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"Más allá del mar" Cap 17: Deseándote



Youngho se quedó absolutamente mudo cuando Selene, una de sus hermanas, entró en la habitación de Andreus para demostrarle que el niño estaba bien.


Y realmente lo estaba.


La luz tenue de la lámpara encendida a su costado, le daba unas sombras encantadoras de sus pestañas por sobre sus mejillas. Su nariz estaba unida a la superficie del cuello del oso, una zona donde el griego había rociado su perfume la última vez que estuvo allí, todo con el propósito para que el niño tuviera algo que lo conectara a él.


No pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas, maldita sea, lo amaba más que a todo en el mundo, verlo tan dócil y bonito rememoraba la culpa, pero también el deseo absoluto de estar a su lado y cobijarlo bajo sus brazos.


—Puedes no creerlo, hermanito, pero él siempre te tiene presente, no hay noche que no duerma con el oso —se mordió los labios— por cierto, escuché la voz de tu amigo ¿Es Mark cierto? —apenas asintió— dile que gracias por preocuparse de mi sobrino, pero quizás solo tuvo un mal sueño, Andreus está durmiendo muy bien.


Evadine e Isadora asintieron, murmurando que lo esperaban para Navidad y que tuviera una pronta recuperación.


Después de un par de palabras más cortaron la video llamada dejando un ambiente particularmente extraño en la cocina. Mark seguía apoyado en la entrada con la mano en su pecho, pero la sensación de opresión en el corazón había desaparecido en absoluto.


Youngho, que apretaba el teléfono con fuerza, giró el rostro al muchacho, se veía pálido y apenas parecía poder sostenerse sobre sus pies. Estaba temblando.


—Será mejor que te vayas a acostar, te llevaré comida a la cama.


—¿Él está bien?


¿Por qué dudaba de las palabras de sus hermanas? ¿O realmente no había escuchado lo que dijeron?


“Él está muy bien… puedes regresar a la cama”.


El sireno dio un gran suspiro antes de asentir y caminar de vuelta a la habitación. El terror que había sentido no fue broma, cuando terminó de bañarse lo único que tenía dentro de sí era eso que le gritaba por el pequeño y su completa falta de seguridad.


----


“¿Encontraste algo el día de hoy?”.


La voz de su padre se escuchó tras su espalda en un tono que no parecía amenazante en absoluto, pero Kai era incapaz de mirarlo a los ojos, fingir que estaba ocupado mirando el fuego era mucho más fácil.


“¿Encontraste algo el día de hoy?”.


Repitió.


—No… —respondió.


La mirada inquieta y triste de Poseidón había sido tan impactante que no pudo actuar como creía que lo haría, no después que el Dios de los mares le pidiera que por ahora no se entrometiera, que no le pusiera un dedo encima al pequeño, que le diera TIEMPO.


Poseidón, en efecto, era más soberbio y de mal humor que su propio hermano Hades, a quien la historia lo hizo ver como alguien malvado. Por eso ver que sacara sus sentimientos por el pequeño, lo perturbaba.


—Realmente no vi nada, papá.


---


Después de literalmente 5 minutos en los que trató de reponerse de aquella situación en particular, Youngho caminó con una bandeja a la habitación de Mark para que se alimentara con comida de verdad.


Oh.


Realmente no había tardado más de 5 minutos y el muchacho ya estaba durmiendo profundamente, abrazando una almohada y respirando lentamente.


Quería preguntarle qué lo llevó a preguntar por su hijo tan de repente, pero no iba a interrumpir su sueño, había sido drogado, le dolía el cuerpo y cualquier cosa podía pasar a segundo plano cuando estaba cansado.


Descansa pequeño”, susurró mientras llevaba las mantas hasta sus hombros para protegerlo del frío que había afuera.


Miró la bandeja con comida y luego la lámpara de la habitación. La apagó, sostuvo la bandeja y se la llevó de vuelta a la cocina para comer lo que allí había, antes de lavar todo, caminar hasta su habitación y caer rendido sobre la cama como si apagaran el sistema de un computador.


Podía hacerlo, podía dormir al fin después de 40 hrs despierto, su hijo dormía con la inocencia que un niño tenía y Mark estaba a solo unos metros en otra habitación, seguro y cómodo lejos del hospital y, mejor aún, lejos del infeliz de Kim Jongin.


Cuando volvió a abrir los ojos, supo que se había quedado dormido, pero seguía siendo de noche, no tenía deseos de ir al baño ¿Qué lo había despertado si ni siquiera tuvo una pesadilla?


Un ruido. Sí. Un ruido casi imperceptible podía escucharse en el ambiente de su habitación, aunque no veía bien, sus ojos no se habían acostumbrado a la oscuridad.


De inmediato se puso en estado de alerta, pero aprovechó de alargar la mano hacia un costado para encender la luz y ver quién o qué estaba merodeando.


¿Qué?


Mark estaba parado a unos pasos de su cama, pero la mirada estaba perdida en un punto inespecífico, su respiración era lenta y su equilibrio extraño.


—¿Mark? ¿Mark te sientes bien?


No respondió, por supuesto, pero en cambio avanzó un par de pasos hacia él, parecía hipnotizado. En realidad… sí, en realidad estaba claro que ese muchachito estaba sonámbulo, algo que les sucedía a algunas personas que estaban sometidas a estrés.


No tenía claro si era real aquel mito de que no podía despertárseles para evitar algún trauma, solo pudo sentarse antes que Mark avanzara lo suficiente para que su cuerpo tocara la cama.


—Te llevaré a dormir a tu habitación pequeño, debes descansar todo lo que puedas.


—Mmm hmmm.


Y siguió avanzando sin importarle aquello llamado “espacio personal”.


Subió una rodilla al colchón, luego el otro, la distancia entre ambos cuerpos era tan poca que el griego podía sentir la respiración de Lee.


—Mark…


Su voz sonó estrangulada y no debería hacerlo, pero literalmente el muchacho lo tenía acorralado sobre el colchón como quién ataca a una presa.


“Está dormido, está dormido, está dormido” pensó frenéticamente, su pulso se disparó a los cielos, y un hormigueó lo picó en todas las direcciones.


Tragó saliva, ambos lo hicieron, el menor unió su frente contra la del griego y, antes que Youngho por instinto propio cerrara sus ojos y estirara los labios, Mark escondió el rostro en su cuello, suspirando mientras olfateaba su perfume, acurrucando toda la extensión de su cuerpo sobre el del otro y, finalizar abrazando su tórax como si se tratara de su propia y enorme almohada, tal como cuando estuvo borracho en esta casa.


No debería ser posible que la ropa interior se sintiera tan apretada, pero lo hacía y se odiaba por eso, no por algún rechazo contra lo que fuera “gay” sino porque no podía permitir que su propio cuerpo hiciera una fiesta hormonal con alguien 7 años menor.


Demonios ¡Era Mark Lee!


Era el cansancio, sí, lo era y nadie le quitaría eso de la cabeza.


Quizás la única respuesta conveniente, sumado al hecho de que se había preocupado en demasía por él este día.


¿Entonces por qué cerró los ojos y lo abrazó de vuelta para que sus cuerpos se quedaran así? ¿Por qué no luchaba y le permitía al menor hacer lo que quisiera?


Porque quizás compartir la calidez de un cuerpo en medio de la noche y el frío del otoño, se echaba mucho de menos.


Miércoles 11 de diciembre 2019, 1 semana después.


Flash Back


El sireno el cuerpo de su mejor amigo contra el suyo porque era de menor tamaño y porque necesitaba poder sentir su calor, grabar en su mente todo lo que le perteneciera era la mejor opción ahora que Donghyuck se estaba despidiendo de ellos.


Tenía que volver, eso estaba claro, porque la razón que lo había traído de vuelta a Grecia ya se había resuelto, porque Jungwoo estaba casi en perfectas condiciones como para volver a trabajar con el ejército americano, porque Mark estaba seguro con el hombre al que fue destinado y porque era evidente que no podía seguir reteniendo a Moon Taeil en este país.


Mark veía el abrazo de sus mejores amigos con un sentimiento afligido. Por supuesto que cada uno tenía que seguir con su destino, pero habían vivido por miles de años juntos que ahora incluso un periodo de meses se sentía terrible.


Caminó con timidez para unirse en un abrazo de tres, estaban en el aeropuerto, con algunas miradas sobre ellos, algunos pensando que la escena era curiosa, otros mordiéndose los labios creyendo que era una triste despedida de amigos y, Moon Taeil viendo todo con un sentimiento particularmente raro en su pecho.


No, no iban a hablar en sireno, pero podían hablar en griego.


—Donghyuck, yo sé que eres hijo de nuestro señor Poseidón —murmuraba Jungwoo— pero no estás obligado a elegir los caminos que él quiere que elijas.


—Ustedes saben muy bien la historia que me liga con este hombre, ustedes saben porque las criaturas del mar le temen, ustedes saben que estoy en una carrera contra el tiempo… no puedo no hacer lo que mi padre quiere que haga y ya encontraré la manera de avanzar… —bajó el tono de voz— solo preocúpense de ustedes, he vivido toda una vida tratando de ser protegido.


—Y no pudimos salvarte de él —le dio una mirada rápida a Moon antes de regresarla a Donghyuck— solo cuídate sí. Nunca podríamos estar bien sin ti.


Después de darle un beso a cada uno en la frente y murmurarles que los amaba, el muchacho se volteó con la mirada totalmente acabada donde el otro lo esperaba. Necesitaban ir a la parte de vuelos internacionales.


Si esto es tan simple” susurró Jungwoo “¿Por qué siento como si me estuvieran arrancando el corazón?”.


Fin Flash Back


Y aunque eso había sucedido el día de ayer, no podía quitarse el dolor del pecho, porque lo extrañaba y tenía miedo que saliera nuevamente herido a causa del mismo hombre.


Pero no podía permitir que sus sentimientos fueran visibles, solo le quedaba guardarlos en su corazón y poner la mejor cara ante todos.


Desde el día de ayer que estaba en la base militar en Atenas, a 1 mes y unos días desde el accidente que tuvo en Heraklion y podía decir que se sentía con otra perspectiva.


Primero, porque cuando el vehículo táctico lo dejó dentro de la base, el escuadrón completo, incluido el Sargento Wong, se formaron en orden haciendo el saludo marcial, mientras que los asistentes como los cocineros y otros, inclinaron levemente la cabeza en señal de respeto.


Segundo, porque cuando los marines le hablaban, la mirada y energía que emanaban era distinta, con mucho más tacto, preguntando a cada momento si necesitaba alguna cosa, si se sentía cómodo o si le dolía algo.


Tercero, abiertamente dijeron que lo habían extrañado, razón por la que no contrataron a ningún intérprete y se las habían arreglado estudiando por cuenta propia.


—¿Cómo se ha sentido señor Kim? —Cooper le acercó un vaso de soda, estaban en una mesa del comedor— se ve extraño.


Jungwoo esbozó una sonrisa, esperando que se viera lo más real posible.


—Me siento extraño, es… como un primer día de clases —torció la boca— todos son tan cuidadosos conmigo.


El hombre sonrió de lado.


—El tiempo en el que se ausentó de aquí, algunas cosas cambiaron… —levantó la barbilla— el Sargento Wong nos hizo reflexionar, sobre todo lo que había pasado, desde su llegada allá en la isla de Creta hasta esa noche, incluso el hecho cuando se mofaron de la pareja homosexual de la playa —las mejillas del sireno se pusieron rojas ¿Realmente lo había hecho?— y también resaltó bastante su acto heroico al tratar de defenderlo el día del asalto… nos pidió que pensáramos mucho en la imagen que queremos dar, en la misión que nos motivó a estar acá y que las opiniones personales que puedan dañar a otros, las omitamos.


Su corazón hizo “algo” con esas palabras, imaginando a Lucas Wong siendo líder y un referente positivo, tratando de encausar a su escuadrón a un pensamiento colectivo en el que no trataba de que cambiaran su opinión, sino que respetaran.


Sus dedos estaban temblando.


—No es como que, por ser gay, merezca un trato especial, simplemente quiero ser respetado por otras cosas.


—Y es lo que el señor Wong dijo, nos pidió respeto para todos y que lo sucedido con usted, que estuvo al borde de la muerte, sea una segunda oportunidad para actuar como seres humanos decentes.


Jungwoo trató de esconder todo lo posible la sonrisa de su boca, llevando una mano a los labios o tratando de beber la soda.


¿Realmente había actuado así?


El sireno miró su propio teléfono y la fecha en ella, estaban a diciembre, prácticamente a la mitad del mes, 2 meses y medio de misión humanitaria en realidad.


—Señor Cooper —aquel hombre le dedicó toda su atención, sus ojos claros preciosos. Era una lástima que no sintiera algo por él— ¿Tienen claro hasta cuando están aquí en Grecia?


—Aún no nos han comunicado algo, pero dado que las provisiones han recorrido la mayor parte del país y que los sitios arqueológicos se están normalizando, yo creo que lo más probable es que la misión acabe dentro de enero del próximo año.


----


Salir de la ducha siempre era un desafío cuando tus piernas estaban convertidas en una cola, pero lo lograba, sí, cerrando la llave y esperando que el agua escurriera por las tuberías hasta secar el suelo, la única manera en la que aparecía su aspecto humano.


Alcanzó una toalla para secar frenéticamente su cabello y luego envolver su cadera con ella, era muy tarde y mañana comenzaba oficialmente a trabajar nuevamente como intérprete.


Ouch. Le dolió la boca del estómago pensando que esto tenía un tiempo limitado.


Se miró en el espejo con cierto sarcasmo, y pensar que él le había dicho al señor Wong hace tiempo atrás que había perdido el respeto por su persona, que no le hablara, etc, y ahora temía que todo se acabara.


Abrió la puerta del baño encontrándose con el señor Wong sentado en la orilla de la cama.


Su mirada tuvo “algo” que no supo identificar con claridad, pero la verdad era que Lucas estaba aquí porque tenía cosas que quería contar ¿Cómo podía hacerlo si aquel hombre salía del cuarto de baño entre el vapor y con el cuerpo semidesnudo como una ilusión?


Enfermo, maricón” recordó a su abuelo, la voz cargante y llena de odio, los golpes, todo lo que restringía su ser.


“Él no está aquí en Grecia y aun así tú solo te estás limitando” pensó con sarcasmo.


—No piense en eso —susurró el muchacho— sé que lo está haciendo, no se haga daño.


—Es la costumbre Jungwoo —lo miró directamente a los ojos— y será así por mucho tiempo.


El sireno caminó y se sentó a su lado, ambos con la mirada en el piso de su habitación.


—Pero al menos usted sabe que eso está mal, el pensamiento de su abuelo, el pensamiento homofóbico ¿Qué hay de malo en los sentimientos o el placer al mismo sexo? Realmente no lo entiendo —jugó con sus manos un poco incómodo— es ese pensamiento tan rígido y obsesivo que lleva a tantos desastres, guerras y otras cosas…


—Soy un miembro de las fuerzas armadas, Jungwoo, estoy para defender a mi país, estoy incluido dentro de esas guerras —meneó la cabeza— he reflexionado mucho y no puedo negar que me gustan los hombres, lo que no quiere decir que estoy contento con eso.


El hombre a su lado se giró hacia él, dada la intensidad de su mirada también se giró sin pensar que quedarían tan cerca el uno del otro.


Con ese toque especial que lo caracterizaba, Jungwoo acarició su rostro, sus pómulos, sus cejas, los párpados superiores, el puente de la nariz e incluso los labios. Lucas contuvo la respiración al instante.


Creo que hacerle creer a los demás es una cosa, pero traicionarse a sí mismo es otra, lo que piensen otros no vale cosa alguna, pero ¿Podrá vivir usted hasta la muerte pensando así y viviendo tan tristemente consigo mismo?”.


Lucas Wong sintió la explosión dentro de su cuerpo que lo incitó a sostener el cabello húmedo del muchacho, tirarlo hacia adelante e inclinarse a su persona para besarlo lleno de hambre.


Lo deseaba, maldita sea, lo deseaba con cada parte de su cuerpo y detestaba que se quedara observándole su maldita apariencia irritante ¿A quién podía gustarle una persona con una piel blanca como la porcelana, con labios color durazno y ojos tan brillantes?


Sí ¡A él!


Y ahora no estaba borracho, no había excusas, ninguno de los dos podía decir que no quería esto cuando se mordían los labios como si no hubiera límite entre el uno o el otro.


El sargento lo soltó para buscar oxígeno y para pararse hacia la puerta que cerraría con llave. Las habitaciones tenían paredes que aislaban el ruido y nadie caminaba por esta hora en los pasillos, por lo que… podía darse cierta libertad.


Cuando se volteó vio a Jungwoo respirando agitado, con la toalla a medio caer de su cadera. Ohh santo cielo, su pantalón se sintió incómodo.


Y no tuvo que decir algo al respecto, el sireno se inclinó hacia el lado para que la toalla cayera al suelo, ni siquiera sabía que estaba haciendo, solo que estaba actuando por el solo instinto. Después de eso se acostó boca arriba con las piernas un poco separadas, con el miembro en su mano y los labios entreabiertos.


—Mierda.


Se quitó la camiseta que retiró por sobre su cabeza, del pantalón ni que decir, lo lanzó hacia el lado como la ropa interior segundos más tarde.


La manera con la que Kim se lo comía por medio de la mirada, envió corrientes eléctricas a su miembro ya hinchado ¿Quién podía culpar al sireno? Lucas tenía un cuerpo bien formado, una piel morena exquisita y unos ojos tan expresivos que quería ser una pieza de arte para estar bajo su atención absoluta.


Como un depredador absoluto, el Sargento subió a la cama apoyando ambas rodillas a los costados de ese cuerpo y las manos a la altura de sus hombros. El otro jadeó antes de cerrar los ojos y sentir sus labios mordisquear su cuello mientras lo olfateaba profundamente.


“Hueles tan bien”, murmuró.


Siguió mordisqueando y olfateando cada superficie de su piel, pero se detuvo primero en el pectoral derecho, pezón que tomó entre sus dientes y lamió hasta sentirlo erecto.


—Ghhh se… señor —gimió.


Tenía las piernas más abiertas, Lucas se había situado entre ellas para estar más cómodo y chupar tanto como quisiera.


Hizo el mismo trabajo con el otro pectoral.


Mientras bajaba estiraba las manos por sus costados y los recorría como si lo estuviera amoldando, mientras el otro se retorcía mordiendo el dorso de su mano para no hacer tanto ruido.


Besó lleno de respeto su abdomen e incluso acarició con su nariz aquellos pocos vellos que formaban el “camino de la felicidad” que tan bien llamado era. Siguió bajando y no pensó más, no quiso pensar y solo introdujo en su boca aquel pene hinchado al que sujetaba por su base.


La textura era firme y el glande más suave. Que grandioso para su ego sentir que se retorcía más y que hacía un esfuerzo para contener los gemidos que querían escapar de su boca. Una motivación suficiente para seguir chupándolo afanosamente de arriba y abajo.


Lo soltó cuando él le dijo quejumbrosamente que no quería correrse de esa manera.


Si desear a un hombre siendo un hombre estaba mal, entonces ¿Por qué Lucas no sentía asco de hacer lo que hacía? ¿Por qué no le daba náuseas la perspectiva que tenía?


Porque era gay y porque Jungwoo era un hombre hermoso ¿Perdería la noche luchando con su cabeza? No.


Apagó su cerebro y enterró los dedos en sus muslos mientras los mordía en la cara interior de estos, de vez en cuando dirigiéndole una mirada, un gesto tan íntimo y perverso que el sireno pensaba que no resistiría por mucho tiempo más.


—Abre más tus piernas.


Piernas flexibles, podía agradecerlo al hecho de que le gustaban tanto que las trabajaron como sirenos desde miles de años atrás, cuidándolas, ejercitándolas.


Jadeó sorprendido y excitado de que Lucas Wong las llevara a sus hombros antes de inclinarse y lamer el espacio entre sus mejillas traseras. No era experto en esto, maldición, era realmente bobo en el sexo gay, pero se dejaba guiar por el deseo absoluto y porque Kim Jungwoo había sido su primer hombre en el ámbito sexual.


Lamió la circunferencia una y otra vez hasta empujar sobre ella, el otro retorcía los dedos de sus pies y enterraba los dedos en su cabellera para profundizarlo.


Era una lástima que se contuviera, porque si estuvieran realmente solos, dejaría que jadeara y gimiera tan alto como quisiera.


Si pudiera, se enterraría en ese cuerpo y lo jodería una y otra y otra vez hasta saciarse, pero debía prepararlo con los dedos y su lengua. No tenía vaselina, mierda, ni siquiera tenía preservativos, él estaba limpio, podía confiar que Jungwoo no tuviera algo.


—Por favor, por favor, por favor, por favor —repitió bajito.


El estímulo suficiente para que Lucas tomara sus rodillas y las extendiera a los costados. Fue muy generoso de parte del muchacho abrirse más y quedar en una posición tan sublime que penetrarlo fue algo fácil.


Poco, poco a poco, mordiéndose el labio inferior, sintiendo el interior húmedo de su cavidad trasera, cálida y esbelta envolver su miembro. Se inclinó tanto como pudo hacia adelante y lo besó en el momento preciso que lo penetró hasta el fondo.


Besó todo su rostro, no debía conmoverle tanto que Jungwoo gimiera bajito mientras respiraba y se acostumbraba a la invasión, era un bruto y quizás hasta algo “homofóbico”, pero sabía muy bien que esto era cosa de dos.


—¿Te du… duele?


No sabía el límite donde empezaba uno o el otro.


—Un poco, pero —suspiró, la consideración del Sargento Wong era… bonita en demasía— se siente tan bien.


Lucas salió lentamente de su cuerpo, rodó al otro costado de la cama y sujetó las caderas de Jungwoo para invitarlo a que él tomara la posición de arriba.


El sireno se acomodó y poco a poco fue descendiendo sobre ese pene para llenarse de él hasta que diera en el punto exacto, pero antes de hacer cualquier otro movimiento, le dio una mirada especial al hombre bajo suyo.


Lucas, que lo veía desde abajo, se sorprendió de los matices y las sombras que tenía su bello rostro con la luz tenue de la lámpara al costado, como si esos ojos se hicieran más rasgados y ese cabello castaño rubio tomaran un color más parecido al fuego, como una deidad que estaba teniendo piedad, como si la fuese una Afrodita versión masculina.


Fue su perdición cuando empezó a penetrarlo suavemente, porque sabía que en unos instantes al otro le gustaría que actuara salvajemente.


Seúl, Corea del sur.


Estaba con la mirada perdida en una ciudad que estaba a punto de despertar, una mirada llena de lágrimas y temor.


De sus amigos, era el único que tal vez no avanzaba con el hombre que tenía “destinado” y es que al parecer Moon Taeil en esta vida no albergaba los sentimientos que tuvo por él en la época Joseon.


Forzar el corazón y el alma no estaba en sus planes, tampoco se atrevía a tomar una espada y apuñalarlo hasta quitarle la vida o cualquier tipo de venganza sanguinaria que su padre aprobaría.


No había podido dormir después del viaje y apenas lo hizo durante esta noche, la cabeza traía a si misma todas las posibilidades para permanecer al lado de Taeil, pero este necesitaba una respuesta al contrato con Samsung, un plazo que finalizaba hoy.


Tragó el nudo en su garganta y se volteó para caminar hacia la piscina, estaba en el penthouse que lo hospedaba en este país y escondía su secreto mitológico, pero su camino a esta se vio interrumpido por la presencia de alguien frente a sus ojos.


Poseidón se hacía presente.


—Incluso si no vives en el mar como el hijo de Dioses que eres, no pienses que tus pasos no son seguidos por tus padres.


—Padre ¿Ha sucedido algo?


Este le dio una larga mirada silenciosa antes de levantar su mano en el aire, traía su tridente.


Mierda” susurró.


—Cuando decidiste venir a Corea del Sur hace más de 1 mes atrás, casi 2, pediste que te diera ayuda, pediste tus piernas y tu voz de vuelta ¿Qué has conseguido con ello? Todo fue… a cambio de una venganza.


Donghyuck se sintió nauseoso.


—Puedo explicarlo bien.


—No necesitas hacerlo, tengo la capacidad de leer tu presencia… vuelvo a repetir ¿Conseguiste algo? —el silencio otorgaba, dicen— Moon Taeil ha tenido una vida bien acomodada en esta vida, tanto como la anterior, está teniendo una vida con una chica, la misma princesa de la era Joseon…

Donghyuck ¿Realmente piensas que puede quererte, otra vez? ¿No aprendiste nada la última vez?


—Basta.


Aquel Dios estiró el tridente, un arma que dejó sobre el aire en dirección a su hijo.


—Las cosas no van a avanzar y yo no tengo tiempo para esperar, decidiste entregarte hace cientos de años, decidiste pedirme tus atributos de vuelta haciendo una promesa, no las cumpliste y tienes que ser castigado… nuevamente.


—¡Padre no!


Poseidón meneó la cabeza, él creía saber lo que hacía. La tierra empezaba a moverse por los sentimientos de aquel Dios, Seúl estaba teniendo un temblor.


—No voy a pedir perdón por lo que creo que es lo correcto.


Con un solo movimiento, el muchacho perdió el equilibrio hasta caer contra el suelo, sus gritos tratando de detener a su padre se desvanecieron en el aire hasta producirse un absoluto silencio.


Le dio una mirada significativa antes de desaparecer abruptamente, dejándolo abandonado con sus lágrimas, con su llanto mudo y sus amargos sentimientos.


Donghyuck había perdido todo.


Nuevamente.


~~~~~~


Nota autora:

Mi niñoooooo D':


Pronto van a saber lo que sucedió realmente con Donghyuck y su condición de sireno.


PD: Poseidón realmente tiene muchos secretos escondidos.


Último capítulo del año ¡Los amo! ¡Que la pasen lindo hoy a la noche!


3 comentarios


Caray ;-;

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Marily Martinez
Marily Martinez
01 ene 2020

Feliz año nuevo Trini!!!💛💚

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Marily Martinez
Marily Martinez
01 ene 2020

Nooooo, ahora que va a pasar

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