"Sexual Writer" Capítulo 19: Zeus
- TrinidadVictoria
- 16 jun 2019
- 18 Min. de lectura

Sábado 29 de diciembre 2018, 4 días después
Su estado era mucho mejor que antes, ayer había sido trasladado de la UCI (Unidad de Cuidados Intensivo) a la UTI (Unidad de Tratamiento Intermedio) donde tenía horarios de visita un poco más amplios que antes, podía hablar pero tampoco esforzarse demasiado, su abdomen seguía estando delicado y en cuanto a la comida... mierda, moría por un trozo de carne o algunos fideos llenos de especias, era una lástima que no pudiera obtener nada de ello.
—Joonhyuk, no tienes que pedirme perdón cada 5 minutos, yo estoy bien —acarició con su pulgar la palma de su mano izquierda, Hellen tenía el cabello amarrado en una coleta y lentes ópticos. Sencilla y sin maquillaje era aún más guapa— sacaste la peor parte.
—Espero la policía haga algo, esto... estoy seguro que esto iba dirigido.
—Yo recuerdo muy bien que el hombre que nos atacó parecía más dispuesto a hacernos daño que tomar mis pertenencias, solo para que tuvieran un precedente les comenté sobre In Jin y su deseo de querer acercarse a Jungwoo a pesar de la orden de alejamiento.
No podían acusar sin pruebas pero en el momento que le preguntaron si había alguien interesado en hacerles daño no dudó en dar el nombre de aquella mujer y mencionar las cosas que habían pasado.
"Si quieres alejarte de mí, Hellen, por tu seguridad puedes hacerlo, es tu oportunidad" dijo Joonhyuk un poco ansioso mirando hacia el suelo, no le gustaría que ocurriera pero le importaba más verla bien que pasando algún peligro.
—Estar contigo implica aceptar el paquete completo y eso incluye a Jungwoo —acarició con la punta de sus dedos el cabello de aquel hombre, se lo habían lavado, estaba suave— y si necesitan ayuda de alguien para que peleé junto a ustedes lo haré.
"Me diste la oportunidad de entrar en tu vida, voy a defender lo que más te importa... si quieres una promesa puedo dártela Joonhyuk, yo no soy In Jin, yo no voy a hacerte daño... voy a cuidarlos".
Le susurró antes de depositar un suave beso en sus labios y dejar que este la abrazara con la escasa fuerza que tenía, el corazón de ambos estaba latiendo muy rápido, eran como dos adolescentes enamorados.
Dos horas más tarde Jungwoo entró a la habitación cuando le permitieron hacerlo. Anoche había sido la última en la que se había hospedado en la residencia lo que significaba una cosa: debía salir del recinto de salud, tomar aire, tratar de seguir un poco con su vida y cuidar el hogar de ambos.
No estaba muy convencido pero tampoco estaría solo en el proceso: tendría a sus amigos. Acercó una silla a la cama y de inmediato sostuvo la mano de su padre, tenían la puerta cerrada por lo que podían tener una conversación privada. De fondo sonaba una música de balada que amenizaba el ambiente. Las cortinas dejaban entrar los rayos de sol del día, todo se hacía menos "traumante".
—No va a haber día que no te venga a ver papá hasta que te den el alta —besó el dorso de su mano.
—Así que ¿Me harás caso y dormirás en casa esta noche?
—No quiero abandonarte pero no he visto el exterior desde que llegué.
Frunció el ceño, la verdad es que no se había sentido tan mal con ello porque hasta hace 2 meses él tenía la costumbre de pasar prácticamente las 24 hrs del día encerrado en el departamento. Joonhyuk entrelazó los dedos con él y lo miró de pies a cabeza antes de esbozar una sonrisa pequeña.
—No has estado solo ¿Verdad? —la complicidad en su mirada le decía que no se estaba refiriendo a Wong Kunhang que sí, había llegado hace 2 días y no se había separado de él. Sonrió cuando vio a Jungwoo sonrojándose y tratando de tocar su oreja— no, no lo has estado.
Bien, era el momento perfecto para contarle a su padre que podía estar feliz porque había admitido para si mismo que le gustaba su amigo, pero temía abrir la boca porque era algo nuevo en su vida, nunca le había gustado un hombre de esta manera, de esos amores adolescentes que te hacen actuar como torpe ¿Y qué si le contaba y luego rompían su corazón? ¿Tenía que retirar sus palabras?
Le fue relatando todo lo que harían cuando le dieran el alta mientras su padre escuchaba con atención, lo cuidaría, le cocinaría y cuando estuviera dispuesto a caminar bien pasearían, incluso estaba dispuesto a aprender a conducir para llevarlo a donde necesitara.
—El próximo mes apenas pueda desplazarme mejor y me den el alta, independiente de lo que diga la policía, vamos a tomar el asunto con nuestras manos y vamos a ir al juzgado para ver lo de la orden de alejamiento. Tu seguridad vale más que cualquier cosa hijo.
Por eso mismo y porque seguía luchando con la fobia social, es que Hendery lo estaba esperando afuera para irse juntos de vuelta al departamento.
Yukhei estaba ocupado esta vez. ----
Mientras bebía lentamente de aquel vaso que contenía whisky y hielo, sus ojos estaban fijos en cada movimiento que hacía Wong Yukhei en la cocina para preparar algo de almuerzo. Su espalda tensaba la camisa que llevaba puesta, su pantalón no era lo suficientemente ajustado pero podía percibir el lindo trasero marcado que tenía abajo. Se mordió los labios sonriendo para si mismo, lo había criado bien en el arte de lo que mejor sabía hacer, le había entregado las herramientas y ahora sabía utilizarlas a su favor.
—Si sigues mirando mi culo voy a golpearte la mandíbula Yunho —Yukhei se volteó con el ceño fruncido, abandonó sus intentos por cocinar así que se sentó en un taburete, solo una mesa de la cocina los separaba— ¿Sabes? no era necesario que vinieras, estaba ocupado.
—¿Qué puede tenerte ocupado si tienes receso de tus clases en la Universidad? —frunció ligeramente las cejas— además he venido como tu manager y no otra cosa. Bien, sí, Jung Yunho era su manager y debía recordarlo para no perder los estribos. Incluso si tenía atributos peculiares, cuando trabajaba para él siendo Sexual Writer era un maestro, era quien ponía la cara cuando había que firmar un contrato o se encargaba de toda la producción de su libro después de que conversaran en conjunto.
Hablaron sobre lo que se venía desde el próximo año para la producción de la película "Farah", desde la escritura del guión hasta cuando se realizaría la elección del casting, etc. Mostraba documentos incluso correos en inglés, también las llamadas y temas de contrato.
Sí, Yunho era el mejor.
De pronto su teléfono sonó y antes de poder contenerse ya tenía la sonrisa boba dibujada en toda su cara mientras respondía. Su corazón estaba latiendo a mil por hora.
Y cuando puso el último mensaje se maldijo por dentro ¡¿Por qué le había puesto eso?! ni siquiera podía borrarlo y decirle otra cosa, Jungwoo ya lo había leído. Era su fin, guardó el teléfono en su bolsillo pero al alzar los ojos toda felicidad se perdió al ver el rostro de Yunho con una expresión muy seria, ni siquiera estaba bebiendo alcohol.
—¿Estás en una relación con alguien?
—No sé de qué hablas —quería sonar casual ¿Estaba fallando en el intento?
De todas maneras era ridículo creer que podía engañarlo, Yunho era un maestro en leer expresiones corporales, por algo también tenía el puesto mayor en el club sexual y algunos heterosexuales habían cambiado de bando cuando se habían acostado con él.
—Yo... Yukhei, creo que no debería meterme en tu vida privada pero no soy solo tu manager, también soy tu jefe y...
—Si digo que no estoy en una relación es porque es así Yunho ¿Qué te preocupa? ¿Que no vuelva al club?
El mayor se paró del taburete y lentamente se desplazó por la cocina mientras su mente trabajaba a mil hora. Yukhei estaba tenso con la espalda erguida y las manos golpeteando la superficie de la cocina y continuó así a pesar de que su jefe estuviera parado detrás de él con la boca cerca de su oreja.
—Sí, me preocupa que no vuelvas porque eres mi trabajador más importante, ya te hablé del nuevo cliente que está arrasando ¿Sabes cuál es el problema? que las personas dejarán de pagar a mis prostitutos y prostitutas y empezarán a hacerle ofertas a este hombre de forma privada, él no trabaja para nosotros por lo tanto no es dinero que ingrese... Te he esperado ¿4 meses?
Descansó una mano en la mesa y recargó todo su cuerpo sobre la espalda del menor, mierda, casi sentía su pantalón tenso recordando cuando era un muchachito más delgado, más bajo, ignorante y deseoso por aprender todo. Ahora sería imposible de doblegar porque había ganado su potencial como dominante.
Sonrió arrogante.
—Ya te dije que estaría allí el 1 de enero y que las cosas volverían a ser normales —se volteó, ambos eran de la misma altura, casi rosaba sus labios pero no estaba siendo candente, Yukhei estaba enojado— no trates de meterte en mi vida, te he dado mi identidad como Sexual Writer, te he dado mi identidad como Lucas, déjame vivir mi vida como Yukhei en paz ¿Sí?
Rápidamente se acercó a la superficie, bebió lo que le quedaba de whisky y salió de allí sin siquiera despedirse, le bastaba saber que recordaba donde pertenecía y a quién le debía respetos.
Esto no era un juego, había millones de por medio.
Agotado emocionalmente, el menor escondió el rostro entre sus brazos y dejó que las lágrimas cayeran en silencio. Estaba volviéndose loco, había tenido unos días increíbles cuidando a Kim Jungwoo en la clínica, habían dormido abrazados sin cuestionar la dirección de aquellas acciones, pero toda burbuja debe romperse.
Esto no sería eterno.
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"Yo iré a comprar algunas cosas para beber, puedes relajarte si lo deseas".
Hendery no iba a permitir que saliera del departamento y como había estado preocupado por su padre, se había ofrecido a salir por él, además, con lo que había pasado quería resguardarlo de cualquier peligro. Encendió las luces blancas-amarillas estilo "navideño" que dejaba colgada cerca de su cama y luego apoyó la cabeza entre las almohadas, tenía una video llamada entrante del señor Kim y suponía la razón.
Ayer por primera vez le había hablado al teléfono que tenía en su tarjeta de presentación para decirle lo sucedido con su padre y había sugerido una pequeña terapia vía online.

La imagen de su rostro apareció en pantalla antes de que formara una sonrisa, le había comentado que se haría espacio, hoy tenía una conferencia de psicología. Bien, se sentía un poco avergonzado como para mostrar su rostro así que el señor Dongyoung solo podía escucharlo.
—Jungwoo ¿Cómo has estado? ¿Cómo te has sentido?
—Ahora creo que me he sentido de maravilla señor Kim, quiero decir, no puedo mentirle diciendo que no he llorado por mi padre y lo que le ha pasado pero si esto hubiera ocurrido antes de tener agallas, probablemente habría colapsado muy mal.
—Antes de tener agallas ¿Ahora te consideras diferente? Han pasado un poco menos de dos meses desde que hemos empezado con las terapias.
—Me siento un poco diferente señor Kim, ahora puedo salir a una parte y no enloquecer, sigo sudando pero no siento que estoy perdiendo la cabeza, también me meto mucho en la idea de que no están juzgándome, son solo ideas mías.
"Y todavía siento que me falta trabajar en eso".
Continuaron conversando mientras Dongyoung observaba fijamente la cámara como una manera de meterse en los pensamientos del muchacho y generar confianza para continuar.
Por supuesto que aún le faltaba para trabajar respecto a la fobia social pero esto era un gran avance, todo apuntaba que más adelante podría pararse en medio de una calle concurrida sin que una sola partícula de su esencia se le parara por miedo.
—¿Y qué vas a hacer para la fiesta de año nuevo? ¿Consideras que es correcto hacer algo?
—Quiero estar con mi papá, siempre ha sido así, todas las celebraciones la hemos hecho juntos y no me molestaría estar a su lado en la clínica... ¿Y usted señor?
Los ojos de aquel hombre estuvieron fijos en la cámara antes que esbozara una sonrisa. Sí, era un hombre muy joven y bonito.
—Voy a ir a divertirme por allí, a veces es bueno descansar un poco del trabajo.
Después de conversar por un poco más cortaron la llamada, Jungwoo suspiró mirando las luces a su alrededor preguntándose cuanto más tardaría Hendery en llegar mientras que el psicólogo apagó la televisión, quitó la identificación que colgaba de su cuerpo y frunció el ceño cuando la entrada de aquel salón se abrió.
Como parte de los clientes VIP tenía ser- vicio a los trabajadores más exclusivos del club y él ya tenía un favorito.
"Xiao" susurró antes de besarlo hambriento y dejando que este se sentara sobre sus piernas, sabía que tenia un vínculo especial con el jefe del club pero no le importaba, acá el dinero prevalecía por sobre la ética. Si él quería tomarlo en cualquier forma y en cualquier momento, el muchacho debía acudir y estar dispuesto a todo.
Que bueno que esta pequeña mierda estaba tan retorcido como él.
Las horas habían avanzado, el cielo estaba oscuro, la habitación solo iluminada por los pequeños focos a su alrededor y él allí en medio de la cama durmiendo profundamente abrazado de una almohada.
Estaba soñando, sí, pero no era una pesadilla donde veía a In Jin queriendo golpear a su padre o a él, no, estaba sentado en la orilla de la playa mientras escuchaba la voz de alguien clamar su atención. Se sentía muy agradable, su pecho se encogía de emoción pero antes de ver su rostro algo pequeño y muy cálido vibraba contra su mejilla. Algo cálido, sí, luego algo áspero y muy diminuto repasar repetitivamente el mismo sector, también un maullido de cachorro. Esperen ¿Maullido?
Las imágenes de su sueño fueron esfumándose de a poco cuando volvió a la realidad, pero la sensación cálida seguía, algo negro se había subido a su pecho mientras lamía ahora la punta de su nariz, después se agachaba para repasaba su pequeña cabecita contra su cuello. ¡Quería ser mimado!
—Ramsés... —murmuró somnoliento antes de tomarlo entre sus brazos y acurrucarlo contra su pecho— ¿Dónde está tu padre?
—¿Acaso tú no eras su otro padre? — Hendery, que estaba sentado en un sofá individual de la habitación, inclinó su rostro hacia la cama para sonreírle— buenas noches campeón, supongo que una siesta de 4 horas es algo sensato.
Sin soltar al pequeño gatito, abrió la puerta de su habitación y caminó por el pasillo hacia la sala de estar donde encontró a Wong Yukhei sentado en el sofá viendo una película, su perfil serio, sus ojos enormes y brillantes, incluso la forma en la que sus labios formaban una línea recta. Era un hombre atractivo.
Podría haberlo espiado más tiempo pero Ramsés lo delató cuando maulló mientras mordisqueaba su oreja.
"Pequeño traidor".
—Buenas noches hyung ¿Descansaste algo?
—Algo sí, algo bastante diría yo —movió al gato entre sus brazos— ¿Cómo llegó a mi habitación?
—Lo acosté a tu lado—indicó la cocina con una sonrisa perezosa— con Kunhang cocinamos la cena ¿Te apetece comer?
—Primero me gustaría entregarles algo.
Observó el árbol y sus luces encendidas, allí abajo quedaban algunos obsequios, en realidad estaban todos porque no había llegado al departamento desde que decidió quedarse en el hospital cuidando a su padre. Se acomodaron sentados en el suelo con las piernas cruzadas, Ramsés observaba con sus enormes ojos todos los focos tentado a morder un par de ellas, mas era imposible, su "padre" lo acurrucaba contra su pecho.
¿Podía decir que estaba nervioso? Sí, este era el primer regalo que hacía en su vida para otra persona que no fuera su padre o su mejor amigo, su abuela ya no estaba viva por lo que, después de caer muy bajo en la fobia social no hubo otra persona a la que darle un obsequio.
Estiró la mano para sostener uno de tamaño enorme y se lo entregó en las manos a Yukhei.
—Este es para Ramsés —murmuró bajito. Sí, estaba sudando.
Con una sonrisa bobalicona, la característica cuando Wong Yukhei se sentía alegre, abrió el regalo y se mordió los labios colmado de ternura.
—¿Tú pintaste esta caja? —avergonzado de si mismo, tapó el rostro con ambas manos y asintió, toda la sangre estaba tiñendo su piel de rojo es... es hermoso.
Era una caja de cartón pero había sido pintada y decorada.
—Es la primera parte del regalo de Ramsés, si es demasiado sencillo, si realmente no cumple las expectativas…
Perdió el hilo de las palabras con los dedos cálidos de su amigo, este no habló, simplemente hizo una señal con la barbilla para que observara como el gatito se había metido a la caja para mordisquear los ratones de estambre que había pegado en la "pared".
—Puedes comprar los regalos más sofisticados del mundo pero un gato siempre va a preferir la caja —sus rostros estaban cerca el uno del otro, ambos observando al animalito.
—Espera, aún falta algo —su voz era tan suave que Yukhei tenía que contar hasta 10 para no besarlo, su perfume, sus mejillas, se estaba volviendo loco. Jungwoo sacó otro regalo, uno pequeño con cinta color negro pero esta vez lo abrió él— es algo muy sencillo pero cuando después de que lo perdieras por unas horas creí que era necesario.
Era una correa sencilla con una medalla plateada en forma de pez donde decía "Ramsés", detrás estaba escrito el número de teléfono de Yukhei.
Con los labios apretados se lo colocaron al cuello, no muy ajustado para no generar incomodidad en el pequeño.
—OH MY GAD! —su risa torpe era fascinante— es muy lindo, es... gracias por pensar en él ¡Necesito tomarle una foto!
—Espera, espera, aquí está el tuyo.
Bien, ahora sí estaba temblando demasiado, no estaba seguro si iba a agradarle lo que había pedido pensando en él pero no era una posibilidad NO regalarle algo a quien tanto lo había apoyado.
El castaño rubio abrió aquella bolsa especial de regalo y dio un pequeño suspiro cuando sacó el abrigo negro que había dentro. No dudó en ponérselo y girar un poco observando su propio cuerpo, era de un material grueso, se ajustaba solo un poco a su cuerpo y le llegaba una mano arriba del tobillo, como esos abrigos de los protagonistas de "Goblin" que alguna vez había visto.
La forma y el diseño, todo era bonito. Luego lo miró a él que estaba jugando ansioso con sus dedos. Había elegido esto pensando en él y ahora estaba muriéndose por dentro esperando escuchar algo positivo de ello.
"Me gusta mucho hyung".
—El regalo de tu padre lo dejé bajo el árbol, puedes abrir el tuyo si lo deseas.
—Pa... para mi, yo... —tragó saliva sorprendido— ¿También tengo un regalo de tu parte?
¿Tanto era el daño infringido en su personalidad que creía que no merecía uno? emocionado como niño pequeño dejó el paquete de regalo entre sus muslos y con sus pálidas manos lo fue rasgando.
Abrió la boca y la cerró de inmediato, era una caja de madera.
—Puedes abrirla, prometo que no muerde.
Era como un baúl. Pues le hizo caso de inmediato, movió la llave en la cerradura para terminar encontrándose con muchas cosas, sus snack favoritos (lo supo en una conversación ligera que tuvieron cuando salieron al centro comercial), un pequeño peluche con forma de melocotón porque lo recordaba a él, una carcasa para el teléfono, una libreta de notas 2019 con motivos de Kakao, lápices de tinta, destacadores y una cajita musical de cristal en la que dentro había una persona sentada abrazando sus piernas y mirando "el cielo" mientras giraba lentamente al darle cuerda.
Como hubo mucho silencio, Yukhei pensó que había sido un regalo realmente bobo pero al buscar su mirada lo vio secándose lágrimas.
—Sé que no nos conocemos con profundidad, hyung, pero estas cosas te las obsequié porque me recuerdan a ti y sé que no es suficiente porque el regalo que tú me diste es costoso... perdón.
—Cállate —susurró con una sonrisa pequeña— me gusta mucho, de verdad.
—Pues mira, Ramsés está encerrado en su nueva caja peleando con los ratones, no lo voy a poder sacar de allí jamás y yo estoy con mi nuevo abrigo favorito... todos ganamos.
"Cállate, deja de ser tan linda persona" pensó Jungwoo ansioso antes de dejar sucumbir ante sus deseos y emociones.
Llegó a su habitación, guardó bajo su cama el baúl de madera y luego golpeó la cabeza de Kunhang para que fuera a comer.
La cena había sido realmente deliciosa, había tenido de cerca el sabor de la gastronomía cantonesa y el deseo de querer ir al restaurante de la familia Wong nació. Hendery le había dicho que a veces ayudaba en la cocina y hasta lo había invitado muchas veces pero su fobia social fue impedimento para aceptar el estar allí.
Podía decir con seguridad que era la primera vez que tenía en la misma mesa a la hora de la cena a su mejor amigo y su nuevo amigo, la combinación había sido perfecta ¿Cuántas veces se había atorado con la comida por reírse de ambos?
Por suerte tuvieron consideración con su persona, en ningún momento hablaron chino cantonés entre ambos.
—No en serio no estoy mintiendo —Hendery sonreía con torpeza, a esta altura de la noche estaban bebiendo en vasos muy pequeños un poco de "Baijiu", aguardiente blanco muy fuerte de origen chino solo para saber quien lo toleraba más— Yukhei tiene la voz aún más ronca cuando habla en ruso o alemán... vamos... vamos habla.
Con sus ojos un poco aletargados observó al dueño de casa y luego después de respirar un poco lo dejó ir.
—My mogli by zanyat'sya seksom pryamo zdes', detka o si quieres puedo decirlo así como Wir kõnnten hier sex haben, baby.
No sabía que había dicho pero Jungwoo contuvo el aliento, era cierto, su voz era más profunda, parecía alguien dispuesto a no dejarse avasallar, alguien que tuviera el control de alguna situación.
Cuando le pidieron saber a qué se había referido, meneó la cabeza.
—Algo así como que, la vida y las flores son similares cuando atraviesan tiempos difíciles.
Se paró de la mesa hacia la cocina dispuesto a beber agua, odiaba el aguardiente y su estómago empezaba a dolerle, sin embargo su mente seguía pensando en lo que realmente había dicho directo a los ojos de Jungwoo: "Podríamos tener relaciones sexuales aquí, bebé".
Al volver al comedor vio al mayor observando con el ceño fruncido a Kunhang ¿El primer caído de la noche? dormía profundamente con el rostro apoyado en la mesa.
—Por suerte hemos retirado los platos sucios sino habría acabado con ellos en el suelo, eres patético, una vergüenza para el apellido Wong.
No dudo en sostenerlo entre sus brazos y caminar con él pegado en su hombro hacia la habitación de Jungwoo. Lo depositó con calma y lo tapó con las mantas para que descansara, su primo era un buen hombre, un poco torpe aveces pero bueno al fin y al cabo.
Salió de allí en busca de su amigo, poco tardó en encontrarlo, podía ver su silueta en el balcón del departamento apoyado en la pared, afuera hacía mucho frío ¿Qué estaba pensando? Tal pareciera que tampoco quería beber más aunque era evidente que el alcohol lo había afectado.
—Si estás mucho tiempo acá pescarás un resfriado ¿Por qué no regresas?
—Porque con... contemplar la noche y las PO... pocas estrellas que se alcanzas a apreciar es fascinante.
No respondió, solo se dedicó a hacer lo mismo que su vecino y mirar el cielo. Hoy por fin había sido un día despejado aunque el sol que había bañado la ciudad no calentó ni una partícula de su cuerpo.
El movimiento de Jungwoo captó suatención, era algo muy sutil pero estaba temblando de frío. Sin preguntarle lo abrazó por la espalda y lo envolvió con parte del abrigo que llevaba puesto, a esta altura y luego de dormir juntos 4 noches en la residencia de la clínica, noches en las que Jungwoo le pedía que lo abrazara para quedarse dormido, nada era cuestionable.
¿O sí?
Hundió su nariz y boca en su cabellera y tomó mucho aire, casi perdió la cabeza cuando lo escuchó contener algo ¿Un gemido?
—¿Se te pasó el frío? —dijo bajito, él asintió.
Después de un par de minutos, tal vez 5, el pelinaranjo se movió dentro del abrigo con mesura y abrazó a Yukhei observando su rostro, podía divisar sus rasgos con la escasa luz de luna y la iluminación de la ciudad.
Lo sintió tenso.
—He cambiado mucho, Yukhei, gracias a algunas sesiones con el psicólogo pero también a la ayuda de mi papá, de mi amigo, de ti... siento que puedo cambiar, tener herramientas para... aunque no estaba tartamudeando por el alcohol, hablaba un poco más lento— para enfrentarme, dejar de pensar en una figura de miedo hacia mi "madre", creer que nada puede dañarme... hace unos días realmente pienso que la fobia va a acabar algún día.
—Lo hará, eres tenaz, eres asombroso... solo tienes que creértelo.
Tragó saliva muchas veces pero esta vez dejó que las cosas fluyeran así que deshizo solo un poco aquel abrazo para estirar su mano contra el costado del rostro del menor.
"Recuerda que también puedes confiar en mí, no siempre tienes que sonreír si no lo deseas".
Mierda. Cerró los ojos, asintió y sin pensarlo depositó un beso en su mano, un beso que volvió a repetirse pero en sus nudillos cuando la caricia pasó cerca de su boca.
Jungwoo contuvo la respiración hipnotizado por la sensación de sus labios en la mano pero no dejó de hacerle cariño, tocó sus cejas, el costado de sus ojos y también la punta de su nariz. Yukhei no era como la típica belleza de prototipo coreano pero a él le gustaba lo que estaba viendo.
Sus cuerpos parecían ser naturalmente destinados porque se iban acurrucando más, el menor terminó con la espalda apoyada en la ventana dejando que el otro se recargara en él. Todo era tan natural que cerró los ojos, descansó con dulzura la mano derecha en la parte posterior de la cabeza y con gentileza desapareció aquellos milímetros que lo separaban de su boca.
Jungwoo gimió abrazándolo por la cintura y probando lentamente sus labios como si pudiera extraer lo mejor de ello, eran tan suaves y deliciosos y sentía que se estaba volviendo loco.
Quería más y tuvo más cuando abrió la boca y sus lenguas se tocaron.
Su enorme mano viajó desde la nuca hasta la base de su columna, una mano que se inmiscuyó bajo su ropa y descansó en contra su piel, un calor que era abrumador, una sensación de pertenencia que debía ser, como un gatito siendo cuidado por su dueño. Gimió contra su boca, estaban respirando agitadamente, nada iba a ser suficiente. El mayor descansó su frente con la de Yukhei y también dejó que sus palabras fluyeran.
—Me gustas mucho, Yukhei, lo... lo siento —tragó saliva, otra vez— no sé lidiar con esto, yo... nunca me había gustado alguien, no sé como callarlo.
Pero... no hubo respuesta de la otra parte, solo un silencio, un movimiento de cabeza que iba hacia el suelo como si algo doliera. Se sintió alarmado. El beso no había sido su imaginación, no, su amigo lo había besado con las mismas ganas y ternura, Jungwoo no era tonto, sabía que le había afectado, que lo había deseado.
Abrió la boca para hablar pero un pequeño sonido lo sacó de su trance de pánico. Eran ¿Sollozos?
—Yu... ¿Yukhei? Yukhei que es lo que pasa.
Levantó la cabeza y miró hacia el cielo, sus pómulos estaban húmedos, podía sentir el rastro de lágrimas en las manos que había descansado en su rostro.
—También me gustas mucho, Jungwoo.
Pero no intentaba besarlo de nuevo, solo dejaba que él le hiciera cariño ¿Estaba siendo atormentado por sus propias pesadillas?
"Yunho... Yunho, Yunho, maldito Yunho".
—Yo... —bien, necesitaba poner un orden aquí. Tomó aire, se enderezó mejor y enfrentó la situación con madurez, no estaba siendo rechazado ¡Le había dicho que también era correspondido!— iré a buscar algo para secarte ¿Sí? no, iré a prepararte un té.
Deshizo el contacto, se abrazó a si mismo para soportar el frío pero cuando estuvo a punto de atravesar la puerta de vidrio y entrar al departamento, dejó de respirar por completo. Su cabeza estuvo a punto de atravesar la puerta de vidrio y entrar al departamento, dejó de respirar por completo.
Su cabeza se fue hacia el hombre que estaba mirándolo mientras sollozaba.
Esto... esto no... ¿Qué?
Apenas pudo ver los labios de ese hombre llamarlo de esa manera en un susurro de... Oh Santa Mierda.
—Perdóname por todo esto... Zeus.
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