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"Sexual Writer" Capítulo 31: En un mañana, tal vez




En su experiencia Kim DongYoung sabía perfectamente que la astucia que tenía un funcionario policial de alta categoría como él, no la podía tener cualquiera. Por lo tanto si In Jin le hubiese pedido a un investigador privado, alguien que no había estudiado el lugar tanto como él sí lo había hecho, las cosas se habrían complicado lo suficiente como para que Jung Yunho no bajara la guardia jamás o hubiese contratado a más guardias de seguridad para identificar al "soplón".


Había jugado con fuego, Jungwoo se lo decía escupiendo su molestia y golpeando su pecho de forma constante. Expuso su seguridad y la identidad de Wong Yukhei y aunque sabía que todo fue para un bien común como la misión, no podía controlar la confusión y la angustia de verse envuelto en el medio.


—¡No puedes pretender que todo lo tenías controlado! ¡Las cosas no funcionan así! —volvió a empujarlo, el mayor solo se dejaba observándolo con preocupación— ¡¿Qué si In Jin le hubiera ido con la verdad a mi papá antes que a mí?!


Si alguna cosa tenía que admitir que se había salido de control y por ende, darle la razón, era que él también le había entregado las fotografías de Jungwoo a Yunho para jugar con su estabilidad emocional como parte del plan para sacar a Yukhei del club y poder adentrarse aún más, sin embargo el hecho que Yunho estuviera a metros de tomar al muchacho para abusar sexualmente de él era algo que se sabía salido de todo lo que podía controlar. No le iba a decir.


Fue lamentable verlo sujetar su rostro estando despeinado, agitando y llorando mientras susurraba que se iba a volver loco. Observó a Xiaojun, estaba haciendo esto porque él se lo había pedido y porque durante toda la misión aprendió a conocer a Jungwoo de tal forma que disfrutó jugando el papel de su psicólogo, disfrutó viendo como iba evolucionando para bien.


—Voy a retirarme antes que esto pueda generar mayores inconvenientes, te he dado mucha información en poco tiempo con el fin que puedas comprender lo que ha sucedido, porque sé que te importa él y todo lo que lo envuelve... lamento haberte involucrado en esta investigación pero —tragó saliva— todo fue para acabar con esa mierda de club sexual.


Se agachó para tomar la identificación, la pistola, cargarla y ponerle el seguro antes de guardarla donde correspondía. Se volteó al muchacho de pelo naranjo y aunque estaba acostumbrado a lidiar con cosas fuertes, no era agradable tener que sentir su mirada herida sobre él. No había sido honesto con todo pero había dicho más de lo que una persona común sabía, más de lo que la información oficial era entregada por los noticieros.


"Perdón" murmuró antes de inclinar su cuerpo en una reverencia de casi 90 grados, luego le dio una mirada significativa a Xiao De Jun para luego retirarse del departamento sin voltear atrás.

Kun Hang abrazó a su mejor amigo, sabía que las cosas se pondrían aún más difíciles.


Mierda ¡Cualquiera se volvería loco con un ir y venir de sorpresas y decepciones tan constantes! Y lo peor de todo era que él de por sí era una persona insegura, con experiencias difíciles en la vida antes de conocer a su primo, alguien que no había tenido una terapia psicológica real.


—Necesito verlo... necesito pedirle perdón, ya no soporto más nada —balbuceaba— Dongyoung sabe dónde está y se fue sin decir nada —levantó sus ojitos hacia Xiaojun— tú también lo sabes.


—No Jungwoo, te equivocas, no sé su paradero pero sé que... está tratando de sacar toda la mierda que tiene sobre él a un... a un precio que nos toca por violar de alguna manera la ley —bajó la mirada a sus manos— si pudiera ser más claro lo sería y también debo pedir perdón por eso porque sé lo importante que es Yukhei, pero no puedo hablar más de lo que se me tiene permitido.


—Jugar a las adivinanzas no es nuestro pasatiempo favorito ¿Sabes? no estamos hablando de cualquier persona ¡Estamos hablando de mi propio primo y el hombre que involucró a mi mejor amigo en todo esto!


—¡Y él es mi mejor amigo! —Xiao Jun se paró del sofá con la mandíbula tensa y los puños formados a sus costados— No estamos hablando de cualquier cosa, tienes razón, pero no estás involucrado hasta el fondo como lo estamos nosotros por haber sido trabajadores sexuales ¡Tampoco están dimensionando la gravedad del asunto! — apuntó hacia la ventana— esto no es un juego de niños ¡Si no se puede revelar todo es porque hay personas poderosas que podrían poner una bala en tu cabeza o un cuchillo en tu cuello con tal de silenciarte! esto no es un drama ¡Corea está podrida!


¿Cómo podía hacerles entender que esto era era más grave de lo que parecía? ¿Que no era algo contra ellos sino más bien que los estaban protegiendo? No estaba exagerando, "Boleumdal" involucraba personas de todos los niveles, algunos con más poder sobre otros, gente que incluso con toda la justicia del mundo no iban a pagar debido a que el poder del dinero era mayor que el sentido común.


"Kim Dongyoung es mejor de lo que ustedes piensan, no cualquier policía haría lo que él está haciendo, ni conmigo ni con Yukhei, no cuando tampoco creo que lo merezcamos".


Murmuró antes de retirarse del departamento sabiendo que el tiempo para él también estaba siendo prestado.


Viernes 28 de junio 2019, 2 meses después.


Después que el caso de "Boleumdal" viera la luz, otros clubes sexuales fueron investigados y aunque los involucrados más poderosos querían enterrar lo más profundo su participación en los hechos, no todos tenían la misma suerte o la misma cantidad de dinero para comprar el silencio y la libertad. Kim Dongyoung trabajaba como policía bajo las sombras procurando que su nombre no fuera conocido, tratando de cubrir cualquier rastro para que los clientes de dicho club pensaran que "Doyoung" también había sido enjuiciado por consumir y ejercer la prostitución.


Mientras estuvieron en el proceso de investigación pensaban que sin su participación esto hubiera tomado mucho más tiempo, quizás habrían quemado evidencia, ni siquiera quería pensar el destino de aquellos niños ocupados para la prostitución si Yunho y los altos cargos se hubieran enterado que los estaban vigilando porque, no, no habrían vuelto con sus familias, ni siquiera podrían haber visto la luz de la vida.


El esfuerzo y sacrificio valió la pena de cierta en cierta forma porque, si no podían meter a todos los culpables tras las rejas, al menos un par de ellos recibirían condena.


Hoy viernes 28 de junio la sentencia había sido dictada y el fiscal hablaba con los cientos de medios de comunicación apostados esperando una respuesta.


—Jung Yunho fue sentenciado por los cargos de proxenetismo, pederastía, cohecho, consumo de sustancias ilícitas, malversación de fondos... —la lista era un poco larga, las personas que veían tras un televisor estaban absortas y asqueadas.


¿Podía calmarlos en algún grado cuando escucharon que fue sentenciado a cadena perpetua? Algunos por supuesto se manifestaban diciendo que Corea del Sur era un país corrupto, demandando que los altos cargos también fueran castigados porque esto solo era parte de una gran pirámide.


—Tengo entendido que otro par de personas también han sido sentenciadas a la cárcel por un par de años —murmuró su padre que bebía una taza de café al lado de su hijo, ambos veían el noticiero.


Jungwoo sentía su estómago volverse un nudo cuando el rostro de Yunho aparecía en la televisión, su corazón no funcionaba del todo bien y todo lo que podía hacer era morderse los labios rogando que no dijera en vivo algo sobre el famoso "Lucas". Mierda ¡Ni siquiera sabía si a esta altura había sido también sentenciado! o quizás ni siquiera era de su importancia cuando tenía que preocuparse de conocidos que pagarían un precio muy alto por su cuello al dejar que "Boleumdal" fuera descubierto, arruinando así un negocio redondo.


—Dudo que solo una persona pague, este tipo de negocios son verdaderas redes —colocó

las manos alrededor de su cuerpo para abrazarse a sí mismo, quería escupirle a la televisión— ¿Puedo regresar a mi cama?


—Jungwoo, hijo... —Joonhyuk tragó saliva— ¿Cuándo vas a hablar conmigo sobre lo que ha pasado con Yukhei? —había que ser ciego para no notar la tensión en él— soy muy respetuoso de tu espacio personal pero creo que hay un punto en el que me cuestiono si lo estoy haciendo bien, has bajado de peso, tu semblante es sombrío.


—Terminamos papá, eso es lo que sucede ¡Terminamos! —su voz se quebró, cuando quiso levantarse del sofá él trató de detenerlo pero fue inútil— ¿Necesitas el motivo? ¿Eh? no te preocupes que voy a recuperarme ¡Lo haré! ¡Lo haré! ¡Lo haré!


Sus pies se movieron rápidamente por la alfombra y el piso pero aún más cuando se adentro en el pasillo que conducía a su propia habitación.


Era verano, habían pasado 2 meses y un par de días en los que no lo había visto, a estas alturas tenía que pedirle un milagro a Dios para que Wong Yukhei apareciera, sus pensamientos se contradecían y luchaban dentro de sí para tomar una postura frente a lo sucedido. Solo quería saber su versión de las cosas.


No quería ser dramático pero cada día ter- minaba llorando hundiendo su rostro en la almohada y pensando en la última mirada de hombre cuando le dijo que le daba asco. La culpa carcomía su interior, el menor había sido drogado y manipulado ¿Los policías habrían tenido piedad de su condición? Se hundió en la cama tapándose con las sábanas hasta la altura de su cabeza. No había día que no revisara las redes sociales, Sexual Writer tampoco daba señales, las aplicaciones no mostraban alguna última conexión o signo de vida.


Él, Dongyoung y Xiao De Jun dejaron de mantener contacto, cada uno en su propio periodo, cada uno ¿Con razones diferentes? Todo se había esfumado desde que se descubrió la verdad del club sexual. Y cuando sintió la puerta del departamento cerrarse supo que estaba completamente solo como para seguir llorando en paz. Estaba volviéndose loco y tal vez, tan solo quizás, estaba arrastrando a su padre con él.


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Y el reloj marcaba las 12.46.


Sostuvo un puñado de pimienta y la roció sobre el caldo de los fideos, en verano tenía que combatir su tiempo libre trabajando en el restaurante de la familia Wong y aunque no necesitaba el dinero sus padres se lo daban igual para que lo pudiera ocupar en cualquier cosa. Levantó los ojos hacia el lado vacío de la enorme cocina, era segundo día que sus tíos no venían a trabajar y su mente pensaba si esto tenía relación alguna con la "desaparición" de su primo.


Kun Hang observaba a su alrededor, todo parecía normal, todos actuaban como si alguna pieza no se hubiera salido del rompecabezas. Era tanto el temor de cometer un error que no preguntó sobre Yukhei, si los visitaba o si se comunicaba con ellos, podía levantar sospechas cuando estas quizás no existían si quiera.


—Lleva esto a la mesa 6 del salón principal.


En el restaurante incluso ellos como hijos de los dueños tenían que hacer múltiples tareas. Sostuvo la bandeja y con el plato principal más los agregados fue sorteando algunas mesas para no chocar con ellas. El ir y venir de la cocina para llevar comida de los clientes, así fue hasta las 6 de la tarde

cuando un mensaje llegó a su teléfono. Usualmente los ignoraba pero en el tiempo que se tomó unos minutos para descansar, lo sostuvo, lo encendió y su aliento se perdió.


Era Xiao De Jun.


Debería haberle avergonzado la manera en la que corrió de allí excusándose con sus padres sobre la "emergencia de un amigo" pero aquellos detalles eran nimiedades cuando ese hombre le había dado el punto exacto en el que se encontraba o, cuando le decía que tenía tiempo limitado. Tomó el primer taxi que encontró.


JW Marriott Hotel Seoul.


Sus ojitos observaron la edificación con un sentimiento extraño ¿Por qué en un hotel 5 estrellas cuando había estado en el restaurante de su familia? Las personas que entraban y salían barrían en su aspecto, no es como si anduviera con andrajos pero estaba despeinado y no vestía de punta fina.


—Hola, vengo a ver al señor Xiao. Habitación 76 —murmuró a la recepcionista.


La mujer lo observó con el ceño fruncido y le pidió la identificación, solo quien llevara por nombre Wong Kung Hang tenía derecho a subir. Vaya, era él.


—Puede pasar señor Wong.


Si hubiera tenido tiempo suficiente se habría quedado observando los magníficos detalles que hacían de este un lugar de ensueño para el hospedaje, pero no, sus pies corrieron por una parte del lobby para llegar al elevador más cercano. Si fuera miserable y quisiera pagarle con la misma moneda, podía avisarle a Jungwoo que después de 2 meses De Jun lo había contactado, que podía sacarle información para localizar a su primo, darle una esperanza a su mejor amigo pero no, la razón dominaba la emocionalidad, una esperanza en vano podía terminar por destruirlo.


La puerta de la habitación estaba abierta, fue en ese momento que detuvo los pasos y asomó levemente el rostro hacia adentro pero, cuando entró por completo. Sintió el golpe de la puerta, la misma en la que apoyó su espalda cuando Xiao De Jun lo empujó a ella y acercó su boca para darle un beso hambriento.


"Basta, detente, quiero hablarte".


Que racionales habrían sonado sus palabras de haberlas pronunciado. Solo estaba enfocado en comer sus besos, succionar sus labios y lengua, dejar que esas manos inquietas lo tocaran bajo su ropa y repasaran sus pulgares en la punta de los pezones en sus pectorales.


Había una necesidad animal de poder encontrarse con el otro tal que las palabras no eran necesarias. Y supo que dejó ir su mente cuando Xiao tiró de su cabello en la parte trasera antes de gemir en su oído que estaba caliente y necesitado por una follada con él.


Era una despedida y no lo sabía.


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Soltó el aire de sus pulmones cuando Hellen le dijo que iba a ir al departamento, no podía decir que era un alivio completo porque no había llegado aún para testificar que las cosas estuvieran en orden.


Desde hace semanas que la personalidad de su hijo había pasado del brillo y la emoción, a un constante gris, a veces se tornaba negro, otras veces lograba alcanzar el blanco cuando sonreía viendo una película abrazado de su amigo o de Hellen, pero cuando ambos estaban solos el muchacho todo lo que hacía era encogerse de hombros ante sus preguntas como un modo de respuesta, hablar poco, encerrarse en su habitación todo el tiempo.


Estaba claro que había terminado con Yukhei, el muchacho no había ido más a casa y por lo que se había enterado de otros vecinos es que el departamento que había ocupado ahora estaba a la venta. Y esta mañana Jungwoo lo confirmó cuando dijo que habían terminado pero ¿Realmente se recuperaría? ¿Realmente le diría la razón?


Quería pensar que no estaba fallando como padre pero era inevitable, su hijo no le contaba nada y sus intentos por sacarlo adelante parecían en vano. No estaba dispuesto a perderlo. Mierda, incluso se aterraba de sí mismo imaginar que Jungwoo cayera aún más bajo como para atentar contra sí mismo.


—Señor Kim —se asomó una mujer de mediana edad, era su secretaria— hay un hombre esperándolo en la recepción, un hombre de apellido Park.


Miró su computador y luego a ella, aún le quedaba un poco para terminar de documentar unas transacciones, era el precio por pertenecer a una de las empresas inmobiliarias más grandes de Corea.


—¿Es... necesario? Sabe que quiero terminar pronto, necesito ver a mi hijo.


—Dijo que es urgente.


—Hágalo pasar entonces pero, no conozco nadie de apellido Park.


Continuó escribiendo en el computador hasta que sintió la presencia de alguien en su oficina, alguien que tenía pasos imperceptibles y que le servían en su trabajo. No lo había escuchado en absoluto.


—A usted lo conozco —murmuró parándose de su asiento— us... usted es ¿Era el psicólogo de mi hijo?


El hombre miró hacia atrás de manera cautelosa, cerró la puerta, luego regresó su atención al mayor para hablar de firme aunque con la voz un poco más baja.


—Mi nombre es Kim DongYoung, oficial de policía —le mostró la placa de identifica

ción— lamento importunarlo en su trabajo señor Kim pero no tenemos tiempo. Ya no.


—Jungwoo —perdió el color de su piel al instante, si no hubiera sido porque alcanzó a afirmarse del escritorio, se habría dado de bruces en el computador— Jungwoo, mi hijo, no...


Y aunque en el físico no eran parecidos, el policía pudo ver frente a sus ojos que el muchacho había heredado mucho de su padre, cuando estaban agitados actuaban de la misma manera.


—Tranquilo, tranquilo yo —meneó la cabeza— señor Kim, su hijo está bien, no vengo para entregar una noticia de accidente o algo por el estilo pero sí vengo en calidad de testigo, en calidad de apoyo para alguien.


Solo cuando logró calmar su respiración y su corazón, Joonhyuk volvió a mirarlo confundido.


—¿Quién?


—¿Ha oído hablar del caso Boleumdal? —asintió muy lentamente ¿Cómo no?— Wong Yukhei me pidió que le entregara esta carta, me... me pidió que respondiera sus dudas y lo contuviera.


Deslizó la carta sobre la superficie del escritorio. La sensación de angustia en su pecho fue aumentando porque algunas cosas empezaron a tener sentido, hace 2 meses su hijo se había roto de manera silencia, hace 2 meses el caso había salido en las noticias. ¿Por qué un policía venía a su oficina a hablarle del ex novio de su hijo?


Tragó saliva.


No.


—¿Quiere saber la razón por la que Kim Jungwoo y él dejaron de mantener contacto?


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Era en casos como estos en los que agradecía tener una copia de seguridad de las llaves del departamento, la idea había salido de Joonhyuk pero Hellen no había querido aceptar hasta escuchar de la propia boca de su hijo que se sentía bien con la decisión.


Abrió la puerta equilibrando la caja con la pizza en una mano, la soda y unos snacks en la otra, pero todo el alimento lo dejó en la cocina de forma inmediata cuando vio al muchacho sentado unos metros más allá en la sala de estar, abrazando sus piernas y observando una carta cerrada en la mesa de

centro. No estaba llorando, sin embargo sus ojos parecían estar llenos de terror.


—Cariño —se acercó paso por paso, sus pies estaban sumergidos en unas pantuflas felpudas y rosadas que le habían comprado para todas las veces que los visitara— ¿Qué sucede?


—Es de... es de Yukhei —indicó con la nariz hacia el sobre— hace 1 hora tocaron el timbre y apareció debajo de ella pero... él no estaba, yo... yo estoy seguro que estaba aquí, que él la dejó, no pude verlo, corrí pero no lo encontré.


—Mi amor cálmate, no te agites, estoy aquí


Los ojitos de Jungwoo la observaron mientras asentía, quizás el cielo no quería que atentara contra sí mismo aún cuando la idea estuvo dando vueltas todo el día en su cabeza. Dejó que lo contuviera, permitió que Hellen lo abrazara contra su cuerpo acariciando su espalda de forma constante como si se tratara de un bebé y no de un hombre de su altura ni su edad.


—¿Tienes miedo de leerla?


—No soy capaz de escucharlo, me debe estar odiando.


—Jungwoo, has querido escuchar sus explicaciones desde hace 2 meses y probablemente te las dejó en una carta porque es la única manera de poder comunicarse —se agachó, sostuvo el sobre y se la entregó en sus manos— ¿Te doy un consejo? ve a tu habitación, métete bajo las mantas de tu cama y léela ahora, estaré aquí esperándote, amor.


Miró el sobre, la sensación de muerte estaba haciendo presión en su pecho, sus dedos picaban y sus pies estaban medio dormidos pero hizo caso. Se paró y caminó lentamente a su habitación, cerró la puerta tras de sí y avanzó hasta su cama para encender las luces alrededor antes de introducirse en ella.


Su cama había sido testigo de todas las veces en las que leyó emocionado los libros de Sexual Writer y ahora iba a ser casi lo mismo. Sus dedos blancos rasgaron el sobre y sacaron la carta que llevaba dentro escrita de su puño y letra. Contuvo la respiración un par de segundos cuando creyó percibir su perfume en las hojas. Esto iba a ser difícil como la mierda.


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Los ojos de Joonhyuk estaban llenos de lágrimas mientras repasaba las manos por su rostro, el policía estaba tratando de elegir las palabras correctas para dar la visión más sensata y real de lo que había sucedido con Wong Yukhei después que leyera su carta.


—Esa noche después de que descubrió las fotografías, después de que fue a hablar con Jung Yunho, nos encontramos cara a cara, le dije quien era yo y todo lo que había pasado —tamborileó sus dedos— tuve la opción de haberlo entregado a la justicia pero también tengo criterios, señor, para comprender quién es culpable y quienes solo son víctimas de la manipulación emocional.


—Esto es una locura —susurró secando sus mejillas con las manos temblando pero era una tarea inútil, continuaba llorando.


Fue así que Wong Yukhei y Xiao De Jun pasaron al programa de protección de testigos a cambio de confesar todo lo que habían hecho y todo lo que habían visto así como también explicar el vínculo adicional que mantuvieron con Jung Yunho en la literatura para descartar de plano alguna

relación en los cargos que se le acusaba al mayor por Boleumdal.


—Puedo dar fe señor Kim que incluso con todo lo que puedan pensar de Wong Yukhei y su amigo, ambos son personas llenas de valores.


—Jungwoo no habrí... ¡Jungwoo no habría estado tan mal si hubiera sabido la verdad!


—Señor Kim ¿Sabe cuantas personas provocamos al decidir tomar justicia por "Boleumdal"? muchas, algunas con suficiente poder... ahora fue este club sexual pero ha despertado tanto interés social que se continuará investigando otros, otros en los que la perversión y la corrupción será peor —tensó su mandíbula— Wong Yukhei lo sabía y aún así decidió perder mucho para que se hiciera justicia, incluso perder la relación con su hijo para mantenerlo a él, a usted y su pareja protegidos —tocó la carta lentamente antes de darle una mirada significativa— Y la justicia coreana sigue siendo un poco nefasta al punto que incluso ahora es muy peligroso volver.


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A los 25 años, 1 año después de casarse, Hellen Tucker supo que no podía tener hijos ya que su cuerpo había dejado de ovular ¿La causa? menopausia precoz. Ese había sido el motivo por el que su pareja había cambiado al punto de golpearla y violentarla de muchas maneras.


Llegó a Corea del Sur jurándose a sí misma que nadie le pondría un dedo encima pero nunca pensó que con el paso de los años la vida la pondría a prueba una vez más. Ella no era la víctima, ella se había enamorado de un hombre y un hijo que habían sido abusados física y verbalmente por una

mujer.


Si en un pasado logró tomar las herramientas necesarias para salir adelante ¿Por qué no entregarlas y compartirlas? ¿Acaso el destino no le permitió llegar a una familia en la que un puesto estaba vacío?


Supo que fue así, que ellos necesitaban una contención cuando un nuevo episodio oscuro llenó a la familia Kim. El día en el que, tras leer una carta que finalizaba con la frase "En un mañana, tal vez", Jungwoo perdió la razón y tuvo que ser hospitalizado de urgencia.


Y es que nada iba a ser como antes. Zeus y Sexual Writer habían dejado de relacionarse..

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6 años después, lunes 7 de julio 2025.


Aquella había sido la edición más vendida de la historia y lo supo cuando se detuvo a observar la portada tras notar un cúmulo de personas agitadas.

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