"Sexual Writer" Capítulo 40: Tregua

Apoyó de lado su rostro en la almohada en el preciso momento en que sintió como la puerta de la suite se cerraba, quizás este ya no era un lugar adecuado para que conversaran, quizás no había sido buena idea pagar tanto y es que tampoco tenía como saberlo.

Bien, en un momento así se daba cuenta con angustia que en realidad no conocía lo suficiente a Jungwoo, que 6 años eran suficientes para que una persona cambiara su personalidad tanto como para que decidiera conversar a solas con Kim Dongyoung después de enterarse lo que había hecho.

Esperó un grito, tal vez un llanto, cualquier reacción enardecida y similar a las que tuvo en el pasado cuando sufría trastorno de ansiedad social, pero cuando el policía terminó de hablar todo lo que obtuvo de parte de Jungwoo fue una mirada herida, ni más ni menos.

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Un policía de su categoría podía usar la placa para ingresar a lugares con la excusa de realizar un procedimiento, nadie le daría una respuesta negativa así que utilizó aquello a su favor para pedirle a un trabajador del hotel para que le permitiera subir hasta la azotea del hotel sin que nadie más ingresara. Algunos si podían reconocer el rostro de Kim Jungwoo, razón por la que mencionó que ambos estaban en una investigación.

Una vez solos, el rubio avanzó un poco abrazándose a sí mismo y dejando que la brisa volara un par de hebras de su cabello, pero se volteó cuando lo sintió cerca observándolo con amargura. Sí, estaba temblando y no porque hiciera frío, temblaba por la confesión, por el acto deshonesto, por verse forzado a aclarar la situación que mantuvo en silencio por mucho tiempo.

—No voy a matarte si eso piensas “Doyoung”, puedes dejar de temblar como si fuera a hacerlo —se sentó en una superficie de cemento y esperó que el otro imitara su postura— a pesar de que de alguna u otra manera termináramos acostándonos, siempre hemos sido amigos, has estado para mí durante 6 años y me conoces ¿Tengo que creer que lo que hiciste fue por mí?

Los ojos del mayor observaron el “vacío” por un par de segundos antes de regresarle la mirada.

—Si no te dije lo que Yukhei me dijo ese día, fue porque no querías saber nada de él, porque después de leer su carta terminaste en un hospital por querer atentar contra tu vida, por eso guardé esa promesa solo para mí y… como dije allá dentro te he visto cambiar de una manera tan positiva que la sola posibilidad de que tu meta de sacar esa carrera universitaria se viera afectada por la llegada del pasado, me aterró —gimió culpable, sus ojos estaban húmedos— es la razón más patética pero es la verdad.

Jungwoo recordó las palabras de su madre respecto a Yukhei. Si él había tenido a las personas que amaba para salir adelante ¿Qué sucedía con ese hombre forzado a abandonar una vida por hacer justicia?

Tragó saliva, secó sus lágrimas y volvió al presente.

—No voy a hacer un escándalo si así lo piensas, la vida me hizo madurar lo suficiente pero… debes saber que incluso una decisión tomada por la razón justa, puede estar equivocada —estiró las manos para sostener la de ese hombre— no… ¿No pensaste por un momento que incluso si yo necesitaba estar alejado, Yukhei y Xiao De Jun merecían estar con su familia? Dongyoung, mi tranquilidad no valía más que la necesidad de esos hombres por retomar sus vidas, eso es cruel e injusto ¿Puedes entender eso?

—Lo sé, lo sé, maldita sea lo sé pero no puedo retroceder el tiempo ¡Ya pasaron 6 años!

Jungwoo besó sus nudillos un momento antes de observarlo con el rostro lleno de lágrimas, tampoco era como si esto no le afectara, su corazón estaba destrozado y sentía que la ansiedad estaba haciéndolo añicos pero había aprendido a controlar las manifestaciones.

—Si fuera el del pasado, me habría tirado el cabello con ambas manos, te habría gritado, arañado, estaría recostado contra una pared respirando agitado —su voz se quebraba, recordar eso no era bonito— si fueras otra persona te estaría odiando pero no puedo Dongyoung, no puedo porque incluso si faltaste a la palabra de Yukhei, sé que luchaste para que tanto él como De Jun no fueran detenidos, si no te hubiera importado ellos estarían tras las rejas pagando una condena… hiciste justicia por sacar la verdad ese maldito club, estás luchando por desbaratar la red de pedofilia, eres increíble pero… —miró la puerta que conectaba el hotel con la preciosa azotea— pero sabes lo que a mí y a Yukhei nos conecta, no puedo mirar hacia el futuro si no resuelvo mi pasado, y…

—Sería idiota de mi parte pensar que estoy en ese futuro, Jungwoo, tampoco sientas lástima de mí si necesitas avanzar, supe muy bien desde un inicio mi papel aquí —indicó la puerta— mejor vete pronto.

—Perdóname —susurró antes de depositar un beso en su frente por un par de segundos y salir de allí dando pasos inestables.

Ellos no mantenían una relación de pareja y estaba casi seguro que Kim Dongyoung por su propio lado también se acostó con otros, pero le dolía saber que había una implicancia emocional porque no iba a ser correspondido en este momento.

No le gustaba sentirse el malo de la película.

Mientras avanzaba por el pasillo hacia la suite presidencial se puso a pensar en lo que diría su padre si supiera lo que estaba pasando, era probable que lo felicitara por la madurez con la que estaba llevando la situación pero se enfocaría más en saber si emocionalmente se sentía estable.

Tragó saliva, ahora que lo recordaba Yukhei había dicho que Hellen le había dado la dirección de su departamento ¿Se había atrevido a hacerlo a sus espaldas? Ni siquiera podía sentirse molesto con ella, era la mujer más increíble de su vida, al menos quería saber sus motivos.

Observó su mano con la tarjeta para ingresar a la suite, la pasó por el identificador antes de ingresar y llenarse con un ambiente silencioso, con las luces apagadas ¿Se habría ido de aquí?

Su corazón respondió al llamado de la emoción, estaba latiendo más rápido y más fuerte.

Cerró la puerta tras su espalda y avanzó después de quitar sus zapatos, sus pies prácticamente tocaban ligeramente el suelo como la caricia de una pluma, no mentía al pensar que si él ya no estaba aquí se sentiría hundido en la oscuridad, porque no, no quería esperar otro día más para tener la conversación que ambos se merecían, necesitaba sanar.

Apareció en la habitación donde divisó una figura acostada en la cama, con cuidado tanteó para llegar a la lámpara de un costado y encender la luz tenue de esta.

Fue inevitable que sus ojos se llenaran de lágrimas cuando lo vio dormir acurrucado contra una almohada desprovisto de toda la fuerza que caracterizaba a Sexual Writer, mostrando todo lo humano y desprotegido que se sentía, lo natural, su interior.

Motivado a observarlo más tiempo, se acostó a su lado apoyando el rostro de lado y estirando su mano para tocar las hebras negras que habían quedado en la frente. Ambos habían vivido tanto, cada cual por su lado, pero en un punto de la historia aquel camino que se partió en dos volvió a unirse aquí.

—Debió ser difícil para ti, per… perdóname —susurró acariciando su rostro.

En ese momento sus párpados se movieron inquietos pero llegó al camino de no retorno, aquel en el que la burbuja del sueño se había roto para volver al presente. Sí, abrió los ojos lentamente y se quedaron así, observándose en silencio mientras las lágrimas aparecían en ambos, no importaba si la relación de ambos no era la de antes, no importaba bajo qué condiciones estaban haciendo esto pero se necesitaban humanamente hablando para conversar.

—No voy a decirte que perdones a Dongyoung… él reconoce que lo que hizo estuvo horrible pero…

—En este momento solo me importa saber que tú estás bien, ni yo, ni él… tú.

Se quedó absolutamente callado observándolo, odiaba ser la preocupación de los demás pero no iba a culpar a “Xuxi”, desapareció cuando aún era una mierda ansiosa.

—La situación se está haciendo insostenible —su voz se quebró— ¿No lo crees?... te odié mucho tiempo pero siempre desee saber que te había pasado, en el interior y aunque quise negarlo fue así, necesitamos esto, lo… lo de Alemania no resolvió nada.

Dos hombres altos sobre una cama observándose con dolor, una fotografía triste de dos ex amantes que querían respuestas.

El menor se levantó solo un poco para permitirse apoyar su rostro sobre el pecho de Jungwoo y quedarse así abrazándolo de lado, buscando un poco de calor.

El mayor lo sintió temblar y luchar contra sus propios miedos. En el pasado había sido al revés, los roles se habían invertido para dar paso a un Jungwoo que ganó la confianza suficiente para ser él quien debía contener a otro.

Mierda ¡Cuánto la vida había destruido a Wong Yukhei!

—Tú sabes que en todo orden de cosas existen personas con el poder suficiente para tener a la ley bajo su mano, muchos culpables del caso Boleumdal no han sido castigados, han… dejado esto de lado pero en aquel tiempo cuando recién ocurrió la redada, esos 2 meses cuando desaparecí antes de decirte adiós, estuve bajo investigación colaborando —lo abrazó más fuerte, el perfume de Jungwoo era su tranquilizante— no me acerqué en aquel periodo por temor que pudieran tener represalias con mi familia, la tuya y contigo… después de eso cuando Dongyoung nos dijo que quedaríamos libres de cargos, también nos mencionó que el estado de Corea nos proporcionaba más ayuda del programa protección de testigos y… ahí nos dijeron que por nuestro bien mientras durara la investigación podíamos vivir en otro país con otra identidad.

Y se quedó callado porque podía sentir bajo su oreja izquierda el corazón de Jungwoo bajo la camiseta, sus latidos estaban frenéticos como si corriera una maratón.

Escuchó la manera en la que tragaba aire y lo botaba por la boca, tal pareciera que se estaba preparando para hablar también.

—Esos 2 meses fueron horribles —su voz sonaba aguda, tal como cuando tenía ansiedad social— porque todo lo que podía pensar era en cuanto me equivoqué con lo de las fotografías —Yukhei levantó el rostro, estaban separados por una distancia mínima— en cuanto te traté tan mal y cómo debías sentirte por eso…

—Aún me sigo dando asco, no voy a perdonarme nunca.

—Fuiste drogado —acarició su mejilla, el menor lloraba en silencio.

—Pero eran menores —gimió.

Se volvió a acurrucar contra su cuerpo para dejar que Jungwoo lo abrazara de vuelta y presionara su rostro contra la cabellera negra de este, un anclaje necesario, un anclaje perfecto.

—Cuando recibí tu carta yo ya estaba lo suficientemente jodido como para no poder soportarlo, el… el hombre que tanto quería me estaba terminando, no habría instancias para explicaciones, no me decía nada concreto respecto al club sexual… me sentí tan vacío y, me dio una crisis tan fuerte que para acabar con ella quise lanzarme por la ventana pero Hellen me detuvo con mucha dificultad —torció la boca— ese fue el colapso que me llevó a estar en un hospital de salud mental por un tiempo…

El solo pensar esa falta de protección con la que Jungwoo se sintió, lo hizo querer volver al pasado y plantearse todo de nuevo, si valió la pena despedirse por una carta para hacerlo menos difícil o pararse frente a él para decirle que podía esperarlo, que más pronto que tarde regresaría y que no era algo de voluntad propia.

Se quedaron en silencio, abrazados, sintiendo el calor y la respiración del otro. Cada uno con sus propios dolores.

—Una persona normal puede soportar el quiebre de una relación pero yo estaba mal, realmente mal…

Yukhei se separó nuevamente para observarlo de arriba abajo.

—¿Me odiaste por… terminar contigo?

—Te odié porque el periodo más oscuro de mi vida se debía a ti, pero eso es tapar el sol con un dedo ¿No es así? —ni siquiera podía verlo a los ojos en este momento, sentía vergüenza de la manera en la que pensaba— yo era el que estaba mal y cualquier cosa lo suficientemente fuerte también me hubiera hecho enloquecer, nunca recibí un tratamiento más profundo, nunca pude ver más allá de la ansiedad social y… cuando te vi en la Comic Con tan lleno de gracia con los demás pensé en lo bien que estabas, en lo poco afectado que parecías con todo lo sucedido y… —sonrió son sarcasmo, meneó la cabeza aún con los ojos fijados en sus pantalones— y eso…

El menor no perdió la oportunidad para estirar la mano y sostener su rostro por la mejilla izquierda, el toque y la calidez del gesto incitó a Jungwoo a levantar los ojos a él, ojos que estaban húmedos y con un suave tinte colorado.

Ninguno podía ocultar lo mucho que estaba sufriendo.

—Me despedí de tu padre a través de una carta contando la verdad, porque no iba a estar tranquilo si le seguía mintiendo —respondió él— pero a los míos les dije todo frente a frente, llorando, pensando que ya no iban a amarme por haber hecho todo lo que hice…

Jungwoo movió su rostro contra la mano de ese hombre para llenarse de su tacto, esto no debía sentirse tan adecuado pero lo hacía y tampoco tenía la fuerza de voluntad para apartarse, se estaba convirtiendo como un gatito gigante.

—¿Cómo… reaccionaron?

Al inicio ninguno de ellos había hecho algo más que observarlo con los ojos llenos de lágrimas, no hicieron un escándalo, tampoco le dijeron que los había deshonrado aun cuando Wong Yukhei lo pensara así, solo se quedaron llorando en silencio cuestionándose qué habían hecho mal como padres.

—Reaccionaron mal cuando supieron que debía irme hasta que el peligro cesara, es por eso que mi partida de Corea es una de las cosas más dolorosas que recuerdo, porque… a pesar de todo lo que hice, ellos me seguían amando, me seguían necesitando, entendían que todo era porque fui manipulado por Yunho pero no deseaban que me alejara —tragó saliva, no le importaba que su cara fuera un desastre— los primeros días fueron un desastre, quiero decir, los primeros meses, porque no tuve la compañía de las personas que amaba, porque tuve que aprender a llorar sobre una superficie y no contra el calor de una persona, porque caminaba en la calle pensando que podían hacerme daño y porque sí… te necesitaba.

Siguieron conversando por más de 2 horas de todo lo que había ocurrido, mirando el techo, escarbando heridas, tratando de poder entender la otra parte con todo lo que había sucedido.

Eran dos víctimas del destino, dos personas que no podían retroceder el tiempo pero que debían tener los frutos del presente y aprender a vivir con ello.

“Ahora eres dueño de tus propias decisiones, libre de tus ansiedades, puedes y debes ser feliz de la manera que escojas de aquí en adelante” susurró Yukhei con una mirada esperanzadora. “Debes serlo”.

—Voy a ser feliz mirando hacia el futuro si puedo sentir que dejará de dolerme tanto el pasado.

—¿Qué quieres escuchar para que eso sea así?

Jungwoo se acostó de lado y apoyó el codo en la almohada para darle una mejor vista, se sentía agotado de todo.

—Es una cosa que aprenderé con el tiempo pero, al menos quiero… quiero, saber que tú también estarás bien, que haces lo que haces porque lo amas, de… de que ya no tenga que mirarte como un extraño —silenció por un par de segundos— dejar de sentir que tenemos algo pendiente.

“Fuiste alguien importante en mi vida ¿Cómo no querría lo mismo para ti?” finalizó.

Estaba claro de que no se estaban ligando el uno con el otro en algún sentido romántico, de que, si en un mañana Jungwoo decidía estar con otra persona, podría hacerlo porque era dueño de su propia libertad así como también Yukhei solo que ¿El menor podría quitar de su pecho la sensación que aún tenían algo que resolver?

Cuando el rubio se sentó en el borde de la cama buscando en los bolsillos de su chaqueta que los documentos de su vehículo estuvieran a mano, notó que la figura de aquel hombre rodeó la cama y arrodillo delante suyo para aparecer en su campo visual.

Ni siquiera debía sentir sus mejillas poniéndose calientes, ni siquiera debía permitirle a su corazón saltar como cachorro entusiasmado por aquellos ojos brillando.

El silencio se vio interrumpido por el estómago de Kim Jungwoo y el ruidito que había hecho exigiendo comida, mierda ¡Se le había olvidado cenar!

“No sonrías así, no deberías sonreírme así de bonito” pensó irritado con la alegría que se instaló en los labios de ese chico.

—Iba a decirte que realmente estoy orgulloso del profesional en el que te has convertido pero parece que tu estómago quiso hablar primero —indicó el teléfono— ¿Quieres que pida comida por ti?

Meneó la cabeza en negación.

—No es necesario en verdad, comeré al llegar a mi departamento.

¿Quería llegar porque estaba cansado? Tal vez, eso debía ser, no tenía nada absolutamente nada que ver con el hecho de que la idea de estar a solas con él en una suite presidencial ponía caliente su rostro completo.

Cada uno había venido en su propio vehículo pero en un gesto cordial y para asegurarse que estaba bien, el menor llevó a Jungwoo al suyo.

—Llega bien a casa ¿Sí?

—Gracias y… —modisqueó su mejilla por dentro— Yukhei… —no iba a poder decirle por su nombre actual, se sentía inadecuado en su boca— yo… espero no sea tarde para decir que me… me gusta saber que estás cumpliendo tu sueño aún más, no hay lugar donde no se comente la revolución que causa Sexual Writer y… por favor, darle un beso a Ramsés de mi parte, lo extraño.

“Gracias” susurró antes de darle una última mirada significativa, voltear y caminar hacia el estacionamiento del hotel para tomar su propio vehículo.

Esto se sentía como una tregua en medio de una batalla, se dijeron muchas cosas, descubrieron cada lado de la historia y aunque no iban a sanar de forma inmediata, al menos podían estar al lado del otro sin sentir que iban a explotar de frustración.

Sábado 20 de septiembre 2025, 1 semana después

—En algún momento me gustaría hablar con él y lo sabes cariño.

Por supuesto que estaba consciente de eso, Wong Yukhei le había contado la verdad a través de una carta y con Dongyoung como testigo para que diera fe de que las cosas, de eso hace un poco más de 6 años atrás. No, no tenía resentimientos solo que quería saber su versión de la historia porque en algún momento de la vida de su hijo fue un hombre importante, alguien que había logrado algunos cambios en su persona.

Y ahora que sabía que su hijo había “limado asperezas” con él, la necesidad de hablarle aumentaba.

—Hoy es la gala después de una conferencia en la que el elenco de “Superhumans” se presenta, él irá así que podría… sugerirle que se pongan en contacto, solo… no seas duro.

Hellen llevó una cucharada de postre a su boca para evitar sonreír por las palabras de su hijo ¿Acaso era la única persona en este departamento que podía darse cuenta que quería protegerlo?

Conocía lo suficiente a su esposo para saber que no haría nada malo contra el muchacho, solo quería cerrar un ciclo entendiendo el contexto de todo lo que había experimentado. ¿Por qué le había mentido? ¿Qué había visto en su hijo? ¿Cuál fue la necesidad de acercarse a ese mundo del club sexual? Y sí, creía estar en derecho de hablar esas cosas cuando Wong Yukhei decidió compartir ese trozo íntimo de su vida con él a través de la carta.

—Te siento más tranquilo—murmuró la rubia— luces más fresco

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—Me agoté de tener rencor ¿Sabes? Poco a poco estoy entendiendo que lo que sucedió no fue algo que alguno de nosotros quisiéramos, las… las cosas suceden por algo y algo tan fuerte como esto me sirvió para aprender a salir adelante, a romper la burbuja y crecer y… bueno, se desbarató una red importante, él no fue a la cárcel.

—Bajo un precio muy fuerte que fue irse al extranjero abandonando todo, sin su familia —murmuró pensativo su padre.

“Lo sé”.

Sí, lo sabía muy bien y no había día que no pensara en todo lo que tuvo que vivir por haber sido manipulado, incluso quería sugerirle que viera la posibilidad de estar en tratamiento psicológico pero creía que aún no eran lo suficientemente cercanos para hacer eso.

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Hendery revisó la fotografía que su amigo había subido a Twitter y sonrió con los labios sellados, él se la había tomado y podía decir con libertad que su amigo se veía perfecto para la ocasión.

—Va a ser una buena noche —miró el suelo, estaba en el departamento de Jungwoo— Yukhei irá ¿Verdad?

—Sí, Sexual Writer es uno de los motivos por los que esta conferencia será tan esperada, es su primer programa, él y su mánager van —terminó su peinarse y se volteó a él— aun no entiendo porque no viniste conmigo, tenía una invitación extra, eres mi mejor amigo y además eres primo de “Huang Xuxi”.

—Simplemente estoy agotado, eso es todo.

Entrecerró los ojos pero no quiso ahondar más porque conocía la mirada asesina que le estaba dando, cuando no quería hablar respecto a un tema no lo haría y fin de la discusión. Sin embargo, Jungwoo tenía la sospecha que esto se trataba acerca del mánager, Xiao De Jun y que este sin ningún tipo de explicación de por medio finalizó lo que hubo entre los dos cuando tuvo que irse del país.

Bien, al menos él recibió una carta.

Estacionó su vehículo cerca de donde se realizaría la conferencia pero como él era uno de los rostros conocidos de KBS News sabía que no importaba si llegaba con solo unos minutos antes, tenía su asiento reservado en la sala de conferencias del “Lotte Hotel Seoul”.

Saludo a varios conocidos de otros canales de televisión y también permitió las fotografías de algunos medios a su persona, no mentía cuando decía que se había vuelto como una especie de celebridad con fans y toda la cosa.

¿Qué sucedía si ingresaba al lugar privado donde los protagonistas del programa “Superhumans” para alentar a Yukhei y decirle algunos tips o que todo estaría bien? No estaba infringiendo nada, incluso no se habían visto desde esa vez que conversaron, tampoco se comunicaban como cercanos, no tenía su número actual de teléfono.

—Conseguirlo puede ser muy fácil —dijo en un tono cantarín para sí mismo.

El panorama que vio en la sala privada fue distinto al que pensó, algunos miembros del programa revisaban sus teléfonos, otros conversaban con miembros de alto cargo de KBS pero no divisaba a la persona que quería ver ¿Estaría ocupado?

Alguien tocó su hombro, un toque sutil que lo hizo girar sobre su zapato y fruncir el ceño, era su jefe.

—Huang Xuxi no ha llegado ¿Crees que le haya sucedido alguna cosa? Los productores no quieren iniciar la conferencia hasta que llegue, el mánager no contesta las llamadas —no entendió la repentina mirada extraña de su jefe hasta que continuó hablando— ¿Te sientes bien Kim Jungwoo? Has… perdido el color de tu piel.

Tocó sus mejillas ¿En serio estaba actuando así?

—Trataré de averiguar qué sucede señor.

Salió del salón privado pero no ingresó al salón de conferencias, en cambio avanzó por un pasillo ancho alfombrado que lo dirigiría al hall del hotel. Esto no era normal, ante todas las cosas ambos eran profesionales, no dejarían así como así las cosas.

El teléfono en su mano vibró con la llamada entrante de un número desconocido, pero no dudó en contestar con cautela en un espacio donde no estaban transitando personas.

—Kim Jungwoo al habla ¿Con quién tengo el gusto? —que cordialidad.

—No te preocupes por los honoríficos, Jungwoo, soy yo Xiao De Jun —sonaba agotado, quizás incluso con la garganta apretada— Jungwoo, estoy haciendo esto contra la voluntad de Yukhei, mierda, ni siquiera está en una situación en la que pueda pensar por sí mismo, está fuera de sí.

Como si de un disparo se tratara, su corazón empezó a correr ansioso e incluso su respiración se tornó irregular. Preocupado miró a su alrededor, nadie estaba prestándole atención en aquel pasillo.

“Dime que pasa, De Jun, dímelo ahora”.

—“Huang Xuxi” no asistirá a la conferencia, acabo de llamar al productor del programa excusando otra cosa cosa pero… —gimió— necesito que vengas, sé que te importaría estar al lado de él en esto…

—De Jun por favor dime qué es lo que está pasando.

Del otro lado, aquel hombre apretó los dedos a los costados de su cabeza, le dolía en demasía.

—Ven pronto —susurró angustiado— el… el pequeño Ramsés se está muriendo.

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Nota autora: :( en el próximo entenderán qué está sucediendo en detalles.