Si no quieres que te reporte al gobierno griego, mejor deja tus manos donde corresponde —mascullaba cerca de su rostro y tan bajo que nadie podía oírlo más que Jungwoo Kim—no quiero cerca a personas que no cumplen con las reglas básicas de decencia y convivencia... ¿Crees que no me di cuenta del ruido que tú y Cooper causaron mientras tenían sexo? abominaciones —el rostro del muchacho perdió color por todas partes, sus labios se pusieron cianóticos— los vi, yo sé lo que hicieron.


Toda la sangre se fue al suelo, ese hombre lo sabía ¡Ese hombre los había visto!


¿Y cómo podía culparlo si ambos, que estuvieron tan borrachos, no pudieron medir sus acciones?


Ambos que solo se preocuparon de saciar el deseo de la carne sin tener en consideración la distancia entre el resto de las habitaciones ¿Se besaron en el pasillo camino a la habitación? No lo recordaba ¡No recordaba nada de eso!


El miedo estaba exprimiendo sus extremidades, sus manos empezaron a temblar.


—Yo...


No sabía qué responderle y tampoco pudo pensar mucho más.


Cuando aquel vehículo llegó a la base militar, Lucas Wong fue el primero en abrir la puerta como si quisiera huir de ser contagiado con una peste gay o algo por el estilo, pero cuando su duro calzado militar tocó parte del suelo, el sargento gimió llevando las manos a su estómago. Perdió el equilibrio y la fuerza, todo se puso blanco cuando su cabeza se dio duramente contra la tierra y parte del cemento.


El dolor fue instantáneo, algo caliente y sabor metálico estaba saliendo de su nariz, manchando sus labios, tal vez. Un pitido invadió sus oídos, aunque no fue capaz de prestar atención a cada uno de los cambios de su cuerpo, perdió la noción de todo cuando se desmayó por completo.


—¡Señor Wong!


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Nota autora:

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